MLB 13 The Show

Entre los deportes de corte yanqui destaca el Baseball, considerado uno de los grandes deporte norteamericano. En nuestros lares tienen más recorrido otros como el básket con la NBA o el fútbol americano y su Superbowl, vista por millones y millones de espectadores en todo el mundo. Siempre se ha dicho que a pesar de esto el deporte más “suyo”, y de hecho seguramente el deporte que menos fronteras ha traspasado en un continente tan cercano a la actividad deportiva como el europeo, es el baseball. En lo que videojuegos se refiere, el rey es y sigue siendo MLB 12: The Show, desarrollado por Sony San Diego. Esta edición aparece para Playstation 3 y para PS Vita en la segunda iteración de la serie que ve la luz en la portátil de Sony.

El pistoletazo de salida de una franquicia no demasiado conocida en nuestro territorio, ya que no es un juego que acostumbren a distribuir en territorio español, empezó el año 2006 con el primer MLB 06: The Show. El juego salió para Playstation 2 y PSP, y el resultado fue lo suficientemente interesante para que el año siguiente apareciera una nueva entrega, haciéndose anual. Cada mes de febrero-marzo desde hace siete años Sony San Diego da su particular punto de vista de la Major League Baseball, donde juegan los grandes equipos norteamericanos. Con el tiempo se ha ido consolidando como la grandísima apuesta segura para recrear la MLB, superando a su competidor de 2K que en este caso, y a diferencia del básquet, no acaban de dar con la tecla.

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El The Show de esta temporada es un título que apuesta para acercarse a todo tipo de jugadores desde los propios controles. Desde los expertos que quieren controlar cualquier detalle posible dentro de su equipo favorito hasta los menos habituados con el baseball que tienen curiosidad de probar este juego, seguramente motivado por esos clásicos videojuegos de baseball que tantas veces hemos podido probar en consolas ocho y 16 bits. Hay un sitio para cada tipo de jugador en esta entrega, y es algo que se agradece. De hecho, será lo primero que podremos escoger cuando arranquemos el título en cualquiera de las dos plataformas de Sony.

La gran cantidad de controles que hay disponibles en el juego darían para páginas y páginas detallando cada posibilidad. Puede ser tan sencillo y simple como uno desea como complicado y profundo. Solo hace falta escoger cómo. Si nos vamos hacia un control para principiantes, ideal para los nuevos en el juego, tendremos una mecánica tanto de Pitcher como de Bateador bastante sencillos. En el primer caso con los botones podremos escoger el tipo de lanzamiento que queremos, pudiendo hacer lanzamientos especiales que no sean solo para buscar el Strike y teniendo siempre a mano una serie de menús que nos muestra estadísticas de lanzamientos y demás. Otro tipo de control es con el analógico derecho, mediante el cual podemos marcar la velocidad y la puntería hacia donde queremos lanzar. Tenemos movimientos avanzados –lanzar a las bases si un jugador intenta salir antes de tiempo- que se usan combinando el botón L con los botones principales o usando la pantalla táctil en Vita.

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Si el bateador rival conecta con nuestro lanzamiento, en el modo principiante los jugadores de campo se controlan de manera automática, siendo ellos los que deciden donde lanzar la bola para intentar eliminar a contrincantes. Con los controles más avanzados podremos realizar nosotros sus movimientos y con los botones asignados a cada base mandar rápidamente la bola ahí, además de hacer amagos de lanzamiento o saltar y lanzarse a por una bola a la que lleguemos algo justos. También se pueden meter controles con el analógico para las mismas funciones. Además, tendremos una barra que en la que tenemos que pulsar cuando estemos en zona verde para hacer un buen pase, no todo es tan sencillo como darle al botón y ya.

Para los jugadores que tenemos en las bases tenemos controles para movernos y robar bases antes del lanzamiento, volver si vemos que nos han pillado, etc. Y una vez bateados, controlar si se mueven todos, solo alguno, si intentamos hacer una carrera entera… todo lo que sucede en un campo de baseball se puede controlar. Incluso la manera de llegar a la base si vemos que vamos justos.Este tipo de controles son interesantes sobre todo cuando hagamos una de las modalidades del juego: Road to Show, donde controlamos a un jugador en todas sus facetas a lo largo de un partido.

