Desde la cara oculta de la luna

Un juego desconocido tanto para la mayoría como para la minoría, uno de esos juegos destinados injustamente al olvido que se hizo tanto más adictivo cuantas más horas lo jugaba. No es una revolución, pero pocos consiguen esta tan buena relación calidad-precio. Desde las sombras, Moonbase Commander.

Con el debido respeto a Elena, jefa sección PC de MeriStation, voy a tomarme unas cuantas licencias para la redacción de este artículo y así, de paso, intentar hacerlo un poco más ameno. La razón? Muy simple. Si has empezado a leer este artículo, te doy las gracias por adelantado.

Tiene su mérito empezar a leer un análisis de un juego que de buen seguro no has oído hablar, nadie que conoces sabe nada y, de no ser por nosotros ahora mismo, seguramente se acabaría el mundo y Moonbase Commander no habría existido para ti. No es que te hayas perdido el juego del siglo, la verdad, pero tiene bastante más calidad que muchos juegos que salen al mercado bastante más caros pero, eso si, con mucha más publicidad. En realidad, vende más un juego publicitado negativamente que uno como éste, del que no se ha dicho absolutamente NADA.

Paso a paso

Moonbase Commander es uno de esos juegos que se repiten como el ajo en la lista de títulos disponibles para análisis de PC. Nadie los quiere. Todo el mundo pugna por analizar Splinter Cell, el Vice City, el Warcraft 3, el Neverwinter Nights, el Deus EX… y caramba, el Moonbase Commander nadie. Nadie, hasta que salta uno de aquellos mails de socorro de Elena y pide ayuda para que alguien se haga cargo de un título "normalito", que ya se sabe que NO es un bombazo pero cuyo análisis puede servir para que algunos lectores decidan que harán con su dinero.

Y llega Motenai, y ese soy yo, que levanta la mano y le escribe a Elena, no sin ciertas reservas, para que me lo adjudique. Generalmente no me hago cargo de textos que requieran inmediatez, pues soy un tipo que tarda bastante en redactar un análisis, por la buena razón de que dedico entre 20 y 40 horas de juego a todos los títulos salvo casos excepcionales. Eso no quiere decir que mis textos sean mejores o peores, pero nadie me puede reprochar que no he dedicado un tiempo prudente antes de escribir sobre algo. Como en principio no había prisa (aunque el juego salió hace 9 meses en USA) pues para mi y listos. Menudo rollo os estoy soltando, no? Ahora termino, tranquilos.

Total, como cada vez que solicito un juego sin tener ni idea de qué va, tenía algunos resquemores. Dichos resquemores estuvieron a punto de convertirse en prejuicios cuando recibí el juego y observé su precio: 9,95€. Ehem. Estoy de acuerdo, mi consideración fue MUY injusta. Prejuzgué sin conocimiento de causa y oye, estoy muy satisfecho de admitir que me equivoqué… y mucho. Veamos de qué va el tema…

Guión

Básicamente, el juego es una mezcla de géneros, una fusión de estilos que a mi parecer se ha llevado a cabo con mucho acierto. No, el argumento no es el de Morrowind; es más bien uno de aquellos juegos de los que nadie recuerda el argumento, como Arkanoid o Tetris. No se recuerda porque no es importante, simple y llanamente. No es que Moonbase Commander esté a la altura de esos dos títulos, ni de lejos, pero tiene un planteamiento basado en la alta adicción más que en unos gráficos de escándalo, unos FMV de infarto, una puesta en pantalla que te llegue al corazón o una banda sonora digna de un Oscar. Sin embargo, lo tiene.

Estamos en el futuro. La Humanidad, como no, ha colonizado todo el planeta y agotado por completo sus recursos naturales. Hay guerras por los últimos recursos pero, en última instancia, se forja una alianza y se envía una sonda al espacio con capacidad para duplicar su HUB, la Moonbase Commander, que tratará de aterrizar en planetas despoblados y aprovecharse de las posibilidades energéticas de dichos planetas. Sin embargo, la codicia hace estragos entre los colonos que pronto se dividen en 4 facciones distintas y utilizarán estas sondas para la guerra.

El jugador, interpretando el rol de piloto por control remoto de una de esas sondas, deberá buscar nuevas reservas de energía destruyendo todo cuanto encuentre a su paso. Hay unas pequeñas muestras de background sobre cada una de esas facciones, la mayoría en clave de humor, pero en mi opinión podría haberse desarrollado más este aspecto. No estamos ante un RPG, de acuerdo, pero tampoco lo era Starcraft y su argumento era también uno de sus puntos fuertes.

