Kirik
- PlataformaPC7
- GéneroPlataformas
- DesarrolladorWanadoo
- Lanzamiento21/11/2001
- TextoEspañol
- VocesEspañol
De plataformas por África
El pequeño Kirikú es el protagonista de este juego de plataformas que hoy os presentamos. El juego está basado en la película "Kirikou and the Sorceress" , que muy pronto será estrenada en nuestro país...
"Kirikou and the Sorceress" es un film de animación de culto, escrito y dirigido por el francés Michael Ocelot (que teóricamente se estrenará antes de que termine el año en nuestro país). La historia tiene lugar en África, tratándose en ella bastante en lo referente a la cultura y el folklore del lugar, pero a su vez contando la hermosa historia de Kirikú, un niño un tanto especial. Precisamente, Kirikú da nombre al juego que ahora nos ocupa, siendo el protagonista absoluto de un arcade puro de plataformas.
¿Estará el usuario de PC preparado para un movidito título de total espíritu consolero? Puede que sí, puede que no... pero está claro que todo aquel que en alguna ocasión haya disfrutado de algún juego de consola como Crash Bandicoot o Klonoa, o incluso con las dos divertidísimas partes de Pandemonium para compatibles, lo pasará de miedo con este nuevo Kirikú.
Kirikú posee una temática tan simple como efectiva, como todo buen juego de plataformas que se precie. A pesar de mantener una estética del todo tridimensional, las aventuras de nuestro joven amigo transcurren como si de un clásico juego 2D se tratase... tan sencillo como movernos de izquierda a derecha (o viceversa) saltando, esquivando y a veces golpeando, como si de un heredero moderno de Super Mario Bros o Sonic se tratase.
Aparte, contamos con la posibilidad de defendernos golpeando a los enemigos. En un principio, solamente tendremos nuestras propias manos para ello, pero podremos ir aumentando nuestro potencial ofensivo cogiendo determinados elementos, circunstancia que por otro lado será esencial, ya que en el momento en el que estemos desarmados, el más mínimo golpe enemigo supondrá la pérdida de una vida, mientras que si tenemos un arma en nuestras manos, el impacto dará lugar a una disminución en nuestro rango armamentístico. Dicho de otro modo, las armas supondrán nuestra vida.
A medida que avancemos, también aprenderemos nuevas habilidades, como el doble salto (absolutamente esencial), cavar (para encontrar pasajes secretos), usar un sombrero de paracaídas, utilizar diversos tipos de magia, etc. Estas habilidades, usadas sabiamente, serán una magnífica ayuda en nuestra aventura africana.
Audio / Vídeo
Gráficamente, Kirikú es un juego que no llega más allá de la palabra "bonito". Tiene bastantes limitaciones en lo que a su aspecto visual se refiere, provenientes mayoritariamente de su origen como juego de Playstation. Digamos que se trata de una conversión directa, en la que simplemente se aprovecha la capacidad del PC para trabajar en alta resolución... y no demasiada, porque el programa trabaja obligatoriamente a 640x480.
Pero lo dicho, la obra de Etranges Libellules destila bastante simplicidad gráfica que, curiosamente, está trabajada de forma que llega a ser bastante bella y atractiva en general, muy al estilo de la película de animación de donde procede.
Así pues, los gráficos tridimensionales tienen una apariencia de dibujo animado muy conseguida, con texturas poco detalladas y a veces incluso demasiado planas, pero eso sí, muy elegantes y en definitiva, ideales para un juego de este tipo, aunque eso no quita que en más de una ocasión nos encontremos con algún que otro decorado rezume cierta hermosura. Los personajes están tratados con especial estilismo, consiguiendo un protagonista que destila mucha simpatía y otros tantos secundarios que están calcados de la película, como las personas de la tribu o los totems que hacen las veces de enemigos.
