Neon White, análisis. La nueva forma de ver el shooter

Neon White se ha convertido por méritos propios en uno de los grandes nombres de este año. El proyecto de Angel Matrix con sello de Annapurna Interactive reinterpreta el shooter en primera persona. Las cartas a nuestro paso, velocidad y reflejos es todo lo que necesitas en un título que te atrapa desde el primer momento.

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¿Cómo se juega a Neon White?

La propuesta de Neon White tiene bastante más miga de lo que mostró durante las presentaciones a las que acudió. Cada misión se compone de una cadena de pequeños niveles de alrededor de un minuto o menos. Empezamos con una carta básica, nuestra katana, y a medida que avanzamos por el escenario vamos ampliando nuestro repertorio a base de usar y tirar.

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Cuando hablamos de mazo no debes pensar en la gestión típica de las cartas. Aquí no tendremos que coleccionarlas, ni siquiera formar una alineación según tu estilo de juego. Es el propio escenario quien te ofrece las herramientas para poder avanzar. Cada dorso está colocado milimétricamente para cumplir un propósito ofensivo o extendiendo las opciones de control del jugador.

Por ejemplo, la carta Elevate está ligada a una pistola con un número determinado de balas, pero al mismo tiempo permite descartarla para realizar un movimiento exclusivo, en este caso un doble salto. En el momento en el que comienzas a experimentar con estos usos alternativos percibes los niveles de una manera diferentes. Te das cuenta de que la ruta principal que has seguido hasta la meta es tan solo una minúscula parte de las alternativas que ofrece a nivel de diseño. ¿Tienes una escopeta? Quémala y obtén una evasión hacia delante al traspasar un enemigo. Subfusiles, lanzacohetes… todas cuentan con posibilidades más allá del plomo.

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Neon White transmite la sensación de estar ante un ajedrez interactivo sin las barreras de las casillas. La más mínima acción que realices tiene sus consecuencias en la run en la que te encuentras. Puro ensayo y error, experimentar hasta dar con la tecla y poder alcanzar el techo de cristal del escenario. Las reglas están marcadas de una manera muy concreta, y eres tú quien a través del aprendizaje las llevas a ejecutarse al pie de la letra. Lo que empieza como un shooter termina convirtiéndose en un plataformas que incentiva el riesgo. Los amantes del speedrun se encontrarán en su salsa.

Más allá de apretar el gatillo

Como decíamos al inicio, la velocidad es esencial para superar los niveles. Al término de una recibiremos una puntuación en función del tiempo que hayamos tardado en completarlo. Entre las cuatro medallas, nuestro principal objetivo es amasar el máximo número de oros posibles, la penúltima categoría. Las podremos canjear para avanzar en las misiones y poder desbloquear otra cadena.

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Buscar cumplir este objetivo nos lleva de la mano a aumentar nuestra percepción, lo que confiere a la fase una serie de ventajas que disfrutar cuando las rejuguemos. Hablamos de marcadores en líneas y la posibilidad de encontrar regalos, unos objetos que extienden los diálogos con el elenco de personajes, los otros Neon. No pararás de repetir hasta haber explotado todos los contenidos. Su bucle jugable es tremendamente adictivo. Enciendes tu dispositivo y en cuestión de quince segundos ya estás apretando el gatillo de estas armas por carta.

Entre misión y misión tendrás acceso al resto de oportunidades que ofrece el cielo. Un mapamundi te permite viajar a golpe de click a los lugares donde puedes seguir avanzando en la trama de cada personaje. Conviene volver cada cierto tiempo a ellas para desbloquear el siguiente paso. Sin entrar en revelaciones sensibles, la llegada de White a este paraíso está repleta de incógnitas. No recuerda absolutamente nada, pero al mismo tiempo le resulta familiar el resto de Neon que le rodean. Estos momentos de diálogo son calcados a los de una visual novel. Complementa de manera adecuada a la acción frenética del resto del juego. Eso sí, el tono de algunos diálogos incomoda por la recurrente caída en situaciones absurdas que te sacan del relato.

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Completar la primera partida requiere invertir alrededor de diez horas, dependiendo de lo hábil que seas. Dobla fácilmente su duración si te picas a escalar en los marcadores, lograr la mejor medalla o conseguir esos regalos que se te resisten. Es ideal para partidas cortas, en esos momentos muertos que buscas rellenar con diversión directa.

Perfecto para Steam Deck

Nuestro análisis lo hemos realizado en base a la versión de PC en Steam Deck. La portátil de Valve lo clasifica como juego verificado, es decir, compatible con todas sus funcionalidades. El resultado es espectacular. Los 60 fps están garantizados en los ajustes ultra y encaja con el ratio de aspecto de su pantalla.

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De manera predeterminada los controles se han trasladado como si jugaras con un mando tradicional. Con el configurador integrado en Steam Deck puedes utilizar el giroscopio o el panel táctil derecho para apuntar. Las combinaciones están a tu alcance. Además, sin realizar ajustes en la optimización, la duración de la batería mientras lo juegas oscila las 5 horas.