Tras los pasos de Link

Item: Hype. The Time Quest
Rating: 7.5

Quien nos iba a decir a los seguidores de Zelda y compañía que íba ha aparecer un juego que nos recordara a nuestra amada saga, aunque fuera vagamente, e iba ha conseguir que acabáramos controlando a... !un playmobil medieval! Aunque, pensándolo bien, cosas más raras se han visto :)

MeriStation

Actualizado a 3 de marzo de 2012 11:40 CET

Hype, el campeón del reino, ha sido humillado durante una desigual batalla con su enemigo más temible, el Caballero Negro. Para apoderarse del reino, éste ha lanzado a Hype un hechizo que le ha enviado al pasado...
Con ayuda de su amigo, el mago Gogoud, Hype deberá encontrar los objetos mágicos que le permitirán viajar en el tiempo y regresar a su época.
Pero la aventura será larga... y muy peligrosa."

Así es como Ubi Soft, mediante el grupo de programación independiente Planet Interactive, presenta a su último juego sobre el popular mundo de los muñecos Playmobil. Controlando a un hechizado caballero medieval, conocido como Hype, nos sumergiremos en esta aventura plataformera con toques de action RPG que acaba de aparecer en nuestro país.

El primer contacto no podrá ser mejor, pues de buenas a primeras nos encontraremos en medio de un pueblo que, curiosamente, nos recordará a aquellas villas que aparecían en aquella obra maestra de Squaresoft, "Secret of Mana". Un detalle que no deja de tener su mérito dada la clara diferencia de potencial técnico que separa ambos soportes (Super Nintendo y Game Boy Color). Una vez nos pongamos manos a la obra, y no precisamente pintando pisos ni aplicando gotelé a las paredes, nos daremos cuenta que el juego está dividido en dos tipos de niveles con distintas filosofías: los que representan al pueblo o campo abierto en el que nos encontramos, en cuyo caso la acción se presentará con una perspectiva isométrica tan popular en los action RPGs, y los que transcurren en mazmorras, castillos o palacios, dónde se utilizará la tan socorrida visión lateral, cual tradicional plataformas. En los exteriores nos limitaremos a hablar e investigar, dejando toda la acción para los niveles más plataformeros, en los que deberemos saltar, disparar, luchar, esquivar, arrojarnos al vacío, etc... en resumen, todas esas cosas que hacen los héroes cada día y que tanto nos gusta a nosotros que hagan. Suerte para los jugones que no hay un sindicato de monigotes de video-juegos, pues seguro que entonces nuestros queridos sprites gozarían de un campo de acción mucho más limitado ;).
Esta fusión ya apareció en el fantástico "Zelda II" para nuestra amada Nintendo Entertainment System (NES), aunque en aquella ocasión el producto resultante sí que era marcadamente rolero.

Veamos qué personajes, tanto héroes como villanos, aparecen en ésta aventura:

HYPE EL VALIENTE: A sus 22 años, Hype no ha tenido una vida fácil. No conoció a sus padres, siendo rescatado por la princesa Lyzothe en un campo de batalla. Algunos de los ancianos del lugar creen su destino quedó marcado por ello. En cualquier caso, Hype es un gran campeón, la perfecta encarnación de los valores de los caballeros medievales y el paladín del reino regentado por Taskan IV.

VIBE LA APASIONADA: Vibe es el nieta de Taskan IV y está enamorada de Hype (snifff). Sus opiniones son valoradas y respetadas, y tiene la fama de no equivocarse nunca (y aunque lo hiciera, a ver quien se lo echa en cara ;) ).

TASKAN IV, EL GRANDE: Un rey justo y amado por sus súbditos, claro ejemplo de que la monarquía feudal no siempre conduce a la dictadura. Su máxima preocupación es mantener la paz en su reino, pero los últimos acontecimientos parecen haberse conjugado para impedírselo.

GOGOOD, EL MAGO: Hijo de la magia, nació producto de una extraña combinación de moléculas, las cuáles habían sido generadas por la legendaria tormenta que creó todos los mares. Su naturaleza introvertida le ha ocasionado la necesidad de vivir apartado de la civilización, apartado de toda presencia humana. Emplea su retiro a en la práctica de la magia y a su uso para proteger la naturaleza.

