Just Cause
- Plataforma3607.5PC7.5
- GéneroAcción
- DesarrolladorAvalanche Studios
- Lanzamiento22/09/2006
- EditorEidos Interactive
¡Viva la revolución!
El primer título del estudio Avalanche ya está entre nosotros. Libertad total y un gigantesco archipiélago a recorrer son los principales atractivos de Just cause. La isla de San Esperito ya está lista para tu llegada ¿y tú?
El mes pasado os avanzábamos nuestras primeras impresiones con Just Cause. Ahora y antes de su salida en territorio europeo analizamos el primer título del estudio sueco que llegará a nuestro país para Xbox 360, PC y PlayStation 2 de la mano de Eidos.
El argumento de Just Cause gira en torno a Rico Rodríguez, un agente encubierto del gobierno de los Estados Unidos, cuya misión es derrocar el actual régimen político del archipiélago de San Esperito y dar paso a una transición política de acuerdo a los intereses del tío Sam. Las relaciones con otros personajes están presentes tanto con otros agentes del gobierno que nos ayudarán a progresar, como con lugareños que tienen intereses comunes a los nuestros.
En la isla tendremos dos fuertes aliados: la guerrilla liderada por el revolucionario José Caramicas y el cartel "Los Rioja", ambos grupos darán pie tanto a misiones principales como secundarias. En nuestros primeros pasos en el juego nos involucraremos con ellos plenamente, llegando a ascender de cargos completando con éxito las misiones y por tanto conseguir jugosos premios por nuestra fidelidad.
Tomando el control
La trama se va desarrollando al ritmo de las misiones principales que deberemos realizar a lo largo de todo el territorio. En total serán 21 fases que tendremos que realizar de manera ordenada y que son de temática totalmente variada para no caer en la monotonía. Es posible finalizar el juego realizando exclusivamente estas misiones, aunque estaríamos dejando sin exprimir el jugo que tiene el título. En menos de 10 horas podríamos acabarlo sin demasiada dificultad.
Al margen, y de manera totalmente opcional, tenemos las misiones secundarias y de liberación que ofrecen unas cuantas horas de diversión más. La isla está organizada en diferentes territorios y en cada uno de ellos habrá una ciudad o un pequeño poblado dónde está situado el centro político de la región. En un principio, la inmensidad del terreno está dominado por el gobierno, pero a medida que avanzamos en la trama, podemos forzar a hacer cambios en la zona, con el fin de que la guerrilla consiga el control de todo el archipiélago.
Las fases de liberación de territorios se consiguen atravesando el casco urbano aniquilando a cuantos enemigos podamos para finalmente llegar a la plaza mayor dónde se encuentra la bandera del gobierno y cambiarla por la de la guerrilla. Ese será el guión que tendremos que hacer una y otra vez para alzarse con el poder, con lo que tras unas cuantas veces llega a resultar bastante repetitivo.
Lo mismo ocurre con las fases de liberación del cartel, en las que tendremos que hacernos con el control de una mansión de la competencia. El planteamiento es el mismo, salvo que en vez de realizar el intercambio de banderas tendremos que matar a la persona encargada en esa localización. Una vez conseguido, tendremos a nuestra disposición un helipuerto desde el que podremos alzarnos por el aire y llegar a otros puntos con más rapidez.
El hecho de liberar un territorio nos da acceso a otras misiones secundarias a realizar: buscar una mercancía, matar a una persona indicada Tampoco hay una gran variedad en estas fases y con el tiempo acabaremos entrando en una profunda sensación de Déjà vu. Y si has llegado hasta aquí, no te sería difícil hacerte una idea para saber de qué pie flojea el título: una limitada variedad.
En algunos puntos del mapa podremos hacer carreras a contrarreloj en las que tendremos que ir de un punto a otro pasando por diferentes checkpoints. Son carreras para batir tiempos, en las que no habrá ningún tipo de competición contra vehículos controlados por la IA del juego.
