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Lifesigns: Hospital Affairs

Lifesigns: Hospital Affairs

Tedio en la sala de operaciones

La secuela del precursor de Trauma Center llega a España dos años después de salir en Japón. Sin aportar nada nuevo más allá de una traducción al inglés con respecto a la edición japonesa, seguimos los pasos del interno Tendo Dokuta a lo largo de cuatro casos a priori emocionantes. O casi...

Actualizado a

Bastante antes de que Atlus consiguiese triunfar con su Trauma Center para Nintendo DS, Spike lanzó en las navidades de 2004 -en Japón- el título Kenshuui Tendo Dokuta. Como suele pasar con este tipo de productos con estética manga y una enorme cantidad de textos, por aquella época fue relegado a un segundo plano y olvidado por completo. Su calidad tampoco era tan alta, así que simplemente se obvio, dándosele todo el crédito de un 'simulador de cirujano' al producto de Atlus.

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Pese a todo, Tendo Dokuta tuvo éxito suficiente en Japón como para que un año después se realizase una secuela bajo el nombre de 'Kenshuui Tendo Dokuta 2: Inochi no Tenbin'. Ahora, tres años después de aparecer en tierra nipona, nos llega a España sin absolutamente ningún extra añadido.

Así, nos encontramos con una 'copia de Trauma Center', como será considerado por mucha gente, en la que tomamos el control del interno Tendo Dokuta en su segundo año en el hospital. Tendremos que atender a pacientes, operarles e ir forjando una relación con el personal del centro, como las enfermeras, el director del lugar, etcétera. Y todo esto bajo la presión de poder perder una vida en cualquier momento.

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Jugabilidad
El primer caso del juego - hay cuatro en total- es un ejemplo perfecto de lo que vamos a encontrarnos a posteriori: una mujer llega a la consulta quejándose de un dolor en el abdomen que lleva teniendo desde hace unos días. Tras inspeccionarla tocándole la zona dolorida, Dokuta llega a la conclusión de que tiene apendicitis y que deberían operar cuanto antes.

Este es el simple reconocimiento. La mecánica del juego no es únicamente buscar la herida y curarla, sino que se han introducido miles de líneas de texto que casi convierten el juego en una aventura conversacional más que en un simulador de doctor. Según vayamos hablando con personajes iremos obteniendo diferentes objetos que nos sirven para interactuar con los demás, etcétera.

Por ejemplo, tras hablar con la paciente afectada de apendicitis tendremos que ir a contárselo a la enfermera. Esta nos dará algún dato más y, tras tontear con nosotros, nos dirá que tenemos que ir a equis sitio a entregar un informe. Y así continuamente, formándose un lío de viajes, idas y venidas bastante considerable. Estas pruebas, que pueden ser tanto datos personales como chequeos, sirven para ir conociendo más al paciente.

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Una vez tenemos ya todos los datos recopilados y avanzamos en el argumento, algo que nos puede llevar fácilmente varias horas, tocará ponerse manos a la obra. Con los guantes de plástico puestos y las herramientas de cirujano listas para la acción, toca realizar la parte delicada del juego.

Toda esta se realiza desde la pantalla táctil, usando el stylus como si fuese la herramienta que usaría Dokuta. Abrir un abdomen, cortar un apéndice, suturar… son sólo algunas de las muchas cosas que haremos. Para poner las cosas más difíciles, el paciente tiene un medidor de salud que, si llega a cero, significará que lo hemos perdido.

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5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.