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Hypernova: Escape from Hadea

Hypernova: Escape from Hadea

Análisis Hypernova: Escape from Hadea

El nuevo juego de Actalogic combina los géneros de la estrategia en tiempo real con tower defense, todo ello cargado de una estética y ambientación digna de los años 90. ¿Querrás escapar de Hadea?

Actualizado a

Un gran paso para Actalogic

HYPERNOVA: Escape from Hadea se une al exclusivo club de juegos disponibles en Steam que emplean las mayúsculas en su título, junto a tan prestigiosa compañía como METAL GEAR: RISING, METAL GEAR RISING: GROUND ZEROES y, por supuesto, PLAYERUNKNOWN’S BATTLEGROUNDS. Antes de hablar del nuevo título de Actalogic, encargados del desarrollo y la publicación del mismo, debemos hablar del pasado de dichos desarrolladores. Actalogic nace de dos afluentes: El explosivo éxito de Goat Simulator con respecto a su presupuesto y el aluvión de nuevos juegos que aparecieron en Steam cuando Valve dejó de monitorizar Steam Greenlight.

Goat Simulator salió allá por Abril de 2014 y representó un cambio considerable en la industria de los videojuegos indie. El equipo de CoffeStain Studios llevaba unos años trabajando en Sanctum, curiosamente otra combinación del género tower defense, en este caso con un juego de tiros cooperativo. Tras lanzar al mundo su secuela, decidieron hacer uno de esos ahora omnipresentes game jams en los que a lo largo de unos días todo el mundo trata de crear su propio videojuego o concepto del mismo. La idea es potenciar la creatividad de los participantes poniendo constricciones en su capacidad creativa, claros límites que fuercen a encontrar nuevas formas de hacer las cosas. En este caso la creatividad, llevada a su más puro extremo, llevó a una cabra.

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La idea que fue poco a poco ganando la atención del estudio era simplemente hacer un juego con una cabra como protagonista. A medida que los usuarios inundaban los buzones virtuales del estudio decidieron asignar un equipo al proyecto. Y así, tras apenas unos meses, vio la luz Goat Simulator. El escaso presupuesto del título y su espectacular éxito con casi un millón de unidades vendidas en meros meses propugnaron una oleada de “simuladores” en Steam. Y eso, unido a que Valve estaba dejando cada vez más juegos creados con mínimo esfuerzo, llevó a una explosión del género. Simuladores de las cosas más dispares empezaron a aparecer en Steam, permitiendo a los jugadores alcanzar sus deseos más íntimos de ser arena, agua o césped. Sí, Grass Simulator es una cosa que existe en Steam. Puedes comprar un pack de cuatro para tus amigos por quince euros. ¿A que esperas?

Uno de los desarrolladores que sacó partido de esta nuevo género de simuladores extremadamente mediocres fue Actalogic. Sus previos éxitos tienen jugosos títulos como Airport Simulator, Agrar Simulator, Woodcutter Simulator y no nos olvidemos de RECYCLE : Garbage Truck Simulator. Las críticas de usuarios en Steam no son buenas ni agradables y sinceramente los juegos parecen no haber llevado demasiado esfuerzo o cariño en su desarrollo. Pero Actalogic está cambiando. Sus últimos juegos ya presentaban un cambio en la forma de pensar, con mejores interfaces, premisas y algo de esfuerzo puesto en sus mecánicas y la experiencia jugable. Juegos como INDUSTRY MANAGER (a Actalogic le cuesta no usar mayúsculas en los títulos) ya presentaban una cierta promesa, pero con HYPERNOVA el desarrollador puede considerarse por fin legítimo.

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Pasemos pues a hablar del juego que nos ocupa. HYPERNOVA es una interesante combinación de estrategia en tiempo real con tower defense que es ese género tan popular en móviles en el que debemos defender un algo a base de emplazar fortalezas en caminos predefinidos. Es ahí donde HYPERNOVA rompe los moldes, acabando con los caminos predefinidos para dejarte situar las estructuras a tu placer en cualquier punto del mapa. Por desgracia, comete varios errores por el camino que impiden que este sea el primer título excelente de Actalogic. Por ahora.

