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Nightshade

Nightshade

  • PlataformaPS27
  • GéneroAventura, Acción
  • DesarrolladorSEGA
  • Lanzamiento05/03/2004
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

Asesina carmesí...

Rojo, fundido en rojo intenso. Rojo que ilumina con su destello. Rojo que maldice con su reflejo. Consecución de un tate. Hibana. Akujiki. Golpe certero y seco. Irradia fuerza. Envilece el alma humana. Tres conceptos. Tres fundamentos. Un juego. Nightshade. Frenesí y estilo a velocidad de vértigo...

Rojo, fundido en rojo intenso. Rojo que ilumina con su destello. Rojo que maldice con su reflejo. Consecución de un tate. Hibana. Akujiki. Golpe certero y seco. Irradia fuerza. Envilece el alma humana. Tres conceptos. Tres fundamentos. Un juego. Nightshade. Frenesí y estilo a velocidad de auténtico vértigo.

Nightsade (PS2)

Con estos credenciales y tras el destacable éxito comercial de Shinobi, Sega Wow presenta su nuevo juego de esta mítica saga de Ninjas, y de nuevo en PlayStation 2. Descontentos y con ganas de zanjar algunos fallos que plagaron las aventuras de Hotsuma, insuflan vida a una nueva heroína dispuesta a hacer olvidar los logros de su hermano mayor.

Una historia que contar…sin medios
Las hazañas de nuestra aguerrida Hibana nos son narradas con una realización pobre en recursos y confusa en sus maneras. A medio camino entre el lenguaje cinematográfico y la narrativa escrita, el jugador verá transcurrir la historia a través de múltiples secuencias de vídeo intercaladas entre los distintos niveles y pequeños informes que redactará la organización gubernamental a la que servimos al final de cada uno de ellos. En muchas ocasiones, dichos informes jugarán un papel más importante en la progresión de los hechos que las propias cinemáticas, más dadas al efectismo barato.

Dado que nos encontramos en un medio eminentemente visual e interactivo, es de criticar esa actitud conformista y falta de arrojo a la hora de encontrar soluciones narrativas más satisfactorias. No beneficia en demasía el encontrarnos con un guión plagado de clichés y tópicos que se siente fraccionado y amateur en el mejor de los casos. No basta con colocar personajes de pasado irrisoriamente problemático o dotar de razones supuestamente justificables a los más malos de lugar para conseguir una excusa narrativa aceptable.

El resultado debe gozar de coherencia interna, disfrutar de un pulso narrativo consistente y disponer de unas líneas de diálogo que eviten divisar la línea de la vergüenza ajena. Los guionistas de Nightshade, por desgracia, parecieron olvidar muchas de estas premisas y el resultado obtenido es tan 'satisfactorio' como el logrado por su predecesor.

Kunoichi (PlayStation 2)
Nightsade (PS2)

 g  r  á  f  i  c  o  s
Reutilizando los singulares y agresivos pinceles que dieron vida a su predecesor, Nightshade se desmarca con un trazo netamente urbano y actual, carente de la rugosidad oriental presente en las líneas maestras de Shinobi pero dotado de un marcado carácter infernal. La cara más industrial y tecnificada de Tokio es la protagonista indiscutible de esta aventura y sus entresijos y vericuetos, la columna vertebral de esta obra, columna que se mostrará progresivamente infestada de retorcidas semillas del infierno.

Desoladas calles bañadas por luces de neón, laberínticas y derruidas secciones de metro,  puentes purificados por copiosas cantidades de lluvia o aburridos cubículos de una megalómana corporación japonesa constituirán el paisaje de este variado cuadro, a todas luces inacabado por sus creadores. Obcecados en dotar de variedad al conjunto de los paisajes, olvidaron imprimir personalidad e insuflar vida a cada una de sus piezas. Cuesta, por tanto, resaltar algún retazo de cualquiera de los escenarios porque uniformidad, vacío y reiteración serán los únicos pensamientos que azotarán la mente del jugador.

