Fustigando y profanando a diestro y siniestro...

Por una vez, y sin que sirva de precedente, la versión portátil de Indiana Jones se ha adelantado a la doméstica, por lo menos en Europa. Y es que Hotgen Studios ha tardado poco menos de 10 meses en dar por zanjado una conversión que mezcla como puede elementos de Perfect Dark, Metal Gear Solid y Tomb Raider...

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La sombra de Nintendo 64 ha eclipsado desde siempre la ardua labor que estaban llevando a cabo en THQ para hacer de esta adaptación lo más fidedigno posible. El original de Lucas Arts, fue tildado de abusar en exceso del renombre del arqueólogo más famoso del mundo (en masculino) y de reciclar una mecánica que la señorita Lara Croft ya había explotado, reventado y trillado desmesuradamente años atrás. Exceptuando la poca originalidad del planteamiento, cuando las cosas se ponían supuestamente interesantes, una cámara recalcitrante nublaban las pocas esperanzas que te quedaban de saborear un título tan poco imanador.

Sin embargo, los alemanes de Factor 5, que han hecho ya impagables puertos a la consola de 64 Bits de Nintendo (léase Rogue Squadron), consiguieron encumbrar un poco más alto, y en una posición que se merece, al genial profanador de tumbas. Corrigiendo un punto de vista equivocado, manteniendo la misma calidad gráfica, usando el sistema de control del excelente Ocarina of Time y poniendo a las ordenes del stick de la consola un montón de posibilidades que un teclado nunca puede otorgar.

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Sin querer hacernos la boca agua con esta maravilla, que con suerte veremos en nuestro país a final de este mes, Game Boy Color va a aprovechar tal licencia para entremezclar grandes dosis de otros ejemplares del género de la acción en dicha plataforma. Así pues, si te gusta el sigilo de Snake y Dark, las artes seductoras de Bond (todavía no disponible en 8 Bits), y las dotes aventureras de la "bustos" Croft, quizás Infernal Machine sea tu juego, aunque sería mejor que leyeras un par de conceptos a tener en cuenta...

Primeramente debes saber que las culpas de todo lo que suceden en IM se la cargan los rusos. El bueno de Jones, deberá infiltrarse en los templos y ruinas más escondidas del universo para arrebatarles una máquina que les permite la posibilidad de viajar a través del tiempo. Sin embargo, no tenemos absolutamente ninguna pista de donde puede estar, y por ello, el más ducho en estas lides (Indy) buscará sin concesiones por todo el mundo hasta dar con el anhelado objetivo.

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Digamos que se trata de una entradilla de más que sirve como excusa para un desarrollo que evocará ciertos elementos del otro mano a mano que mantuvo Hotgen y Lucas con Obi Wans Adventure, aunque con un campo de visión más amplio, terrenos de exploración enormes y un control muy rebuscado.

El punto fuerte de Indy son los movimientos con que ha sido dotado. Cada uno de sus pasos cimbrea de tal forma que ya quisieran para sí las caderas de Lara. Los saltos están perfectamente estilizados, y la gracilidad con que sube las escaleras es digna de elogio. Lo único que quizás baja un poco del nivel general es cuando nos zambullimos en las zonas acuáticas, cuyos acartonadas acciones no terminan por convencernos.

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Los escenarios son una auténtica gozada. De acuerdo, no hay introducciones que nos hagan enorgullecer de estar a los mandos del producto, tan solo una nimia fotografía para avisarnos de cual es nuestro próximo objetivo. Una vez dentro, verás enormes cataratas, rocas, vegetación, jeeps, agua, cuevas y un sinfín de detalles que demuestran que la desarrolladora norteamericana ha pulido su técnica desde que a principios de año nos obsequiara con Obi Wan y sus sablazos de luz.

  m  ú  s  i  c  a

Es difícil poder valorar enteramente algo que no existe. La Banda Sonora del largometraje de Spielberg y Lucas compuesta por John Williams y sus compases grandilocuentes se hacen únicamente presentes en la pantalla de introducción. Por lo demás, la penúltima producción de THQ ha quedado huérfana de melodías que nos acompañen a cada uno de nuestros pasos, cediendo todos los honores a un FX que pasamos a comentar de ipso facto...

