Mighty Switch Force!
- Plataforma3DS8
- GéneroPlataformas, Acción
- DesarrolladorWayForward Technologies
- Lanzamiento04/01/2012
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorNintendo
Paseo por los 90
Cada vez más la industria de los videojuegos encuentra en la distribución online, en este caso la tienda e-Shop de Nintendo 3DS, la forma de reducir los costes de creación y dar así la posibilidad a pequeñas empresas de lanzar títulos de bajo presupuesto, normalmente con ideas muy originales como es el caso de Mighty Switch Force!
La productora norteamericana WayForward ha decidido distribuir a través de e-Shop la secuela 'espiritual' de sus anteriores títulos, de 2009 y 2011, conocidos como Mighty Flip Champs! y Mighty Milki Way, que en su momento salieron en la tienda online DSiWare de Nintendo DS. Se dice que es una especie de continuación porque guarda el espíritu de los anteriores títulos y, aunque no tiene relación directa a nivel jugable o de trama con estos, disponen de una vinculación en su composición gráfica y sonora, así como en el entendimiento de una jugabilidad divertida, rápida y exigente.
Mighty Switch Force! ha sido creado bajo una clara inspiración de la estética de los años 90 y por lo tanto se enorgullece de mostrar sus pixeles. Para ello nos ofrece unos fondos en 2 dimensiones, con movimientos repetitivos de objetos o vehículos, que nos recuerdan a Metal Slug o MegaMan y que harán emocionarse a más de un nostálgico. Dicho diseño visual tiene un corte cartoon inspirado notablemente en el manga japonés, aunque siempre bajo una estética que bebe mucho del estilo americano de este mismo tipo de dibujo, gracias a un corte más sencillo de las composiciones.
Sin embargo, en pleno siglo XXI el juego sabe demostrar que su diseño es un homenaje y no una falta de presupuesto, para ello ofrece un increíble efecto 3D donde apreciamos perfectamente que el fondo se vuelve profundo, pudiendo observar con gran nitidez como los diferentes bloques van y vuelven al frente según vayamos jugando con ellos, algo que es inapreciable en 2D, pues nos da la sensación de que los bloques únicamente se transparentan y se solidifican. Además, todos los sprites del juego están diseñados con una gran definición y un número de colores muy elevados demostrando nuevamente un trabajo muy delicado detrás de su producción. Como no podía ser de otra forma el apartado sonoro también tiene un tratamiento muy retro y unas melodías techno muy repetitivas, aunque a su vez pegadizas, que en ningún momento nos harán desesperarnos o aburrirnos con ellas. A esta banda sonora hay que unirle unos efectos sonoros muy básicos pero creados con mucho anhelo a épocas pasadas.
El mejor reflejo de este diseño manga y retro lo tiene la protagonista, conocida como Patricia Wagon, que, con un ajustado y corto traje de policía azul y equipada como un casco sirena y una pistola, busca acabar con el mal en la ciudad de Planet Land. En este caso su principal amenaza son las hermanas Hooligan que, a través de robos y demás fechorías, están causando el caos por toda la ciudad. Nuestra misión será encontrar en cada nivel a 5 de estas hermanas Hooligan para llevarlas a prisión. Las Hooligan estarán situadas en diferentes puntos del mapa, a cada cual más complicado de acceder y siempre inmóviles, teniendo nosotros que utilizar la fuerza, la habilidad y la astucia, a partes iguales, para poder recuperarlas a todas. Una vez que las hayamos encontrado deberemos volver al punto de extracción donde un enorme robot policial, denominado Corporal Gendarmor, nos esperará para que montemos dentro de él y salgamos de allí lo antes posible.
Al examinar el sistema de juego nos damos cuenta de que el título no solamente es un homenaje a los años 90 por su aspecto visual o sonoro, sino también por su dificultad y la concepción jugable de los niveles. Esto significa que en cada nuevo nivel encontraremos un reto de habilidad y mental más complejo, por lo que la curva de aprendizaje, debido a que solo hay 16 niveles, será muy abrupta, llegando a desesperar a los jugadores que no están acostumbrados a este tipo de retos. La mayor complicación de estos niveles vendrá de la utilización de la razón por parte del jugador, ya que deberemos ser capaces de descubrir la forma de utilizar los elementos que hay a nuestro alrededor para conseguir nuestro objetivo. En un principio dicho reto es sencillo pues únicamente debemos aprender a dominar la Sirena del casco. Este artilugio nos permite manipular parcialmente nuestro entorno a través de la aparición y desaparición parcial o total de los bloques que tenemos a nuestro alrededor, una vez comprendamos la lógica de este sistema simplemente será cuestión de aplicar nuestra habilidad plataformera para saltar y evitar caer atrapados en estos bloques pues, aunque son nuestros principales aliados, si pulsamos la sirena en medio de un nuevo bloque este nos empujará hacia la pantalla y perderemos una de nuestras 3 vidas disponibles.
Esta complejidad de los bloques y la utilización del casco sirena irá aumentando con la aparición de nuevos dispositivos como las lanzaderas. Estos artefactos podrán lanzar a los enemigos, y a nosotros mismos, en la dirección que indiquen a toda velocidad, pudiendo activarlos o desactivarlos al pulsar nuevamente la sirena. Dicha función ocasiona que podamos encadenar un combo de lanzaderas y que, además de nuestra habilidad mental para determinar cual utilizar, debamos ser ágiles para pulsar el botón justamente cuando pasemos por el nuevo portal, sin duda, un elemento entretenido y desesperante a partes iguales. Siguiendo con esta inventiva de los chicos de WayForward, nos encontramos, por ejemplo, con cubos de colores que se activan o desactivan si estamos encima de ellos, bloques que únicamente se destruyen con bichos bomba o cubos verdes que no nos permiten pasar por delante de ellos pero sí disparar a través suyo. Un sinfín de posibilidades a nuestra disposición que deberemos utilizar perfectamente para superar cada nivel y no perder muchas vidas en el intento.