Kunoichi (PlayStation 2)

Afortunadamente, esa despreocupación y falta de interés en el paisaje contrasta con un sobresaliente y singular acabado de los seres que pululan por él. Con un ojo puesto en esa inagotable fuente de inspiración que es la naturaleza y otro profundamente imbuido por la obra de Giger, los diseñadores han dado vida a unos engendros demoníacos con una presencia y fuerza innegable. Envileciendo las formas y las proporciones de insectos y arácnidos y haciendo uso de ricos patrones visuales para adornar las corazas y alas que conforman su aspecto, se ha logrado un acabado singular y característico que supone la mayor seña de identidad de esta obra.

Un poco más conservadores, pero no menos elaborados y conseguidos, se muestran los diseños de los protagonistas. Haciendo hincapié en el anacronismo del que suelen hacer gala los japoneses, encontramos aquí la dosis justa de elementos tradicionales en perfecta sincronía con pinceladas de las culturas alternativas actuales. Jimushi y Hisui constituyen los polos opuestos de esta particular manera de entender el diseño.

Nightsade (PS2)
Kunoichi (PlayStation 2)
Kunoichi (PlayStation 2)

Como ya ocurriera con su hermano mayor, el pináculo visual de esta obra lo constituye la finalización de los tates. En estas cortas, intensas y espectaculares escenas en las que nuestra protagonista adopta multitud de poses mientras los enemigos caen abatidos, se dan cita todo tipo de excesos y estilos: fundidos en un rojo sanguinolento, litros de sangre humana y demoníaca, fundidos en blanco y negro con primeros planos de una Hibana en color, desmembramientos, etc. Autentico recital de estilo y fatalidad reunidos en la mesiánica figura de Hibana y cuyo único defecto se deja notar en contados planos en los que aparece completamente descuadrada.

La realización de las secuencias de video CGI ha recibido un lavado de cara considerable. El salto de calidad más evidente que el equipo de grafistas ha introducido se puede palpar en la mayor expresividad que logran exhibir los personajes a los que han tratado de insuflar vida. Gran parte de esta mejoría se debe a una mejor captura de movimientos y a unas funcionales animaciones faciales de las que hacen gala los personajes. Tampoco existe un salto de calidad excesivamente apreciable entre las distintas secuencias ya que se ha recurrido en menor número de ocasiones a modelos de poco bagaje poligonal para su realización, ofreciendo una uniformidad de la que carecía su predecesor.

Sin embargo, todo esta energía que han sabido imprimir los artistas se ve esclavizada por una realización técnica que, en el mejor de los casos, se podría considerar aceptable. Reutilizando casi por completo el motor que dio vida a Shinobi, los programadores se han limitado a pulir algunos pequeños efectos visuales que, difícilmente, podríamos considerar dignos de mención. La mayor parte de estos escasos esfuerzos se ha centrado en los modelados que lucen los personajes en las secuencias en tiempo real.

Rostros muchos más complejos que son capaces de exhibir rudimentarias expresiones. Más sutiles son el uso de blur de forma más acusada o la aparición de primitivos efectos de luz. En cualquier caso, las mejoras se muestran del todo insuficientes en un motor que ya mostraba cierta edad hace un año. Una auténtica lástima pues observando los diseños o incluso las secuencias pregrabadas, se puede atisbar lo mucho que podría haber dado de si la impronta visual de los diseñadores.

Nightsade (PS2)
Kunoichi (PlayStation 2)

s  o  n  i  d  o
Con el fin de complementar el ambiente urbano y tecnificado que las imágenes promueven, se ha optado por un acompañamiento mucho más electrónico y de marcado carácter industrial en detrimento de elementos musicales propios del folklore oriental. No debería ser este un impedimento para que la banda sonora brillase con notoriedad, sin embargo, el resultado no logra siquiera estar a la altura de Shinobi.

