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Mercury Meltdown Revolution

Mercury Meltdown Revolution

Mercurio de calidad

Las gotas de mercurio que ya fueron un éxito en PSP y PS2 llegan a Wii para convertirse en el mejor juego de bolas y escenarios movibles. Una apuesta sorprendente que llena de variedad y novedades el terreno que ya han plantado en la consola los títulos anteriores del mismo género.

El equipo de Ignition vuelve a juguetear con el mercurio dejando ahora al jugador de Wii la oportunidad de disfrutar de este jugueteo. Tras títulos de excesiva diversión aunque moderada calidad como Kororinpa o Super Monkey Ball: Banana Blitz, la sobremesa de Nintendo recibe hoy la opción más recomendable en juegos de bolitas y escenarios movibles de su catálogo.

Mercury Meltdown (Wii)

Ahora nos toca viajar a través de cientos de circuitos en laboratorios, experimentos, elementos químicos y demás material científico-ficticio. Su calidad artística y cromática lo hacen coherente visualmente, y esto, sumado a un sistema de físicas envidiable, realzan su aspecto técnico hasta límites insospechados en un juego de estas características y género, que además, viene cargado de extras y minijuegos.

Mercury Meltdown (Wii)
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Esta vez la bola es líquida, es una gota y esto hace que su planteamiento jugable sea radicalmente distinto. Su control estará basado, una vez más, en el movimiento del Wiimote, aunque ahora habrá que coger el mando en horizontal y las inclinaciones serán más suaves, con menor definición o intensidad. Su muy intuitiva jugabilidad lo hace apto para todo aquel que quiera poner a prueba su destreza, pues hay que ir con sumo cuidado en cada curva u obstáculo y cuidar todos los giros de nuestras muñecas.

Mercury Meltdown (Wii)

Montones de plataformas móviles, balancines, tubos, teletransportadores, y hasta enemigos se unirán a multitud de puzzles y situaciones que nos hagan pensar la mejor manera de salir de ellas. La gota se puede dividir, teñirse de colores, hacerse sólida o muy líquida y, por supuesto, caerse al vacío. Preparaos para morderos la lengua, aguantar la respiración y llevar al mercurio por caminos imposibles.

Laboratorios temáticos

Ocho laboratorios primarios, de astrología, biología, geología, submarino, eléctrico, etc. serán los encargados de abrirnos las puertas a sus diferentes fases, representadas mediante probetas o tubos de ensayo y las cuales pueden ser superadas en cualquier orden. Un tubo grande y general nos indicará el volumen de mercurio que necesitamos para abrir el siguiente laboratorio, cargado de otras nuevas probetas. Así, ya en el modo principal encontramos un juego muy largo, con más de 200 niveles, la mayoría de ellos de una dificultad más que considerable y que desbloquearán agradables sorpresas.

Mercury Meltdown (Wii)
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A todo esto hay que sumar los cinco minijuegos que ofrece, parecidos al principal pero con objetivos distintos, y que deberemos desbloquear llenando otro tubo general, pero éste con unas estrellas doradas que recogeremos a lo largo de los niveles. Al acabar cada fase, se rellenarán, por tanto, los dos tubos generales, el de minijuegos y el de laboratorios, según las estrellas recogidas y el mercurio con que acabemos el nivel respectivamente.

Por ello, podemos decir que nos encontramos ante un juego duradero, con más de 50 horas si se quiere terminar al 100%, difícil y de gran variedad en su jugabilidad. Cada fase es diferente a la anterior, propone nuevas tareas, y los minijuegos, aunque sigan estando basados en mover escenarios para la bolita de mercurio, parecen juegos absolutamente distintos al principal, debido esencialmente a sus mecánicas, distinto posicionamiento de las cámaras, objetivos, etc.

