Lego Island 2: The Brickster's Revenge
- PlataformaPC5
- GéneroAventura gráfica
- DesarrolladorLego Media International
- Lanzamiento15/04/2001
- TextoEspañol
- VocesEspañol
Sólo para (algunos) niños
Lego Island 2 es la continuación de la aventura del repartidor de pizzas Pepper. A través de la Isla intentará atrapar al malvado Brickster. Un total de 18 minijuegos amenizarán este título.
Quise incluir este juego en mi biblioteca por una razón sentimental, para recordar esos días en los que no había ordenador, ni videoconsola, y uno se tenía que conformar con apilar fichas de Lego (esas que, misteriosa e invariablemente, acabamos perdiendo a las pocas semanas, por culpa de nuestro absoluto desprecio al orden y de la escoba de mamá). Así que me apresuré a instalar este juego en mi ordenador disponiéndome a pasar una tarde como las de antes, amontonando fichas, aunque sólo fuera en la realidad ofrecida a través de la pantalla, muy dispuesto a disfrutar como un chiquillo.
Pero la primera sorpresa de la tarde es que me había equivocado de medio a medio. No iba a tener la oportunidad de construir nada. Por raro que parezca, Lego, famoso por sus juegos de construcción, ha estampado su logotipo en un producto que nada tiene que ver con eso de construir. Así que olvídate de montar lo que quieras, desde edificios a (por lo menos en mi caso; yo era un niño muy cafre) ingenios de guerra, y prepárate a ¿disfrutar? de un juego de aventuras en 3D, tan costumbrista que nos trae recuerdos de épocas casi prehistóricas, cuando vivíamos esto de la aventura en diferentes tonos del verde.
Si eres un papá que no sabe con qué castigar a su hijo, sigue leyendo, que seguro que encuentras más de una idea interesante. Si eres un niño, lee también, así irás entendiendo que los mayores, y en especial aquellos que se dedican a crear juegos, también se equivocan.
En teoría, Lego Island 2 ofrece una aventura entretenida, no vamos a negarle ese mérito. En un ambiente en 3D, y desde el cómodo ángulo de la tercera persona, manejaremos a un personaje que lo mismo puede montar en monopatín, que pilotar automóviles, barcos o helicópteros, en su empeño de detener al malvado de turno. Además, a lo largo de nuestra búsqueda tropezaremos con 18 minijuegos, en los que tendremos que cumplir las más variados propósitos, desde convertirnos en el mejor skater de la ciudad a participar en delirantes carreras. No quiero ser catastrofista, ni especialmente cenizo, pero fue Stephen King el que dijo que el camino al Infierno está empedrado de buenas intenciones. Lego Island 2 no nos llevará tan lejos, todo lo más, a ver cómo nuestros hijos bostezan con el pad de control en la mano. El que un juego tenga por destinatario a los más pequeños de la casa, no justifica en ningún caso un producto en el que se aprecia poca imaginación y pocas ganas de hacer bien las cosas. Sobre todo porque ser un niño no equivale a ser tonto, y ellos son bastante más sensibles que nosotros al grado de diversión que pueda ofrecer un determinado entretenimiento.
Al principio del juego, nuestro objetivo consiste en buscar entre las viviendas de Lego Island a gentes a las que endilgar nuestras pizzas. Luego, nos entretendremos en buscar las piezas de un artefacto llamado... (a ver si consigo escribirlo bien) Constructopedia, que el malo de turno ha desguazado para desgracia de todos los nativos. En nuestra búsqueda tendremos ocasión de visitar otros parajes, con son la Isla de Castle, la Isla de los Adventurers y, finalmente, la Isla de Ogre. En cualquier momento, si a Pepper se le cansan las piernas, podremos coger alguno de los vehículos que los habitantes de Lego Island dejan a disposición de los repartidores de pizzas, especialmente, si tienen menos de nueve años.