ZATILA, EL DRAGÓN: Bestia ancestral que con su carácter noble, su gran sabiduría y poder se ha ganado el respeto de Hype, el cuál la ha convertido en un aliado inestimable para su causa.

BARNAK, EL CABALLERO NEGRO: Barnak es un guerrero que no tiene miedo a nada, ni siquiera a morir. La extrema violencia con la que resuelve sus combates contrasta con la majestuosidad con la que blande su espada y utiliza sus poderes mágicos. Barnak no sólo cuenta con su gran habilidad para el combate, sino también con una lengua viperina capaz de amedrentar hasta al más decidido guerrero.

g r á f i c o s

Para ser un juego de Game Boy están muy trabajados, son detallistas y han sido realizados con mucho gusto. Aspectos como la animación de Hype, el colorido de algunos escenarios o la rapidez de movimientos de los enemigos choca con la idea de que la consola pequeña de Nintendo no puede ofrecer un entorno gráfico de calidad. Y es que los últimos juegos de Game Boy tienen un look muy parecido a los títulos de la difunta NES ("Super Mario Deluxe" lo dice todo), lo que es bastante meritorio teniendo en cuenta la diferencia de potencial. Especial atención merecen los final bosses, de un tamaño ciertamente reseñable, el movimiento del personaje principal cuando la acción transcurre vista en perspectiva isométrica y las pantallas intermedias que sirven de introducción. En resumen, muy buenos.

m ú s i c a

Bastante por debajo del nivel gráfico, aunque no desentona en demasía. Acompaña a la acción de una manera discreta, sin buscar protagonismo de ningún tipo, aunque tampoco pasa desapercibida. Algunas veces desearéis bajar al mínimo el volumen, pero serán las menos. Y es que esto no es una 32 bits con decenas de canales de audio, por lo que si queréis virtuosismo musical, más os vale que os compréis la versión para ordenador, que haberla...

s o n i d o f x

No están del todo mal. Cada arma tiene el suyo propio, de la misma forma que cada tipo de enemigo emite uno diferente. Están bastante bien, notándose un mayor empeño de los programadores en los fx que en las mismas melodías. Si tuviera que destacar alguno, me quedaría con el sonido producido por el lanzamiento de una saeta mediante nuestra ballesta. No es que sea una pasada, pero resulta, cuánto menos, creíble.

j u g a b i l i d a d

No hay que decir que el plataformeo es uno de los géneros que cuenta con más aceptación entre los jugones, sea cual sea su soporte. Por supuesto, los de Game Boy no nos quedamos atrás (¿quién de vosotros le haría ascos a una partidita a "Super Mario Bros."?) y sabemos apreciar un buen título cuando lo vemos y, sobre todo, lo jugamos. Aunque éste "Hype..." no sea la octava maravilla del mundo, es capaz de ofrecernos muchos ratos de diversión, que a fin de cuentas es lo importante. ¿O no?.

Además, como viene siendo habitual en los juegos de Ubi Soft para la pequeña de Nintendo, se ha incluido un código llamado Ubi Key, con el que, en el caso de que seas capaces de encontrarlo en cualquiera de las fases del juego, se abrirá un nivel secreto. La gracia está en que no todas las copias tiene el mismo Ubi Key, por lo que si lo intercambiáis con vuestros amigos y tenéis algo de suerte, podréis acceder a diferentes niveles, lo que alargará la vida de vuestro cartucho, lo k nunca viene mal.

c o n c l u s i ó n

Como aventura plataformera es bastante decente, por lo que si os gustan este tipo de juegos, "Hype the time quest" no os decepcionará. Incluye la mayoría de los alicientes de un género que no cuenta con muchos representantes en nuestra portátil, lo que lo convierte una compra casi obligada para los amantes de los juegos divertidos, fáciles de controlar y con un interesante argumento, pues ni te lo pienses. Quizá a alguien le incomode el hecho de que esté protagonizado por un muñequito como Hype, pero os puedo asegurar que no influye para nada en el desarrollo de la aventura.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.