El mejor en lo que hace

Cuando en 1963 Stan Lee y Jack Kirby crearon la primera formación de los X-Men, el resultado no fue ni mucho menos tan espectacular como las otras creaciones de estos hombres. Marvel decidiría dejar de crear nuevas historias a finales de la década, dado que las ventas no acompañaban y el público no se sentía atraído por estos superhéroes mutantes. No obstante, en 1975 se le daría una nueva oportunidad, con una nueva formación, y las cosas empezarían a cambiar para mejor. Precisamente, uno de los recién llegados que más impactaron a los lectores fue un hombre canadiense de carácter violento y una insaciable sed de sangre, un hombre atormentado y sin pasado en constante búsqueda de venganza.

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Parece casi increíble que el hombre X más famoso no haya sido creación directa del maestro Stan Lee, aunque el personaje sí que sale de la pluma de otras dos leyendas del mundo del cómic norteamericano, John Romita (padre, que su hijo también se dedica en la actualidad a ser dibujante de cómics) y Len Wein, junto con el dibujante Herb Trimpe. En 1974, un personaje de nombre Wolverine (que posteriormente tendría varias traducciones, hasta quedarse con la más conocida Lobezno, que se ha estandarizado) aparecía en la serie de The Incredible Hulk, en varios números. Pese a que el personaje no estaba del todo definido todavía (no guardaba las garras siquiera), ya destacaba como un hombre misterioso, al que no le gusta hablar de su pasado y sí cumplir con sus misiones.

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No se le volvería a ver hasta que en 1975 pasó a formar parte de los X-Men, en ese segundo renacer que comentábamos antes, convirtiéndose en uno de los miembros más importantes de cuantas formaciones se han visto pasar por las páginas de los cómics. Debido a su éxito, también formaría parte de distintas formaciones de los Vengadores, de SHIELD, de Arma X, de La Mano, de HYDRA, e incluso brevemente de los Cuatro Fantásticos, entre otros. Sería protagonista incluso de los Team-Up de personajes de Marvel, casi siempre acompañado de otro personaje de gran éxito de la compañía norteamericana como es Spiderman. Cuando llegaron las adaptaciones cinematográficas (el territorio que nos ocupa principalmente), Hugh Jackman daría vida al indómito mutante, que se convertiría en el protagonista de la trilogía de X-Men.

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El personaje saltaba de las páginas a las pantallas, y gracias a su carisma repetía éxito en las salas de cine. Es por eso que, una vez cerrada la trilogía de X-Men, la FOX decidió que el siguiente paso debería ser dar a conocer el pasado de algunos de los personajes más atractivos del film, empezando por el famoso Lobezno. El estreno en nuestro país tuvo lugar ayer, día 30 de abril, y hasta el momento (ignorando los comentarios de quienes tuvieron acceso a la versión inacabada que se filtró hace un mes), las críticas están siendo positivas. El fenómeno se adaptó perfectamente a la gran pantalla, y Activision no ha dudado, ni por un momento, en poner toda la carne en la parrilla para preparar un juego que estuviese a la altura de una leyenda que parece querer crecer más.

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A nivel de videojuegos, Lobezno también ha tenido una vida fructífera, con apariciones en muchos juegos de calidad, como los X-Men de recreativa y MegaDrive, los exitosos juegos de lucha de Capcom (tanto de X-Men como de Marvel vs Capcom), en varios juegos de Spiderman, los sublimes X-Men Legends y Marvel Ultimate Alliance, el nefasto Marvel Nemesis, juegos para NES, SNES y Mega Drive protagonizados por él solo, e incluso hizo un cameo en Tony Hawk's Pro Skater 3. Y por supuesto, las adaptaciones jugables de las películas, como X2: Wolverine's Revenge (donde se convertía en protagonista pese a ser un personaje más en el film, y con la voz de Mark Hamill en su versión original) y X-Men: The Official Game. Ahora llega X-Men Orígenes: Lobezno, un juego que, pese a la gran leyenda construida en torno al personaje, es capaz de destacar, de ser fiel a la misma, y de convertirse en una propuesta muy atractiva.

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Lobezno nos cuenta, tal y como promete el título, el origen del personaje, siempre desde el punto de vista cinematográfico, con las licencias que se permiten (del tipo que Dientes de Sable sea hermano de Lobezno). La aventura está compuesta por cinco actos, aunque nunca seremos conscientes del cambio entre los mismos, ya que todo transcurre con fluidez y sin paradas innecesarias, enlazando secuencias de vídeo con secciones de acción. En ellos se nos narran dos momentos diferentes de la vida de Logan, el pasado en el que ocurrió algo trascendental para él durante una misión en la jungla, y el presente en el que intenta acabar con Stryker y las instalaciones del lago Alkali. De por sí, nuestro protagonista tiene genes mutantes, y cuenta con una exagerada capacidad de regeneración celular, que le permite salir indemne de prácticamente cualquier tipo de herida, por mortal que esta pueda parecer.