Un basto mundo a explorar
Como avanzábamos tanto en las primeras impresiones como en la entradilla de este análisis, uno de los alicientes más importantes es el amplio terreno que tendremos para explorar por cualquier medio, ya sea tierra, mar o aire. Tendremos todo tipo de terreno, aunque abundan sobremanera las zonas montañosas y una vegetación también excesiva. Aun así es una maravilla recorrer las carreteras, sobrevolar a bordo de una avioneta e incluso bucear por el agua, siendo una experiencia más que notable en 360 y PC.
Tendremos ciudades, pueblos, pequeñas zonas costeras, edificios del gobierno, bases del ejército, aeropuertos y refugios en distintos puntos de la isla. Pero aquí surge un gran problema... ¿cómo rellenar el resto del terreno? La respuesta es sencilla...Jungla. Casi la totalidad del terreno no ofrece ningún incentivo para recorrerlo completamente e iremos de punto a punto directamente.
Las ventajas de un agente
Que el gobierno de los Estados Unidos nos ponga al frente de un cambio de régimen es motivo suficiente para recibir al menos algún tipo de ayuda. En Just Cause la tendremos y de tres maneras distintas. En primera instancia tenemos los refugios tanto del gobierno como de la guerrilla o del cartel. Estos lugares nos permitirán grabar nuestros progresos, recuperar salud y munición y almacenar vehículos. Iremos consiguiendo nuevos refugios a medida que vayamos progresando en el juego o alcancemos cierto grado dentro de cada institución.
En segundo y tercer lugar tendremos las ayudas aéreas: extracción o petición de unidades. Con la primera podremos solicitar siempre que no estemos siendo atacados la evacuación hacia cualquiera de los refugios, mientras que con la petición de unidades conseguiremos el vehículo que hayamos pedido dentro de una lista de cuatro: girocóptero, moto, lancha o jeep.
Podremos acceder a estas dos últimas opciones desde el pequeño PDA que hará las funciones del menú interno del juego. Desde él podremos echarle un vistazo al mapa del archipiélago, ver los territorios dominados por las diferentes facciones, información de la misión en curso o las estadísticas generales del juego.
A lo largo del juego podremos usar una gran variedad de armas, al margen del par de pistolas de munición infinita que acompañarán a Rico durante todo el juego. Encontraremos escopetas, rifles de asalto, uzis, bazokas, además de otro tipo de explosivos como C4 o granadas. Para dar facilidades al jugador se ha implementado un sistema de autoapuntado que funciona correctamente y que entre sus opciones nos permitirá incluso apuntar granadas en el aire para anticipar su explosión.
Caída libre
Independientemente de las armas, tendremos siempre disponibles dos gadgets muy peculiares: el garfio y el paracaídas. El primero nos permite engancharnos a cualquier vehículo, incluidos aviones o helicópteros, a través de un extensible cable. Al engancharnos, abriremos automáticamente el paracaídas y seremos desplazados al antojo del vehículo en cuestión. Podemos modificar la distancia acortando o alargando el cable, no obstante si nos alejamos mucho o se pone un obstáculo por medio, seremos desenganchados.
Si nos acercamos mucho a un vehículo con el paracaídas podremos saltar él, abordarlo y seguir conduciendo como si nunca hubiera ocurrido nada. Ideal para cuando tienes que acabar con algún cargo importante del gobierno que va dentro de un coche. De esta forma el paracaídas y el gancho son indispensables a lo largo del juego. También podremos lanzarnos en caída libre desde un helicóptero o pico pronunciado y evitar un fatal golpe contra el suelo usando el paracaídas. El sistema es fácil y nos podremos adaptar a él sin problemas.
Toda clase de vehículos
Como en cualquier ciudad, tendremos todo tipo de vehículos: autobuses, camiones, jeeps, coches, motos a los que hay que sumar medios acuáticos como motos de agua, barcos y yates, además de aviones, avionetas, helicópteros o transportes del ejército. Aunque el control de los mismos pueda hacerse un poco tosco al principio, con el tiempo nos haremos con él y conduciremos totalmente sin problemas. Quizás uno de los fallos que hemos notado en la conducción es una muy no acertada física de colisiones, que en ocasiones llegará a ser totalmente surrealista.