Premisa innovadora, ejecución decente

La premisa inicial de HYPERNOVA resulta extremadamente atractiva. Desgraciadamente, mis primeras impresiones del título no fueron buenas. En primer lugar, decidió asignar a mi ordenador la peor calidad gráfica disponible, nada que no se pudiese arreglar con un vistazo al menú de opciones (que es bastante completo). Lo que es más irritante y difícil de evitar es el tutorial y video introductorios. El juego, que no está disponible en nuestro idioma, cuenta con un solo actor de voz con un número de líneas insignificantes. El narrador del juego es un alienígena con un forzadísimo acento de africano hablando inglés. No exageramos cuando decimos que es una de las peores interpretaciones que se han visto en un videojuego.  Afortunadamente, una vez comienza el juego se puede reducir su volumen a cero y deja de ser un problema.

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Una vez superada esta primera impresión te encuentras con un juego que está claramente hecho con cariño y que resulta muy agradable. HYPERNOVA funciona a efectos de usuario como un juego de estrategia en tiempo real tradicional, con la única excepción de que en vez de unidades que podamos controlar creamos torretas estáticas cuyos disparos se guían solo por su ligeramente deficiente inteligencia artificial. Aquellos que siempre hayan querido un juego de estrategia en el que solo construyas edificios se sentirán como en casa en HYPERNOVA.  Las primeras fases del juego son un plácido proceso de crear estructuras, emplazarlas y esperar a que se desarrolle la siguiente tecnología para poder crear nuevos tipos de estructuras.

El título cuenta con una cierta complejidad que le dota este árbol de tecnología.  Al contrario que en otros juegos a lo largo de una sola partida seremos capaces de desbloquear todas las tecnologías disponibles, viendo todo lo que ofrece el juego. Desde torretas sanadoras, extremadamente útiles a medida que avanza el juego, hasta mejoras a la base madre que nos permitirán construir más estructuras en general, el progresivo desbloqueó de tecnologías da algo aparte de la jugabilidad en sí a tener en cuenta. Es probablemente el aspecto más pulido del juego y tiene una mezcla de tecnologías lo suficientemente variada como para mantenerte entretenido a lo largo de la decena de horas que dura una partida.

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Por desgracia, la jugabilidad en tiempo real aún tiene mucho que Actalogic puede pulir. En primer lugar, tanto el mapa como el minimapa del juego son poco intuitivos y visualmente confusos. Es difícil distinguir los recursos a minar del resto del mapa, las diferentes zonas se parecen demasiado y estos problemas se hacen cada vez mayores a medida que avanza la partida y el mapa se convierte en una procesión de estructuras y torretas. A esto hay que sumarle que la geometría del mapa es poco apropiada para las estructuras que queremos colocar. El problema es que solo cachos del mapa están disponibles para construir y la forma extravagante de dichos cachos te lleva a jugar Tetris con tus torretas o casitas para llenar una zona habitable.

Este problema es agravado por una de las peores mecánicas del juego. Cada vez que quieras mover una estructura deberás esperar a que dicha estructura despegue lentamente, se mueva lentamente y aterrice lentamente. Eso no es todo, hay un límite a las estructuras que puedes mover simultáneamente y ese límite no aumenta lo suficiente a lo largo del juego para justificar el número de estructuras a manejar. Sí es verdad que una tecnología aumenta la velocidad de movimiento de los edificios, pero no lo suficiente y tarda mucho en desbloquearse. Lo absurdo de esta mecánica es que habrá momentos en que te veas atacado por flancos inesperados y seas incapaz de defenderte trasladando tus torretas por haber estructuras flotando encima de tu base esperando a ser posicionadas. Es como un gran general perdiendo una guerra porque los carpinteros rehabilitando su casa estaban tardando más de la cuenta.

