Análisis de Madden 18

El espectáculo de la NFL aterriza como cada año en nuestros hogares con una de las entregas más significativas en cuanto a añadidos. La corriente de renovación que han seguido las sagas deportivas bajo el sello de Eletronic Arts se ha realizado progresivamente desde el pasado 2016. Fifa 17 encendió la mecha, dejando atrás el joven motor Ignite para unirse a la creación de DICE, estándar en prácticamente todos los nuevos proyectos de la compañía: Frostbite. Además, la inclusión de un modo historia con tintes de largometraje y decisiones fue recibido como un soplo de aire fresco. Dejar atrás las versiones de PlayStation 3 y Xbox 360 es toda una declaración de intenciones: Por primera vez se ha desarrollado en exclusiva para las plataformas actuales.

EA Tiburon ha tardado un año en sumarse, pero vaya si ha merecido la pena. Madden 18 es sin lugar a dudas la experiencia NFL más completa de lo que llevamos de generación. Aquí en España, desafortunadamente, no es un deporte popular, pero bien es cierto que de forma progresiva va consiguiendo adeptos gracias a la aproximación de juegos como Madden a nuestro mercado. Por segundo año consecutivo en nuestro país se ha vuelto a comercializar, tanto en formato físico como en las tiendas digitales de Xbox y PlayStation. Algo que es de agradecer, sobre todo para su pequeña pero ruidosa comunidad. El espectáculo del fútbol americano comienza con más fuerza que nunca.

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Longshot, camino a la NFL

La principal atracción con la que cuenta Madden 18 se sitúa en el inédito modo historia. En él, controlaremos a Devon Wade en su búsqueda por ser elegido en el draft de la NFL, pudiendo así cumplir su sueño de competir en la máxima liga de este deporte. Al leer estas líneas seguramente tengáis en mente el periplo de Alex Hunter, protagonista de Fifa 17, pero en realidad no tienen nada que ver. Por una serie de cuestiones que no revelaré, Devon se enfrenta a su segunda oportunidad de participar en la cima del fútbol americano de una forma un tanto… peculiar.

Formaremos parte de un programa de televisión que capta a jóvenes talentos para que compitan entre sí y formarse con los mejores consejeros y la última tecnología a nuestro alcance, todo ello de forma extra oficial de la NFL, es decir, ganar no asegura un hueco en el draft, sino que la última palabra la tendrán los equipos en la ronda de elección. Este curioso concurso nos llevará a realizar variadas escenas jugables que pondrán a prueba nuestra memoria y reflejos. Por ejemplo, en uno de ellos tendremos que demostrar la capacidad de lanzamiento en un circuito lleno de objetivos móviles, los cuales varían en puntuación según la dificultad.

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Nuestro conocimiento de las tácticas y estrategias de este deporte también será puesta a prueba, como dilucidar las jugadas a las que se refieren algunas imágenes de partidos reales. Una respuesta correcta hará aumentar nuestra valoración, mientras que al realizar una incorrecta ocurrirá justo lo contrario. Esto, junto a las elecciones en las pruebas conversacionales, definirá el camino que tomará Dave por todo Longshot, incluyendo múltiples finales según las acciones realizadas. Las decisiones tendrán más peso si cabe que la versión de balompié, lo que da pie —y nunca mejor dicho— a visitarlo de nuevo si queremos conocer todas las aristas.

El cuidado en el reparto de actores no ha sido dejado de lado, participando nombres como Mahershala Ali —ganador de un Oscar por su trabajo en Moonlight— y Scott Porter —entre otros—. No faltan los guiños a los acérrimos seguidores de la NFL con la incorporación de Dan Marino, quien da voz y rostro a su propio personaje en el mundo virtual. Devon se topará con él en una circunstancia especial, siendo uno de los mejores momentos de la campaña. La factura de la actuaciones sorprende para ser la primera vez que se incorpora un modo así a la franquicia. 

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Quizá ayude el hecho de haber sido realizado bajo el motor Frostbite. Gracias a ello se ha visto aumentado sensiblemente el nivel gráfico, tanto en modelados como en expresiones faciales. Ayuda sin duda al protagonismo de los primeros planos en la mayoría de escenas conversacionales, pero que todavía precisan ciertos ajustes a la hora de mejorar las animaciones. Algunos momentos, sobre todo en el ámbito narrativo, chocan un poco respecto a la situación que se pretende contar. No estamos ante un gran guión, ni tampoco se ha pretendido darle esa elaboración extra: cumple de sobras el hueco de una experiencia deportiva desde un punto de vista enfocado en los primeros pasos de un futuro jugador. 

Es loable la apuesta de la compañía por realizar su propio largometraje interactivo, que es lo que representa al fin y al cabo Longshot. Alrededor de tres horas nos tomará poder contemplarlo en una primera vuelta, variando en función del tiempo que estemos durante algunos partidos oficiales —simplificados en lo jugable para coincidir con su estilo—. Los aficionados de Ultimate Team tendrán razones de peso para completarlo, puesto que existen cartas desbloqueables con los personajes de mayor peso en la aventura.

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Personaliza tu experiencia

Nada más iniciar el juego por primera vez, se nos preguntará qué estilo de juego queremos disfrutar durante las partidas contra la inteligencia artificial. Una de las novedades de este año reside en la introducción de tres estilos diferentes, pensados para englobar a la mayoría de perfiles de jugador. Comencemos por Arcade. Como su propio nombre indica, en él la jugabilidad ha sido simplificada lo máximo posible para que el usuario tenga una vía rápida y accesible de disfrutar del producto, a la par de espectacular. Los pass rushers evitarán más fácilmente los bloqueos rivales, fintas y evasiones con el stick no precisarán de los movimientos completos para ser realizados con éxito.