Mercury Meltdown (Wii)

Una sustancia brillante

En cuanto a su aspecto gráfico, Mercury Meltdown Revolution resulta explosivo. Su estilo tridimensional en Cel-Sahading disimula perfectamente los posibles errores que se podrían crear y que, de hecho, hay. Pero que el mercurio traspase algunas esquinas o que ignore determinadas irregularidades del terreno queda a la sombra de un nivel visual general espectacular. Los colores, las formas redondeadas y brillantes de las gotas de mercurio, la solidez de efectos como el del humo o el fuego, etc. dan un resultado artístico sobresaliente y muy identificativo del juego.

Mercury Meltdown (Wii)

El sistema de cámaras es uno de sus principales aspectos negativos. A pesar de poderlas manejar desde los botones 1 y 2 y la cruceta, a veces se atascan, se alejan o acercan demasiado y no dejan jugar cómodo al muy concentrado jugador. En algunos niveles, la dificultad radica precisamente en controlar la cámara a la vez que el juego, cuestión imperdonable en los tiempos que corren.

Mercury Meltdown (Wii)

Su apartado sonoro, por otra parte, nos deja variados temas tecno y house bastante anodinos, eso sí. Las músicas no resaltan en exceso, ni siquiera el tema principal, re-versionado en los menús y algunos momentos de juego. Con sus efectos gráficos sucede lo mismo, dan la talla pero no son algo especialmente reseñable.

La primera vez que juguemos, lo prioritario que se debería hacer es acudir a Opciones y activar la vibración, que por defecto estará apagada. MM Revolution supone una experiencia inmersiva ya desde su manejo, pero lo es más aún con su interesante sistema de vibración. La bola de mercurio casi parece pasar por nuestras manos realmente, los pequeños impulsos vibratorios cuando ésta se mueve, salta o es dividida hacen que tengamos una sensación de juego mucho más impactante, sobre todo para los jugadores no habituales.

Mercury Meltdown (Wii)

En todo momento, por último en su apartado técnico, debemos coger el mando en posición horizontal. Por los menús se navega con la cruceta y los botones 1 y 2, según ya hemos visto en juegos como Sonic y Los Anillos Secretos, y no hay ninguna implementación para el puntero o el resto de botones.

Con las manos en el mercurio

O más bien en los escenarios. Para el que aún no sepa de qué va esto, diremos que Mercury Meltdown Revolution es un juego basado en llevar una o varias gotas de mercurio hasta un punto en concreto dentro de un recorrido que es el que tiene que mover el jugador. Existen muchos antecedentes históricos de este género de juegos pero pocos ofrecen las posibilidades de Mercury.

Mercury Meltdown (Wii)

MM Revolution está plagado de divertidas situaciones que rozan lo extremo. En algunos niveles se nos pedirá, por poner un ejemplo, que dividamos nuestra gota de mercurio en tres chocándola con una esquina puntiaguda, que tiñamos cada una de esas partes de un color en unos chorros de pintura y que las llevemos hasta sus respectivas metas del mismo color pasando por un estrecho camino lleno de máquinas que intentan derribarnos.

La gota, por tanto, se puede deshacer y perder parte de su masa en un saliente, caída o camino dividido. Un indicador vertical nos mostrará qué porcentaje de mercurio nos queda en la cada vez más pequeña bolita, y en muchas ocasiones se nos pedirá llegar a la meta con el 100% del mercurio o una determinada cantidad mínima. Estas cantidades también afectan a nuestro movimiento y traspaso de algunos obstáculos. Hay puertas que sólo se abren con un peso preciso, zonas estrechas en las que si llevamos mucha cantidad se nos desparramará todo el mercurio, tubos por los que sólo cabe un porcentaje limitado, cintas transportadoras, suelos deslizantes, fuego, agua, imanes, plataformas, impulsores…. Completísimo y muy variado.

Mercury Meltdown (Wii)

Todas estas posibilidades dan como resultado unos niveles pausados y en los que no cabe la posibilidad de ir rápido. Éste es uno de los aspectos más polémicos de Mercury Meltdown, no es muy arcade, ni frenético. Habrá que ir con cuidado en todo momento, pensando bien cómo resolver los pequeños puzzles que se nos planteen y dotándonos de la habilidad y precisión para concluir cada arduo nivel. A esto hay que sumar que no movemos en exceso el mando de Wii, sólo sobre sí mismo y levemente, lo que no quiere decir que no haya escenarios intrincados y que desafíen a la gravedad, pero son de los que menos.

