Cuando parecía que las compañías sólo se limitaban a transportar directamente sus juegos de sobremesa a PSP, Sony reinventa los shoot'em-up con este juegazo, que abre las puertas a una nueva forma de ver los juegos de acción.
Adelantado por muchos como el "Halo killer" de Sony para PlayStation 2 -aunque al final no resultó ser tal, pese a su indudable calidad-, Killzone se convirtió en uno de los mejores shooters que han aparecido en la larga vida de la 128 bits de Sony. Ahora, Guerrilla Games traslada el frenético entorno de Killzone al hardware de PSP en un juego que no sólo no se limita a aprovechar únicamente el tirón de la licencia, sino que inaugura una nueva forma de entender los juegos de acción en el mundo de las portátiles.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Tras el 'shock' principal de ver a Killzone desde una vista isométrica, descubrimos en el de Liberation un despliegue técnico cuyas posibilidades son capaces de destrozar los esquemas básicos que teníamos sobre cómo debe enfocarse un shoot'em-up. Y es que poco importa desde donde se sitúe la cámara si en el resultado final seguimos teniendo los elementos que hacen de este género el rey de la espectacularidad: explosiones -incluida algo de física para los cuerpos que sufren sus consecuencias-, efectos de humo, de agua, elementos móviles... el dinamismo que el motor Killzone: Liberation es capaz de representar en pantalla es increíble. Y todo ello, moviéndose con una fluidez envidiable.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Si bien es cierto que durante las secuencias animadas que muestran primeros planos se nota la escasez de detalle en los personajes, durante la partida ese déficit de poligonaje es prácticamente inapreciable. Los escenarios, por su parte, también rayan a un nivel excelente, sobretodo en el ámbito del diseño. Además, éstos resultan bastante variados: visitaremos desde instalaciones industriales a paisajes nevados, pasando por terrenos naturales y zonas atrincheradas. Vamos, que gráficamente es genial.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Fabuloso. Pocos son los juegos que marquen diferencias por su apartado sonoro, y Killzone: Liberation es sin lugar a dudas uno de ellos. Lejos de limitarse a reproducir el cantar de las armas que usamos, es tanta la cantidad de sonidos distintos que se reproducen en cada nivel -explosiones, gritos, vehículos...- que consigue transmitirnos la sensación de estar metido literalmente en medio de una guerra futurista.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Y llegamos al apartado que convierte a Killzone: Liberation en uno de los imprescindibles del catálogo de PSP. Buena parte de las mediocres adaptaciones de 128 bits que llegan mes a mes a nuestra consola portátil pecan por el mismo motivo: intentan traspasar directamente el apartado jugable del título de sobremesa al hardware de PSP, sin tener en cuenta que ni las características de la consola, ni lo que busca un usuario al comprar un juego para una portátil, es equiparable.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Y es que Killzone: Liberation es vicio en estado puro. No hacen falta más de cinco minutos de partida para rendirse a su irresistible planteamiento. Es un título muy jugable, y sobretodo muy dinámico. En todo momento están pasando cosas en pantalla, y los momentos de pausa y calma brillan por su ausencia. Dado que durante buena parte del juego nos sigue Rico como soldado aliado, podemos darle órdenes gracias a los botones de dirección digitales, lo que aporta un gran toque estratégico al desarrollo de la aventura. De hecho, Killzone: Liberation forma parte de la rama táctica de los shooters, compuesta por aquellos títulos que dan más importancia a las ofensivas planeadas que a la acción desenfrenada.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation está dividido en 16 niveles, separados en cuatro capítulos distintos. Eso significa, lamentablemente, que el juego no se caracteriza precisamente por ser muy largo. De hecho puede llegar a completarse en poco más de seis horas. Algo que por suerte solventan tanto el modo multijugador como los desafíos, de los que hablaremos más adelante.
Avanzamos por la campaña a regidos por los objetivos que nuestros superiores nos van encargando, y que van variando a medida que se desarrolla el nivel. Empezamos cada misión con un arma (la elegimos en un menú antes, en el que también podemos ir desbloqueando más rifles al tener el crédito suficiente para comprarlos), y vamos encontrando más en los baúles que hay repartidos por el mapa, que también almacenan restablecedores de salud y granadas.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Killzone: Liberation (Sony PSP)
Como decíamos, ajenos al modo principal tenemos los desafíos y las posibilidades multijugador. El primer modo extra nos permite, una vez completados los capítulos de la campaña, desbloquear útiles para mejorar nuestro armamento (incremento de vitalidad, de reserva de munición...), tras superar una serie de pruebas donde lo que cuenta es la habilidad a los mandos.
Killzone: Liberation (Sony PSP)
El modo multijugador (por Ad-Hoc), por su parte, ofrece seis mapas en los que desarrollar partidas del tipo Muerte Súbita (Deathmatch), Muerte Súbita por equipos, Asalto y Capturar Bandera. Una verdadera lástima que de momento no se incluya soporte para Inet (aunque sus desarrolladores han asegurado que durante el primer trimestre de 2007 esa modalidad podrá descargarse desde el menú correspondiente del propio juego). Lo que sí que incorpora, y que merece mención especial, es un modo cooperativo para toda la campaña principal, y que multiplica la ya ilimitada diversión del modo para un jugador. Ni queremos pensar lo que será Killzone: Liberation cuando definitivamente pueda jugarse a través de la red...
Killzone: Liberation (Sony PSP)
9
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.