Home Sweet Home, análisis

En el corazón de la pesadilla

La casa, el hogar, la vida bajo techo. Lo cotidiano puede tornarse en desgracia en un abrir y cerrar de ojos, especialmente en un videojuego de terror. La línea que separa la locura de la cordura es muy fina, sobre todo cuando uno deja de lado el calor de la morada por el frío perpetuo de las dimensiones fantasmales.

Home Sweet Home hace honor a su nombre en un sentido irónico, habida cuenta de que la dulzura del hogar no se siente en este título, más bien todo lo contrario. Como casi todos los productos asiáticos del género (este es tailandés), la obra de Yggdrazil juega con las emociones de los jugadores y crea una membrana psicológica que deja al usuario en vilo durante toda la aventura. Sin renunciar a los sustos, el juego maneja la tensión valiéndose de la música, los sonidos y el diseño visual. Los escenarios son lúgubres y están impregnados de suciedad; las habitaciones permanecen desordenadas, abandonadas a suerte. Y entre la negrura, figuras espectrales; monstruos espeluznantes.

Ampliar

No puede decirse que la historia sea demasiado original, pese a que está basada en mitos tailandeses. Su planteamiento central lo hemos visto en otros tantos videojuegos del género, como por ejemplo Silent Hill 2 y Resident Evil 7. En lo nuevo de Yggdrazil, Tim, nuestro protagonista, se embarca en una pesadilla en busca de su mujer Jane. Tras la desaparición de su esposa, el hombre sucumbe a una espiral de tristeza. Un día como cualquier otro, cuando abre los ojos después de una noche en estado de duermevela, descubre con estupor que no se encuentra en casa. Enseguida se percata de que fuerzas oscuras y sobrenaturales están actuando en su contra. No sabemos distinguir entre la verdad y la ficción, todo parece un mal sueño. Hay ciertos momentos en los que parece que todo vuelve a la normalidad, pero en realidad no es más que un reflejo de una realidad que difícilmente va a materializarse de nuevo. El espíritu de una mujer vaga por los pasillos y no se detendrá ante nada ni nadie. Si nos ve, estamos muertos. Lo mismo otras criaturas monstruosas que tendremos que evitar si queremos resultar ilesos…en lo físico, al menos. Las muescas en los psicológico permanecerán para siempre. 

Tal vez la historia no sea la más novedosa, pero el desarrollo invita a continuar explorando. No se producen casi interrupciones debido a cinemáticas, pues la narración fluye casi siempre de los pensamientos expresados en voz alta por el personaje principal. Los protagonistas no son tan carismáticos como los de otras sagas de renombre. De hecho, Tim es bastante soso.

Ampliar

Es importante resaltar que este videojuego no tiene nada que ver con el Home Sweet Home que salió en Wii allá por el año 2008. A pesar de compartir el mismo título, el producto de la exitosa consola de Nintendo consistía en decorar la casa, y además recibió críticas bastante negativas. La desarrolladora, como es obvio, no es la misma. Yggdrazil Group ha diseñado pocos juegos hasta la fecha. Dentro de lo indie, su título de terror es la obra más grande que han creado. Sus otros videojuegos como desarrolladores son Hero Fun Fun y el futuro Project Number 5. La empresa tiene más títulos, pero estos han sido moldedos por otros estudios.

Sobrevivir sin armas

Que nadie espere un título de acción. Para que nos entendamos y sin desear entrar en comparaciones vanas, diremos que Home Sweet Home sigue los esquemas jugables de series como Outlast o Amnesia. La perspectiva es por lo consiguiente en primera persona. El personaje no puede defenderse y su única opción es escabullirse y evitar ser descubierto por los enemigos. Para ello, el juego ofrece la mecánica de agacharse y la posibilidad de esconderse en taquillas o detrás de diferentes piezas de mobiliario. Por otra parte, la exploración es otro de los pilares principales de la producción: buscar documentos, encontrar pistas y completar el diario de Jane nos ayuda a colorear la historia. La tercera columna son los puzles, esenciales para desbloquear puertas o conseguir esa herramienta indispensable que necesitamos para continuar. Estos plantean enigmas ingeniosos que te hacen utilizar la cabeza y poner las pistas en el orden correcto. Las mecánicas son, por tanto, muy arquetípicas y nada originales: avanzar, correr, agacharse e interactuar con el entorno. En ciertos momentos hemos percibido que utilizando el mando se produce retardo en la respuesta y que a veces los botones no responden.

Ampliar

Sí es verdad que Yggdrazil ha sabido combinar perfectamente todos estos ingredientes para que el videojuego no se haga pesado ni repetitivo. Tampoco es un título excesivamente largo, aunque las 4 o 5 horas (depende del jugador, como siempre) que dura son intensas. No es un producto rejugable, ya que todos los secretos se pueden hallar en una primera partida, pero no lo consideramos un punto negativo. Después de todo, los juegos lineales para un jugador también tienen que tener su hueco. Esto es una experiencia de unas horas de terror para degustar con fruición. Aunque no vamos a desvelar nada de la trama, el jugador debe saber que parece que Home Sweet Home ha sido desarrollado teniendo en mente una secuela en ciernes. Su final se percibe como un hachazo, y hasta ahí podemos hablar. 

El título luce vistoso sin ser un portento en ningún caso. En lo que respecta al diseño, los escenarios tienen un estilo realista, al igual que los pocos personajes humanos que aparecen. Al ser juegos de presupuesto modesto, no es extraño que estos indies abusen de los recursos y terminen mostrando escenarios repetitivos. No es el caso de Home Sweet Home. Su mayor problema es de rendimiento: framerate inestable y tiempos de carga largos.  En cualquier caso, el último parche mejora la tasa de frames y acorta los tiempos de carga bastante, algo que se ha traducido en un aumento del espacio requerido en el disco duro para instalar el juego (unos 10 GB).

Ampliar

Además de la indudable importancia de lo visual, ningún juego de terror que se precie puede prescindir del apartado sonoro. Home Sweet Home está muy trabajado en ese sentido. Por medio de la música y los sonidos, que se conjugan con lo visual, se logra crear una atmósfera de tensión y terror. En las fases de sigilo, un sonido característico resuena cada vez que somos descubiertos, un aviso ineludible que nos indica que debemos escondernos si no queremos acabar con los intestinos en el suelo. Por otra parte, el juego cuenta con un doblaje funcional, con voces en inglés o tailandés. Los textos están traducidos al español.