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Music 3000

  • PlataformaPS27
  • GéneroSimulación
  • DesarrolladorJester Interactive
  • Lanzamiento02/06/2003
  • TextoEspañol
  • VocesInglés

PS2 Deejay...

¿Te gustaría tener otras posibilidades además de jugar con tu consola o ver películas en DVD? Con Music 3000 puedes probar tus dotes de creación musical, un completo programa que cuenta con tres entregas ya y que se está afianzando como una alternativa a productos más caros en los PCs....

¿Te gustaría tener otras posibilidades además de jugar con tu consola o ver películas en DVD? Con Music 3000 puedes probar tus dotes de creación musical, un completo programa que cuenta con tres entregas ya y que se está afianzando como una alternativa a productos más caros en los PCs....

Music 3000 (PlayStation 2)

Hace ya algunos años, en la época del Commodore Amiga, surgió una alternativa que rompía con la tendencia tradicional de la industria discográfica de utilizar ordenadores Apple para crear música en ambientes tanto profesionales como amater. Se hicieron famosos los archivos en formato ".MOD", un nombre que le venía de cómo eran conocidas en la escena amater las creaciones en este formato, "mods".

Music 3000 (PlayStation 2)

Tras la debacle de estos ordenadores, la música modular fue rescatada por los programadores de PC, respetando el formato que se había convertido en una alternativa al MIDI y a los Mac, por su bajo coste, en la creación de demos y maquetas de personas con pocos recursos. Para los no entendidos, tanto el MIDI como los mods permiten describir las notas musicales de forma matemática, separar el sonido en diferentes canales e indicar en cada uno de ellos el instrumento que se va a tocar en un segundo determinado. Como una mesa de mezclas, pero simulada por la cpu del ordenador, y ejecutada por la tarjeta de sonido.

Music 3000 (PlayStation 2)

Sin embargo, donde acabó triunfando el mod (y sus sucesores como los .s3m, .st3, fast tracker, pro tracker y demás formatos herederos) sobre el MIDI fue en la capacidad de albergar casi infinitos instrumentos sin necesidad de tenerlos cargados en memoria. Se creaba un "sample", se registraba en el disco duro grabando por ejemplo un do o un re de un piano en una octava determinada, y se podía importar directamente en la partitura. Los samples podían ser cualquier cosa, desde una puerta que se abre, la voz de una cantante, una percusión pregrabada... Esta misma filosofía es la que se utiliza en los equipos modernos de Roland, como su serie MC, una mezcla del antiguo MIDI y las tarjetas de instrumentos, con las innovaciones de los samples, la cantidad ingente de efectos aplicables individualmente, y la posibilidad de exportar el resultado para ser llevado a otro equipo y reproducido de forma totalmente digital y fiel al original.

Music 3000 (PlayStation 2)

Pues bien, Music 3000 es la tercera parte de un juego que ha ido evolucionando, comenzó su andadura en PSOne bajo el sello Codemasters, después vino Music 2000, una mini-revolución en el programa, con muchas más posibilidades. Y finalmente Jester se ha decidido a lanzar una actualización para PS2 de su producto, ahora en DVD. Quizá el título no te suene tanto como MTV Music Generator, nombre con el que se ha comercializado en algunos países y solamente algunas versiones (como la previa lanzada también en PS2 en el mercado europeo). Choca que un producto en principio ideado para PC haya tenido sus réplicas en consola, máxime cuando las limitaciones de estas son una barrera importante, pero el creador musical de Jester tiene su público, han vendido más de un millón de copias entre PC, PSOne, PS2 y Gameboy, y en esta tercera entrega se han vuelto a esmerar.

Jester insiste una y otra vez que se trata de un juego. El manual, el interfaz gráfico, las pantallas de carga, constantemente se alude al programa como "juego", lo cual no deja de sorprenderme puesto que Music 3000 es un editor bastante completo. Quizá por ello resulte imposible conectar un ratón USB (ya ni hablamos de un teclado) para manejarse por los menús. En contrapartida, debemos mover el puntero con el stick analógico derecho, y seleccionar algunas acciones con este mismo stick (pulsando R3). Es la primera gran decepción, uno no acaba de acostumbrarse a tener que mover una palanca arriba y abajo, cuando la PS2 cuenta con soporte USB, quizá sea porque Sony no apoya lo suficiente el uso de estos periféricos en los juegos, pero a este programa le venía como anillo al dedo.

