El camino del buen ninja

Un año después del muy interesante estreno de Naruto en Xbox 360, Ubisoft nos sigue contando la historia del ninja más famoso de la actualidad. La obra de Masashi Kishimoto sigue siendo un auténtico fenómeno de masas a día de hoy, y por lo que parece, le queda cuerda para mucho rato. Generalmente, los juegos basados en la licencia se centran principalmente en la espectacularidad de los combates, siendo pocos, por no decir ningunos, los títulos que nos ofrecen una visión tan cercana, intensa y cercana, intensa y profunda como la saga que está desarrollando Ubisoft en exclusiva para la máquina de Microsoft.

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El año pasado, con Rise of a Ninja, la compañía gala puso a prueba la licencia, para ver cómo se desenvolvía en ese entorno que distaba tanto de ese ambiente de combates y enfrentamientos múltiples que había sido su seña de identidad durante infinidad de entregas. Narrando muy de cerca todos los acontecimientos del principio de las aventuras de Naruto, el juego consiguió mostrar un buen nivel, aunque con ciertas carencias que lo alejaron de esas cotas de calidad que podría haber alcanzado y a las que, para qué negarlo, aspiraba. Pero la experiencia es un grado, y un año después, Ubisoft lanza al mercado un producto que ha sabido subsanar los principales problemas que presentaba su predecesor.

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Porque ese es uno de los detalles que se han mejorado bastante con respecto a Rise of a Ninja; si bien dicho juego inicial, de centrarnos en la historia, duraba unas seis horas, Broken Bond prácticamente dobla esa cifra. De hecho, el juego puede dividirse sin muchos problemas en tres actos; en el primero de ellos, que dura casi unas cuatro horas, seguiremos la evolución de los acontecimientos tras el final del primer juego. La materia prima en la que se basa es muy buena en ese segmento de la historia, algo que se plasmará con mucho acierto en pantalla. Posteriormente, llegarán otras cuatro horas que, pese a contar con retazos de historia principal, con grandes sorpresas y momentos, serán más bien de relleno, con misiones más banales y no tan esenciales para la progresión argumental.

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Para el final se reserva, una vez más, la carga emocional, argumental, visual y espectacular que el material original nos presentaba. En total, el juego llegará hasta lo que el propio Kishimoto llama, en el manga, la Primera Parte de la historia. Justo donde acaba Broken Bond se produce el salto de varios años tras el cual todos los protagonistas son más adultos y han cambiado muchas cosas. Pero no adelantemos acontecimientos, y centrémonos en el título que nos ocupa, que recoge, sin lugar a dudas, algunos de los momentos más impactantes e intensos de Naruto. Una vez más, Ubisoft ha sabido reproducirlos con mucho acierto, con una fidelidad casi obsesiva y atención al detalle. No sólo está todo perfectamente recreado, sino que, además, los añadidos no desentonarán dentro de la sucesión de eventos.

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Por ejemplo, podremos ayudar a Shikamaru en sus tareas de entrega de envíos, competir contra Kiba en una carrera de velocidad, o ayudar a Choji a encontrar sus patatas. Los puntos de amistad nos servirán para mejorar los atributos de Naruto (vida, chacra, fuerza y técnica), algo que será esencial para mantener bien el tipo durante los numerosos combates que deberemos afrontar. Destaca sobre todo cómo se ha aumentado el número de minijuegos; la ciudad de Tanzaku, de hecho, es un paraíso de estas pruebas por diversión, que serán muy numerosas y bastante amenas: por poner algunos ejemplos, nos encontramos con lanzamiento de kunais al abanico, pesca de pececillos, pruebas de puntería con diana, incluso cerca de los ríos podremos acercarnos a un pescador y participar con él de dicha actividad.

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Tampoco faltarán las monedas doradas ocultas por todo el mapa, aunque en esta ocasión no serán el objeto de muchas misiones de recolección de dichas monedas, como ocurría en Rise of a Ninja. Ahora serán vitales para la compra de técnicas y objetos especiales, que deberemos pagar combinando las monedas de oro y el dinero tradicional. En su planteamiento básico, pese a ofrecer la misma base, Naruto ha evolucionado mucho, y la oferta es mucho más rica y variada; de hecho, el mundo está tan vivo que se ha solventado uno de los grandes errores de la entrega del año pasado: ha aumentado, y mucho, el número de personajes que hacen su aparición. El salto es muy importante: de once a treinta.

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Esta lista de personajes será más importante de lo que parece a priori, sobre todo en lo que respecta a los protagonistas de la Villa de la Hoja; porque Naruto ya no actúa en solitario, sino que irá siempre acompañado de un equipo de ninjas, acorde a lo que acontece en el manga y el anime de que siempre trabajan en grupos de tres. De este modo, Naruto irá en muchas situaciones con uno o dos compañeros, además de casos en los que serán más pero se dividirán. Tampoco faltarán los momentos en los que controlaremos directamente a alguno de estos personajes de forma independiente, componiendo las distintas partes del gran mosaico que es el argumento de esta entrega.

