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Nintendo Switch Sports

Nintendo Switch Sports

  • PlataformaNSW7.5
  • GéneroDeportes
  • DesarrolladorNintendo
  • Lanzamiento29/04/2022
  • TextoEspañol
  • EditorNintendo

Heredero de Wii Sports

Nintendo Switch Sports, análisis. Del salón de casa a todo el mundo

La consola híbrida de Nintendo recibe una nueva entrega de la serie de deportes con control por movimiento que hizo despegar a Wii hace más de una década.

Hace más de una década, Wii irrumpió con fuerza en el mundo de los videojuegos con un sistema de control por movimiento que cambiaba el modelo tradicional y establecido en ese momento. Y la mejor manera de presentar lo que se quería hacer con la quinta consola sobremesa de Nintendo fue Wii Sports. Más concretamente, el minijuego de tenis. Una puerta de entrada gigante a los videojuegos para padres, madres, abuelos y abuelas y todos aquellos que lo de las consolas lo veían de refilón. Luego llegaron más entregas, como Resort o una iteración para Wii U. Hasta hoy. Nintendo Switch Sports quiere recuperar el fenómeno de Wii en su actual y exitosa consola.

Y lo hace con una propuesta que no engaña a nadie y que va cortita y directa al pie: seis minijuegos que buscan explotar al máximo las bondades de los joy-con y ser un disfrute para jugar en compañía. Nintendo Switch Sports es lo que ves en los 20 segundos de anuncio de televisión, ni más ni menos. Distintos juegos deportivos para competir con otros amigos, esta vez también online si así lo deseamos, y que siguen la estela de la entrega original. Tenemos el tenis y los bolos, que vuelven respecto a Wii, y sumamos otros cuatro: chanbara, que son combates con espadas; bádminton, que tiene ciertas particularidades diferentes a las del tenis en ejecución y ritmo; voleibol y fútbol.

Los modos disponibles
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Los modos disponibles

La selección de juegos es acertada, variada entre ella y con un denominador común: la accesibilidad a la hora de disfrutarlo. Casi todos, salvo el fútbol, te permite jugar y divertirte solo con los controles por movimiento. Ahí estaba la clave del éxito de Wii Sports y esto es lo que se quiere replicar. El gran acierto de la propuesta de Nintendo Switch Sports está en la respuesta de los mismos: la precisión, la sensación de que lo que realizamos es lo que sucede en pantalla, es enorme. Mejor que en Wii (solo faltaría pensarán algunos, pero hay que dejarlo claro) e ideal para todas las edades.

Porque algunos en 2011 íbamos a casa de nuestra madre para enseñarle el tenis y los bolos, y ahora lo que hacemos es atar bien atado el joy-con a nuestras hijas (ya sabemos que los mandos pueden ser misiles para la tele como no nos andemos con ojo) para que descubran este tipo de juegos. La idea funcionaba en 2011 y lo hace ahora.

Un control para cada tipo de juego: clásicos que nunca mueren

Lo más destacado de los seis deportes disponibles es como cuentan con un sistema de control sencillo de entender y de ejecutar. Si empezamos por el tenis, veremos que mantiene su dinamismo y su propuesta intacta. No se trata solo de agitar el joy-con para devolver la bola, sino que nuestro movimiento, el momento de golpear la pelota y la potencia van a delimitar como sale hacia campo contrario. Podemos hacer dejadas, golpes con efecto, globos y tratar de lanzar bolas paralelas o cruzadas al poco de estar jugando. El personaje se mueve de forma autónoma, por lo que solo tenemos que preocuparnos de devolver la bola.

