No todo lo que reluce es "Silver"

A caballo entre Silver y Blade, se nos presenta aparentemente este simpático y a la vez atractivo título, que una vez desgarrado mínimamente, se pregunta uno el porqué de tantas erróneas valoraciones a priori que siempre nos acaban llevando a la decepción final.

Nos encarnaremos en la piel de un pequeño bárbaro, Kaan. Con una espada en una mano y un escudo en la otra, nuestra misión será la de recuperar una misteriosa esfera vital que ha sido arrebatada y que es fundamental para mantener el orden y la protección en contra de futuros ataques enemigos.

Sin introducción alguna, nos meten directamente en una batalla campal, en la cual nos irán apareciendo enemigos a medida que vayamos avanzando. Y éste será básicamente el funcionamiento general de Kaan. Serán 17 misiones, a modo clásico, es decir, que al finalizar una, nos aparecerá el resultado obtenido, tanto sea en rivales batidos como en objetos escondidos encontrados, y la pantalla de bonus será el premio de un buen trabajo.

En cada una de las misiones también tendremos la oportunidad de salvar nuestro recorrido a través de una particular estatua, que, al romperla, podremos morir con la tranquilidad de saber que resucitaremos con la vida al máximo desde el punto donde ésta se encontraba. Pero dichas estatuas sólo recuperan el punto exacto en caso de muerte, pero no en caso de abandonar el juego. Si así fuera, reiniciaremos el nivel desde el principio. Este sistema beneficia a la jugabilidad por un lado, pero perjudica a la paciencia del jugador, si éste se ve obligado a dejar una misión a medias.

Pero hablemos de todos los otros aspectos que hemos podido analizar en Kaan. Por un lado, ya hemos dicho que el "modus operandi" del juego será el de ir eliminando a golpe de espada a los enemigos cuya aparición, por cierto, sólo puede ser de algún origen divino, pues se nos aparecen de debajo de las piedras al ser iluminados por una luz proveniente del cielo.

Los movimientos del protagonista son muy limitados, y nuestro trabajo va a ser el de ir dando mamporros a veces sin ton ni son (a lo Streets of Rage) y alternar este aspecto con el de las plataformas, evitar precipicios y clavos y otros fenómenos consoleros. Aún y sabiendo que muchos tacharán a Kaan de "aventura", me reitero en que sus únicos aspectos de este género, si es que los hay, es el ir abriendo a golpe de porrazo las jarras, cofres y cajas que contendrán  pociones, comida o escudos.

Estos escudos van a ser nada más y nada menos que lo que las monedas Yoshi en Super Mario World o los huevos precursor en Jak & Daxter. En cada misión se encuentra un determinado número de ellos y obtendremos la perfección encontrándolos todos.

Es en este aspecto y en tantos otros, como el número de rivales que hayamos eliminado, o la ejecución de los movimientos, lo que nos llevará a cada final de fase a la determinación por parte del mismo juego si somos merecedores por méritos propios o no de disfrutar de la "arena" o fase de bonus. Ésta no será más que un simple cuadrilátero en el que los enemigos irán apareciendo por doquier y nuestros dedos acabarán en el más de los absurdos ejercicios: el de "no-pares-de-disparar".

Como podéis ver, en Kaan se sigue un esquema clásico de diferenciación de pantallas o misiones, cuando creo que hoy en día se está consiguiendo en este tipo de juegos crear un mundo único, en el que la pantalla a finalizar dependerá del sitio en el cual te vayas a dirigir. Hasta en Harry Potter se adopta este estilo.

Y de este modo iremos transcurriendo pantallas de un juego que se acabará en pocas horas, y en el que apenas podremos encontrar diferentes tipos de enemigos, al igual que los escenarios, que entre la hierba del campo y las piedras del castillo, no se ha sabido salir de ahí.

Gráficos y Sonido

El aspecto gráfico será uno de los más destacables del juego, valorándolo objetivamente, ya que aún y no haciendo gala de espectaculares escenas ni sorprendiéndonos con anonadantes efectos, Kaan posee un motor muy correcto, con el que se podrá disfrutar de buenos gráficos sin tener una maravilla de la técnica moderna.

El apartado sonoro, es, por otra parte, uno de los puntos más flojos del juego. La música nos parece muy mediocre, y bien podría tratarse de una banda sonora de cualquier juego de finales de los noventa. En cuanto a los efectos de sonido, peor andamos, pues los esfuerzos y gritos del protagonista y enemigos, y algún que otro golpe, van a ser los únicos sonidos que se van a ir repitiendo a lo largo del mismo.

Guión

Como ya hemos dicho antes nuestra misión será la de recuperar una misteriosa esfera vital que ha sido robada y que parece que es fundamental para mantener el orden y la protección en contra de futuros ataques enemigos.

Jugabilidad

El fácil manejo del personaje, tanto de sus movimientos como de sus golpes, va ha hacer que rápidamente nos adentremos en la aventura. Por el otro lado, la simpleza con la que iremos atravesando niveles, hará que más de una vez caigamos en la rutina y acabemos aburriéndonos.

Nos sumergiremos en un entorno totalmente en 3D, y controlaremos al protagonista viéndolo generalmente desde atrás, pero en muchas fases la cámara se posicionará en el mejor sitio para poder alcanzar las plataformas, evitar las trampas o llegar a todos los rincones de los escenarios. Cabe señalar también que podremos mover la vista de la cámara en cualquier momento si lo creemos necesario.

El control-pad va a ser la herramienta más usual para jugar a Kaan, dado su marcado estilo consolero. Básicamente, podemos puntualizar que dos botones sirven para atacar. La combinación entre ellos dará resultado a nuevos tipos de ataques más avanzados. El tercer botón será el de saltar, otro más para protegerse con el escudo, el quinto nos servirá para agacharnos y, con el último podremos hacer un "sprint" especial a lo "toro salvaje".

Con cada arma nueva que vayamos recogiendo, serán seis en total, podremos aprender nuevas combinaciones a utilizar. Llevaremos desde la espada corta inicial, una hacha arrojadiza o la espada larga. También habrá cinco tipos de escudos diferentes y varias armaduras o vestimenta de batalla. Todo ello para poder derrotar a los más de 27 diferentes enemigos que se nos irán apareciendo.

Estrategia y trucos

En muchas ocasiones y, en concreto, cuando tengas a un buen número de enemigos en frente, déjate de ir haciendo virguerías con la espada. La mejor táctica va a ser la de golpear repetidamente con el botón de acción secundario. Es un golpe rápido, con lo que no vamos a poder ser atacados si no paramos de utilizarlo y, además, alcanza a un gran número de enemigos a nuestro alrededor, tantos los de delante, como los de los lados. Es un golpe simple pero eficaz.

Comparándolo con...

Y aún me avergüenzo de haber podido pensar que este inesperado título podría ser una mezcla de los personajes al estilo de Silver y del desarrollo de Blade. Lejos de ser así, me parece que Kaan se puede comparar mejor con el novedoso título de PS2 The Mark of Kri, con temática incluso más infantil. Otros de sus semejantes podrían bien ser el ya comentado Harry Potter y la Cámara Secreta o hasta Rayman 3.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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