Muchos conocerán a Benoît Sokal, un señor que desde mi punto de vista y después de jugar a esta aventura creo que está muy valorado como dibujante y guionista de comics, pero quizás más como creador de aventuras gráficas después de su gran Syberia. ¿O quizás excesivamente sobrevalorado?
Los afines al mundo de los comics conocerán grandes guionistas capaces de crear universos magníficos y completamente originales, como Alan Moore, Frank Miller, Neil Gaiman o Moebius entre otros. Hablar de Sokal como una eminencia en el mundo de las aventuras también es un error, pues desde mi humilde opinión, no llega al nivel de genios como Ron Gilbert o Al Lowe. Entonces, ¿por qué tanto bombo y platillo?, la respuesta es más que evidente.
Syberia supuso una bocanada de aire fresco al mundo de las aventuras. Un nuevo universo, una historia apasionante, un cuento dividido en dos partes que agradó a los que disfrutamos del 'The Longest Journey' y atrajo a un nuevo número de jugones al mundo de las aventuras gráficas al haber salido sus dos partes en las plataformas Playstation2 y X-BOX, además que en PC.
El genial sistema de conversaciones, los puzzles y su ajustada curva de dificultad la hacía válida para expertos y novatos. Una muy buena aventura, pero quizás no llega al nivel de obras de arte como Monkey Island, Larry, Indiana Jones, Loom o Grim Fandango.
Aún así la comunidad aventurera las esperábamos como agua de mayo, prometiéndonos una nueva aventura, llena de emoción, nuevos entornos, diferentes personajes y un nivel de adictividad muy superior al Syberia. ¿Será verdad tanta maravilla? En breve lo veremos.
Paradise fue llamado anteriormente Lost Paradise y es el primer proyecto de White Birds Productions, una nueva compañía creada por el mismísimo Benoît Sokal.
La historia comienza cuando una joven de nombre Ann Smith descubre que es hija de King Rodon, un cruel dictador de un lugar imaginario llamado Maurania en mitad del África subsahariana. Ella recibe el mensaje de que su padre está gravemente enfermo y moribundo, por lo que, temiendo que muera, parte para encontrarse con él, pero lo que Ann no sabe es que Maurania está en plena guerra civil y cuando se dispone a llegar a su lugar de origen, su avión cae en picado víctima de un ataque rebelde. Al despertar de tan trágico accidente, recobra la cordura, pero no así la memoria, en mitad de un suntuoso palacio. Gracias a dios recordará su nombre al leerlo en su pasaporte además de algunos retales de su vida.
Ann sabrá que su mejor esperanza es la de viajar hacia el sur, donde las guerrillas rebeldes aún no han comenzado. A cambio de la ayuda prestada, el príncipe de Madargane pide a Ann que viaje con un enigmático leopardo negro, el cual será otro de los personajes que podremos controlar.
Así emprenderemos un maravilloso viaje por misteriosas naciones, extrañas culturas indígenas y pseudo-futurista.
Después de una magnífica película introductoria con unos gráficos sobresalientes, empezamos el juego.
El sistema de control de Paradise es tan sencillo como el de Syberia, con la utilización del point & click, en el que controlamos una esfera dorada que cambia según la utilización. Una veces aparecerán unas pinzas cuando podamos coger algo, otras veces una bocina para poder hablar con alguien, unos engranajes para interactuar con un objeto, una lupa para examinar un objeto y una flecha para que nos desplacemos hacia dicha dirección. Como es normal en la mayoría de estas aventuras, con un doble click correremos hacia donde pulsemos y con el botón derecho del ratón abriremos el inventario.
Pues hasta aquí, todo muy bien, incluso medianamente excelente. ¿Pero dónde está la peor?, o mejor dicho la fulminante fatalidad de esta aventura
Pues en la historia.
Una trama aburrida y pesada como pocas veces ha pasado por mis manos. Diálogos interminables sin sentido, tramas que llevan a otras tramas igual o peor de aburridas. Quizás lo más llamativo de todo nos parezcan los puzzles, pero empiezan a cansar cuando tenemos que volver hacia atrás y hablar con otro personaje para que nos entregue un objeto, una y otra vez, y en otros muchos puzzles en los que tendremos que pulsar botones en un orden establecido.
Lo más triste es que después de unas 12 horas de una muy aburrida trama y justo cuanto todo empieza a ponerse interesante, la historia acaba con quizás uno de los finales más emocionantes que jamás he visto, dejando ese sabor amargo de un final abierto que dará continuación a un Paradise 2, tal y como sucedió anteriormente con Syberia.
Enlaces Web del juego: http:/www.paradise-game.com/