Londres 2012: El Videojuego Oficial de los JJ.OO

Los Juegos Olímpicos siempre son una buena opción para acercar muchas disciplinas deportivas al mundo de los videojuegos. Alejado de los clásicos productos anuales que nos representan los grandes deportes que ocupan nuestras vidas durante todo el año como fútbol y básquet en nuestro caso y otros como la NHL, NFL y demás en territorio más yanqui, cada cuatro años podemos probar las mieles de los deportes de pista, lo que se siente dentro de una piscina e incluso otras disciplinas todavía menos habituales. London 2012 es un buen momento para recuperar sensaciones que no teníamos desde hacía cuatro años. Y lo haremos de nuevo de la mano de Sega.

De nuevo la compañía japonesa ha apostado por dar dos puntos de vista distintos sobre la gran cita londinense. Por una parte, como vimos hace ya algún tiempo, está Mario & Sonic en Londres 2012, una versión más desenfadada y pintoresca de los Juegos Olímpicos. Algo que ya pasó hace cuatro años cuando se celebraron en China. La otra versión, la que nos ocupa, intenta ser el producto serio que explota la licencia de esta cita deportiva de primer nivel. Han pasado los años, y Sega ha preferido no dormirse en los laureles y ofrecer un producto que no sea un clon de lo visto en Beijing 2008. Nos encontraremos ante una propuesta que tiene unas bases inamovibles, eso es  así, pero que ha intentado cambiar mecánicas para abrirse a más gente y satisfacer a los críticos con ciertas particularidades jugables que acostumbran a acompañar este tipo de videojuegos.

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No nos engañemos: Londres 2012 sigue siendo un producto con un nicho de mercado y un público muy concreto, que además tiene el tirón claro y evidente de un evento tan importante como unos Juegos Olímpicos. Dentro de sí, una fórmula que puede gustar más o menos, que además se ha cambiado, pero que no deja de basarse en la simpleza de acción para conseguir grandes resultados. Aunque pueda parecer más complicado realizar con éxito un salto de pértiga en la vida real que hacer un regate y marcar por la escuadra en el fútbol, aquí será más fácil ejecutar lo primero –por los controles- que lo segundo en sus respectivos videojuegos. Esto es así, aunque Sega haya apostado por cambiar la tónica machacabotones de estos juegos por otra con algo más de entidad.

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Ambas disciplinas son la gran base del juego Londres 2012, aunque la variedad de la sección de otros tipos de eventos que no se pueden clasificar tiene su miga por la gran variedad que ofrece: el disparo con arco tanto individual como por equipo es un buen ejemplo, así como el ciclismo indoor que se representa con el Keirin en dos variantes; piragüismo y remo, tenis de mesa, halterofilia y voleibol completan una oferta novedosa en algunos puntos como el último mencionado. No faltan otras pruebas clásicas de los Juegos Olímpicos de gimnasia como el salto de potro y el trampolín ni tampoco el clásico tiro olímpico con dos variantes.

Pruebas variadas que tocan muchas disciplinas distintas, aunque algunas nuevas fracasen estrepitosamente en su ejecución como veremos más adelante. Todas ellas se pueden jugar en tres modalidades de juego distintos. El primero y más claro es precisamente el de Juegos Olímpicos, que no se trata de otra modalidad que competir durante los días de los Juegos en las distintas pruebas que se van dando cita en cada jornada. Ahí tendremos que clasificarnos por las finales, conseguir superar a rivales y posteriormente luchar por las medallas. Escogemos un país a representar y vamos apuntándonos a las pruebas que nos interesen o mejor se nos den. Hay algunos elementos de ayuda a medida que avanzamos y sumamos puntos, como tiquets que nos permiten repetir una prueba que no haya salido bien para intentar dar la vuelta al mal resultado.

