Un ninja inmortal

Nota: Para profundizar en Ninja Gaiden y lo que ofrece, recomendamos visitar nuestros análisis de las diferentes iteraciones: Ninja Gaiden, Ninja Gaiden Black, Ninja Gaiden Sigma

¿Qué se puede decir del primer Ninja Gaiden de la era Itagaki que no se haya dicho ya? Aparecido originalmente en Xbox y recuperando sólo ciertos elementos de los Ninja Gaiden originales en recreativas y consolas, se trata de uno de los más refinados ejemplos de juego de acción que se pueden encontrar. Gran variedad de movimientos de combate y armas que usar, combates desiguales contra numerosos grupos de enemigos y la necesidad imperante de precisión, control y capacidad de ejecución para sobrevivir a un juego que no daba tregua en ningún momento. Acción pura y dura en la que los errores se pagaban caro y en el que había que estar siempre atento para no ser rápidamente superado por unos enemigos cada vez más peligrosos y unos jefes finales absolutamente demoledores.

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Todo lo que Ninja Gaiden castigaba los errores, también premia los aciertos ofreciendo algunos de los combos más elegantes, brutales y precisos que se pueden encontrar en un juego de acción. La mezcla entre elegancia y brutalidad que exhibe Hayabusa siempre ha sido una de las cualidades de esta serie, en la que sobrevivir a cada combate es siempre motivo de orgullo y nunca un trámite, pues los enemigos atacan sin piedad y utilizan todo tipo de artimañas para superar las defensas y poner en apuros al jugador, incluyendo tremendos combos capaces de quitar mucha vida o explosiones que pueden suponer una auténtica tortua, obligando a estar siempre en movimiento y a usar las habilidades ninja del protagonista para moverse con velocidad y moverse a través de grandes saltos o caminando por la pared mientras atacas a los enemigos en rápidas sucesiones. Es un título en el que hay que tener verdadera habilidad para avanzar y sobrevivir a cada encuentro, una delicia para amantes del reto.

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Tal y como comentábamos, no hay mucho que añadir a un juego que ya se conoce de sobra desde su lanzamiento hace ya casi diez años. Del juego original nació Black, una versión muy mejorada en la que se arreglaban algunos problemas críticos y se añadían importantes extras que convertían al juego en uno de los mejores de su categoría. Posteriormente, Team Ninja decidió abandonar la exclusiva en Xbox y lanzar la versión Sigma para PS3, tomando de base el trabajo realizado con Black y añadiendo nuevas optimizaciones, un pequeño lavado de cara visual para adaptarlo al HD y algunas novedades lo suficientemente atractivas como para que los usuarios de la consola de Sony pudieran disfrutar del juego si no habían tenido oportunidad de hacerlo anteriormente.

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De esa versión nace Sigma Plus, que es una versión apenas retocada y que cuenta con sus mismas virtudes. Por un lado, ese complejo, ágil y profundo sistema de combate que siempre pone al jugador al límite. Por otro lado ofrece el mismo rendimiento técnico y visual, generando un título que sigue conservando buena parte de su belleza, aunque es obvio que ha quedado algo obsoleto frente a los títulos más contemporáneos. Dentro de la propia Vita se puede apreciar la diferencia entre los bellos y recargados paisajes de un título como Uncharted, comparados con los sobrios y algo sosos escenarios de Ninja Gaiden. Luce bien y cuenta con esa fluidez que resulta tan bienvenida en los juegos de acción intensos, pero el tiempo no pasa en balde para nadie y no se puede ignorar cierta sensación de desfase visual.

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Lo mejor de Sigma Plus es sin lugar a dudas ser la conversión del juego que es, una conversión realizada de forma precisa y procurando que no se pierda nada por el camino. El resultado es una conversión muy fiel del Sigma visto en PS3 hace unos años, con todas sus mejoras e incorporaciones que entonces tampoco conseguían actualizar o mejorar demasiado la experiencia. Ahora es más de lo mismo: luce bien en Vita dadas las circunstancias, se controla perfectamente con los sticks analógicos de la misma y estamos hablando de un título originalmente fantástico, pero no se han hecho grandes esfuerzos por añadirle elementos que mantengan fresca la experiencia, e incluso presenta los problemas ya bien conocidos de cámara que ni siquiera la versión mejorada de Black consiguió arreglar del todo.

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