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Stryker aprovechó esta cualidad única para revestir el esqueleto de Lobezno de un material indestructible llamado adamantium. De este modo, el coraje, la osadía y la sed de sangre de Logan no encuentran oposición posible y nada es capaz de detenerlo, ya que es, prácticamente, inmortal. Pese a que sólo controlaremos a Lobezno durante la aventura, no estará sólo y el plantel de personajes secundarios cuenta con nombres importantes, aparte del propio Stryker: Gambito, Masacre, Dientes de Sable, Mística, Emma Frost, Centinelas o Wendigo, son algunos de los nombres fácilmente reconocibles por los aficionados al universo Marvel. Lejos de limitarse sólo a reproducir fielmente el argumento de la película, se nos ofrece una historia mucho más amplia, completando una aventura que nos durará unas 8-10 horas.

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Tanto podemos estar resolviendo puzzles de mover bloques en la jungla como escapando del torrente de agua en los túneles de las instalaciones del lago Alkali, saltando por las azoteas de un casino o balanceándonos por lianas. Estas pequeñas opciones de juego, que se alejan del tradicional matar sin más, resultan muy atractivas pese a su relativamente escaso número, y ayudan a perfilar al personaje. Lobezno no es sólo una máquina de matar, sino que es un hombre de recursos que sabe afrontar todas las dificultades y es capaz de encontrar una vía de escape ante cualquier situación complicada sin recurrir siempre a la fuerza bruta. Estos puzzles serán algo más elaborados, claro está, que conseguir llaves para abrir puertas, porque para eso Lobezno ya tiene sus garras y se abre camino él solo.

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Pese a estas pequeñas pinceladas de plataformas y puzzles, como ya dijimos el eje central del juego es la acción directa e intensa. Lobezno tiene un buen número de habilidades que irá aprendiendo y perfeccionando a lo largo de la aventura, hasta llegar a completar un abanico de movimientos bastante amplio. Tiene un ataque normal, más rápido, y otro fuerte que se puede cargar, además del botón de salto y otro de agarre. Entre los tres, podremos realizar combos elaborados, combinando de distintas maneras nuestras acciones para obtener resultados muy diversos. Por ejemplo, agarres en salto, o saltar y cargar nuestra caída para aturdir a todos los enemigos cercanos.

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El agarre nos servirá también para lanzar a los enemigos unos contra otros, y lo más interesante, para utilizar los elementos del escenario que, al más puro estilo MadWorld, nos servirán para acabar con nuestros rivales: desde un sencillo tirarlos por un barranco hasta un más sangriento ensartarlos en las palas de una carretilla elevadora, una rama de un árbol o un panel eléctrico. Otro movimiento importante de nuestro hombre será la embestida; pulsando un gatillo, Logan fijará su objetivo en uno de los enemigos dentro de su alcance, y pulsando el otro saltará hacia él, algo muy útil para llegar a distintas alturas o sobrepasar barrancos. Si el enemigo está caído, podremos ensañarnos con él continuamente con las garras, o intentar acabar con él de un golpe fuerte y seco.

Si somos sigilosos, podremos eliminar a nuestros rivales por la espalda, de un solo golpe sin llamar su atención y sin que, a la vez, den la voz de alarma y vengan todos a atacarnos de golpe. Esto es algo bastante difícil de conseguir, y la precisión requerida puede chocar con la acción frenética a la que nos tiene acostumbrado el personaje, por lo que lo más normal será que no nos preocupemos por estas minucias. Además, tendrá ataques especiales que consumirán nuestra barra de Ira (se rellena recogiendo los orbes que dejan caer los enemigos y los objetos destructibles del escenario): tres serán ataques más potentes como las cuchillas giratorias, y uno será entrar en modo berserker y, durante unos instantes, ser más rápido y fuerte.

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Estos ataques especiales se podrán ir mejorando y ofrecerán nuevas opciones, como por ejemplo prolongar la duración de las cuchillas giratorias pulsando un botón de forma continuada. Lobezno también destacó siempre por sus excelentes sentidos, y podremos acceder a ellos en cualquier momento, bañando la pantalla de un filtro que la hace algo más irreal pero que nos indicará los enemigos, los elementos con los que podremos interactuar del escenario y el camino a seguir. Todas estas habilidades se pueden combinar entre sí con bastante facilidad, y la rápida fluidez y avance del propio juego harán que desarrollemos nuestra propia capacidad para utilizarlas de forma sencilla, intuitiva y directa.