Tras la primera toma de contacto, tenemos básicamente 3 modos. El de edición de canciones, el de mezclador y el de visionado de material creado por músicos de relativo nivel, el modo galería. Este modo es perfecto para darse cuenta de hasta donde podríamos llegar con este programa, todas y cada una de las composiciones presentes están hechas utilizando este programa, pueden ser editadas por el mismo programa y retocadas. Seleccionas una canción y te sientas delante, mientras empieza a sonar música electrónica acompañada de sugestivas imágenes. Este mismo modo sirve tanto para ver la docena de canciones grabadas en el DVD como para las nuestras contenidas en una memory card.

Music 3000 (PlayStation 2)
Music 3000 (PlayStation 2)

El modo mezclador es algo simplón, apenas cuenta con poco más de media docena de canciones, de corte similar. El mezclador permite "encender y apagar" individualmente cada uno de los cuatro canales de los que disponemos, y nuestra labor se limita a intentar montar una composición, sólo o en compañía, aprovechando que cada canal se repite cada cierto tiempo (por ejemplo, empezar apagando todo menos la base rítmica, jugar con el segundo canal de los hihat y al final dejarlo sonar todo a la vez) Un invento que se ve empañado por la imposibilidad de grabar nada, y que a los quince minutos será olvidado para siempre.

Music 3000 (PlayStation 2)

La verdadera excusa del juego es la del editor, que en su tercera parte ha evolucionado en el aspecto gráfico, permitiendo además algunos efectos extras que antes no existían. Se pueden crear algo similar a vídeos, utilizando secuencias estáticas, mensajes textuales, y fotos escogidas de una galería importante. Además, y como el propio grupo de programación proclama, se ha intentado recopilar todas las quejas de los usuarios de anteriores versiones acerca del interfaz, y se ha incidido al máximo en la utilización de los menús y de los instrumentos, aunque quizá siga sin resultar suficientemente cómodo tener que trabajar con el stick de un pad.

g  r  á  f  i  c  o  s
En este "juego" no hay motor de renderizado 3D, sino menús y vídeos creados por ti mismo. Los menús son agradables, aunque no muy intuitivos. Es como ver la interfaz gráfica de cualquier programa de edición de audio o de vídeo a través de la televisión. Evidentemente, no es lo mismo que tener un monitor de 19 pulgadas y una resolución de 1600x1200, hay una pérdida de resolución y de definición obvia que acaba cansando la vista, pero esta es una limitación del formato PAL, no de los programadores.

Music 3000 (PlayStation 2)

En cuanto a los vídeos, la mayor parte constan de fotos con algo de "movimiento", secuencias entrelazadas con mensajes de texto, no es vídeo real como podría pensarse, extraído de una cámara digital para conectarlo a nuestras play, en calidad DVD. Tienes algunas cinemáticas también prefijadas, de corta duración, pero nada excepcional. No es este apartado el que debe brillar en Music 3000, y así ha sido. Tener música pregrabada está bien para componer ala DJ, tener que escoger entre imágenes que no vienen a cuento, ya no está tan bien, pero está claro que a una consola no se le puede pedir más.

m  ú  s  i  c  a
Bien, partiendo de la base de la música pregenerada (el "juego" cuenta con la colaboración de Paul Oakenfold, Timo Maas y Kelis, Doves, PPK, NU, Third Edge, Gerling o Kylie, algunos conocidos y otros no tanto) la calidad está fuera de toda duda. Las demos recogen estilos variados, siempre desde una perspectiva electrónica. Tiene mucho house, algo de progressive y guiños al trip hop y al rap. Músicas nada comerciales, huyen de lo que es habitual en las pistas más "genéricas" donde lo que suena es lo más vendido, pero podrían ser pinchadas en algún club de música house o dance.

Music 3000 (PlayStation 2)

Las bases pregrabadas también son algunas más que en la anterior edición, es fundamental en un formato como PS2 contar con tantas como sea posible, puesto que apenas nadie querrá partir de cero en una composición, y tendremos que tirar de archivo para el bajo, la percusión, la nstrumentación, o incluso las voces.

Music 3000 (PlayStation 2)

Disponemos de 64 canales independientes para el modo edición, aunque es poco probable que suenen todos simultáneamente ya que saturarías la percepción del ritmo. Los samples son impecables, se repiten algunos de los que ya venían en Music 2000, pero los hay para todos los gustos, incluso bases e instrumentos propios de otros estilos como el rock. El sonido resultante es perfectamente nítido, teniendo en cuenta que la PS2 tiene menos canales de los utilizados por el programa

j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d
Music 3000 no es un juego, es un completo editor musical con un modo de remezclas para dos jugadores que pasará bastante desapercibido. La edición de los vídeos es interesante, amena y fácil de ejecutar. Incluso en el modo edición de audio puedes ver en pequeñito una ventana con las imágenes que luego se proyectarán en el modo teatro, toda una muestra del poderío de la consola.

