El largo camino de un aventurero

Antes de que el gigante World of Warcraft llegara hubo otros títulos que portaron la corona de 'Reyes del MMORPG' como fue el caso de Everquest, aunque el verdadero responsable de haber convertido el género en un fenómeno en Asia es sin duda Lineage. Este juego, aparecido originalmente en 1998 catapultó al éxito a NCsoft -productora de Guild Wars, City of Heroes o Tabula Rasa- y una de las casas más representativas a la hora de hablar de juegos de rol online. Mientras el primer Everquest dominaba sin paliativos el fenómeno emergente de los MMO en Occidente, Lineage aglutinaba a millones de coreanos en torno a la premisa de un mundo de eterna lucha, gloria y riquezas.

Aunque el Lineage todavía sigue activo -y posiblemente nunca deje de estarlo ya sea de forma oficial u extraoficial-, la compañía coreana decidió hacer un punto y aparte para lanzar una continuación con un motor gráfico evolucionado que lo pusiera al mismo nivel visual que los juegos occidentales, aunque respetando la esencia y el diseño que acabaría siendo reconocido como todo un sello de origen: 'MMORPG Coreano', una definición genérica -y por tanto inexacta- que define algunos de los tópicos que se pueden ver en los juegos de rol online creados en Corea y que se han expandido por el continente asiático.

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Algunos de esos tópicos se encuentran en los interminables viajes en búsqueda de experiencia y dinero que desafían la paciencia de cualquiera. Siendo un género en el que hay que pagar una cuota mensual, la filosofía de asegurarse que el usuario no agote todas las posibilidades rápidamente parece razonable, pero los títulos con influencias de Lineage suelen ser particularmente crueles, no tanto por la dificultad como por la incasable sucesión de cientos de enemigos a los que hay que abatir para superar cada nivel. Así sucede con el título que nos ocupa, lo que debe ser un aviso para navegantes para aquellos que estén pensando en incorporarse a este universo de fantasía medieval a raíz de The Chaotic Throne.

Para los que no estén familiarizados con la evolución del juego, el estudio ha estructurado su evolución a través de Chronicles, expansiones gratuitas que además siguen los acontecimientos de un gran arco argumental denominado como Saga, que en esta expansión encuentra su primer episodio oficial. Después de cuatro largos años en el mercado y una activa comunidad de jugadores, la aparición de Kamael trata de ser una reactivación en los diferentes frentes que un título masivo online maduro y complejo puede tener, que en este caso se dividen en tres ramas principales: atraer a nuevos usuarios, reforzar el combate jugador contra jugador y crear más contenido para los veteranos.

Una de las novedades más atractivas reside en la de haber colocado fortalezas estables que pueden ser atacadas en cualquier momento. Los veteranos del juego saben que uno de sus puntos álgidos indiscutibles son los masivos combates entre clanes de jugadores por conquistar o defender las fortalezas, que son una fuente de ingresos y ventajas para el grupo dominante. Antes de esta expansión, este tipo de combates sólo se podía realizar 'previa cita', con un calendario prefijado, lo que quitaba algo de espontaneidad y suponía un incordio para los más impacientes. Ahora hay 41 fortalezas permanentes en el mapa, cuyas ventajas son lo suficientemente importante como para que los grandes clanes tengan un interés manifiesto en mantenerlas y estar vigilantes en todo momento -algo que por otro lado puede ser estresante dado el ya alto nivel de compromiso que exige el juego en los niveles más altos-.

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Siguiendo la estética del juego, los Kamael encajan perfectamente en el universo de personajes estilizados, elegantes y de finos rasgos -incluso los orcos parecen elfos sobredimensionados y se alejan completamente de la imagen clásica de ellos-. Esta raza de guerreros adeptos a la magia oscura comparten ese sentido de la elegancia que caracteriza a los avatares de Lineage II, además de contar con dos rasgos específicos: su ala y su forma alternativa, que les proporciona una variante de habilidades según la forma.

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Aquí entramos en lo que es la columna principal de este análisis. Siendo las ampliaciones gratuitas, este texto no va dirigido precisamente a los más veteranos, que a estas alturas ya han podido probar todas o casi todas las virtudes que atesora este juego; si a estas alturas y después de todo lo vivido, siguen siendo regulares es que no necesitan ser convencidos y están ya plenamente integrados en este universo, por lo que más contenido, objetos y posibilidades son siempre grandes noticias para seguir jugando y disfrutando. Este análisis no va para ellos y seguramente su propia valoración a toro pasado es enormemente positiva, particularmente porque muchos ya no recuerdan el camino para llegar a su status actual.

Para el jugador novato, la principal barrera de Lineage 2 es el maratoniano planteamiento que propone, en la que cada nivel cuesta sudor y lagrimas, centrándose en tareas repetitivas y mecánicas que básicamente consisten en acabar con todo bicho viviente que haya en el horizonte, procurando no ser sorprendido por enemigos que puedan superarte. También hay que tener cuidado con los ataques furtivos de otros jugadores -los temidos PKs-, aunque se han establecido algunos sistemas de defensa para disuadir los abusos por parte de los más experimentados y poderosos -aunque hay que tener cuidado de todos modos, particularmente en ciertas zonas-.

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Nadie puede negar que la inversión de tiempo que se exige en Lineage 2 es enorme, mucho mayor que la que pueden exigir títulos como World of Warcraft o incluso Everquest 2. Bien es cierto también que Lineage 2 es bastante diferente a estos dos títulos una vez que llegas a los niveles superiores, cuando las opciones se van expandiendo y el PVP competitivo empieza a ser una realidad, lo que es uno de los principales atractivos del juego. Con todo, queda la pregunta al aire si realmente merece la pena invertir todo ese tiempo y esfuerzo en llegar a ese punto, cuando otros MMOs ofrecen alternativas muy interesantes sin exigir semejante inversión. Ese es quizás el gran problema de este título, la sensación de que se ha alargado artificial e innecesariamente el proceso de desarrollo para que el usuario esté más tiempo antes de llegar a la mejor parte del juego. Bien es cierto que las sensaciones cuando se consigue esta meta pueden ser magníficas y que las alternativas para un jugador de alto nivel son muy atractivas, pero sólo si se consigue llegar.

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