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  s  o  n  i  d  o   f  x

... y que por supuesto, terminan por complementar una ambientación que requiere de ellos como agua de Mayo. No son precisamente la cúspide de Game Boy Color, más si lo comparamos con otros títulos de renombre que alardean de contar con hasta 15 minutos de diálogo, reproducciones para cada arma y hasta las pisadas que producen los tacones de la protagonista sobre la arena de Cuba, el metal de las bases militares y los casquillos rebotando sobre el suelo. Nada de eso, tan solo un estridente ruido que te avisa de que has sido mordido por un escorpión y el chasquido de nuestro corbacho golpeando contra todo cuerpo existente. De todas formas, un resultado más que correcto, agradable y por supuesto, acertado.

  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

La verdad es que Indiana Jones es una de esas producciones con dos caras. La del chico bueno; con muchos elementos que hasta ahora nunca habíamos visto en la portátil de 8 Bits. Y la del macarra de mucho cuidado; cuyas travesuras han perpetrado en un sistema de control un tanto dudoso.

Lo bueno es que contrariamente a lo que podríamos esperarnos de una índole similar, estamos condenados a seguir unas cuantas habitaciones en las que encontrar el interruptor correcto, desactivar alguna entrada o limitarnos únicamente a flagelar a todos los enemigos que discurren ante nuestros ojos desaparecerán de vuestra mente a los cinco minutos de partida, pues el vasto mundo que nos otorgan las mentes privilegiadas de THQ va mucho más lejos de las sempiternas restricciones de la acción pura y dura. Tenemos ante nuestros ojos más de 15 fases, todas ellas enormes y frustrantemente largas, que nos permiten movernos con total libertad en todas sus entrañas. Por ejemplo, puedes dejarte caer por un precipicio e ir a parar a un pequeño estanque que te conducirá a una sección del nivel a la que no podrías acceder de otra forma. Además, para salir de tales embrollos que te llevaran incontables veces a la otra punta de tu cometido, deberás pensártelas todas a fin de colocar todas las piezas del puzzle para que encajen y te permitan, de nuevo, volver al camino principal y seguir adelante sin desviaciones.

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No obstante, tan agradable impresión que nos llevamos al comienzo, se nos turbó por completo al percatarnos que el sistema de control implementado es de lo más desafortunado que hemos catado en mucho tiempo. El inventario, al que se accede mediante el menú de pausa, será nuestro eje central de movimientos. Por ello, al cambiar de arma, deberemos pulsar "start" e ir a hacer varios retoques a lo que llevamos en cada instante sobre nuestras manos. Y he aquí el problema: si acarreas con el látigo, el revolver, la ametralladora o la escopeta en ristre, no podrás recoger plantas medicinales, ni botiquines, ni brebajes varios. Tendrás que, lamentablemente, volver a recurrir a tu menú de apéndices y desproveerte todo lo que llevas encima, lo que puede hacer de Indy un juego excesiva e innecesariamente lento.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

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Esperemos que lo de Factor 5 esté por encima de HotGen. De acuerdo, no pueden compararse enfoques tan sumamente opuestos, pero era inevitable mencionar una de las últimas esperanzas del catálogo de la casi difunta Nintendo 64.

Centrándonos ya plenamente en el cartucho que nos ocupa, no ha sido ni mucho menos todo lo que esperábamos. Atesora grandes dosis de exploración (tal y como querían sus responsables), gráficamente es más que correcto (tal y como querían sus responsables), a nivel auditivo mantiene el tipo sin demasiadas complicaciones (tal y como querían sus responsables), pero el control, algo tan importante como la manejabilidad de nuestro héroe, se ha hundido en un montón de extrañas combinaciones que no han surtido efecto.

Una pena que Harrison Ford no se haya llevado un grato recuerdo de la consola más vendida de todos los tiempos...

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