La-Mulana EX

Indiana Jones y el Reino de Dark Souls

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Creado originariamente en 2005 como un título de PC para el mercado japonés, La-Mulana calcaba al extremo el entorno visual y jugable de los antiguos juegos MSX de los años 80. Popularizado en Occidente al recibir un parche de traducción al inglés, quien probase el freeware original, creado a modo de respuesta ante la falta de desafío de los juegos de la 6ª Generación según su autor Nigoro, se enfrentó a una oda a lo imposible repleta de trampas, puzles, pasillos sin salida y “ardiles de una astucia letal” que diría Henry Jones Sr.  En 2011 una versión completamente rehecha salió para el servicio WiiWare de Wii, que implementaba no pocos cambios y reducía un poco la dificultad, aunque seguía convirtiendo a La-Mulana en un desafío considerable.

A finales de 2012 llegó a Steam un port de PC basado en la versión Wii, con más contenido y añadidos. Y ahora, 3 años después, La-Mulana sigue desafiándonos en un port creado a partir de sus dos últimas versiones para PS Vita, que sigue haciendo crecer su catálogo de indies con una experiencia que podríamos calificar como Indiana Jones conoce a Dark Souls y Fez, ya que por un lado tenemos toda la imaginería del héroe del látigo, por otra el toque retro de los píxeles, y por último la aplastante dificultad de la saga From Software. Una mezcla explosiva que se convierte por méritos propios en una destacada aventura para los que están ya cansados de juegos que los llevan de la manita en todo momento. ¿Os gustó el desafío de FEZ, la forma en que nos retaba a completarlo? Bienvenidos a ese gigantesco enigma que es La-Mulana.

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El látigo, el sombrero y el ordenador portátil

No mencionamos Fez por nada, sino que ambas aventuras no son simples plataformas 2D –ahí Fez tenía truco-, sino aventuras bien complejas y largas. En el caso de La-Mulana tenemos un ejemplo perfecto del término ‘Metroidvania’, puesto que aquí el backtracking y la vuelta a niveles ya recorridos será una constante para descubrir nuevos caminos, tesoros cuando hayamos dado con el objeto necesario o hayamos aprendido la habilidad requerida. En sí es una aventura 2D de exploración con plataformas, puzles, enemigos y Jefes Finales, pero creednos cuando os aseguramos que pocos juegos hay como este que de verdad nos hagan sentirnos auténticos exploradores, sobre todo porque aquél viejo recurso de tener una libreta a mano para apuntar cosas con un lápiz/boli será usado por más de uno. Las pistas son crípticas en toda la extensión de la palabra, pero descifrables en un sistema de pistas que no nos lo da todo hecho, aunque tampoco nos hace abandonar de frustración si nos gusta que nos desafíen. Contar con los items adecuados desde el inicio –toca ir a las tiendas in-game del primer nivel y equiparse con lo que nos alcance el dinero- es clave, así como leer todas y cada una de las tablillas de piedra que veamos para obtener las claves de los puzles.

Esta versión Extra para la portátil replantea un poco el juego en sí, lo hace más accesible para los que no conocían de anteriores versiones,  pero no más fácil. A diferencia de Wii y PC, en Vita tenemos una mayor libertad inicial de movimiento, y también una señalización mejorada, ya que al entrar en las ruinas de la tumba original no se nos daba casi ninguna indicación de qué había que hacer o dónde ir. El estudio también ha alterado algunos de los puzles, así que no vale de nada la experiencia de habérnoslo pasado antes, ya que cambian los patrones haciendo algunas pruebas incluso más complicadas. Toda la tumba en sí que es La-Mulana funciona como un gargantuesco rompecabezas en el que cada habitación juega un papel en sí. Una pieza recogida aquí resolverá un puzle planteado allá que termina de solucionar una prueba compuesta de varios puzles. Y así en todos los escenarios, añadiendo el toque de esquivar peligros saltando y combatiendo contra los enemigos.

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Incluso en sus items y en las posibilidades que estos conllevan –ya los veréis cuando echéis un vistazo al manual de instrucciones, más que recomendado antes de empezar-, el juego es complejo, brindando por ejemplo un sistema de curación que no es simplemente ‘encuentra un botiquín y cúrate’. Para restablecer la vida usaremos o bien unos puntos diseminados a lo largo y ancho de los escenarios –y bien distantes-, o rellenando un medidor con las almas de los enemigos muertos hasta que lo completamos. La pantalla de Game Over la veremos tan a menudo como en Dark Souls, y no vale la excusa de los checkpoints, ya que aquí se carga a partir del último punto de guardado manual, también bastante repartidos. Y los Jefes Finales siguen el clasicismo de aprendernos sus patrones, aunque es más fácil decirlo que conseguirlo.

Entre las novedades encontramos también un Bestiario en el que se nos brinda información sobre los monstruos y enemigos que encontramos, y que funciona también a modo de galería de arte para deleitarnos con los diseños retro de cada uno. Visualmente Vita se revela como el sistema más adecuado para el toque pixelado 8BIT del juego, en el que a medida que avanzamos vamos encontrándonos con diseños de fondo y en primer plano espectaculares que le añaden mucha escala a la aventura, sobre todo dado el pequeño tamaño del héroe.

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Aunque es una pena que no se haya aprovechado esta versión para retocar el código del juego y adaptar su resolución al ámbito panorámico de los 16/9, ya que seguimos viéndolo en 4/3 aunque con los márgenes laterales disimulados con columnas de diseños del juego, como en el remasterizado de Grim Fandango HD. Y si visualmente es un golpetazo de nostalgia retro, a nivel sonoro La-Mulana conquista con una pedazo de BSO de estilo MIDI clásico que a veces recuerda a lo que maestros como Chris Hülsbeck firmaban en la 3ª y 4ª generación de consolas, siempre adecuando los temas a lo visto en pantalla. Nos ha encantado que esta vez el juego cuenta con una nueva localización al castellano, mucho más acertada y menos ‘libre’ como era la de PC.