Naruto Shippuden Legends: Akatsuki Rising
- PlataformaPSP7
- GéneroAcción
- DesarrolladorBandai Namco Entertainment
- Lanzamiento02/10/2009
- TextoEspañol
- VocesInglés, Japonés
- EditorBandai Namco Entertainment
De leyenda
Naruto, fiel a su estilo, vuelve a ponerse de actualidad con la enésima aventura que aparece en Occidente para retratar la popular serie de animación. En esta ocasión es un beat 'em up genérico el que trata de hacer evolucionar a un personaje que extramente anda sumido en un halo de mediocridad portátil del que no ha sido capaz de salir desde hace algunos meses. Por suerte, esta vez sigue los pasos de su hermano menor en Nintendo DS, ofreciendo justo lo que los aficionados quieren ver: acción, una buena adaptación cargada de material y más de 70 horas de juego por delante.
En menos de tres años Naruto ha saturado el mercado. Literalmente. Si no somos seguidores de la serie de animación creada por Masashi Kishimoto hace ya más de una década es muy complejo seguir la evolución que ha sufrido la franquicia a lo largo de los años. El héroe ninja ha pasado por todas las consolas de la nueva generación sin excepción, contando con varias entregas por consola, tanto en sobremesa como en portátil. El de hoy es un buen ejemplo para entender el porqué del auge de una serie de dibujos animados que ha venido a sustituir el rol de Dragon Ball a nivel internacional como uno de los animes más reconocidos a nivel internacional. Su éxito no se cuenta sólo en Japón, sino también en América y Europa, continentes que han acabado por sucumbir a la magia del inquieto protagonista rubio.
En PSP se andadura ha sido algo más corta pese a que el éxito ha venido siempre de la mano, no en vano Ultimate Ninja Heroes era un beat em up tradicional que reunía una plantilla exquisita de luchadores a modo de homenaje a los seguidores de la serie. Esta temporada se ha preferido optar por lanzar una aventura de nuevo registro basada íntegramente en la etapa Shippuden -adulta- de los protagonistas de la serie, que esta vez se enfrentan con diversos problemas desde el dulce punto de vista que garantiza la madurez. Namco Bandai, que desarrolla y distribuye el juego a nivel global, declaraba hace pocos meses que habían centrado gran parte de los esfuerzos de la compañía en lanzar un producto redondo.
Es decir, un producto que supuestamente viene a quedarse con el trono de la consola como mejor beat em up, sólo que esta vez la mecánica ha cambiado. Akatsuki Rising es la enésima adaptación de la serie a consola aunque curiosamente puede presumir de ser el primero en enfocar la jugabilidad hacia el plano del Action RPG. Si el plano jugable se basa únicamente en repartir estopa entre los enemigos que se cruzan en nuestro camino, también juega un papel muy importante el nivel de experiencia de cada personaje, las habilidades aprendidas, los objetos secundarios que portamos para fortalecer nuestro estilo, etcétera. Tampoco es cuestión de engañar a nadie: como tantas otras veces, el juego va directamente enfocado hacia los aficionados de la serie.
Todo el que haya visto la serie ya debería imaginarse de que estamos hablando: el secuestro de Gaaru (personaje entrañable donde los haya) pone de manifiesto lo mucho que necesita esta aldea a sus nobles guerreros, por lo que todas las caras conocidas que siguen por la zona se unen a nuestra causa echando una mano a la hora de recopilar información o de batallar con los mercenarios que siguen empeñados en robarles el dinero que lleven encima. El primer capítulo hace las veces de tutorial sin preocuparse demasiado por arrojar demasiada luz en la historia, si bien es cierto que cumple otras funciones además de la que se refiere estrictamente a la presentación del argumento. Lógicamente tenemos oportunidad de echar un vistazo al motor gráfico, como también al sistema jugable, que pasamos a comentar a continuación.
La base de Akatsuki Rising nos invita a protagonizar peleas tridimensionales con cierta libertad de movimientos. Son cuatro botones los que rigen los movimientos básicos de la veintena de personajes a la que tenemos acceso a medida que avanzamos en la trama, al margen de los gatillos superiores que servirán para activar el hud de los Jutsus, las técnicas especiales que cada ninja puede poner en práctica como variedad determinante en los combates. Prima la facilidad de movimientos, la sencillez. En apenas unos minutos dominaremos los fundamentos básicos que consisten básicamente en enlazar varios golpes seguidos con el cuadrado para luego cargar un Jutsu con el gatillo derecho y a continuación elegir el apropiado para utilizar en cada ocasión.
