La bola no entr

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La competencia tenística en la negra de Sony está que arde. La impecable presencia del inefable Virtua Tennis 2 de Sega junto a la estupenda serie Smash Court de Namco han elevado y bien alto al deporte de la raqueta, y más aún con la aplaudida conversión del sobresaliente Top Spin. Y es que, desde los tiempos del añorado Match Point o del inconmensurable Konami's Tennis, pocas veces hemos vivido los fans del tenis una época tan dorada en el mundo de los videojuegos.

Observa Perfect Ace 2 en movimiento en el siguiente vídeo.

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Es por ello que la llegada de la segunda entrega de Perfect Ace se acoge con cierto halo de curiosidad. Por un lado, ponerse al nivel de los títulos anteriormente mencionados es tarea harto difícil, puesto que Virtua Tennis, Top Spin y Smash Court Tennis son lo más de lo más en el género. Y por otro, porque en caso de quedarse atrás, siempre está por ver si Perfect Ace 2 supone alguna renovación digna de recordar, teniendo en cuenta que se trata de un tipo de juego que apenas ha variado en dos décadas de raquetazos.

Desgraciadamente, Perfect Ace 2, a pesar de venir avalado por el profesional Tim Henman como 'lo mejor que encontrarás en tenis', es todo un cúmulo de decepciones. Es un título al que resulta difícil mantenerse jugando más de diez minutos, menos aún si hemos catado la crem de la crem del género. Y es que, por lo que parece, se vuelve a cumplir la vieja ley de que cualquier juego de tenis es peor que el anterior… Repasemos sus virtudes y defectos y pongamos a Perfect Ace 2 en tela de juicio.

Es curioso que programadores que antaño nos ofreciesen joyas como Forsaken o Shadowman hayan sido capaces de perpetrar un juego casi dañino a nivel visual, luciendo en ocasiones incluso peor que el anterior Perfect Ace. Los tenistas son feos de solemnidad, con un diseño que induce al suicidio y mostrando uno de esos apartados técnicos que hacen llorar (saltos en las animaciones, 'engranajes' en las articulaciones demasiado evidentes...). De pena.

Las pistas, que no son pocas, sí que son difícilmente destacables. La innovación brilla por su ausencia, y todas poseen menos detalles que el salpicadero de un SEAT Panda. Por supuesto, un parco público bidimensional anima algo el cotarro, siendo éstos más dignos que las extrañas animaciones de los tenistas: rápidas pero sumamente robóticas. Al menos, todo va a 50 imágenes por segundo.

Finalmente, y lo más importante, hay que hablar de la pelota. Su física rivaliza con la de los primeros FIFA, o sea, bastante regular el tema. Botes poco creíbles, inercia errática, bombeos raros a más no poder... La pelotita logra confundir al jugador gracias a sus inestables movimientos, tan perjudiciales de cara a la jugabilidad como poco creíbles para acercarse a una simulación mínimamente aceptable.

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Los fx en cambio están algo más conseguidos, aún sin recoger la contundencia suficiente como para otorgar espectacularidad al juego. Falta esa chispa esencial que convierte un buen mate en algo más, en una explosión acústica de esas que regocijan al jugador. Bien lo sabían hacer Virtua Tennis 2 o Top Spin, pero Perfect Ace 2 se queda muy, pero que muy corto. Casi como si dieses almohadazos.

A favor se podría decir que cuenta con voces en castellano. Se podría decir... pero no. Y no porque tanto jueces como comentaristas sean de lo más sosainas del medio, no... Lo peor es escuchar tropecientas mil veces, siempre que marquemos o encajemos un punto, a una chica decir '¡fíjate en eso!', y una voz masculina que le responde 'cuando sale bien, no hay nada mejor', como si de un spot publicitario se tratase. Horriblemente cansino y cutre, muy cutre.

Pues en Perfect Ace 2, por más que he intentado ponerme para sacarle algo positivo al apartado jugable no he encontrado nada. Sólo pérdida de tiempo (que al fin y al cabo han sido horas invertidas en avisaros de que corráis como locos al ver este juego). De verdad, escapa a mi comprensión que se pueda sacar al mercado un título de estas características, y más teniendo en cuenta los buenos juegos de tenis que hay en el mercado. Me pongo a pensar y puede ser que tuviesen ahí la licencia de Tim Henman y la volviesen a aprovechar antes de que expirase… no sé.

El caso es que Perfect Ace 2 es un intento muy extraño y peregrino de acercarse a una simulación tenística. En teoría, la metodología de juego no parece querer alejarse de la impuesta desde tiempos ancestros en esto del tenis, incluso pareciéndose a lo lejos (y con una miopía galopante) a lo que nos ofrece, por poner un ejemplo, Virtua Tennis.

Pero los problemas no hacen más que empezar en el momento en el que sacamos la pelota. El sistema de saque es eficaz, pero el vuelo de la pelota comienza a demostrar que no es muy real que digamos. Con unos bombeos de lo más peculiar, la pelota va llegando a los tenistas, que golpean mediante un sistema parecido al de cualquier juego de tenis… sólo que la respuesta de los jugadores es increíblemente lenta a la hora de golpear.

Seguimos… el partido continúa y hemos encajado los primeros puntos, achacados a la penosa respuesta. Hemos oído ya varias veces lo anteriormente citado en el apartado de sonido: 'cuando sale bien, no hay nada mejor', y empezamos a mosquearnos. Tras un ratito más de frustración, uno se termina dando cuenta de que nuestro hombre no es capaz de ejecutar el raquetazo SI NO SE ENCUENTRA EN LA TRAYECTORIA DE LA PELOTA. Algo difícil de creer, y que incluso achacaba a mis manos, pero tras probarlo un buen puñado de veces, la verdad resalta… ¡no se puede!

¿Mala programación? ¿Beta-testers borrachos? ¿O simplemente, sistema de juego terriblemente caprichoso? Da igual, el resultado es una adicción nula, ni siquiera salvable por su completo editor de jugadores o el modo versus. Cualquier opción tenística resulta mil veces más aconsejable. Perfect Ace 2 ni es real, ni es divertido y ni siquiera es bonito. Por más que me duela decirlo, sabiendo muy bien lo que cuesta sacar un producto a la luz en el hoy duro mundo de los videojuegos, este juego es malo de solemnidad.

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