Medal of Honor: Heroes 2
- PlataformaWii7
- GéneroAcción
- DesarrolladorElectronic Arts
- Lanzamiento30/11/2007
- EditorElectronic Arts
Guerra, héroes y Wiimote
La Segunda Guerra Mundial sigue dando mucho juego y no paran de aparecer nuevas entregas de Medal of Honor. Ahora, Heroes 2 llega a Wii y PSP con algunas novedades aunque poco que aportar a un género que empieza a estar ya desplumado. Conviértete en un héroe bélico aprovechando al máximo el Wiimote y el Nunchuk.
Y aquí uno más. Medal of Honor es una saga ya muy veterana en esto de los shooters ambientados en el conflicto mundial que marcó la historia de la Tierra. Volvemos a encarnar el papel aliado en una nueva vuelta de tuerca al desembarco de Normandía. Desde el mando de Wii y el Nunchuk nos tocará hacer frente a cientos de nazis, aunque esta vez la experiencia será más inmersiva que nunca.
Pocos serán los que alguna vez no hayan jugado a algún Medal of Honor. Este Heroes 2 nos propone una jugabilidad que se aleja en gran medida de la tónica realista y soberbia que caracteriza a la saga. Con una apariencia gráfica muy sencilla y bastante estructurada MoH: Heroes 2 parece más bien una invitación a los jugadores ocasionales a que prueben los shooters bélicos. Más adelante veremos por qué.
No obstante, es un juego también muy apto para personas más experimentadas. Su divertido modo online, a pesar de no ser todo lo completo a lo que estamos acostumbrados en el género, soporta partidas de hasta 32 jugadores. También, hay una versión de la Campaña en shooter de raíles, lo que dará más vidilla a cualquier jugador que se quiera introducir en el mundo del videojuego. Un control que ofrece una gran variedad de situaciones con el Wiimote y la posibilidad de poder usar la pistola WiiZapper hacen de él un título recomendado, que no un sobresaliente, ya que también tiene importantes defectos
Pues bien, algo parecido sucede en su apartado gráfico. Medal of Honor: Heroes 2 para Wii no es vistoso en ningún sentido, es más, algunas zonas resultan inaceptables después de ver lo que es capaz de mover la máquina de Nintendo. El Call of Duty 3 que salió hace un año junto a la consola resulta más detallado y vistoso que esta nueva entrega de MoH. Por normal general, en los escenarios las texturas parecen de los primeros tiempos de PlayStation 2, no hay demasiado detalle ni polígonos y todo es muy cuadrangular y sugiere vacío y sencillez. A cambio, nos encontramos con una línea de horizonte visible bastante alejada, que nos dejará observar con detalle zonas que estén a lo lejos.
En lo que respecta a las animaciones de los soldados, tampoco hay nada que alabar en MoH: Heroes 2 para Wii. Se mueven de manera sencilla, encorsetada y poco natural, y normalmente desaparecen al morir de forma instantánea, tanto, que a veces no terminan ni su animación de caer al suelo y se esfuman en pleno movimiento. Además, tanto los trajes de los soldados aliados y los de los enemigos son, aunque poco detallados, extraordinariamente visibles, casi brillantes en ocasiones, lo que hace más fácil atinarles y resta dificultad a la jugabilidad en cuestión. Pero este Medal of Honor no es un juego fácil, sólo si el jugador elige el nivel de dificultad mínimo al comienzo de la partida disfrutará de un agradable paseo entre las filas enemigas disparando a todo lo que se mueva prácticamente sin miedo a gastar todas las balas ya que siempre le sobrarán.
La variedad de situaciones, por tanto, está servida. Los objetivos suelen ser alcanzar un punto en concreto, matar a alguien o destruir algo, etc. Por poner un ejemplo, en la segunda misión se nos enseña a poner bombas y a programar su cuenta atrás para que exploten. Esta función se lleva a cabo girando el mando hacia la derecha muy rápidamente, como si diéramos cuerda a un reloj. Otro uso curioso es el que se le da a los mandos para manejar una metralleta apostada en una terraza o saliente, deberemos mover los dos mandos a la vez para disparar a un sitio u otro. También el rifle de francotirador utiliza su zoom según nuestros movimientos de muñeca. Pero especial atención requiere el brutal lanzamisiles: para dispararlo tendremos que elevar el Wiimote hasta nuestro hombro, apuntar con el joystick y pulsar B mientras lo bajamos. Realmente genial y muy bien implementado.