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Por su parte, Lobezno sí puede morir, pese a lo indestructible del personaje de por sí. Tiene una barra de vida principal, que se va regenerando rápidamente con el tiempo, que una vez agotada los ataques enemigos afectarán a un símbolo de su corazón, que también se regenera pero sólo si estamos tranquilos en una zona lejos de ataques enemigos. Si la barra de vida y la de corazón se agotan, se habrá acabado la partida; y por poco probable que esto pueda parecer, si no tenemos cuidado ante las mareas de enemigos que nos acechan, puede llegar a ser algo bastante habitual. Así pues, pese a que no sea imprescindible, sí que es muy recomendable echar un vistazo a nuestra barra de vida para evitar llevarnos un disgusto en el momento menos pensado.

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Los enemigos son bastante variados, tal vez no tanto como nos gustaría, pero hay un abanico bastante amplio, con mutantes, robots, criaturas de todo tipo y soldados de diverso tipo. Cada uno tiene sus propios tipos de ataque, y algunos cuentan con escudos que nos obligarán a desarrollar estrategias para llegar hasta ellos y eliminarlos. Por ejemplo, un tipo de enemigos usa camuflaje, y para verles deberemos usar nuestros instintos; pero estos estarán preparados y usarán granadas que afectarán a los sentidos de Lobezno, sacándole de esa visión especial. Pero sin duda, lo más espectacular y llamativo serán los enfrentamientos contra los jefes finales, con un combate contra el Centinela que es bastante realista y espectacular.

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Lobezno subirá de nivel, acumulando experiencia al acabar con los enemigos. Con ella subirá la barra de vida, y se adquirirán puntos que luego se podrán invertir en mejorar las distintas habilidades del personaje. También podremos tener equipados tres mutágenos, poderes mutantes que iremos encontrando ocultos por los escenarios, y que nos ofrecerán mejoras como más vitalidad, más potencia de ataque, o que los enemigos nos den más experiencia, entre otros. Encontrarlos todos será uno de los retos del juego, dado que estarán muy bien escondidos, así como los soldados caídos con placas de identificación que también podremos recoger, y las figuras de Lobezno que nos permitirán tener acceso a nuevos trajes para el personaje.

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Desgraciadamente, quitando el modo historia, el juego tiene poco más que ofrecer. Podremos volver a disfrutar del mismo en distintos niveles de dificultad, además de encontrar todos los secretos ocultos en los escenarios y acceder directamente a distintos capítulos y puntos de control. También tendremos una realidad virtual en la que podremos enfrentarnos a nuestros alter ego (siempre y cuando encontremos las figuras correspondientes); por lo visto, en algunos países se regalan extras para esta realidad virtual con la reserva del juego. Una pena que no tengamos acceso a ellos, porque dotarían al juego de algo más de longevidad, pese a que no es corto de por sí.

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En el caso de Logan destaca especialmente su factor de regeneración, ya que las heridas que sufra son tan importantes que puede llegar a quedarse con las costillas al aire, y de todas ellas se recupera sin mayores problemas, dándole un poco de tiempo. Habrá quien piense que las situaciones a las que se somete y de las que se recupera el personaje son algo exageradas e incluso irreales, pero nada más lejos de la realidad, dado que ha sido así siempre en los cómics. Hulk llegó a partir a la mitad a Lobezno, Magneto le sacó el esqueleto de adamantium del cuerpo, y más recientemente Nitro, durante la Civil War, le quemó vivo hasta dejar sólo los huesos. Así pues, la recreación del personaje es perfecta, conservando su humor socarrón y su carisma, así como todas sus habilidades.

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Hay algún que otro pequeño problema en lo visual, aparte de las puntuales ralentizaciones en situaciones muy concretas; el más llamativo nos lo topamos en ese factor de regeneración, porque el modelado básico del personaje lleva su característica camiseta blanca (en el film), y según cómo se sitúe la cámara, esta puede volver aún cuando el personaje esté sangrando y con las costillas al aire. Por lo demás, el juego ofrece mucha sangre que lo hace no apto para todos los públicos; Logan puede amputar extremidades y el chorreo de sangre puede ser casi constante en situaciones muy intensas. Los enemigos heridos se retorcerán de dolor incluso en el suelo, dejando oír sus gritos entre la acción, logrando componer escenas de acción muy atractivas.

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En el apartado sonoro, melodías interesantes que se adaptan a la acción con mucho acierto, y efectos de sonido muy cuidados que consiguen transmitir con acierto lo que acontece en pantalla. Además, está perfectamente doblado a nuestro idioma, con un buen trabajo por parte de los actores españoles. Todo esto con una jugabilidad exquisita, en la que Lobezno responde a la perfección a todas nuestras indicaciones con el mando, con abundantes opciones de control y combates que alcanzan tintes épicos. Las 8-10 horas de juego son satisfactorias, aunque nos hubiese gustado ver algún modo de juego más, que alargasen la longevidad del modo historia. Una gran fusión de características que dejan con un buen sabor de boca.

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