Vuelve la magia... portátil

Una de las mayores sorpresas de esta generación fue la llamativa mezcla de los mundos Disney y personajes de Square, bajo el título de Kingdom Hearts. Un juego bonito, divertido y lleno de magia y jugabilidad, con una historia impactante, que supusieron el éxito inmediato del mismo, dando lugar a una nueva saga para la compañía con el anuncio de Kingdom Hearts 2.

Sin embargo, Square sorprendió a todo el mundo con una inesperada noticia: entre la primera y la segunda entrega para PlayStation 2, vería la luz una entrega para Game Boy Advance, la cual se situaría argumentalmente justo al final de Kingdom Hearts y que lo uniría con Kingdom Hearts 2. Así fue como nació este Chain of Memories que, desgraciadamente, llega a nuestro país con un importante retraso respecto a los mercados japonés y americano.

Persiguiendo a Pluto, se hace de noche y todos descansan, salvo Sora, que ve su sueño perturbado por un extraño personaje vestido totalmente de negro. Un unknown. En su extraño discurso, le da unas leves indicaciones al portador de la llave-espada sobre cómo afrontar su futuro más inmediato. Y es que los problemas son más de los que Sora podía imaginar, incluso corriendo el riesgo de perder todos sus recuerdos.

Siguiendo su camino, el trío protagonista acaba llegando a un misterioso castillo, en el cual habitan los unknown, que tienen unos oscuros planes preparados para Sora. Una chica, caída en el olvido de Sora, encerrada en lo más profundo del castillo, un recorrido por los recuerdos del joven portador de la llave-espada y el peligro de olvidar todo cuando conoce componen la base de una nueva fantasía inolvidable.

Al tratarse de un viaje por las memorias de Sora, esto supondrá básicamente volver a recorrer los mundos Disney ya conocidos de la primera entrega. Con ellos, volverán a hacer su aparición los personajes propios de cada mundo (Aladdin, Pinocho, Jack Skellington, etc), y algunos especiales que se habían introducido en algún mundo, como Cloud en el Coliseo de Hércules.

Del mismo modo, los personajes creados especialmente para el universo Kingdom Hearts ya conocidos por los aficionados, volverán a tener su momento de gloria. Aparte de Sora, claro está, Kairi, Ansem o Rikku disfrutarán de sus doses de protagonismo, de una forma u otra.

Pero no se queda en eso el título, ya que junto a los viejos conocidos, se presentan nuevas caras, principalmente los unknown, que bajo sus túnicas negras intentan cumplir los planes que 'él' tiene para Sora. Entre ellos, destaca el misterioso pelirrojo que responde al nombre de Axel. También será importante la aparición de la chica perdida en los recuerdos de Sora, así como la primera aparición de Twilight Zone, una nueva zona que ya fue anunciada como la Traverse Town de Kingdom Hearts 2.

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Esta delicia visual está acompañada de conversiones adaptadas a Game Boy Advance de las melodías de la entrega para PlayStation 2, que ayudan a que el jugador se sienta envuelto en el universo Kingdom Hearts desde la primera toma de contacto con el título. Sin duda, Square-Enix se ha preocupado mucho de mantener este aspecto por fidelidad a los fans, y han cumplido con creces todas las expectativas.

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El apartado gráfico del que hace gala el título en general, aparte de las maravillosas secuencias de vídeo, luce a un nivel muy elevado, a pesar de su aspecto 2D. Tanto los sprites de los personajes como los fondos están tan bien trabajados y cuadran tan bien con el espíritu del juego, que no queda más que aplaudir a los programadores por el buen trabajo realizado.

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La acción se acompaña, como ya se dijo anteriormente, de conversiones de las melodías de la entrega anterior. ¿Esto qué quiere decir? Que la banda sonora sigue siendo de una calidad elevadísima, que hace honor a cada uno de los mundos Disney a la par que acompaña perfectamente a los nuevos enfrentamientos a lo largo del extraño castillo protagonista del juego. Además, los personajes tienen algunas voces muy bien logradas, y los efectos sonoros cumplen con creces su cometido.

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Por los escenarios vagarán los enemigos, y el jugador podrá o bien esquivarlos o bien enfrentarse a ellos, en cuyo caso comenzará una secuencia de batalla. Este peculiar sistema recuerda a lo visto en otros RPG's tales como la saga Grandia, pero que es un arma de doble filo, ya que si no hay ganas de acabar con muchos enemigos, el nivel del personaje se resiente.

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Las batallas se desarrollan en tiempo real, pero dependiendo de cartas. Es difícil de explicar, pero más o menos se trata de algo así: Sora tiene un mazo (que el jugador puede configurar a su antojo en el menú de pausa) con cartas de todo tipo (ataque normal, magia, invocaciones...). Al pulsar el botón de ataque, Sora no ataca propiamente dicho, sino que empleará la carta que esté marcada.

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El mazo está expandido en forma circular y aparece en la esquina inferior izquierda de la pantalla. El jugador, mediante los gatillos, coloca el mazo en la carta que quiere emplear. Todas las cartas tienen un número en una esquina, que se trata del poder de la misma. Si un enemigo ataca a la vez con una carta de mayor poder, la del jugador quedará anulada y será el rival el que realice el ataque. Este sistema también funciona a la inversa.

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Los combos se realizan mediante la mezcla de hasta tres cartas. Según las cartas elegidas para realizar el combo, Sora realizará tres ataques distintos o bien un ataque especial que resulta de esa combinación. Los valores de poder de las cartas se suman en estas situaciones, y son una buena técnica para enfrentarse a enemigos finales con cartas muy poderosas en su haber.

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Cada vez que se supera una secuencia de batalla, el jugador recibirá una carta. Estas cartas no se utilizan para los combates, sino que sirven para abrir puertas en los escenarios. Cada puerta tiene un peaje a pagar en cartas, y las piden de tipos determinados y valores determinados, lo que supone tener que acabar con bastantes enemigos para poder abrir todas las puertas de cada mundo.

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A pesar de que, como siempre, con práctica uno se puede acostumbrar con facilidad al sistema, lo cierto es que lleva bastante tiempo hacerse con el mismo, y a pesar de poder dominarlo, es bastante complicado poder utilizar las cartas al antojo sin que los enemigos se ceben con Sora. Además, el elemento estratégico va decayendo según avanza la aventura, centrándose en combates bastante simples y directos hacia el final, lo cual, desgraciadamente, resta unos cuantos enteros al apartado jugable del título.

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