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Por último, pero no menos importante, está el bateo. Con los controles básicos tendremos asignados algunos tipos de impactos –normal, poderoso…- a los botones principales, con los que realizamos el movimiento. Podremos elegir la zona en la que queremos lanzar el swing y hacer algunos movimientos clásicos, como las dejadas. Todos estos controles están disponibles también con un control totalmente analógico (stick derecho) y se pueden ampliar en niveles avanzados, teniendo en cuenta el vuelo de la bola, su caída o las estadísticas de lanzamiento del pitcher para saber en qué zona podemos esperar los siguientes disparos que nos mande.

El resultado final es un videojuego extremadamente profundo si alguien se propone controlarlo absolutamente todo. Muchas de las herramientas son herencia de otras entregas, con las mejorías de hacer un control general más pulido y más accesible para los novatos. El bateo ha dejado de ser un ejercicio de precisión cirujana para convertirse en una acción más amigable para los jugadores. No es necesario hacerlo todo perfecto para darle a la bola y correr unas bases, aunque si queremos clavar un home run sí que tendremos que tener en cuenta todo, absolutamente todo lo que rodea al lanzamiento del rival y a nuestra posición, timming a la hora de golpear, etc. Es más fácil darle a la bola, aunque sigue siendo complejo conseguir buenos golpes. En general, el control de los bateadores y las opciones de los lanzadores hacen que todo sea muy realista gracias a las grandes variables que tenemos en nuestra mano tanto a un lado como a otro.

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La otra gran novedad es el Post-Season, que nos permite jugar los play-off por el título con los diez mejores equipos, controlando a uno o a los diez mismos si lo deseamos. Lo bueno de esta modalidad, además de avanzar más allá de la temporada regular, es poder ver una atmosfera y unos menús especiales para la ocasión en la lucha entre los mejores. En este caso podemos escoger a cuánto son las series, del mejor de tres partidos al mejor de siete. Y podemos cambiarlo según el momento de la eliminatoria en el que estén: por divisiones, por ligas y la World Series, la gran final. Por desgracia, el gran contratiempo de The Show de este año es que aquí acaban las novedades en cuánto a modalidades.

El resto no es poca cosa. Tenemos los partidos sueltos con exhibiciones o enfrentamientos en línea amistosos e igualados, además de usar el modo ad-hoc en PS Vita. Road to the Show que nos permite jugar con un jugador y hacerlo crecer desde las ligas menores hasta ganar campeonatos y que tiene, como comentábamos, sus propios controles adaptados en el campo y en las bases. El modo franquicia nos permite jugar con uno o diversos equipos para hacer de manager: fichar y echar a técnicos, rastrear jugadores, entrar en los draft, tocar temas de contratos y también jugar. Por último contamos con el modo temporada, que nos permite jugar una temporada entera –podemos elegir la cantidad de partidos que queremos disputar- , y con el modo práctica, donde aprendemos el uso básico del lanzador y del bateador. Por último está disponible el Home Run Derby, un modo para jugar online contra hasta ocho jugadores o usar bots si queremos hacerlo fuera de línea en el que competimos para hacer más home run que nuestros rivales. La gran novedad es poderlo hacer en línea con otros jugadores.

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Una de las virtudes del juego es precisamente la variedad de cámaras y cambios que se hacen, ofreciendo una experiencia muy realista y cercana a las realizaciones en deportes norteamericanos. Espectacular y funcional en todos los sentidos. Las repeticiones –y poder hacer un vídeo con las mejores jugadas- es una función que realza más estos elementos. Como contratiempo a nivel general tenemos al público, que aunque es superior a públicos de otros juegos deportivos (como los de fútbol) sigue estando muy alejado del conjunto brillante que ofrece MLB The Show. Lástima que los tiempos de carga sean eternos en cada momento, entre menús, al cargar partidos, etc. Porque eso entorpece una experiencia que a nivel audiovisual es completísima.

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El apartado sonoro es otro de los puntos fuertes del título, tanto por los comentaristas con sus aportaciones acertadas en cada momento del partido, como por su interpretación: no parece que estemos en un juego donde van soltando frases predeterminadas. La música que acompaña a los menús acompaña perfectamente y el griterío del público también está al nivel que exige la franquicia y el deporte en cuestión. Todo en inglés, incluso los menús. Destacar que si se quiere adquirir en formato digital si no se encuentra el físico en el caso de Playstation 3 ocupa 24 gigas entre el juego y el contenido adicional imprescindible para jugarlo. En Vita algo menos de cuatro gigas.