El baloncesto más brutal

Lunes de la semana pasada os adelantamos en MeriStation el análisis del primer título baloncestístico que hizo su aparición en la nueva portátil de Sony, el llamado a secas NBA, el cual no nos causó demasiada buena impresión. Además, el fabricante decidió no lanzarlo en nuestro territorio, allanando todavía más el camino para el aterrizaje de NBA Street Showdown, nueva entrega de la saga NBA Street que hemos visto en las consolas de sobremesa.

En esta ocasión el resultado es bastante más agradable que el anterior, si bien no termina de estar lo suficientemente pulido que se puede desear. El enfoque es también claramente distinto, ya que mientras NBA intentaba acercarnos a la vertiente simuladora del deporte, el juego de EA BIG hace gala del estilo que le precede y nos lleva directamente a los mandos del más puro arcade deportivo, donde los saltos, movimientos, pases y mates desafían constantemente las leyes de la física.

NBA Street Showdown es una versión reducida, a todos los niveles, de NBA Street Volume 2; sin embargo se ha sabido respetar y conservar perfectamente el espíritu en el traslado a PSP. Ahora mismo, en nuestro mercado y junto a Virtua Tennis y Everybody's Golf, es de los mejores juegos de deporte que existen en esta consola. Claro está que su vida acaba de comenzar y todos sabemos que lo mejor está todavía por llegar.

Street Showdown nos da la posibilidad de jugar solos contra la máquina un partido de 3 contra 3, jugar por wifi contra los amigos, crear un equipo o un personaje desde cero y llevarlo hasta lo más alto, competir contra 11 jefes de fase para conseguir llegar a ser el rey de las calles, editar nuestras propias habilidades y trucos entre un montón disponibles y participar en un par de minijuegos solos o acompañados para ser el mejor tirador y el mejor taponador.

Y la realidad es que, aunque no es ni de lejos perfecto, NBA Street Showdown consigue mantenernos enganchados al mando durante unos cuantos buenos ratos. Personalmente, y tras comprobar como de mis cuatro últimos análisis solo un título llegaba al notable y dos de ellos suspendían, ha sido un balón de oxígeno poderle dedicar unas cuantas horas al juego de la editora canadiense. Queda trabajo por hacer, qué duda cabe, pero parece que la cosa mejora.

El framerate se mantiene estable durante todo momento, si bien es cierto que como máximo habrá 6 jugadores en pantalla. Hay multitud de animaciones distintas que podemos llegar a efectuar, y debo admitir que todas ellas son bastante ingeniosas y están realizadas con buena captura de movimientos, siendo por lo general bastante convincentes, incluso aquellas en las que el movimiento por la razón que sea no sale bien y vamos al suelo.

Además es posible personalizar nuestro jugador modificando su apariencia física, con lo que tenemos una idea del alto nivel de detalle incluido en el juego. Cierto es que en algunas repeticiones se observa la estela de sombreado que hizo famosa Ridge Racer, pero por lo general no es apreciable y no desmerece el aspecto gráfico que es, sin duda, el mejor apartado del juego.

En ocasiones tenemos acceso a movimientos especiales que no hacen sino aumentar la cantidad de luces y brillos en pista, distorsionando la paleta de colores y haciendo saltar partículas por los aires, quedando perfectamente reflejado en la pantalla de nuestra portátil. Es posible seleccionar la cámara que va a seguir el partido de entre unas pocas disponibles, sin ningún problema de rendimiento en cualquier caso.

Electronic Arts no acostumbra a decepcionar con las presentaciones y el gigante canadiense ha echado mano al talonario para incluir una buena cantidad de canciones de estilo rapero, house, hip hop y similares que nos acompañarán durante los partidos, en la navegación por los menús y en las escenas intermedias. Los textos en pantalla están en castellano mientras que las voces incluidas en inglés, algo desgraciadamente habitual en nuestros tiempos.

Las capacidades de cada jugador vienen determinadas por una serie de parámetros que pueden aumentar o disminuir dependiendo del personaje, pero independientemente de esos valores todos los deportistas se manejan igual. Solamente hay dos situaciones posibles durante un partido normal: ofensivo o defensivo. En defensa robar el balón, saltar hacia arriba para taponar o recoger un rebote o bien cambiar de jugador.

En ataque las posibilidades se multiplican, ya que podremos efectuar cualquier truco que tengamos en stock que hayamos comprado previamente. Es posible pasar a un compañero, tirar a canasta, realizar un movimiento especial… y con la combinación de uno de los dos botones 'turbo' (L y R) las posibilidades se duplican, ya que los movimientos son distintos pulsando ligeramente o dejando pulsados los mandos, algo a lo que hay que adaptarse si se está acostumbrado a juegos de la saga y que es un detalle a tener en cuenta si se cogen los mandos por primera vez.

Básicamente, en el partido clásico rápido o en la opción Rey de la Pista, la historia consiste en ir encadenando movimientos especiales en forma de pases estrafalarios, movimientos de rapero para driblar y acabar con un mate o un tiro (aunque mejor lo primero). Eso nos da puntuación de combo y llena uno de nuestros marcadores de gamebreaker, lo cual nos permite hacer un tiro o un tapón imparable que además resta puntos al contrario.

Acumular puntos de combo, aunque es determinante en algunos partidos, sirve básicamente para subir de nivel nuestro personaje en el caso de que lo hayamos creado. Configurar un deportista y personalizar su aspecto, habilidades y lugar de procedencia para convertirlo en el mejor jugador del planeta no es sencillo en el nivel de dificultad normal, siendo este modo de juego el súmum de lo que se puede aspirar jugando a este NBA Street Showdown.

A medida que progresemos podremos ir adquiriendo nuevas habilidades especiales que intercambiaremos por las nuestras propias, compraremos ropa con la que equiparnos e incluso modificaremos nuestro aspecto. Hay decenas de movimientos que probar y además podemos ver su preview antes de hacernos con ella, comprobando así la espectacularidad del driblaje o del mate antes de gastarnos los puntos de mejora en ella.

Aparte del juego principal y del uno contra uno existen dos minijuegos especiales: tiro libre y bloqueo. El minijuego de bloquear consiste en ir superando una serie de fases en las que aparecen lanzadores a canasta y tenemos que ir interceptando los balones, sin importar si están en su fase ascendente o descendente. Dependiendo de la proximidad a canasta o al jugador obtendremos peor o mejor puntuación; además, en fases más avanzadas, los tiradores efectúan fintas y pases para despistarnos.

El minijuego de tirar nos pone en primera persona, como en aquellas máquinas de los salones recreativos que se juegan con balones de verdad y tenemos que tirar a canasta. El sistema de apuntado es mediante el analógico, que ilumina unas luces en la parte superior indicando la dirección del lanzamiento mientras que damos más o menos fuerza dejando apretado la X. Si hay más canastas en línea vertical es posible puntuar en más de una ocasión. En ambos minijuegos, conseguir una buena puntuación también sirve para mejorar los stats de nuestro personaje.

La conexión por wifi local permite a dos jugadores jugar un partido entre sí, mientras que también es posible disputar los minijuegos con los amigos. Algunos pocos bajones de lag en los momentos de los mates pero en general todo fluye bastante bien y sin ningún problema a destacar. Hubiese sido positivo poder actualizar las estadísticas por internet (o descargarnos jugadores) pero de momento eso no es posible.