Music 3000 (PlayStation 2)

Hay dos barreras fundamentales para el juego. Primeramente, el interés por la música electrónica y su composición, puesto que a diferencia de otros como Parappa de Rapper o Dancing Stage Megamix, aquí no hay que bailar o pulsar botones, más bien comenzar a escribir una partitura electrónica, escoger los instrumentos que suenan aquí o allá, crear efectos de inversión del sonido, ecos, reverberaciones... No hay que saber solfeo porque el programa proporciona absolutamente todas las secuencias necesarias para cubrir una canción de dos o tres minutos, las posibilidades en este sentido son muy amplias y se podría perfectamente editar un album completo con este programa, sin necesidad de introducir una nota (que también se puede hacer). Pero sí se necesita un poco de oído y sentido del ritmo para no crear una melodía repetitiva o vacía, para tener claros conceptos como "bpm" o "beats per second", y otras claves básicas para dar ritmo a una canción.

La otra gran barrera es el propio soporte. No se puede conectar un teclado MIDI (esto es normal, la consola no dispone de ese tipo de puertos), ni un teclado USB para acciones como copiar o pegar, ni siquiera un ratón, lo cual echará para atrás a cualquiera que se intente acercar a él desde un punto de vista algo más profesional. Además, el sistema de grabado sobre tarjetas de memoria limita mucho la edición de vídeo, o la duración de una canción, ten por seguro que necesitarás una tarjeta para este juego exclusivamente si te atreves a profundizar en él. No es culpa del juego, salvo la exclusión de dispositivos USB, me parece todo un logro escribir código para una consola cerrada, con apenas 32 MB de RAM, y que puedan caber imágenes y sonidos como las demos que incluye el DVD.

Music 3000 (PlayStation 2)
Music 3000 (PlayStation 2)

Como nota positiva, el juego cuenta con un nuevo aliciente respecto a su predecesor, el USB Sampler o muestreador USB. Un dispositivo que permite grabar cualquier sonido externo para ser utilizado en una composición, pero como curiosidad, también permite tararear o silbar una melodía y que el sistema reconozca las notas y las podamos "tocar" con cualquier instrumento de su base de datos. Un sistema original para suplir la imposibilidad de conectar un teclado MIDI, y además una buena idea para aquellos que no sepan nada de música. Todo esto no lo he podido comprobar, el dispositivo no ha salido a la vez que el juego, sino que está previsto que apareza (al menos en UK) a mediados del mes de julio, y a un precio aproximado de 30 euros. No sabemos todavía si lanzarán algún tipo de pack que abarate la suma de ambos productos, pero realmente no tendría mucho sentido, ni tampoco si el periférico en cuestión llegará a España.

c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n
Reconociendo el mérito que tiene atreverse a programar este juego, la verdad es que no puedo recomendar su compra a todos aquellos que posean un PC. Por apenas 20 euros se puede encontrar en serie barata (Codemasters Classics) el Music 2000, no tan completo pero sin duda mi editor de música preferido de ámbito no profesional, y mucho más cómodo de trabajar que este aunque cuente con menos opciones de vídeo. Es cierto que se han esmerado, que el interfaz en la versión de consola es mucho mejor que antes, que las secuencias cinemáticas han dejado de ser tan cutres como lo eran en el MTV Generator, pero no entiendo la obsesión de mejorar un interfaz y no querer dar paso al ratón USB.

Music 3000 (PlayStation 2)
Music 3000 (PlayStation 2)

Sin embargo, si no dispones de un PC en condiciones y por contra te atrae el mundo de los DJ, tienes una buena oportunidad de conocer por dentro cómo se compone una canción, y por qué no, hacer tus propios pinitos en este campo. Deberías alquilarlo primero, es la única manera de saber si te va a resultar complicado esto de la edición digital, recorrer alguno de sus tutoriales y descubrir si realmente te interesa. Te aseguro que si te acostumbras al interfaz y comprendes la sistemática de los patterns, loops, samples y notas en formato MIDI, el programa es muy completo, y por apenas el precio de un juego normal puedes llegar a mostrarle algo a tus amigos similar a lo que se escucha en radios o clubs. Eso sí, que nadie espere convertirse en el nuevo Roger Sanchez o David Morales, para eso hace falta mucha práctica.

l  o    m  e  j  o  r

  • La biblioteca de muestras
  • El nuevo modo de edición de vídeo
  • La música de ejemplo
  • El modo teatro

l  o    p  e  o  r

  • El interfaz de trabajo
  • No tener disco duro
  • No haber podido probar el sampler
7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.