Pues bien, este producto de Humongous Entertainment, cuyo nombre ya se las trae, aúna la estrategia basada en turnos (como Panzer General, por ejemplo), el manejo de recursos (como los ETR de toda la vida) y una buena dosis de habilidad, técnica y precisión a la hora de efectuar los lanzamientos de nuestras armas (como sucede en Worms, por citar un mal ejemplo o en Bust a move para citar uno mejor). A lo largo de unas 16 misiones en single player junto con la posibilidad, el fuerte de este juego, del juego multipersona a través de Gamespy, nos abriremos camino lanzando bombas, ondas EMP, duplicando nuestro HUB, diseñando estrategias, calculando la dirección del viento… en fin, pasando un buen rato.

Gráficos

No, no. No son lo fuerte del juego. Pero de nuevo, tampoco lo eran en Tetris o Arkanoid. Ni en Bust-a-move. Y claro, cuando lo ves en los screenshots no luce tan bien como otros. Aquí no hay texturas de 12 capas, un engine 3D que mueva millones de polígonos, blurring, bump mapping o pan-con-tomating. Nada. Un escenario bastante simplón en 2D de vista superior, resolución a 640 x 480, sin escenas cinemáticas a pantalla completa ni nada por el estilo.

En realidad, el diseño de los escenarios es bastante mediocre. Es evidente que la vista de águila no da demasiado juego para el lucimiento de los grafistas, pero tanto en los fondos como en las unidades ha quedado un espacio muy ancho para la mejoría. Ojo, también tiene sus ventajas. El juego apenas requiere recursos del sistema y en los dos equipos en los que lo he probado (un P IV y un Athlon 1400, ambos con 512 de RAM) se podía hacer alt-tab con un buen número de otras aplicaciones abiertas. Eso quiere decir, y lo vemos en los requisitos del sistema, que Moonbase Commander funcionará bien hasta en un P II a 233 Mhz con una mínima cantidad de memoria de acceso aleatorio instalada en nuestro equipo.

El agua tampoco es un prodigio del diseño gráfico. Los ríos que se encuentran en los mapas son prácticamente simples manchas de sprites azules, con curvas perfectas y rectas rectísimas evidenciando el uso de un editor bastante poco complejo que, por cierto, tenemos a nuestra disposición para configurar nuestros propios escenarios. Sin embargo tampoco era necesario realizar un exceso de trabajo para los reflejos o el comportamiento de dicha agua cuando, en realidad, no es más que un simple obstáculo que deberemos salvar en numerosas ocasiones.

Las unidades siguen la tónica general del juego: no dan asco pero tampoco destacan, la verdad. No es así, sin embargo, con las explosiones. No os esperéis un alarde de sprites pero la verdad es que están bastante bien, sobretodo las de los nodos de energía y las producidas también por el lanzamiento de spikes, que causan subidas de tensión en las líneas. Y poco más que añadir, la verdad. Cada una de las 18 unidades que componen las 4 facciones tienen una estructura gráfica bastante similar y en general hay poca variedad. Sin duda, no pasará a la historia como el benchmark de la progresión técnica en cuanto a nivel gráfico se refiere (tampoco lo hicieron los Bust-a-move, Tetris y compañía) pero tampoco era necesario mucho más.

Sonido

Ligeros cambios cuando llegamos al apartado sonoro, que siguen rondando la media en cuanto al nivel general pero debo decir que la speaker que narra las evoluciones de los jugadores está bastante bien, casi diría que es lo mejor de este apartado. Cada equipo tiene sus propios samples de sonido que tampoco están nada mal; las facciones tienen un aspecto distinto y suenan distinto, cada una de acorde a sus teóricas características particulares. El equipo de máquinas suena robótico y hace comentarios al respecto, por ejemplo, y así con el resto de facciones.

Jugabilidad

Aunque Moonbase Commader es un juego pensado para el multiplayer, a lo largo de 16 misiones de dificultad creciente podremos tratar de desafiar a la máquina para hacernos con el control energético de los planetas. La forma de hacerlo es simple en cuanto a concepción pero difícil en su ejecución.

Como dije al principio, Moonbase Commander es en su base un juego de estrategia basado en turnos. Al principio de cada ronda de combate, dispondremos de una cantidad de puntos de movimiento que vienen determinados por la energía que tengamos disponible. Esa energía puede incrementarse colocando nodos energéticas en una especia de piscinas brillantes y así incrementamos el número de movimientos disponibles para las futuras rondas.