La gran mayoría de los temas carecen de progresión dramática alguna, limitándose a ciclar extractos de escasísima duración, dada la longitud de los distintos niveles. Incluso se reutiliza algún que otro tema de Shinobi sin ningún tipo de pudor, aprovechando el hecho de que esta aventura no lleve a visitar localizaciones familiares. A pesar del pobre nivel que desprende, existen composiciones notables como la más que correcta melodía que acompaña nuestro enfrentamiento contra Hisui o el socorrido tema final del juego.
 
En un afán de no querer despuntar o resarcirse de la calidad que destila el acompañamiento musical, los efectos de sonido logran la difícil tarea de pasar desapercibidos. Ni siquiera los, en teoría, guturales rugidos que fácilmente atribuiríamos a algunos de los engendros demoníacos que pueblan las calles de Tokio logran pasar de un afónico chirrido indeterminado. Austeridad y falta de fuerza definen una realización olvidable en casi todos sus aspectos. Para colmo de males, nos han obsequiado con un doblaje al inglés deprimente y falto de cualquier emoción, que viene a ocupar el lugar del muy correcto doblaje original. Dado que físicamente era posible la inclusión de otra pista de audio, no se entiende la decisión de privarnos de la versión original sin razón aparente.

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Sega Wow concibe el desarrollo jugable de Nightshade como una evolución natural del propuesto en Shinobi. Como toda evolución que se precie, trata de poner fin a los aspectos de su desarrollo que levantaron airados comentarios y expandir las posibilidades ofrecidas por el sistema de Tates.

Kunoichi (PlayStation 2)
Nightsade (PS2)

La modificación más apreciable en una primera toma de contacto con el juego es la mayor variedad estructural de la que gozan los trece niveles. El esquema de amplios túneles, levemente maquillado por la dirección artística, que ofrecían la gran mayoría de fases de Shinobi ha dado paso una diversidad que logra complacer en la mayoría de los casos. Quizás la más singular de todas las opciones contempladas sean las cortas pero intensas fases 'motorizadas' en las que tendremos que abrirnos camino sobre lanchas motorizadas mientras somos asediados por ninjas y proyectiles enemigos o aprovechar el tráfico de una autopista para dar caza a nuestro enemigo.

Se ha de destacar también la mayor complejidad y posibilidades que muestran niveles como nuestra incursión en la corporación Nakatomi o la posterior huída de ella. De igual forma, hay una mayor cantidad de secretos esparcidos por los niveles, no sólo en forma de monedas sino de pequeños habitáculos en los que se nos obsequiará con la posibilidad de realizar interminables tates, con la consiguiente repercusión en nuestro marcador.

Nightsade (PS2)
Kunoichi (PlayStation 2)

Y henos aquí en el corazón que insufla vida a Nightshade: la consecución de los tates. Haciendo valer su arraigada mecánica arcade, esta obra nos propone continuos retos en forma de grupúsculos de enemigos que deberemos abatir en un corto periodo de tiempo. De nuestra pericia en el manejo de Hibana dependerá la calidad de nuestra recompensa. No sólo se deberá aniquilar a los enemigos sin ningún tipo de premisa u objetivo sino que habremos de hacerlo con estilo, culminando tates, con el fin de obtener una mayor puntuación.

Gracias a la nueva estructura que lucen los niveles y a la considerable ventaja que posee Hibana con respecto a Hotsuma en lo que a ataques aéreos se refiere, los diseñadores de Sega Wow han podido elaborar retos más variados y, sobre todo, mucho más largos y alocados. Frenesí e intensidad que irá aumentando en una magistral progresión hasta desembocar en auténticos delirios en los que se nos obligará a encadenar innumerables tates aéreos para poder abrirnos camino entre las huestes de enemigos.

