Ninja Gaiden Sigma 2 Plus

Ninja Gaiden está de vuelta. Y lo hace con una nueva revisión de la segunda entrega creada por el Team Ninja que es, además, la última que generó Itagaki antes de abandonar el barco de Tecmo. Ninja Gaiden Sigma 2 Plus es el último paso evolutivo del título que apareció hace cinco años en exclusiva para Xbox 360. Y llega en formato portátil, como ya pasara con el primer Sigma. Playstation Vita recibe este 1 de marzo uno de los mejores hack and slash que se han hecho jamás. Y lo hace con ciertas novedades de peso, aunque no sea oro todo lo que reluzca y la versión portátil traiga, también consigo, algunos elementos a mejorar de cara al futuro.

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El nombre de Itagaki no sale en los créditos de Sigma 2 Plus, ya que de todos es sabido que el genio japonés nunca aprobó las versiones Sigma para sistemas de Sony al entender que ni eran necesarios ni eran fieles a las obras originales (Ninja Gaiden de Xbox y Ninja Gaiden II, de Xbox 360). Pero que su nombre no esté en el listado de personas encargadas del proyecto no significa que este título sea un desconocido para él. Al contrario. La base del juego y las principales virtudes del título se gestaron en Ninja Gaiden II, el último juego de Ryu Hayabusa creado por el ahora desarrollador independiente que trabaja en la nueva IP Devil’s Third. Ninja Gaiden Sigma 2 Plus es un proyecto del Team Ninja y Tecmo, pero es herencia pura de uno de los mejores hack and slash de la generación con permiso de Bayonetta. Y a pesar de las modificaciones, que las hay, sin Itagaki este título no existiría. Como sí existe Ninja Gaiden 3 sin el desarrollador japonés, con su resultado final ya conocido por todos.

Hay que dejar claro que este Sigma 2 Plus bebe directamente del Sigma 2 que apareció en Playstation 3 hace algún tiempo. Y eso significa que algunas de las flaquezas que se detectaron en esa revisión del juego original siguen presentes. En general se achacó a Sigma 2 la debilidad de ser un título menos exigente que el de Xbox 360. Y Sigma 2 Plus va en el mismo sentido. Nos encontramos ante un título que tiene enemigos en general rebajados en cuánto a dificultad, pero donde más se nota es en los jefes finales: algunos han cambiado sus patrones y mecánicas para hacerlos menos terroríficos, otros han sido directamente añadidos como nuevos y otros suprimidos. El resultado final es que el título tiene muchas similitudes con Sigma 2 y está por debajo del desafío de Ninja Gaiden II, con ciertos enemigos –finales, sobre todo- que eran desesperantes.

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Por norma, los jefes finales que nos encontramos en Sigma 2 Plus acostumbran a ser combates bastante asequibles. El juego lo hemos terminado completamente en dificultad guerrero –difícil- donde para nada se hace un atasco constante como podía pasar con Ninja Gaiden II. Los bosses reciben grandes cantidades de daño a nuestros golpes, algunas de las nuevas mecánicas de estos enemigos son muy simples y de fácil aprendizaje y en general no ofrecen el mayor reto de la aventura como sí pasaba en el original. También hay zonas con enemigos eliminados y localizaciones que se han hecho mucho más llevaderas, como el inicio del capítulo 10 donde ya no tenemos decenas de ninjas disparando bazookas o la zona mítica de las escaleras, donde salen unos pocos enemigos y no la muchedumbre original. En los capítulos finales se han abolido también algunas batallas con jefes que estaban presentes.

¿Hace todo esto de Ninja Gaiden Sigma 2 Plus un juego demasiado fácil? No. Sigue siendo un juego exigente pero bastante más llevadero que el original. Menos desafiante que Ninja Gaiden 2 y con batallas con los jefes que dejan de ser épicas para ser un paseo en algunos casos. Esto no es culpa de Sigma 2 Plus, si no que viene heredado de Sigma 2. Por suerte, si algo tiene Ninja Gaiden 2 son niveles de dificultad, y a partir del Maestro Ninja –el primero que se desbloquea- el juego recuerda a la obra frustrante pero satisfactoria cuando se supera del original. Además de que a cambio hay una serie de añadidos que convierten, eso sí, a Sigma 2 Plus en una versión completa como pocas. El reto sigue ahí, y de hecho hay un nuevo modo fácil para los novatos del género y de la saga.

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Con esta premisa arranca Ninja Gaiden Sigma 2 Plus, un título que es un hack and slash puro y duro en el que la mayor virtud que encontramos es el sistema de combate: pocos juegos, por no decir ninguno,de este género tienen la complejidad y profundidad de combate que ofrece la obra original de Itagaki. La versión que nos ocupa, como Sigma 2, cuenta además con capítulos extras que se añaden a los que ya conocíamos. Y sirven para presentarnos el camino de otros ninjas –mujeres todas- que acompañan a Ryu en su lucha contra la araña negra. Se trata de Ayane, Momiji y Rachel. Tres luchadoras que tienen sus propios episodios, no demasiado largos pero satisfactorios ya que usan sistemas de combate distintos a los de Ryu. En total, 17 episodios que acaban traduciéndose en unas 12 horas muy variables, dependiendo del nivel del jugador, experiencia con el título y la dificultad elegida. Sin contar con la rejugabilidad que ofrece mediante cambios de armas  y dificultades mayores que superar.