Para explotar los puntos de movimiento podremos lanzar cualquiera de las 18 unidades que están disponibles desde el primer momento que empezamos el combate, divididas en 3 grupos de 6 de coste creciente. Hay un grupo que cuesta 1 punto, otro que cuesta 3 y el último que cuesta 7. Generalmente, por defecto, dispondremos 7 puntos para gastar por cada ronda. Ya que las unidades están disponibles desde un buen principio, no hará falta evolucionar complicados árboles tecnológicos para llegar a utilizar determinadas armas o instalaciones, haciendo el desarrollo del juego considerablemente más sencillo.

Sencillo pero no aburrido, ojo. El HUB, la sonda con la que empezamos la partida, puede replicarse y construir otros hubs. Esta es la única unidad que tiene capacidad de construcción de todo el resto de unidades del juego. Asimismo, ya que todas las unidades están conectadas físicamente al HUB central (mediante un cable que deberá atravesar terreno firme), el juego termina con la destrucción de la sonda origen, pues eso conlleva una reacción en cadena que elimina cualquier otra unidad. Del mismo modo, todos los periféricos que estén acoplados a un hub, serán destruidos en el momento en que éste caiga.

Para evitar que esto suceda, deberemos tomar dos clases de acciones. La primera consiste en proteger debidamente nuestras unidades, en particular nuestro HUB central, nodos importantes y puentes. Esta última unidad, imprescindible para atravesar ríos, es especialmente frágil y su destrucción acarrea la erradicación de cualquier unidad conectada mediante cable a partir del puente. Como medidas preventivas podremos colocar unidades de ataque, escudos, colocar minas, unidades de observación…

La segunda acción a tomar es la que se rige mediante la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. Y para ello podremos enviar desde los carísimos "crawlers" (que producen un daño proporcional a lo que cuestan) hasta las más simples bombas. El sistema de lanzamiento de las armas es igual que el de las unidades. Seleccionamos el tipo de unidad a disparar y mediante un sistema de apuntado direccional deberemos calcular la potencia de salida y, en algunos casos, hasta la dirección del viento. En función de la distancia del impacto causaremos más o menos estragos en las filas enemigas. Cabe destacar que sea cual sea la facción escogida, las armas serán exactamente las mismas.

Si algo tuviera que destacar de las armas, lo haría de 3 en particular. Una son los "crawlers", pequeñas unidades que se arrastran hasta que impactan con una unidad, amiga o enemiga, detonando su extensa carga explosiva que causa estragos en las filas enemigas. Dichas unidades pueden aniquilarse lanzándoles una precisa bomba encima o, todavía mejor, consumiéndolas con la habilidad "reclaim" que, además, hará que 3 valioso puntos de energía estén disponibles para nosotros para la ronda siguiente. Lo último es la subida de tensión "spike" que crea una corriente de alto voltaje tras el impacto de una unidad que hace que las que estén conectadas a ella sufran daño colateral.

El secreto

El por qué Moonbase Commander entretiene es un misterio. Supongo que es por esa pizca de brillantez en su concepto que hace que algo tan simple se convierta en algo adictivo. Es uno de aquellos juegos en los que la práctica produce mayor adicción. Me encontré francamente decepcionado tras las 2 o 3 primeras partidas, en las que no sabía bien cómo evolucionar, pero tras 1 hora de juego empecé cogiéndole el tranquillo. Ahora, como consume pocos recursos, lo tengo instalado en el ordenador de la oficina y voy echando unas partidillas en cuanto tengo un instante… y sería inmodestia decir que no he mejorado ostensiblemente.

Obviamente, el fuerte del juego está en el multiplayer, que se disputa a través de Gamespy. Cuesta encontrar a jugadores europeos, la verdad, pero al no ser un juego de estrategia en tiempo real el lag tampoco es un factor determinante. Es decir, su uno no ejecuta su turno, el resto de los jugadores no pueden aprovecharse de ello. Tenemos la opción de jugar un skirmish contra otros tres jugadores y la verdad es que es muy divertido.

En primer lugar, la estructura propia del juego elimina la posibilidad del rush, auténtica cruz en los juegos de estrategia. En segundo lugar, es un juego muy poco popular y no existe una gran diferencia entre el jugador experto y el novato y la escasa comunidad de jugadores que yo he encontrado me ayudó bastante. Por último… ¿qué otro juego ofrece tanto por menos de 10€? Pues eso.