Al ser un juego "para niños", nuestro héroe jamás verá peligrar su integridad física, y el único reto consiste en dar vueltas y más vueltas por cualquiera de las dichosas islas, en busca de los trozos de la Condus.. Construdo... Bueno: de los trozos de eso. Para amenizar la fiesta, tropezaremos con numerosas Minipartidas, hasta dieciocho, que son pequeños juegos dentro del juego, que debemos superar para seguir avanzando. Por ejemplo, en la primera tendremos que aplastar el máximo número de robot, que aparecerán aleatoriamente en una de las cuatro casillas presentes, en la segunda, hay que bucear esquivando los peligros del mar en busca de una piezas perdidas, en la tercera tendremos que enfrentarnos en un lance medieval al Caballero Tenebroso, en la cuarta... En fin, ¿sigo o ya has cogido la idea?
En cualquier ocasión, si Pepper se aburre de buscar los despojos de ese impronunciable artefacto, podrá ir a su casa y volver a jugar cualquiera de las Minipartidas en su ordenador. A cambio de conseguir récords especiales, obtendrá medallas y trofeos que podrá lucir en su saloncito. Estos juegos no son especialmente largos (pueden completarse en dos o tres minutos), pero sin duda algunos serán del agrado del público, especialmente el infantil.
Los modelos son bastante correctos, y habrían sido dignos de verse si se hubieran creado pensando en las posibilidades del hardware actual, pero resultan bastante sosos, lisos y sin detalles.
El diseño de los escenarios tampoco invita al baile, ni abrirá ninguna boca por su capacidad para asombrar al público. Lego Island es apenas un trozo de verde, con algunos relieves, cruzado por un pequeño laberinto de carreteras, y salpicado por tristes edificios monolíticos, en los que difícilmente se aprecian los bloques de los que se suponen están hechos. Además, hay errores más que frecuentes, como planos que se interrumpen cuando la cámara enfoca de una determinada manera, o superficies que presentan "líneas de ensamblaje", como si los diseñadores hubieran querido revelar los remiendos con los que han construido el escenario, dando una sensación bastante pobre y artificial.
El giro que se produce en la trama y en nuestros objetivos con la huida de Brickster, tampoco enderezan el conjunto. Básicamente, seguiremos haciendo los mismo, sólo que en vez de bocas hambrientas de nuestra Super-especial-mega-queso, ahora buscaremos las páginas de la Constructopedia (merezco un premio si he conseguido escribirlo siempre igual hasta ahora). Los diferentes juegos que pretenden salpimentar la aventura tampoco constituyen un aliciente suficiente para incitar a nadie, y menos aún a un niño, a que siga sentado frente al ordenador.
Los controles básicos, en principio, son bastante fáciles de memorizar, e igual de sencillo resulta hacer que Pepper vaya hacia donde tenga que ir. Pero la cosa se complica un punto si tiene que hacer algo más, como lanzar pizzas (nuestra arma contra los robots de Brickster) o montar en vehículo. Se aprecia entonces el nulo mimo que se ha empleado en depurar el programa. Ciertos movimientos resultan enojosamente lentos o descoordinados y, en el caso de los vehículos, suelen hacer cosas extrañas cuando golpean algún obstáculo o cuando vuelcan. Por ejemplo, montando a caballo puede resultar un auténtico enojo el intentar apartarlo de ese árbol con el que acaba de chocar para que pueda seguir avanzando.
Pero cuando uno piensa que se ha acostumbrado a las peculiaridades de los controles, es cuando entran en escena los minijuegos. Cada uno de ellos (y hay dieciocho) tiene sus propios controles, y aunque sencillos, puede resultar una pesadilla el tener que ir aprendiendo como diablos hacer lo que se nos pide. Si a eso le sumamos que hay ciertos juegos en los que el personaje parece ignorar lo que le estamos ordenando a través del joypad, obtenemos un producto capaz de desbordar la paciencia y la meditabunda calma del más santo varón.
Pero si aún así eres un extraño héroe con virtudes que van más allá del entendimiento humano (o alguien que no ha sabido encontrar otra cosa para gastar su tiempo libre), descubrirás que el juego es corto. Muy corto. Las cuatro localizaciones disponibles son bastante pequeñas, y te las acabarás aprendiendo igual de bien que las dependencias de tu propia casa. Algo que no quita que te vayas a dar interminables y tediosos paseos en busca de eso que te falta para seguir avanzando, o peleándote contra tu propio mando de control.
Página web de Lego: www.lego.com
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.