Con respecto al tema sonoro, nos encontramos con unas músicas que ejercen plenamente su función ambiental, dando perfectos toques tribales que a veces llegan a ser tan divertidas como pegadizas. Desde luego, muy acertada en relación al tipo de juego que es Kirikú. En cuanto a los FX, pues absolutamente lo normal que se puede esperar en un plataformas: mucho "poing!" y demás, todos ellos sumamente correctos. Aunque lo que verdaderamente sobresale son las voces, totalmente dobladas a nuestro idioma y con una calidad sobresaliente. En este sentido, "chapeau".
¡Ah!, se me olvidaba. Habría que destacar también que, entre fase y fase, seremos obsequiados con escenas de la película, mostradas en vídeos que, si bien podrían ser de mejor calidad, son pasables y otorgan toda la dosis argumental que puede ofrecer el film ya de por sí.
Guión
Una vocecilla se oye desde la barriga de una mujer embarazada: "¡Madre, dame a luz!". "Un niño que puede hablar desde la tripa de su madre puede darse a luz a sí mismo", replicó la madre.
Así pues, el niño nació, cortándose él mismo el cordón umbilical, y diciendo: "Mi nombre es Kirikú". El pequeño Kirikú ha nacido en una aldea africana en el cual hay invocado un terrible hechizo de manos de una bruja llamada Karaba, que está haciendo desaparecer a la población y causando múltiples catástrofes en el lugar. "¡Ella se come a los hombres!", declaran los supersticiosos...
Karaba es una mujer cruel, que se rodea y apoya en sus fieles y temibles fetiches. Pero tan pronto como Kirikú salió del bombo, se ha propuesto liberar la aldea de todo maleficio y comprender el origen de la maldad de Karaba.
Y así, esta aventura llevará al joven Kirikú a través de lugares tan dispares como peligrosos, tales como "La Montaña Prohibida", lugar en el cual conocerá al "hombre sabio de la montaña", que sabe todo sobre Karaba y sus secretos...
Jugabilidad
Todo hay que decirlo, Kirikú es un juego a la vieja usanza, que en su programación a buen seguro que se ha tenido en mente a los más clásicos juegos de plataformas. Lo bueno de todo es que se denota bastante mimo en esta obra, dando lugar a un arcade en estado puro de lo más divertido y enganchante. Es de estos juegos que, en un primer vistazo rápido puedes llegar a declarar algo sobre su supina simplicidad y sobriedad gráfica, pero... si caes en la tentación de tomar el control del pequeño indígena, estarás perdido en un mar de adicción, y posiblemente no pares hasta acabarlo.
Lo cual no es muy difícil, puesto que la misma sencillez que se ha empleado en los apartados técnicos acompaña al propio desarrollo del juego, dando lugar una curva de aprendizaje mínima y una facilidad que nos hará avanzar sin problema alguno, sobre todo para los que estén algo dotados en los juegos de plataformas. Tal vez no sea muy largo, pero es tan intenso y divertido como el que más, y el control es tan complejo como el más sencillo de los juegos de consola.
Estrategia y trucos
No conviene ir nunca a lo loco, porque lo más seguro es que nos topemos de bruces con algún enemigo o, pero aún, un precipicio cuya caída significaría la pérdida de una vida completa.
Analiza todas las posibilidades para poder conseguir el máximo número posible de gotas de agua, que serán especialmente útiles una vez hayamos terminado una fase, puesto que este agua la podremos cambiar por vidas extras. Atento a las nuevas habilidades que nos enseñarán por el camino... algunas son esenciales para poder seguir avanzando. Y por último... calcula y... ¡salta!
Comparándolo con...
Kirikú es muy, muy parecido a la saga Pandemonium, compartiendo una estética gráfica muy similar, desarrollo casi idéntico y... vaya, hasta los FX son del estilo. En una pugna con Pandemonium, Kirikú sale ganando por la novedad de su lanzamiento y por poco más, puesto que los dos títulos programados por Crystal Dynamics son todos unos señores juegazos por los que el tiempo no pasa.
Curva de aprendizaje prácticamente nula, que desemboca en un juego sumamente sencillo (ideal para los niños y novatos en el género) pero a la vez desafiante en ocasiones (para los versados en la materia). Adictivo al cien por cien. Sencillo pero elegante, técnicamente hablando.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.