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A lo largo de nuestro camino, nos encontremos con infinidad de plataformas a superar y puzzles por resolver. De hecho, habrá caminos que sólo podrán abrirse con determinado personaje en nuestro grupo, ya que deberán utilizar sus habilidades especiales para romper una roca, o meterse por debajo de una edificación para llegar a abrir una puerta. El Rasengan de Naruto, el Chidori de Sasuke, el ataque bola de Choji, las sombras de Shikamaru, la percepción de trampas de Neji… son algunos ejemplos de cómo las principales técnicas de combate se pueden adaptar a situaciones de la vida real. Esta nueva dinámica es muy satisfactoria, y favorece mucho la jugabilidad del título.

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La dinámica de los combates tiene la misma base, pero se han ampliado y perfeccionado mucho los movimientos y combos disponibles, de tal forma que ahora los luchadores contarán con más movimientos y técnicas, tanto por tierra como por aire. Además, al ir en equipo, se podrán realizar ataques combinados o dar el relevo durante el combate. Tendremos a nuestra disposición rollos de técnicas por comprar, para aumentar nuestro abanico de posibilidades, así como dojos en los que entrenar y pulir nuestras habilidades de combate, por lo que no nos vemos limitados con lo puesto de inicio. El chakra será esencial para realizar las técnicas más importantes y poderosas, aunque el tiempo de carga de las mismas seguirá siendo importante y deberemos tener bien controlado al enemigo si queremos desatar su poder.

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Para poder realizar según qué técnicas deberemos esperar a que se llene una barra inferior, para lo cual deberemos encajar golpes o acertarlos en el enemigo. La potencia de la técnica elegida, en caso de tener dicha barra al máximo, podrá ser tan elevada como el tope de chakra que tengamos disponible en ese momento (o el tiempo que el enemigo nos dé para realizarla). Una vez desatada una técnica, esta se representará en una secuencia en forma de minijuegos en el que tanto el atacante como el defensor tendrán su oportunidad de causar el mayor daño posible, o bien minimizar los daños. Muchos de los personajes que repiten han aprendido nuevas técnicas, por lo que contaremos con secuencias para representarlas.

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Dejando a un lado el modo historia, que para bien o para mal es el eje central del título, los combates serán protagonistas más allá de las restricciones argumentales. Al igual que Rise of a Ninja, The Broken Bond cuenta con un completo modo para dos jugadores y un modo online. Claro está, al ampliar el número de personajes disponibles, la diversión también se ve aumentada de forma proporcional. Podremos participar en los clásicos duelos, o incluso un ameno modo Torneo, tanto en solitario como por equipos. De este modo, The Broken Bond ofrece una alternativa bastante sólida para los amantes de los juegos de lucha, aún cuando para desbloquear a todos los personajes será necesario completar el modo historia (y algo más para algún caso concreto).

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Con esto último nos referimos al cambio de escena. Durante todo el juego, estas transiciones estarán muy forzadas; por ejemplo, acaba una secuencia de vídeo y, antes de iniciarse la siguiente, se ve durante unas milésimas de segundo el interfaz del juego y el personaje donde lo habíamos dejado. Algo constante durante el título que desluce un poco y se podría haber solucionado sin demasiados problemas. El apartado sonoro es muy interesante, con buenas melodías bastante interesantes, excelentes efectos de sonido y lo mejor de todo, la posibilidad de elegir entre el doblaje inglés o el japonés, sin necesidad de ninguna descarga posterior. De este modo, se satisface a dos vertientes de jugadores, aunque todavía no se ha ofrecido la alternativa para los que siguen la serie en su versión española.

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Por lo demás, The Broken Bond sigue las directrices de Rise of a Ninja en animaciones, colorista estilo visual, desarrollo de juego y presentación general. Sus casi doce horas de juego en el modo historia son una mejora sustancial (además de tener tres modos de dificultad diferentes), y eso sin dedicarse a completar todas las misiones secundarias ni a superar todos los retos que se nos proponen (como lograr el mejor tiempo en todas las secuencias de viaje por los árboles, recoger todas las monedas, ayudar a todo el mundo…). Todo ello con una jugabilidad muy buena: todos los personajes responden con mucho acierto a nuestras indicaciones con el mando, y los fracasos serán siempre debidos a errores nuestros, nunca de la máquina, que ofrece una gran IA. Además, cuenta con un modo online y un plantel de personajes lo bastante amplio como para ofrecer muchas horas de diversión a posteriori.

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