Es la primera vez que se incluyen cuatro Jutsus por personaje con posibilidad a ser empleados dentro del campo de batalla, un hecho que sólo se puede catalogar como un guiño a los aficionados que reclamaban a gritos esta posibilidad. Un pequeño indicador en la parte inferior izquierda de la pantalla muestra la salud del héroe al que estamos controlando como también su capacidad para realizar técnicas especiales de combate. Asimismo podemos entrar en un modo específico denominado hipermodo que se recarga tras efectuar varias combinaciones de golpes otorgando al jugador la posibilidad de atacar y desplazarse a mayor velocidad y con más fuerza de la habitual. Es la primera opción alternativa que debería interesar a los aficionados acérrimos, aunque no la única.
Con ella descubrimos el resto de posibilidades a las que podemos acceder dentro de los combates, todos iguales de frenéticos, de corta duración haciendo honor al estilo que se suele ver en los capítulos de la serie. Si tenemos los reflejos necesarios podemos optar por esquivar el ataque de un rival pulsando el botón adecuado justo antes de que su golpe impacte con nuestro personaje (convirtiéndose en un tronco de madera), saltar, encadenar combinaciones de golpe haciendo uso de los ataques tradicionales conjuntamente con los Jutsus e incluso lanzar objetos a corta distancia que podemos obtener durante las misiones. Pero sin duda el punto más llamativo es el que alude directamente a la parte RPG, esa que nos permite subir de nivel tras vencer a varios enemigos de medio pelo que se crucen en nuestro camino.
La cantidad de opciones personalizables que incluye el título es el punto más característico de su contenido. Es frecuente ver combates 1vs2 luchadores donde cambia ligeramente el sentido de la lucha, batallar con una manada de ladrones que tratan de atacarnos desde todos los flancos o simplemente enormes gusanos que aparecen en las arenas del desierto que para ser derrotados obligan al jugador a utilizar una estrategia específica. No todo consiste en aporrear botones, también hay que utilizar la cabeza para no perder la vida a las primeras de cambio, un hecho que tampoco debería molestarnos teniendo en cuenta la cantidad de puntos de guardado que encontramos prácticamente por doquier.
El denominado modo Escenario es el que se encarga de relatar el argumento mostrando escenas de vídeo genialmente puestas en escena. Naruto nunca había lucido tan buen aspecto en la consola portátil de Sony, como tampoco el resto de personajes tanto protagonistas como secundarios (clónicos, eso sí) que conocemos a lo largo de la aventura. Cuando toca salir a la calle a combatir es tan sencillo como recorrer varios escenarios librando combates por doquier, saltando de fase en fase hasta finalmente alcanzar el enemigo u objeto que estábamos buscando para así asegurarnos el desbloquear nuevas sorpresas (son dos los modos de juego que vienen ocultos en un principio) y, en resumidas cuentas, para que la experiencia jugable se haga todavía más longeva, asegurando una media de 80 / 100 horas si lo que queremos es exprimir al máximo sus posibilidades.
La mayoría de los modos de juego nos permiten escoger uno de los personajes a los que tenemos acceso, aunque es a todas luces el denominado Akatsuki Rising el más atractivo de todos (al margen del argumento), ya que por primera vez en la historia de la franquicia tenemos oportunidad de conocer la historia desde el punto de vista de los enemigos. No es la modalidad que mejor ha sido llevada a escena pero igualmente es una faceta que los aficionados no sólo agradecerán, sino que a buen seguro exigirán en todos los juegos basados en la serie de ahora en adelante. Es una pena que no se haya profundizado más en ninguna de las modalidades céntricas, con perdón de la expresión, en las que básicamente está basado el grueso de la jugabilidad.
El modo misión, como comentábamos anteriormente, ofrece la posibilidad de disputar pequeños retos que explotan los escenarios de la aventura (algunos creados específicamente para la ocasión) y que además amplían las posibilidades de la Tienda, desde donde tenemos acceso a toda clase de objetos curativos y de diversa índole que haremos bien en utilizar si queremos superar todos los retos ante los que nos enfrentamos. El nivel de dificultad de la aventura es el idóneo para garantizar que cualquier jugador pueda disfrutar del juego sin traumas; son varias las opciones que podemos escoger, siguiendo siempre un grado lógico de exigencia según va aumentando la dificultad. Si lo preferimos siempre podemos optar por unirnos en la misma partida con un amigo para sacar el máximo jugo a las partidas en cooperativo o sencillamente para disputar combates 1vs1.
Sea como fuere, a la cantidad de modalidades que ofrece el juego hay que sumar una brillante puesta en escena que muestra a personajes genialmente diseñados que no se pueden comparar con algunos de los escenarios que aparecen durante la aventura, carentes de decorado alguno, monótonos y tediosos. Se podría haber trabajado más este aspecto, al igual que una banda sonora que pese a su variedad sigue resultando un tanto cansina. Las voces, dicho sea de paso, vienen en inglés y en japonés, mientras que los subtítulos están en castellano. La ausencia de una modalidad online propiamente dicha resta enteros al cómputo de las modalidades que hemos venido comentando hasta el momento, una de las peores lacras del juego.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.