El tenis sigue siendo el rey por control, inmediatez y dinamismo
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El tenis sigue siendo el rey por control, inmediatez y dinamismo

Sigue siendo tan sencillo y adictivo como siempre. Los joy-con son una maravilla para poder ejecutar con diversión este minijuego, que permite jugar hasta cuatro a la vez. la IA de la CPU por si queremos hacer dobles contra la máquina o jugar en solitario es bastante simple en las dos dificultades más bajas, siendo la alta un reto algo mejor aunque tampoco estaremos ante un Alcaraz. Ofrece intensidad, pero acaba siendo algo menor. Esto es divertido con gente al lado, ni más ni menos. Seguramente la opción de tener distintas superficies y cómo esto afecta a la bola habría sido la guinda para un minijuego que elevó a Wii y que sigue siendo igual de sencillo y adictivo.

Si nos vamos a los bolos, nos encontramos con otra garantía de éxito. Levantamos el joy-con, dejamos pulsado ZR, hacemos el movimiento de lanzar la bola y soltamos. En partidas en solitario o hasta cuatro jugadores, lo más sorprendente de esta modalidad es precisamente cómo podemos darle efecto a la bola a un lado y otro con un movimiento que el giroscopio del mando identifique como tal. Lo que empieza siendo algo sencillo, intentar lanzar la bola recta y al centro, se convierte en algo con mucha más miga a medida que vamos probando con nuestra muñeca de dar un toque especial. Una modalidad que no engaña a nadie y que suma un modo especial con ciertos obstáculos y particularidades que nos obligan a explorar con mucha más profundidad las posibilidades de lanzamiento.

Los bolos cuentan con un modo extra que nos obliga a darlo todo en cada lanzamiento.
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Los bolos cuentan con un modo extra que nos obliga a darlo todo en cada lanzamiento.

Espadas láser y volantes: Chanbara y Bádminton

Chanbara viene a ocupar el espacio del boxeo, y lo hace con una fórmula bastante más ágil y que gustará más que la original del primer juego. Se trata de un tipo de combate uno contra uno con espadas -pueden ser tipo láser, sí- en el que el control de la espada es total y absoluto, como si fuera Skyward Sword, mientras intentamos lanzar ataques horizontales, verticales o tajos diagonales. Aquí lo realmente interesante es la defensa, ya que deberemos hacer el movimiento contrario (si nos atacan verticalmente, poner la espada en horizontal) para bloquear el ataque y de paso recargar energía para lanzar luego un ataque especial. Muy divertido, algo caótico al principio pero con gracia y dinamismo, donde eso sí la IA para jugar en solitario nos ha parecido algo floja. Como pasa con todos los minijuegos, Nintendo Switch Sports sigue siendo un juego con alma festiva. Y queda claro también aquí.

Por su parte, el bádminton es una evolución del juego de tenis pero con la particularidad de su raqueta y el volante, que tiene una física y una trayectoría diferente. El timing a la hora de golpear la bola es más importante si cabe que en el tenis, y saber cambiar su dirección es imprescindible más allá de la potencia que le demos. Podremos hacer dejadas pulsando un botón, machacar a la red y jugar con paciencia mientras va avanzando el peloteo. A pesar de las similitudes que podemos encontrar en el concepto, se juega y se siente diferente al de tenis, y hace que realmente notemos que tenemos dos propuestas complementarias. Si lo comparamos con el minijuego de bádminton de Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos, no hay color: el ritmo más pausado, el contacto con el volante y las opciones de golpeo son infinitamente mejores aquí.

El bádminton sabe diferenciarse del tenis. Y atrapa.
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El bádminton sabe diferenciarse del tenis. Y atrapa.

Mejor en equipo: fútbol y vóleibol

Y llegamos a dos añadidos no menores y más complejos que los anteriores. La accesibilidad es seña de identidad en todo lo que hemos comentado hasta ahora, pero es cierto que tanto en fútbol como en vóleibol, la cosa cambia un poco. Si nos centramos primero en el segundo, veremos que los partidos se disputan dos contra dos y eso nos invita a aprender cuatro acciones básicas de este deporte: la recepción, el pase en alto, el remate y el bloqueo. El tutorial es sencillo y te marca sobre todo una cosa clara: el momento en el que debemos hacer cada una de las acciones. Para recibir tenemos que golpear cuando toca, ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Pasa lo mismo con el pase en alto. El remate tiene dos acciones: la primera, movimiento de joy-con hacia arriba para saltar; la segunda, movimiento de joy-con hacia abajo para rematar. Por otro lado, podremos intentar bloquear dicho ataque.