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Hayabusa cuenta con los ninpos y los proyectiles como añadidos de ataque. Tenemos diversos ataques mágicos –ninpo- que nos permiten lanzar ataques de fuego, cuchillas cortantes, cubrirnos con aves de fuego o un poderoso vacío penetrante que rompe con todo lo que se encuentra. Su gestión también es vital. Como lo es el sistema de defensa, exigente y preciso como pocos. Además del bloqueo, que nos permite aguantar los envites enemigos (y nos pueden romper la guardia), tenemos el contragolpe: con la guardia levantada pulsar el botón de ataque. Ryu hará un movimiento hacia adelante. Si es justo cuando nos atacan iniciará un poderoso golpe a la contra. El problema es que la precisión de este movimiento es exigente. No tenemos 2-3 segundos de margen una vez lo hacemos, sino que hay que hilar fino para accionarlo en el momento preciso. Y es un movimiento necesario para según qué momentos en los que nos veremos claramente superado.

Junto a ello tenemos muchas otras particularidades, desde movimientos evasivos que nos hacen mover a toda velocidad a las mecánicas clásicas tipo juego de plataformas. Ryu es capaz de salgar entre paredes para subir hasta zonas lejanas, correr por el agua si vamos a toda velocidad y correr por las paredes. Además tenemos armas secundarias en forma de lanza proyectiles de precisión, no solo surikens. Se trata de un arco con el que podremos disparar y también un cañón de fuego, por ejemplo. Poca cosa más necesitaremos en escenarios no demasiado extensos pero con sorpresas y objetos que podemos buscar y rastrear para conseguir mejoras.

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Todas estas herramientas nos servirán para acabar con un gran compendio de enemigos, divididos en dos tipos: los ninjas del clan araña y los demonios. Los primeros son de lo más variados. Desde los que van armados con espada y se cortan como si fueran trozos de jamón a otros más duros, con garras o con armas de fuego que nos pueden complicar la vida a media distancia. Hay muchos más, como un par que aparecen y desaparecen mágicamente o incluso perros ninja armados con espadas. Entre los demonios prima más la fuerza bruta y la envergadura. Hay una gran variedad de enemigos, y lo impresionante es ver como algún jefe final del inicio se convierte luego en un enemigo normal. La combinación entre ellos y como afrontamos esas batallas son el gran desafío, así como aprender los patrones de cada uno de ellos para saber como afrontar sus ataques y las sorpresas que podemos darles.

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Los jefes finales son constantes y una parte importante del juego. Como hemos explicado no son los más inspirados del género, sobre todo porque algunos de ellos realmente frustrantes cambiaron sus mecánicas a algo más sencillo en Sigma 2 y otros que se han añadido no suponen un gran reto a superar en términos generales. Podemos ir cargados de objetos de curación –regeneración de vida poca y media, de ninpos o un pergamino que nos permite resucitar si morimos-. Todo ello lo podemos comprar en tiendas que hay repartidas por las fases, donde también podemos mejorar las armas para conseguir más movimientos (hasta tres niveles salvo las especiales). Por último, dentro del control de los personajes tenemos la cámara, que con un botón se pone detrás de nosotros. Es importante y forma parte de la jugabilidad para no perder la perspectiva correcta de la acción. El problema es que en espacios cerrados ésta nos dará algún que otro quebradero de cabeza. Como ya pasaba.

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La otra gran modalidad es la de las Misiones por equipos. Un total de 35 misiones cooperativas donde luchamos controlando a la vez a dos personajes a elegir entre Ryu, Momiji, Rachel y Ayane. Normalmente se basan en superar oleadas de enemigos concretos. La gracia está en que pulsando un solo botón cambiamos el control de un personaje por otro, pudiendo así atacar en distintas zonas del escenario, cambiando la fórmula de coop online de Sigma 2. Eso sí, no esperemos una gran habilidad de la IA aliada cuando no controlamos uno de los luchadores. Las misiones se dividen en categorías, y las hay de las más desafiantes que hemos visto nunca, como tener que matar a los cuatro demonios máximos de una sola tacada. Poder explotar los personajes extras más allá de sus misiones de campaña es una de las virtudes de las dos modalidades, aunque no tengan una profundidad y variedad jugable al nivel de Ryu. Muchas de ellas recuerdan a los grandes desafíos de las pruebas de Valor del Ninja Gaiden 2 original, y eso es bueno.

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Uno de los elementos que destacan de manera negativa al poquito de empezar es un efecto extraño que se irá sucediendo de manera frecuente mientras vamos luchando. En según qué movimientos, como por ejemplo cuando se acerca la cámara en las obliteraciones finales, parece como si la resolución bajara de golpe y porrazo, apareciendo unos dientes de sierra evidentes. La sensación es como si la resolución se resintiera en según qué movimientos y momentos de mucha aglomeración, y el nivel de detalle general bajara de manera notable durante un par de segundos para luego volver al acabado más limpio. Esto irá sucediéndose a lo largo de nuestras partidas, no es puntual. Lo que sí es puntual es el tema del framerate. Estable y fluido la gran mayor parte del tiempo pero con reducciones evidentes en 4-5 momentos donde la gran cantidad de enemigos puede con el motor gráfico. Como pasó con el primer Ninja Gaiden Sigma Plus, el juego rueda a 30fps a pesar de que tiene una resolución nativa menor a la original y las rebajas mencionadas.

No estamos ante un videojuego que falle constantemente a nivel gráfico porque cumple bien en general, pero sí que es verdad que no tiene la sensación de solidez que se le podría exigir siendo una tercera versión de un título de 2008. A nivel general es más que correcto, pero no mejora los predecesores y los dos detalles mencionados anteriormente afean un poco el resultado general. A cambio eso sí tenemos una banda sonora de lo más variada, muy versátil y cambiante según la gran cantidad de localizaciones que visitamos en cada nivel, y un gran compendio de efectos sonoros destacables, como por ejemplo los cortes constantes de nuestras armas. El título llega con voces en inglés bien representadas, mientras que los textos de menús y subtítulos están en castellano. No hemos podido cambiar las voces a japonesas, por si alguien se lo pregunta.