La principal diferencia reside en los lanzamientos y sus receptores. La mayoría de balones bombeados son recibidos sin mayor complicaciones así haya dos defensores apurando la trayectoria. Bien es cierto que el jugador ha de poner un poco de su parte eligiendo al jugador más aventajado respecto a su cobertura, pero el tempo exigido es nimio comparado con el resto de modos. Los partidos suelen ser un festival de puntos entre los dos equipos, incluso los tiros a balón parado no tienen margen de fallo.

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En el lado opuesto tenemos Simulación. Además de tener que realizar las jugadas con muchísima más precisión y tacto, factores como la energía y la fatiga tienen un mayor impacto en el transcurso del partido. Las lesiones ocurren a un ratio similar a la estadísticas de la NFL en la vida real, datos recopilados que determinan también el número de penalizaciones. Incluso jugadores de nivel alto pueden fallar ocasiones que en circunstancias normales realizarían sin ningún problema. Aquí se acomodarán aquella comunidad que pretenda disfrutar de una experiencia lo más cercana a la realidad.

Por último, y no menos importante se encuentra Competitivo. Este estilo será el utilizado durante las partidas en línea, por lo que aquellos que quieran centrarse en dicho aspecto podrán familiarizarse con la reglas en enfrentamientos contra la CPU. La habilidad durante las jugadas y el proceso previo al inicio de las mismas será fundamental para alcanzar la victoria. Al contrario que en las otras dos, en Competitivo las estadísticas del jugador que controlemos tienen un impacto mucho mayor. Por ejemplo: en defensa, si el jugador que va a interceptar el balón tiene un buen ratio al atrapar balones, obtendrá una bonificación al intentar recoger el balón en el aire en vez de pararlo en seco, lo que da lugar a que el usuario tenga que distribuir de forma precisa cada jugador en la posición donde más puedan exprimirse sus capacidades.

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Este abanico de opciones permiten adaptar más si cabe la experiencia Madden 18 a los gustos del consumidor. En un primer momento puede parecer que, en manos menos expertas, el modo Arcade es mejor para comenzar a jugar. Por un parte sí, pero por otra varía mucho de las pretensiones de cara al futuro. Si queréis ir progresando poco a poco en las mecánicas os recomendamos que no toméis en cuanto la elección inicial —puede cambiarse en cualquier momento dentro del menú de opciones— y que paséis directamente al campo de tutoriales, donde una serie de entrenamientos os pondrán al día sobre cómo jugar. Al igual que en la entrega pasada, el aprendizaje en base a estos retos se torna una tarea necesaria y amena si queremos comprender en plenitud cómo dominar el campo de juego.

Controla —y comparte— el terreno de juego

Otra de las cuestiones en las que más hincapié ha realizado la compañía durante el desarrollo de Madden 18 ha sido el nuevo sistema de pases. Target Passing es una experiencia renovada en el lanzamiento realizado por los Quaterback. Una vez elegida la táctica a utilizar en ataque, podremos elegir el receptor principal al que queremos lanzar el balón entre aquellos que intentarán zafarse del rival. Cuando comience, el proceso es sencillo: un objetivo en el campo indicará el lugar al que enviaremos el balón con total libertad. Podremos elegir altura y longitud del pase para que la trayectoria termine en las manos de nuestro compañero. Esto permite anteponernos a los movimientos del receptor sin entrar en el apuntado automático clásico de la saga.

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No es fácil dominar esta función, en cuestión de pocos segundos debemos apuntar al punto exacto donde queremos lanzar el balón mientras tenemos un ojo puesto en los rivales para que no alcancen la posición del QB. Por ello volvemos a insistir en la importancia de los tutoriales a la hora de introducirnos en estas novedades. En cuanto a modos de juego offline no existen grandes cambios. Franquicia sigue teniendo una falta de opciones a la hora de administrar el equipo y sus objetivos —la tabla con nuestras metas marcadas no es suficiente—, lo que termina en el hastío del jugador. Los modos en vivo según la competición real siguen presentes, quizá lo más llamativo para disfrutar del juego sin pretensiones.

Desde EA Tiburon se han hecho eco de las peticiones a la hora del retorno de los modos cooperativos en línea. Este año tendremos la oportunidad de disfrutar de MUT Squads, donde tres jugadores podrán aliarse para competir con otros equipos en partidos. La principal atracción de este modo reside en que cada uno podrá utilizar su propio mazo de cartas. Según el potencial de la baraja podrá desempeñar un rol diferente, a elegir entre Offensive Captain, Defensive Captain y Head Coach. Las tres mejores cartas —a tu elección— con esas capacidades se unificarán al comienzo del partido.

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Lo cierto es que es una de las funciones más divertidas que se hayan podido añadir en el juego. Siendo tres los jugadores reales en el equipo, se pueden crear combinaciones y tácticas mucho mejor resueltas que en un enfrentamiento cara a cara. En cuanto a Ultimate Team pocos cambios ha sufrido más allá de ajustes en los valores de algunos aspectos. Si algo funciona no se ha de cambiar. Como último apunte y como viene siendo habitual, tanto voces como texto permanecen únicamente en inglés.