Nova-111
- PlataformaPC5PS45NSW5XBO5
- GéneroAventura, Puzle
- DesarrolladorFunktronic Labs
- Lanzamiento25/08/2015 (PC, PS4, XBO)13/01/2022 (NSW)
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorFunktronic Labs
Nova-111, análisis. Cuando viajar al espacio dejó de causar ilusión
Os contamos qué tal ha salido uno de los primeros juegos de puzles de Nintendo Switch en 2022. Una odisea espacial repleta de rompecabezas y desafíos.
Indies, puzles y Nintendo Switch. Tres ingredientes con los que elaborar un cóctel de esos que nunca fallan. O como dicen los anuncios de Coca-Cola, la fórmula de la felicidad. Conscientes del éxito de la mezcla, los chicos de Funktronic Labs han querido aprovechar el tirón y compartir su propia receta. La de la abuelita, la que guardan en el baúl de los recuerdos desde hace más de seis años. Porque fue en 2015 cuando Funktronics lanzó por primera vez Nova-111, un juego repleto de rompecabezas y estética sci-fi que a priori debiera encajar perfecto en los menús contemporáneos. A priori. Tras recorrer multitud de plataformas y caer en el olvido, ahora el título resucita en Nintendo Switch para alegría del género y esperanza de sus creadores.
Un gimnasio Pokémon de tipo espacial
Lo cierto es que Nova-111 resulta especialmente fácil de explicar para los fans de Nintendo. Sus niveles son pequeños laberintos repletos de pruebas y puzles que recuerdan a la saga Pokémon. En concreto a esos minijuegos que hay en los gimnasios Pokémon antes de desafiar a su respectivo líder. Que si empujar ciertas piedras en orden para abrirse camino, que si activar los interruptores correctos o usar los teletransportadores adecuados, que si deslizarse por el hielo en una determinada dirección… etcétera. Así es Nova-111. Un greatest hits. Un recopilatorio de momentos ya vistos en gimnasios Pokémon.
De hecho, con los juegos de Pikachu y compañía se puede establecer otro paralelismo. Al igual que las entregas de Pokémon Mundo Misterioso, Nova-111 funciona por turnos. Aquí los niveles no se generan de forma aleatoria tras cada muerte, pero los combates entre puzles funcionan igual y todas las mazmorras son como un enorme tablero por el que sólo pasa el tiempo cuando realizamos algún tipo de acción. Cuadrículas gigantes en la que nuestros enemigos avanzan únicamente si nosotros lo hacemos antes. Lo mismo con los diferentes peligros (láseres, partes del techo que se caen…). Hay que adelantarse y prever lo que harán los malos y el escenario cuando gastemos nuestro próximo movimiento. Como si fuera una partida de ajedrez.
Puzles sin alma ni emoción
A partir de lo anterior, el concepto no puede ser más de un sencillo. Ir de un punto A hasta un punto B sorteando diferentes rompecabezas. Y como somos una especie de nave especial, rescatando científicos por el camino que acostumbran a soltar un chiste de vez en cuando. También iremos aprendiendo nuevas mecánicas como parar el tiempo, atacar a distancia o avanzar dos casillas en lugar de una, saltando así el peligro de la más inminente. Incluso lucharemos contra varios jefes finales. Pero con todo, Nova-111 es demasiado fácil y su propuesta está muy vista. Ningún puzle se antoja especialmente original ni ingenioso. Como decíamos, son tan simples como los de Pokémon, aunque en los juegos de Game Freak son algo anecdótico, un extra, y aquí el eje en torno al que se articula todo. Cabría esperar por tanto un mayor desarrollo o una profundidad que nunca llega.
Hay pantallas interesantes, sobre todo en la recta final, pero siempre avanzaremos por inercia, por costumbre, porque hemos superado tantas veces esas mismas pruebas que ya casi que las resolvemos de manera automática. No existe deducción, no nos pararemos a pensar ni descifrar nada. Es insistir y probar el abc del género. Por ende, no hay demasiada satisfacción. Progresar no genera ningún tipo de respuesta emocional. Ni siquiera provoca curiosidad o expectativa, pues la historia es nula, la variedad de enemigos limitada y a nivel artístico resulta un tanto insulso. Visto el primer nivel, vistos todos. Acaba desaprovechando hasta la ambientación espacial y los turnos, pues los puzles no terminan de jugar con el universo y el espacio tiempo, y poco a poco empiezan a salir enemigos y objetos que se saltan los turnos y se mueven con normalidad.
Una versión envejecida y sin novedades
Ni su envoltorio ni su contenido nos han dejado huella, pero eso no quiere decir que Nova-111 no funcione o esté mal. Simplemente sus puzles han envejecido regular por pura repetición y han proliferado un montón de alternativas mejores dentro del género. Aún así, durante las cuatro, cinco horas que dura el juego, éste entretiene y resulta accesible. Cambia de ideas (o de tipo Pokémon) a buen ritmo y al finalizar cada nivel se nos pone nota en función de los coleccionables encontrados, los turnos gastados y el tiempo empleado. Al pasárnoslo hasta desbloquearemos un modo Nueva Partida Plus en el que se pueden activar varios trucos (turnos dobles, poderes infinitos) o añadir algo de hándicap a la aventura (más daño, una sola vida).
Sacar una buena calificación resulta difícil y puede aumentar su longevidad, pero no hay incentivos para ello. No sólo por la ausencia de marcadores y extras, sino porque, para descubrir los coleccionables, por ejemplo, hay que golpearse con todas las paredes de cada nivel para ver cuáles se rompen y esconden detrás un camino secreto. No existe otro modo visual o jugable de encontrarlos. Es una mecánica fallida. Si completarlo supone hacer de beta tester, pasamos.
Del mismo modo, echamos en falta opciones como la de ver en mitad del nivel cuántos coleccionables nos faltan (sólo podemos hacerlo al terminar), o la de elegir qué pantalla es la que queremos jugar. Que los menús de selección de fase agrupen set pieces con varias de ellas provoca que a lo mejor cada partida ascienda a 15 o 20 minutos para jugar la que queríamos. Esto dinamita la recomendación de Nova-111 para partidas rápidas y cortas. Es inexplicable en un título de puzles portátil y, habiendo pasado seis años del lanzamiento, podría haberse añadido en esta nueva versión, la cual carece de novedades.
Conclusión
Nova-111 es un juego de puzles que no hace nada especialmente mal, pero tampoco bien. Puede llegar a entretener durante las cuatro o cinco horas que dura, pero hemos visto tantas veces sus rompecabezas que acaba siendo una experiencia mecánica y monótona en lugar del satisfactorio desafío que debiera. Los más acérrimos al género lo encontrarán demasiado simple y el resto lo verá algo desaborido, pues la falta de ingenio y personalidad se traslada también a nivel de historia, ambientación y audiovisual. Viajar al espacio es caro, pero visto lo visto no pasa nada pues hay alternativas mejores.
Lo mejor
- Cuatro o cinco horas de puzles entretenidos, variados y accesibles.
- El juego por turnos.
Lo peor
- Los puzles son demasiado fáciles y están muy vistos.
- A nivel narrativo, artístico y audiovisual resulta un tanto insulso.
- En la versión de Switch siguen faltando opciones que ya echamos de menos en la original.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.