Tal será la exigencia y la insistencia en las últimas etapas del juego que la consecución del tate constituirá la plataforma que nos permitirá avanzar hasta esa pared visiblemente alejada que no podemos alcanzar. De este modo tan singular de concebir las plataformas, Nightshade logra despuntar donde Shinobi nunca pudo llegar, retomando de forma inusual un aspecto de la saga Shinobi que había desaparecido en la primera entrega para PS2.

Kunoichi (PlayStation 2)

No contentos con potenciar el desarrollo de los tates, los chicos de Sega Wow han introducido una variable más de la que el jugador deberá ocuparse: el indicador de Chakra. Divido en tres secciones, esta barra se alimentará del número de golpes consecutivos que seamos capaces de asestar en un corto periodo de tiempo y sin recibir daño alguno (no confundir con los tates puesto que éstos dependen de los enemigos abatidos).

Por tanto, se volverá una necesidad imperante el usar no sólo las espadas cortas sino el evitar ser alcanzados por los enemigos con el fin de conseguir el mayor número de golpes posibles. Ineludible porque será esencial tener la barra rellena para poder asestar un ataque clon al final de nuestro tate y, gracias a ello, acabar con los enemigos finales de un solo golpe. Se estrecha así el nexo de unión entre los enfrentamientos con los jefes de final de fase y el desarrollo de las mismas.

Kunoichi (PlayStation 2)

Sin embargo, a pesar de dotar de una mayor robustez al núcleo jugable, estas modificaciones que separan las mecánicas de Shinobi y Nightshade aún mantienen algunos viejos problemas e introducen otros nuevos. La cámara sigue dando algún que otro quebradero de cabeza en espacios reducidos e, inexplicablemente, por la eficacia con la que se han resuelto el resto de situaciones, las acciones que implican interacción con las paredes siguen requiriendo un esfuerzo adicional que nunca se debe exigir al jugador. Asimismo, el localizador sigue tomando decisiones cuestionables en bastantes ocasiones. Fallos imperdonables que pueden llegar a irritar al jugador en los últimos compases del juego debido al nivel de exigencia que los diseñadores proponen.

La cantidad de extras también se ha visto aumentada en esta continuación. Para poder obtenerlos deberemos obtener o alcanzar determinados registros en el juego. En función de los resultados que cosechemos a lo largo del juego, los distintos modos de dificultad que completemos y el número de monedas que obtengamos, desbloquearemos misiones adicionales, fases para los modos de supervivencia y contrarreloj, nuevos personajes seleccionables o ilustraciones varias.

De entre todos ellos destacan las misiones adicionales. Pequeños retos y objetivos que tratan de abarcar muchos de los entresijos jugables de Nightshade y de entre los que destaca la consecución de un tate de 100 enemigos. Impagable.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Como viene siendo habitual en la mayoría de las localizaciones de Sega, Nightshade disfruta de una gran conversión PAL. Muestra de ello es la imprescindible opción de selección de hercios o la notable traducción realizada, libre de errores destacables. Como único punto negativo, se ha de notar el fantástico blanco y negro que exhiben las páginas del manual. Aunque quizás haya que culpar de ello al estupendo precio con el que se ha puesto en venta el juego, hecho que agradecerán nuestros, a menudo, doloridos bolsillos.

Kunoichi (PlayStation 2)
Nightsade (PS2)

Nightshade es una obra llena de luces y sombras. Brilla en su desarrollo como no lo hizo su predecesor pero, al mismo tiempo, lapida gran parte de sus meritos por una realización técnica y sonora que denotan escaso esfuerzo. Podría haber sido el nacimiento de una nueva heroína pero los usuarios japoneses y americanos parecen haber denostado este esfuerzo. Sega recibe la bofetada del usuario medio por no acabar adecuadamente este lienzo.


l  o    m  e  j  o  r

  • Derrocha estilo y agresividad visual.
  • Sistema de tates potenciado.
  • El precio de venta.

l  o    p  e  o  r

  • El acabado técnico en general.
  • Su apartado sonoro.
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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.