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Y ese es otro de los problemas del juego. Nunca sabes por donde te van a atacar los enemigos. A lo largo del juego aparecen fuertes y de esos fuertes salen las oleadas que atacarán tu base. Puedes destruir los fuertes, pero no hay incentivo jugable puesto que eso solo hace que los fuertes que mandan las oleadas estén mas lejos. Y cuanto más lejos estén, más difícil es predecir por donde van a venir exactamente tus enemigos , cosa que el juego nunca indica. Las oleadas las controla una Inteligencia Artificial que cambia frecuentemente su forma de ataque sin aviso alguno. Creeremos tener un frente blindado, habremos sobrevivido a cientos de oleadas de un mismo fuerte cuando el enemigo decide espontáneamente cambiar su punto de ataque a ese minúsculo punto indefendido. Se podría considerar como Inteligencia Artificial extremadamente avanzada, forzándote a adaptarte a la situación y no conformarte con tus defensas actuales. Pero si sumamos la dificultad para leer el mapa y ver que zonas están o no desprotegidas, la incapacidad a la hora de protegerte por la lentitud de reemplazamiento de tus torretas y la falta de conocimiento de por dónde nos van a atacar, obtenemos un cocktail de frustración.

No todo es malo desde el punto de vista de la jugabilidad. El comienzo del juego en mi primera partida era agradable hasta que empezó a ser aburrido. Las oleadas de enemigos eran escasas e inofensivas y lo único que había que hacer era esperar al aumento de la población para poder mejorar la base y crear más estructuras. Esto, por desgracia, era un proceso extremadamente lento. Mientras esperaba a la siguiente mejora de población me dio tiempo a desayunar, hacerme un café e ir al baño. En su último parche Actalogic han solucionado este problema, disminuyendo el requisito para mejorar estas tecnologías lo que debería ayudar al flow del comienzo del juego.

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Por desgracia, a medida que avanzas en la campaña el encanto del juego se ve suplido por sus problemas. El lento comienzo da lugar a un frenético final de partida, donde te tocará luchar contra la interfaz del juego para maximizar la defensa de tu base frente al cada vez más absurdamente imparable ataque de las criaturas locales de Hadea. Cada fuerte destruido aumenta la dificultad, los frentes por los que puedes ser atacado y las zonas a defender y vigilar. Y todo esto mientras movemos excavadoras de un lado a otro al acabar sus recursos. Aunque parezca contradictorio, cuanto más poderoso te vuelves, cuanto más terreno controlas, menos satisfactorio es el juego. Todo vuelve a los problemas mencionados antes, problemas que Actalogic ya está intentando paliar.

Desde el lanzamiento del juego Actalogic ya ha sacado dos parches para tratar de corregir los problemas mencionados en este análisis. La velocidad de movimiento de los edificios, cantidad de recursos conseguidos, el ritmo del principio del juego y la capacidad de hacer zoom out han sido algunas de las cosas corregidas en dichos parches. En nuestra opinión, más necesario que cualquier otro cambio es un botón de pausa que ayudaría a lidiar con el ritmo frenético del juego más adelante y la dificultad de manejar el movimiento de estructuras dados sus limites actuales. Ahora mismo el juego parece estar dirigido al público del genero de Civilization y Starcraft al mismo tiempo, necesita una identidad más marcada para gustar a unos u otros. Los parches que han salido hasta ahora demuestran que el estudio esta de acuerdo y, quien sabe, quizás en unos meses mi opinión de este juego sea mucho mejor que en este análisis. Ojalá.

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Esencia noventera

Afortunadamente, el juego brilla en otros aspectos. Fuera del forzado acento anglo africano del narrador principal, el aspecto auditivo está bastante logrado. Sentimos los eyectores de las torretas activarse para despegar y la música varía de un plácido chill out durante las partes más pacíficas del juego a una agresiva melodía cuando estamos siendo atacados. Es bastante fácil reconocer en que dirección viene un ataque solo con su situación espacial si usamos cascos, aspecto subestimado por muchos juegos.

En cuanto al aspecto visual y artístico del juego recuerda a aquellos juegos de estrategia de los noventa con estética de ciencia ficción. Colores vivarachos, tonalidades turquesa y diseños extravagantes son el marcado look que han escogido desde Actalogic y funciona. Las criaturas que nos atacan no son tan atractivas ni imaginativas, pero tampoco son el foco del juego así que es comprensible. Por desgracia, la presencia excesiva de tonalidades similares en los edificios del jugador impide más adelante visualizar la acción con facilidad. Muchas veces tardé varios minutos en encontrar un edificio que buscaba para reemplazar a otro y las torretas que están volando no se distinguen bien de las que ya están emplazadas. Pero bueno, sin ser picajosos el juego funciona muy bien desde un punto estético, al contrario de lo que indicaría su menú principal.

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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.