El vóleibol nos obliga a tener un buen timing en todas sus acciones.
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El vóleibol nos obliga a tener un buen timing en todas sus acciones.

A todo esto se añade que podemos controlar con el stick al personaje para colocarlo mejor ante el ataque de los rivales, aunque a niveles más casual no es necesario para poder disfrutar del juego en compañía. Al principio es cierto que sentimos que el juego te exige que el timing sea bueno para tener mejores resultados, pero a las pocas partidas ya estamos realizando casi todos los movimientos en armonía.

Por último tenemos el fútbol, que viene a ser una especie de adaptación entre el deporte rey y Rocket League. Un campo de medidas especiales, portería gigante y balón enorme. Este juego, que nos permite disfrutarlo en uno contra uno, cuatro contra cuatro, en lanzamientos directos e incluso colocando el joy-con en nuestra pierna -todavía no hemos podido probar esta modalidad pero estamos en ello- es más complejo que otros, pero sencillo de aprender. Lo más relevante es que el movimiento de joy-con para hacer disparos, vaselinas o tiros rasos es espléndido y funciona de maravilla. A esto se le añade el poder lanzarnos a rematar de cabeza en plancha y la capacidad de movernos libremente por el campo con el stick izquierdo y gastar energía en hacer sprints con uno de los gatillos.

Por lo tanto, aquí ya no es solo nuestra habilidad con el control por movimiento a la hora de golpear el esférico, sino que también se nos pide que controlemos al jugador por el campo, que vayamos de un lado para otro, que pensemos cuando tenemos que gastar la barra de energía y cuando intentar bloquear un disparo rival. Era el juego que más duda nos generaba y nos ha convencido. No tiene la diversión ni la acción inmediata de otros, pero a la que dos jugadores entendemos de qué va la película, es muy entretenido y creemos que puede funcionar a la larga en encuentros festivos. Que de eso se trata.

Fútbol exige más controles, pero nos ha convencido igualmente.
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Fútbol exige más controles, pero nos ha convencido igualmente.

¿Es suficiente para el largo plazo?

Si nos detenemos a analizar qué trae el juego, queda claro que los seis deportes están tratados con mimo, que la respuesta de los mandos es muy buena y que el carácter festivo con gente en casa se mantiene intacto. Pero también es cierto que Resort llegó con una docena de propuestas, algunas muy buenas que no se han recuperado (aquí falta Golf, para otoño). Se puede echar en falta un abanico mayor de juegos disponibles, sobre todo porque por norma, muchos se limitan a un modo concreto sin mayor profundidad (salvo los bolos y el fútbol). Y si no, estamos seguros que sería genial tener más variantes en dichos juegos para explotar más sus posibilidades a la larga como pasa en los bolos. En definitiva, el trabajo en cada juego es destacado y solo nos hace dudar si a la larga, tiene recorrido en el multijugador local sin más variantes que las actuales.

Espadas láser, online... si funciona bien, aquí hay miga.
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Espadas láser, online... si funciona bien, aquí hay miga.

De hecho, en este sentido y tras una semana más de juego, sentimos que un título tan enfocado a disfrutar en compañía solo tenga tres juegos para cuatro jugadores (los otros es un máximo de dos en local) acaba haciendo merma en su carácter festivo. Aquí sentimos una vez más que ampliar las variantes de los deportes que tenemos entre manos o haber escogido alguno extra es necesario para darle mucha más variedad. Lo que ofrece es bueno, pero se queda corto si somos tres o cuatro en casa.

