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One Tap Hero

One Tap Hero

One Tap Hero

Chillingo demuestra día a día su buen hacer como una de las grandes editoras dentro del enorme y variado catálogo de la iPhone, iPad y iPod touch; ahora vuelve a la actualidad con One Tap Hero, un plataformas con toques de puzle alegre y original desarrollado por el estudio chino Coconut Island. Veamos en nuestro análisis si su particular jugabilidad consigue sorprender dentro de un género realmente competitivo.

One Tap Hero llega a la AppStore de la mano del estudio chino Coconut Island en colaboración con la editora Chillingo, con un precedente más que prometedor: quedar entres los títulos finalistas de la última edición del Festival Chino Independiente de Videojuegos. Su concepto es bien original: podemos tocar cualquier parte de la pantalla para interactuar con nuestro entrañable protagonista, que responderá con una única acción, saltar. Así, One Tap Hero demuestra que el género de las plataformas todavía tiene mucho que decir con novedosas mecánicas que pretenden sorprender a un público que ya lo ha visto todo. Os invitamos a descubrir en nuestro análisis las particularidades de un título tan cautivador como adictivo.

Diseño seductor
Lo nuevo de Chillingo entra por los ojos, de eso no hay duda; junto a un apartado gráfico tipo cartoon –con un diseño artístico encantador aunque bastante infantil– se unen unos efectos de sonido muy cómicos y divertidos. La proximidad con la que One Tap Hero llega al jugador es realmente encomiable. Los niveles, además, muestran un mundo colorido y lleno de vida, apostando por unos diseños geniales y desafiantes, perfectos para la jugabilidad de un título de estas características. Y es que One Tap Hero se muestra único y original, con unas mecánicas de juego que pretenden recoger lo mejor de las plataformas clásicas, los rompecabezas e incluso de los endless runner, géneros muy populares en las plataformas táctiles de la actualidad.

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Los controles responden correctamente; resultan simples y directos, a pesar de que en algunas ocasiones no demuestren toda la precisión que nos gustaría. Y es que nuestro pequeño héroe siempre permanecerá en movimiento, cambiando únicamente de sentido cuando se encuentre con un obstáculo, ya sea un muro, un portal o un cartel que indique una nueva dirección, entre muchos otros. Si pulsamos cualquier parte de la pantalla, saltará. Si mantenemos la presión unos instantes más, saltaremos más lejos; eso es todo. El concepto es muy simple y rápidamente dominaremos su sencilla interfaz. También podremos interactuar con algunos elementos –de nuevo, con un simple toque–, como palancas o escaleras, para así llegar a diferentes niveles dentro de cada fase.

Desde un primer momento tendremos a nuestra disposición un centenar de niveles –con más por llegar gracias a futuras actualizaciones–, con una curva de dificultad bien equilibrada; como suele pasar con este tipo de juegos, los primeros niveles sirven como tutoriales que nos introducen en las mecánicas de juego y sus diferentes opciones. Si bien es cierto que a lo largo de la aventura iremos descubriendo nuevos retos y desafíos, su jugabilidad puede hacerse algo monótona. En lo que no resulta muy original es en su sistema de puntuación; de nuevo aparecen las omnipresentes estrellas que nos servirán para ir desbloqueando nuevos mundos. Eso sí, también podremos hacernos con monedas y llaves secretas que nos permitirán acceder a nuevos trajes para nuestro protagonista y hasta 20 niveles secretos; y sí, si no tenemos la suficiente paciencia para hacernos con todo con nuestro esfuerzo, podemos recurrir a los micro-pagos para acelerar el proceso.

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Iconos de los videojuegos
Los chicos de Coconut Island no han querido perder la oportunidad de incluir numerosos homenajes a títulos icónicos del mundo del videojuego, como Donkey Kong o Shadow of the Colossus, ya sea por elementos gráficos que nos recordarán a ellos o por niveles donde deberemos completar tareas específicas. El argumento del juego es tan anecdótico como estereotipado: un malvado mago a convertido a nuestra novia en una tierna osita. Al final de cada nivel, si hemos recogido las tres estrellas, nuestra amada recuperará su aspecto original; si no lo conseguimos irá cambiando de aspecto aleatoriamente, a cada cual más cómico y ridículo. No es más que una pequeña muestra del humor que destila el juego, a pesar de que demuestra algunas carencias a nivel de variedad y dificultad; incluso puede resultar demasiado infantil para el público de más edad.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.