Como extra a la conducción podremos hacer saltos acrobáticos sobre el vehículo, se nos da la opción de saltar sobre él mientras no es conducido por nadie. Esto nos permitirá, entre otras cosas, poder desplegar el paracaídas a gran velocidad. Lo mismo se aplica a los aviones, en los que podremos hacer también este despliegue de habilidades, aunque en este caso darán pie a situaciones surrealistas como atravesar las hélices de un helicóptero o ver como nuestro personaje hace saltos que ni el propio Superman.
Una IA poco ajustada
En nuestras impresiones os comentábamos que estábamos sorprendidos con la IA de los peatones, los veíamos forcejear con la puerta de su vehículo para evitar ser robados o ayudar a un pobre anciano que había caído en mitad de la calle. Ésto está muy bien, pero centrándose en el interés del jugador, la inteligencia del enemigo no está del todo bien realizada.
En ocasiones estaremos envueltos en ataque de uno contra muchos de los que saldremos casi sin rasguños. Veremos como los disparos del enemigo acaban siempre a nuestro alrededor y pocas veces darán sobre nosotros. Si a eso le sumamos nuestro sistema de autoapuntado todo resulta terriblemente sencillo.
Gráficos
A pesar de ser jugablemente idénticos hay que hacer una gran y obvia distinción entre las versiones de 360 y PC frente a la de PlayStation 2. Es evidente que la potencia de las dos primeras frente a la de la consola de Sony es incomparable, pero aun así el trabajo de esta última versión se podría haber trabajado mucho más.
En 360 y PC da un terrible gusto pasearse por los escenarios que, aunque no ganen en detalles, están muy correctamente realizados. Quizás los peor parados, aunque notables, son los modelados tanto de personajes como de vehículos que podrían dar más de sí. Los efectos de agua o de las nubes son simplemente impresionantes, a la par del acertado uso de iluminación HDR. La sensación de popping, aunque presente, es casi nula.
Muy por debajo encontramos la versión de PlayStation 2, que resulta ser la peor parada de todas. Independientemente de la capacidad de la consola, podríamos escudar su aceptable calidad gráfica en el hecho de que no habrá tiempos de carga palpables por el usuario, pero creemos que la consola de Sony a día de hoy puede dar más de lo que ofrece el título. El popping es muy notorio, solo hace falta coger un helicóptero para ver árboles y edificios aparecer y desaparecer, montañas variando de tamaño. Tampoco los modelados ofrecen gran cosa y veremos objetos demasiado poligonales.
Antes de cada misión principal se nos obsequiará con una CG que nos pondrá en situación y nos sirve como trampolín para realizar la siguiente misión. La calidad es aceptable, pero no llega a otras animaciones vistas en ninguna de las tres plataformas.
Sonido
De nuevo, y aunque parezca inexplicable, tendremos que hacer otra distinción en este apartado. La versión de 360 no llegará totalmente localizada al castellano, solo lo harán el manual y los textos de pantalla, quedando las voces totalmente en ingles. Y decimos inexplicable, porque tanto la versión de Playstation 2 como de PC cuentan con un doblaje bastante acertado en nuestro idioma.
Otra de las cosas que echamos de menos es una BSO a la altura del juego, o al menos poder sintonizar emisoras de radio una vez dentro de los vehículos como ocurre en otros títulos. ¿Qué nos encontramos? Una música, que aunque amena, es constante durante todo el juego.
A nivel de efectos de audio, bastante bien. Las ciudades estarán vivas en cuanto a sonidos y voces de los peatones, lo mismo para la carretera dónde oiremos colisiones y explosiones. Quizás el apartado de FX es el mejor trabajado, junto al doblaje en las versiones de PC y Ps2.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.