How to Survive

La temática de los zombis es cada vez más recurrente. Lo que empezó como una moda se ha ido explotando desde muchos puntos de vista distintos en el mundo de los videojuegos. Hasta llegar a cansar. En esta ocasión nos llega de la mano de 505 Games una nueva propuesta post apocalíptica llamada How to Survive, videojuego en el que encarnamos un superviviente –entre tres a elegir- que llega a una isla desierta infectada de monstruos. Nuestra batalla para mantenernos en pie y el concepto de supervivencia son las dos grandes propuestas de este juego descargable para PC, Playstation 3, Xbox 360 y Wii U que da un nuevo vistazo a esto de los no muertos. Aunque el resultado quede lejos de las mejores expectativas.

Dead Rising dio el pistoletazo de salida al mundo de los muertos vivientes en la presente generación de consolas. Y lo hizo, además, tocando la temática desde un nuevo punto de vista tanto de argumento y desarrollo como de mecánica de juego. El resultado fue uno de los títulos más divertidos que se recuerdan en estos últimos años. Luego vinieron tantos otros, desde clásicos como Resident Evil en formato shooter a Dead Island y su componente RPG, Telltale con su aventura interactiva de The Walking Dead, juegos frenéticos como Dead Nation o Left 4 Dead, propuestas atmosféricas como Deadlight, obras complejas como State of Decay y muchos más que nos dejamos en el tintero.  La última iteración es este How to Survive, que a pesar de ofrecer buenas y grandes ideas, no acaba de usarlas correctamente. Y es que si tocas un tema tan trillado, lo primero que tienes que hacer es diferenciarte en la excelencia. Algo que aquí no pasa.

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Empezamos el título pudiendo elegir entre tres personajes que serán los protagonistas de nuestra aventura. Un chico  de estadísticas equilibradas, una chica y un tercer hombre más fuerte pero menos ágil que el primero. Una vez damos con el perfil de protagonista que queremos, empezará una aventura que nos mete en medio de una isla abandonada. En la orilla del mar hablaremos con un superviviente que nos avisa de la gran cantidad de monstruos que hay merodeando la zona y nos pide si podemos ir a buscar a un compañero suyo. Aquí empieza How to Survive, mientras rastreamos el terreno para conseguir nuestras primeras armas y acabamos con los zombis que nos van apareciendo.

Poco a poco la aventura va ampliando sus horizontes. Nos convertimos en el chico de los recados de Ramón, el segundo superviviente que nos da algunas indicaciones para intentar escapar de este infierno de infectados. Ir a buscar un tanque de gasolina, luego otras herramientas para poder escapar a otra isla en la que encontraremos un avión para poder seguir avanzando, etc. La historia no tiene casi ningún interés, ni por como se desarrolla –vamos haciendo recados- ni tampoco por ofrecer grandes giros o tocar el tema zombi desde alguna vertiente más profunda que la de infectados con los que acabar. How to Survive intenta aportar un punto paródico con las guías de supervivencia de Kovac, un personaje que va dejando notas sobre como sobrevivir ante los infectados.

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El inicio del título es lento, incluido un largo tutorial donde en la isla de Kovac aprendemos muchas de las mecánicas de How to Survive. Desde una perspectiva aérea controlamos a nuestro personaje, que es capaz de atacar con un arma tanto de corta como media/larga distancia (palos, hachas, arco con flechas, pistolas caseras) como de usar objetos secundarios que guardamos en el inventario. La linterna para la noche, botellas de agua que rellenamos, comida u otros objetos para distraer a los zombis (carne de ciervo, por ejemplo). Los zombis son del tipo Left 4 Dead, que vienen a toda velocidad a por nosotros, y se despistan con los ruidos de alarmas o disparos. Pero la vertiente de la acción es solo una parte del juego.

RPG y supervivencia son dos elementos muy a tener en cuenta en How to Survive. La primera nos sirve para mejorar nuestros stats a medida que acabamos con los enemigos (nos dan experiencia) y poder abrir espacios nuevos en nuestro árbol de habilidades, además de poder por otro lado personalizar armas y objetos recogiendo todo tipo de plantas, telas, hilos, cacharros, etc. Podremos construir chalecos de protección más fuertes, armas caseras dignas de mención, combinados curativos de plantas, etc. Hay una buena variedad de posibilidades de personalización y creación, y buscar el elemento concreto que nos falta en una creación (encontraremos por el mundo diseños que podemos usar) sirve para mejorar nuestras posibilidades pero también es una mecánica clásica para avanzar en la aventura. 

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La supervivencia es clave para no caer ante las grandes cantidades de hordas de enemigos. Hay tres atributos que tenemos que vigilar constantemente: el hambre, la sed y la fatiga. Si fallan tendremos menos energía, nos moveremos más lentos o perderemos precisión a la hora de apuntar a la cabeza de los enemigos. Por eso es importante que busquemos comida y la cocinemos en las hogueras (pescar peces por la mañana y freírlos por la noche), que rellenemos con agua las botellas de nuestros pozos y que limpiemos los refugios de infectados para poder dormir en ellos. Es de lo más interesante del juego, ya que nos obliga a buscar elementos de supervivencia mientras jugamos y no es un shooter puro donde acabamos con enemigos y punto.

Pero aunque la mecánica suena interesante, a la práctica How To Survive queda lejos de un resultado final óptimo. El desarrollo del título tiene dos problemas importantes: el primero es que se puede hacer algo tedioso en muchos momentos, ya que algunos avances al inicio de las islas son demasiado guiados y la mecánica se repite en exceso (acabar con enemigos, superar hordas mientras limpiamos una zona de descanso,  exploración en búsqueda de X objeto) haciendo que pueda hacerse aburrido al cabo de unas horas. Y como venimos de un inicio muy lento, esto pesa. Además hay ciertos altibajos en la fórmula que tampoco invitan en el tramo final del juego. En general, su problema es que puede hacerse pesado, y eso es grave en un videojuego. A cambio tenemos ciertos momentos tensos y dignos de mención, desde enormes jefes finales a persecuciones con decenas de zombis que nos hacen sufrir de lo lindo. Por no mencionar la caída de la noche, con enemigos más peligrosos y la necesidad de tener antorchas o una linterna. A esto se añaden bugs que pueden romper la experiencia: enemigos que de golpe dejan de perseguirnos por llegar a una zona dos metros más lejos de lo previsto para la máquina, jefes finales que se encallan en paredes imaginarias…

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El título, eso sí, cuenta con la posibilidad de poderse terminar de manera cooperativa tanto en local como en online, algo que hace más llevadera la propuesta. También encontraremos una serie de monos que nos piden ayuda, generalmente traerle algunos objetos o comidas, a cambio de extras que nos pueden ir muy bien. Y se añaden a esto los desafíos, que amplían la experiencia de juego más allá de la campaña principal y la visita por las islas que tiene hasta que conseguimos llegar al final del juego.

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