Una online que sorprende; un progreso mejorable

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Por otro lado, debemos decir que nos ha sorprendido para bien el online del juego a nivel de respuesta. Los seis juegos funcionan de forma óptima en línea y lo que más nos ha gustado: te pican a competir, algo que nunca habríamos dicho. Hemos tenido auténticos momentazos jugando a tenis o a chanbara, y la diversión que te da el fútbol con su sencillez pero buen planteamiento de los partidos de cuatro contra cuatro es digna de mención. Aunque seguimos pensando que es un título de salón, de multijugador local, a nivel online hemos visto un atractivo que no sabemos hasta cuándo puede durar, pero que al menos en planteamiento está bien medido y la competitividad que puedes encontrar en este modo es muy superior al de una IA que una vez le pillas el truco, tiene sus limitaciones en el offline.

De nuevo, en este caso como en las otras modalidades, el problema del juego va más allá de lo que ofrece a nivel mecánico. Te conectas en línea y rápidamente estás jugando a cualquiera de los deportes con otra gente, sea uno contra uno u ocho a la vez en el caso del deporte rey. No hemos notado lag (ni teniendo la consola por cable ni probando vía WiFi) y es ágil hacer partidas seguidas. Pero aquí viene la otra cara de la moneda: las recompensas. Para desbloquear nuevos cosméticos y accesorios para personalizar nuestros jugadores necesitamos jugar sí o sí en línea.

Encuentra partida con mucha facilidad
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Encuentra partida con mucha facilidad

Cada vez que terminamos un partido nos dan puntos, a los que sumamos extras por nuestra participación, si hemos ganado, etc. y cuando sumamos 100 puntos, desbloqueamos un accesorio. Es fácil ir desbloqueando cosas en pocos partidos, pero es cierto que nos parece un error que el sistema de progreso esté vinculado única y exclusivamente al modo en línea. Echamos en falta poder hacerlo también en modo local o en solitario -aquí el juego cojea más si no vas a conectarte-, algo que sería lógico y que hemos visto en otros juegos de Nintendo como Mario Kart 8 o Super Mario Party. Lo importante es jugar, sea en la modalidad que sea.

Conclusión

Nintendo Switch Sports recupera la esencia de Wii Sports con seis juegos que responden con precisión y múltiples posibilidades a nuestros movimientos y acciones. A nivel mecánico, el título es muy bueno porque sientes que lo que haces, se replica en pantalla. Los deportes elegidos son variados y diferenciados entre sí, destacando el tenis, que sigue siendo el rey, y las gratas sorpresas que nos han parecido tanto el vólei como el fútbol. Además, el online funciona de manera correcta y ofrece un plus de competitividad que no tenemos contra la CPU. Pero la buena ejecución de lo que nos brinda el juego queda lastrada por dos motivos: el primero, a nivel de contenido el título queda algo corto a la larga, ya que la mitad de los juegos solo es para dos usuarios -algo que en modo local restringe las opciones si tenemos gente en casa- y creemos que haber contado con más deportes o más variantes dentro de los elegidos (como pasa en los bolos) habría ampliado su longevidad. El otro contratiempo es el sistema de progreso y desbloqueo de accesorios y cosméticos, que está vinculado exclusivamente al juego en línea. Sea como sea, es una propuesta sólida, alejada del 'boom' que supuso Wii Sports pero que lo que quiere hacer, lo hace sin fisuras.

Lo mejor

  • La precisión en el control: sencillo de jugar y con muchas posibilidades
  • Seis deportes bien diferenciados entre sí
  • El tenis sigue siendo el rey de la pista (y éxito asegurado en el salón de casa)
  • Fútbol y vólei, deportes en equipo que son una sorpresa positiva
  • El online funciona correctamente y da un plus de competitividad

Lo peor

  • Echamos en falta más deportes o variantes de los existentes
  • Solo tres juegos son para más de dos jugadores, algo que limita las opciones en el juego local
  • El sistema de progreso, vinculado exclusivamente al online
  • La IA y opciones offline para el jugador solitario son casi inexistentes
7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.