Muchas más acciones muy cotidianas en las batallas harán también un gran uso de las capacidades de los mandos de Wii. Para tirar granadas tendremos que simular el lanzamiento con nuestra mano, para dar con la culata de la pistola a un enemigo cercano deberemos dar un golpe hacia delante con ambos mandos (Wiimote y Nunchuk), etc. Con todo ello, se puede decir que Medal of Honor es un juego muy divertido e innovador en este sentido, su manejo es intuitivo, pues no se usan muchos botones, y profundo, trasladando un poco más al jugador al conflicto. No obstante, se pueden encontrar algunos errores de sincronización con los movimientos y problemas de precisión en ciertas ocasiones, lo que puede hacer frustrante para los menos experimentados algunas misiones.
En cada misión, nos reuniremos con un grupo de soldados compañeros que, aunque no harán mucho, al menos nos harán compañía y hasta servirán como cebo a estos poco inteligentes alemanes, y es que la inteligencia artificial del juego deja bastante que desear. Pero la mayoría de situaciones las resolveremos solos, como verdaderos héroes eficaces al 100% en el campo de batalla. Aprovechar bien los escenarios es la única manera de sobrevivir a tanta bala volante, aunque tampoco nos será extremadamente difícil ya que la vida se recupera sola descansando durante algunos segundos.
Al citado modo Campaña se le suman el Arcade y el Multijugador online, no tiene modo para más de un jugador en una misma consola (offline). El Arcade es un shooter de raíles (el personaje se mueve sólo y únicamente tenemos que disparar y recargar) que revivirá los momentos del modo Campaña en los mismos escenarios y situaciones. Es un modo algo sencillo también pero funciona muy bien para darle algo más de vida al ya corto título.
El multijugador supone el mayor acierto en este juego por parte de Electronic Arts. El título soporta partidas de hasta 32 jugadores en 6 escenarios distintos y en los modos deathmatch, capturar la bandera y por equipos. La variedad de armas no es tan elevada como la del modo campaña, pero no está mal. Algunos de los principales inconvenientes de este modo son la ausencia de chat de voz y ciertas injusticias de las que no paran de quejarse muchos jugadores, como zonas descaradamente preferentes por su ángulo muerto, disparos a la cabeza que son evaluados como disparos al pie y algunos desequilibrios en la potencia de las armas.
Los efectos de sonido muestran un buen nivel también. Cada arma suena de una forma distinta, prácticamente como lo haría en la realidad. Hay distinción de sonidos si estamos en escenarios de interior o en exteriores. En el Wiimote, que por supuesto vibra cuando debe hacerlo, no escuchamos los tiros pero si algunos efectos concretos de algunos objetivos como, por ejemplo, al sintonizar una radio o colocar una bomba.
Las frases de los soldados, en cambio, llegan a ser graciosas por su vanidad, repetición y sencillez. Gritos obvios como "cuidado con los alemanes" o "¡buen tiro, buenas noches!" serán una constante en todas las misiones. Los alemanes no son tan parlanchines como nuestros aliados, pero también tienen sus momentos de lucidez verbal
El esquema jugable del título no es para nada novedoso, libre ni muy recomendable. MoH: Heroes 2 es un juego lineal, con poca innovación de misiones y una presentación excesivamente sobria y poco cuidada. Sin embargo, es en su gran implementación a los controles de Wii donde el título alcanza su mejor punto, haciendo de sí mismo una experiencia intuitiva y entretenida que podrá encandilar incluso al jugador más novato y temeroso. MoH: Heroes 2 casi puede llevar la guerra hasta aquellos que no la han experimentado nunca
Lo mejor:
Lo peor:
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.