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Las otras dos modalidades nos sirven para jugar a pruebas concretas directamente, hacernos nuestro listado de retos y desafíos en el modo evento o jugar a listas y probar situaciones que la propia consola nos ofrece en el modo fantasía. De esta manera podemos competir las veces que queramos en las pruebas que no se nos den tan bien para luego competir y sacarlas en el modo Juegos Olímpicos. Podemos competir con hasta cuatro jugadores en estas modalidades, además del hecho que algún modo como los citados desafíos solo son para más de un jugador, potenciando el juego en compañía y el hecho de poder ir directamente al tipo de disciplina que queramos.

Una de las grandes bondades que tiene consigo London 2012 se encuentra en las posibilidades online del título, que nos permitirán competir con otros jugadores de todo el mundo para intentar superarlos ganando más medallas que ellos. Los marcadores, comparando nuestros resultados e incluso comparando los resultados por los países que la gente elije representar, sirven para picarnos a la hora de intentar superar ese récord que hay encima nuestro y que no sabemos cómo  lo ha podido conseguir. En total pueden competir hasta ocho jugadores en este modo, aunque a veces el lag hace acto de presencia según la procedencia de algunos de los contrincantes, algo que ya pasaba en la entrega anterior y que parece tener difícil solución si hay rivales de todas las partes del mundo en una misma partida.

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Lo más destacado del nuevo sistema es que se premia más la armonía al pulsar y el ritmo que no el machacar sin descanso el mando. El ejemplo de las carreras de 100 metros es buena. Después de darle al botón concreto para acertar en la salida, lo que tenemos que hacer es ir pulsando de manera constante el botón de acción para rellenar una barra. La idea es mantenerse en los niveles verdes de la barra, cercanos a una franja que marca el punto perfecto de ritmo. Si nos pasamos la barra se vuelve roja, haciendo un sobreesfuerzo, si nos quedamos corta queda en amarilla demostrando que necesitamos más ritmo. Saber mantenerla en la zona verde es lo que nos hará correr de manera perfecta hasta el final. No se trata de machacar la A y la B hasta que nos quedemos sin dedos.

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Esta manera de afrontar los retos es bastante más satisfactoria que en otras ocasiones. El stick analógico nos sirve para saltar los obstáculos o para dar con el ángulo correcto en disciplinas de lanzamiento de jabalina, por ejemplo. Los Quick Time Events son otro de los elementos presentes en esta edición de London 2012. Hacer la secuencia de botones correcta nos servirá para poder dibujar una pirueta perfecta en las disciplinas acuáticas que lo precisen. La simplificación es tal que incluso en disciplinas que no lo necesitaría también existe, como el voleibol. A priori podría ser uno de los grandes añadidos, pero acaba siendo el fracaso más estrepitoso del juego. Con un solo botón lo hacemos todo (restar, bloquear, pasar, disparar). ¿Cómo puede ser eso? Muy sencillo, el juego hace siempre secuencias de tres toques, impidiendo que decidamos nosotros devolver el balón al primer o segundo toque. Un fallo de diseño que rompe un posible juego divertido lastrado por otros elementos como la poca verosimilitud de físicas entre jugadoras y balón. El resultado final es un videojuego más agradecido a nivel jugable (con matices en ciertos deportes), aunque sigue siendo algo simple en la ejecución de muchas de las disciplinas y puede acabar haciéndose pesado. Como decíamos al principio, no es un producto para todo el mundo.

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Algo similar pasa con la banda sonora del juego.  Tenemos melodías que dan el toque épico-deportivo que podemos encontrar en una cita como los Juegos Olímpicos. Son melodías de acompañamiento, secundarias y más presentes en menús y momentos puntuales que a lo largo del juego, pero están bien elegidas. Junto a ello, la narración de los eventos que intentan darle forma de evento deportivo de verdad y que resultan bastante convincentes. Eso sí, en inglés. El juego a cambio llega totalmente traducido al castellano en lo que textos en pantalla se refiere.