El factor de conservar vidas es fundamental pues, aunque se ha evitado el clásico noventero de una única vida, disponer solamente de 3 al empezar cada nivel no es un margen muy amplio. Como ayuda al ir avanzando encontraremos unos pequeños objetos azules que nos darán un nuevo corazón. Es importante recoger todos los corazones ya que si nuestro casillero de 3 vidas llega a cero deberemos empezar el nivel desde el principio. Para facilitar la jugabilidad, adaptándola así un poco a los tiempos modernos, se ha decidido incluir unos pequeños perritos negros que hacen la labor de Check Point y que, mientras tengamos corazones para reaparecer, nos permitirán volver desde ese punto al que hemos llegado, un favor que los más jóvenes agradecerán, evitando así que dejen el juego por desesperación.
Dicha desesperación es un factor importante al jugar a Mighty Switch Force! pues hoy en día no estamos acostumbrados a enfrentarnos a retos de este calibre mental y de habilidad plataformera, que exigen del jugador una coordinación muy importante de ambas habilidades, así como de una concentración absoluta. Debemos ser conscientes de que la mayoría de los puzles presentes no se pueden resolver con un salto doble o rompiendo todo lo que tenemos por delante con nuestra arma, sino que hasta lo más improbable y retorcido se puede convertir en la única solución. Todo esto ocasiona que para muchos jugadores sea irritante el volver a comenzar de nuevo el nivel por cometer un mínimo error o por fallar buscando una solución.
A pesar de todos estos 'problemas' de jugabilidad que pasaron al baúl de los recuerdos hace muchos años en los juegos modernos, debemos comprender que la verdadera esencia de Mighty Switch Force! reside precisamente en esto, en llevar al jugador a picarse consigo mismo y a demostrarse que sabe superar los retos mentales y que, además, también tiene la suficiente habilidad con los botones como para eliminar a los enemigos y saltar de plataforma en plataforma mientras lo hace. Todos estos elementos de manera individual son muy sencillos de controlar pero en este título están siempre unidos y debemos ser capaces de pensar con rapidez y ejecutar los movimientos con precisión, algo a lo que hoy en día no estamos muy acostumbrados.
Esta jugabilidad tan compleja se acopla perfectamente a un manejo muy simple basado en unos pocos botones, demostrando con claridad que un control simple no es sinónimo de facilidad. Tendremos un botón para disparar, otro para utilizar la sirena, uno más para saltar y finalmente otro que hace las veces de cámara, lo que nos permitirá poder mirar levemente a nuestro alrededor sin movernos del sitio, pudiendo así completar algunos puzles muy difíciles que tienen una visibilidad muy reducida. A toda esta jugabilidad hay que unirle la existencia de los enemigos, temibles y simples a partes iguales, que serán en muchas ocasiones nuestros mayores aliados para superar los niveles, demostrando que todo nuestro pequeño entorno está situado allí por algo.
Nuestros rivales serán de lo más variados, siempre bajo una estética manga y un diseño muy simple e infantil pero efectivo. Entre ellos encontraremos enemigos débiles como los murciélagos mutantes o los seres bomba, que sucumbirán al poder de nuestra pistola, conocida como Pellet Gun, al darles un solo disparo. Al nombrar a nuestros enemigos no hay que olvidarse de los más potentes como el robot caparazón o el dinosaurio mecánico, todos ellos seres también de pequeño tamaño, pero inmunes a nuestra munición. A parte de estos encontraremos peligros muy importantes en elementos del entorno como pinchos o minas, objetos que deberemos tener muy en cuenta pues harán reducir nuestras vidas de manera considerable.
A medida que vayamos superando niveles iremos observando que el tiempo que debemos emplear para completarlos será considerablemente superior al de los primeros, que únicamente rondan los 2 o 3 minutos, llegando hasta duraciones de 10 o 15 minutos en los últimos niveles. Teniendo en cuenta que contaremos con un total de 16 fases desbloqueables una a una, lo que supone que únicamente tenemos un nivel nuevo para jugar cada vez que superamos el anterior, el videojuego puede llegar a una duración aproximada de 4 horas, lo que, sin duda, para un título que vale 6 euros es un precio muy ajustado, aunque se echa de menos un mayor número de niveles que, aparte de reducir la curva de aprendizaje, permitan enfrentarse a retos casi imposibles.
Para compensar esa falta de niveles los desarrolladores han decidido implementar un segundo factor que lo haga rejugable y ese no es otro que el tiempo. En cada una de las misiones tendremos un tiempo objetivo, que marca el record al que debemos aspirar, así como otros apartados donde se indica nuestro mejor registro y el último conseguido. Este uso del tiempo no aparecerá únicamente en el menú de selección de misiones sino que también dentro de cada partida, en la pantalla táctil tendremos un cronómetro y el tiempo objetivo, dejándonos claro que hay que ser rápidos además de hábiles. Para poder conseguir estos retos debemos aprendernos cada pantalla y adquirir una velocidad mental y con los botones de maestro.
En esta pantalla inferior de Nintendo 3DS también tendremos un indicador con las chicas que hemos capturado, el número de vidas que nos queda y, finalmente, un radar que nos mostrará dónde está situada la Hooligan más próxima, abriéndose o cerrándose para ello un pequeño ángulo verde según la proximidad a las mismas. El resto de menús del juego son muy simples y efectivos, aunque se echa en falta la posibilidad de configurar algún parámetro de la partida y la opción de reiniciar la misión sin tener que salir a la pantalla principal.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.