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Penny's Big Breakaway

Penny's Big Breakaway

Review

Análisis de Penny’s Big Breakaway, los creadores de Sonic Mania abrazan el 3D

Una aventura a todo trapo que entusiasmará a los amantes del plataformas 3D con su energía, diseño e inventiva.

Actualizado a

En 2017 Sonic Mania aterrizaba en nuestros dispositivos, recibiendo aclamación popular. El juego, desarrollado principalmente por el virtuoso del desarrollo Christian Whitehead y un pequeño equipo de desarrolladores rápidamente se convertiría para muchos fanáticos en el mejor juego bidimensional de Sonic. Con un claro respeto a la saga que solo podía venir de un fanático como Whitehead, sus niveles y mecánicas lo impulsaron rápidamente a convertirse en uno de los juegos más vendidos y venerados del veloz erizo.

Unos cuantos años más tarde, Whitehead reaparece entre nosotros con un proyecto aun más ambicioso que crear el mejor Sonic 2D. Esta vez él y su equipo se han propuesto la encomiable tarea de hacer frente a los grandes en el difícil terreno de los plataformas 3D. El resultado es Penny´s Big Breakaway, una refrescante incorporación al género cuyos méritos y deméritos vamos a discutir a continuación.

Análisis de Penny’s Big Breakaway, los creadores de Sonic Mania abrazan el 3D

Talento real

Empezemos por lo que de verdad importa en un plataformas 3D: la historia. Bromeamos, por supuesto y esto no es una excepción en la calidad habitual de los argumentos plataformeros. Penny encuentra un yo-yo mágico y algo travieso que desviste al Rey, humillándole realmente (nunca mejor dicho) y convirtiéndola en prófuga. Durante el juego deberemos hacer enmienda, enfrentándonos y conociendo a un curioso elenco de personajes. Nada más, nada menos, es una historia que sirve perfectamente como marco para los saltos.

¡Y que saltos! Tardamos aproximadamente 5 minutos en descubrir que la habilidad del equipo de Whitehead se ha traducido perfectamente al 3D. Es nuestra teoría que se puede saber la calidad de un plataformas con solo moverse por la primera zona jugable y se aplica perfectamente aquí. Penny tiene un escaso arsenal de movimientos y la maestría aquí es en como los combinamos. Podemos saltar, deslizarnos encima del yo-yo, usarlo para columpiarnos, impulsarnos con él hacia delante y girar trescientos sesenta grados sobre nuestros patines mientras atacamos a enemigos y coleccionamos los objetos circundantes. Es un elenco de movimientos que será familiar a los que jugaron a Mario Odyssey y todos ellos fluyen entre sí a la perfección. El analógico derecho se utiliza para hacer movimientos con el yo-yo, pero también podemos optar por un sistema de control más tradicional.

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Por supuesto, nada de esto importaría si nuestras acciones transcurrieran en niveles mediocres, pero no es el caso. Cada nivel del juego está perfectamente diseñado de principio a fin, con una buena variedad de obstáculos, rampas, elementos interactivos e incluso pinguinos. Estos son los principales enemigos y una de nuestras novedades favoritas del juego. De vez en cuando nos encontramos a una manada de pinguinos que se abalanzan sobre nosotros y lejos de requerir una pausa en la acción como otros juegos de plataformas, aquí todo está de parte del movimiento constante y para quitárnoslos de encima bastará con seguir moviéndonos. Asimismo hay un sistema de “combos” donde deberemos evitar tocar el suelo sin estar encima del yo-yo para mantener el combo a lo largo del nivel.

Si bien el juego empieza con niveles sencillos, llenos de rampas y plataformas tradicionales, pronto se van añadiendo mecánicas que siguen estando presentes en niveles posteriores. Podremos convertir a nuestro yo-yo en hamburguesa para destrozar bloques, en hélice para planear por los niveles, usar toros como bolas de golf y decenas de otros pequeños giros sobre cada nivel que hacen que el juego tenga una variedad digna de lo mejor del género. La velocidad y fluidez a través de los niveles siempre prima salvo en uno de los mundos cercanos al final del juego que nos requiere pararnos y esperar en demasía. Afortunadamente esto se abandona para los últimos niveles que son de los mejores que hemos jugado en cualquier plataformas y nos dejan con ganas de más (DLC por favor).

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Raspando la gloria

No todo es fantástico en el terreno jugable, por desgracia, con unos malos finales poco destacables que rompen el fantástico ritmo del juego. En su defensa cada una es por lo menos distinta de las demás pero no dejan de ser un bajón en un juego tan excelente, con mecánicas mediocres y bastantes errores jugables que desmerecen la experiencia. En los niveles normales también hemos encontrado más errores de los que nos gustaría donde Penny toca alguna parte de una plataforma y esta la dispara fuera del mapa o nos metemos entre plataformas y quedamos en una zona que debería ser inaccesible. No ocurre demasiado pero cuando lo hace es suficiente para sacarnos de la fluidez del resto del juego. Con suerte algún parche será suficiente para solucionar el problema.

Gráficamente el juego destaca por su agradable simpleza. Usa unos tonos pastel que recuerdan intencionalmente a la arquitectura noventera, con formas sencillas que hacen que todo sea perfectamente legible. Cada mundo tiene su propia ambientación y hay una agradable variedad de principio a fin. Mención especial a la ya mencionada marabunta de pinguinos que nos persigue de vez en cuando y como se agrupan sobre el cuerpo de Penny como si de un equipo de futbol americano se tratasen. El juego luce francamente bien para ser el primer intento de juego 3D de este estudio, sorprendiendo a menudo con su variedad pero no sacrificando nunca la visibilidad de las platformas. Si hay que decir que el juego utiliza un sistema de cámara fija que de vez en cuando dificulta el juzgar la distancia entre Penny y una plataforma, pero estas ocasiones son raras.

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Musicalmente quizás sea donde más brilla Penny, gracias a una impecable banda sonora de Tee Lopes. Este hombre parece capaz de hacerlo todo, de smooth jazz a impresionantes piezas de orquesta. Cada mundo tiene su propia temática musical y todas funcionan bien, elevando un buen juego a la grandeza. Si la banda sonora fuera lo único bueno de Penny´s el proyecto ya habría merecido la pena. Hay buena variedad de instrumentos y hacia el final del juego se permite llegar a ritmos demenciales, sintetizador en mano. Magistral.

Conclusión

Penny´s es un excelente salto al 3D para el equipo de Whitehead. Lejos de hacer su debut en esta dimensión de forma timida, el equipo ha usado todo su talento para crear un juego que, francamente, creemos debe ya estar en el panteón de los grandes plataformas 3D. Ciertas pegas y errores denotan sus humildes orígenes, pero para el final del juego estábamos absolutamente convencidos de la maestría de este equipo. Con decenas de niveles y más de diez mundos diferentes, Penny´s esta lleno de contenido y casi todo merece ser disfrutado al menos una vez por veteranos del plataformas. Esperamos que algunas actualizaciones lo hagan llegar a la excelencia que merece.

Lo mejor

  • Buen estilo artístico
  • Sorprendentemente buenos saltos y animaciones
  • El diseño de niveles
  • Una gran banda sonora

Lo peor

  • Demasiados errores en el terreno
  • Los malos finales
8.3

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.

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