Mercury Meltdown (Wii)

Circuitos movibles desde muñecas sensibles

El manejo de los escenarios en MM Revolution es, como ya hemos dicho varias veces, una cuantiosa tarea de precisión y sumo cuidado, debido a la fragilidad de la bolita de mercurio y la sensibilidad aplicada al control de los diferentes circuitos. A veces habrá que pulsar los botones para mover las cámaras pero no será una acción muy común en el transcurso del juego en general.

Para los más tradicionales, el juego nos permite también controlarlo con el Mando Clásico de Wii, pero, sin duda, la experiencia más interesante recae en el manejo mediante el Wiimote. Con A y B cambiaremos la mira de una gotita a otra cuando haya varias o la principal se divida. Con 1 y 2 haremos zoom-out e in y con la cruceta giraremos 90º y moveremos verticalmente la cámara sobre el plano buscando siempre una perspectiva en picado y cómoda para el jugador. Así de simple, el juego no utiliza ni un botón más, y los que usa son sólo para mover las cámaras. El movimiento del mando sobre sus propios ejes (con el Mando Clásico los joysticks) se transladará a la pantalla en el movimiento del escenario, lo que lo hace muy asequible para jugadores no experimentados o novatos.

Mercury Meltdown (Wii)

Minijuegos y modos

Cinco minijuegos y algunos extras como una Zona de Recreo libre o galerías de música y videos, amplían la durabilidad del título y perdonan la inexplicable no inclusión de un modo para más de un jugador, otro de las grandes deficiencias de MM Revolution. Los Extras no se irán desbloqueando sino que estarán a nuestra disposición desde el primer contacto con el juego.

Mercury Meltdown (Wii)

No sucede lo mismo con los cinco minijuegos, los cuales tendremos que abrir con las estrellas del modo principal. Son de lo más variado, dentro del mecanismo de juego del título y constan de varias misiones en cada uno de ellos. Por poner un ejemplo, los dos primeros que desbloquearemos serán Rodeo y Carrera. En el primero tendremos que permanecer todo el tiempo que podamos sobre varios reducidos escenarios evitando que un ventilador en movimiento nos derribe. En el segundo correremos a través de enrevesados circuitos con apariencia de tobogán o montaña rusa a velocidades de infarto llegando a la meta antes de que acabe el tiempo.

Mercury Meltdown (Wii)

Conclusiones

El que ya fuera una divertida y variada experiencia en PSP y PS2 lleva sus virtudes al extremo al pasar a la consola de Nintendo. Mercury Meltdown Revolution es un juego divertido, largo, difícil y apto para cualquier persona, jugadora habitual o no. Su preciso control por movimientos, poco profundos, eso sí; y sus físicas sobresalientes ayudan a colocarlo como el mejor dentro del catálogo de Wii en su género.

Mercury Meltdown (Wii)

Le pesan demasiado ciertos aspectos como el no incluir algún modo multijugador, pequeñas deficiencias gráficas y de cámaras que nos molestarán en más de una ocasión, y una dificultad elevada que puede llegar a frustrar ya que no nos permitirá acelerar la gota demasiado en ningún momento.

Pese a todo ello, los reflejos de este mercurio deslumbran y hacen brillar aún más una sustancia ya exitosa. Los numerosos laboratorios, de una marcada estética de ciencia-ficción, repletos de probetas que llenar de este plateado elemento, y todas las máquinas dispuestas a impedírnoslo están preparados para dar horas y horas de diversión al mando, en singular, de una Wii.

  • Largo, divertido, variado y apto para cualquier persona que quiera probar su habilidad
  • Aspecto gráfico general muy vistoso y colorista
  • Físicas y comportamientos del mercurio y del resto de sustancias
  • Los completos minijuegos a desbloquear desde el modo principal
8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.