Hitman HD Trilogy
- Plataforma3607PS37.5
- GéneroAcción
- DesarrolladorIO-Interactive
- Lanzamiento01/02/2013
Hitman: HD Trilogy
Hitman está de moda. Y por eso Square Enix y IO Interactive han considerado interesante recopilar tres de los grandes títulos protagonizados por el Agente 47. Asesino a la vieja usanza.
Hitman está de moda. A finales del año pasado aparecía el renacer del asesino silencioso conocido como Agente 47 con Absolution, un título que servía para que uno de los protagonistas más carismáticos de la pasada generación hiciera una entrada triunfal en la presente generación de consolas (con permiso de Blood Money, título que salió a caballo de la actual generación y la anterior). El juego mantenía muchas señas de identidad de la franquicia, tales como la versatilidad del protagonista para afrontar sus objetivos, la presencia de los elementos sigilo marca de la casa y acciones comunes dentro de la franquicia. Pero también es cierto que se había alejado algo del concepto con el que nació y creció Hitman. Y ahí entra Hitman: HD Trilogy para recordar como era el asesino en sus orígenes.
Absolution ha sido un título muy bien recibido tanto por la crítica como por el público, aunque con ciertos matices: los más acérrimos a la franquicia y al Agente 47 consideraban que había muchos elementos que no eran exactamente como en el pasado. Han pasado más de diez años desde que Hitman: Codename 47 apareciera por primera vez en PC. Era el año 2000 y el título fue recibido con sorpresa por la mecánica de juego que ofrecía. Dos años después saldría Silent Assassin, secuela directa de la primera entrega, y dos años más tarde aparecería Contracts. Los tres primeros títulos de la franquicia aparecieron en consolas de la pasada generación y en PC (el primero fue exclusivo de compatibles). El cuarto, Blood Money, saldría dos años después a caballo de dos generaciones: PC, Playstation 2 y Xbox 360.
Hitman: HD Trilogy se basa principalmente en esta parte de la historia de la franquicia, que a fin de cuentas es el 80% del total teniendo en cuenta que después de estos cuatro títulos solo ha salido el reciente y ya mencionado Absolution. Aunque la compilación seguramente tiene algunos elementos que no son como muchos esperábamos. Como ya se sabía, el primer título de todos, Hitman: Codename 47, no forma parte de la compilación que Square Enix e IO Interactive han preparado para Playstation 3 y Xbox 360. Los motivos esgrimidos es que la mecánica de juego y la adaptación de un título pensado exclusivamente para PC a consolas y sus pads hubiera sido demasiado complicado. A cambio, vaya por delante, tenemos algunos niveles de este título rehechos dentro de Hitman: Contracts. Algo es algo, aunque suene insuficiente el hecho de no poder contar con una compilación completa de verdad en nuestras manos.
A pesar de ello, lo cierto es que la propuesta de esta remasterización es especialmente interesante para dos tipos de usuarios concretos. Unos, usuarios de Playstation 3 que no llegaran a probar nunca Blood Money, título que hasta el momento era exclusivo de Xbox 360 en esta generación de consolas (también salió en PS2 y PC) y que ahora aparecerá en la consola vigente de Sony. Otro, todo aquel que se sintiera atraído por la franquicia pero no la jugara en su momento. Por desconocimiento, por falta de acceso o porque ha probado Absolution y cree que algo todavía más hardcore le puede gustar. Los usuarios de Xbox 360 que compraran en su momento Blood Money verán con menos interés esta compilación, ya que el juego es exactamente el mismo que jugaron hace más de seis años.
Vaya por delante que estamos ante tres títulos de una naturaleza distinta a la que se vio en Hitman: Absolution. Los Hitman que componen esta trilogía ofrecen unos mundos mucho más abiertos, con un toque sandbox incluso que los hace bastante más exigentes y menos guiados que el último –y excelente en su propuesta- Hitman: Absolution. Estos tres juegos son mucho más exigentes en sus mecánicas, con el ensayo-error presente de manera constante y una fórmula que no permite fallar en la baza sigilo que siempre debemos jugar. En Absolution, disparar a todo lo que se mueve es una opción cuando nos descubren. Y funciona bien como juego de acción en tercera persona. Aquí acabaremos muriendo tarde o temprano ante un volumen de enemigos armados menor que el que se ha visto en la última iteración del Agente 47.
No es lo único que puede afectar a nuestro juego, ya que la inteligencia artificial de los enemigos tiene también algunos momentos sorprendentemente irregulares, sobre todo en los dos títulos más antiguos de los tres que nos ocupan. Suspicacias que no deberían ser tales en momentos concretos, patrones de combate algo absurdos que los dejan vendidos en medio de nuestra dirección de disparo, amontonamientos en puertas de donde no salen… hay pequeños problemas que se mantienen intactos. Más allá de ellos y de la extrema sensibilidad –algunas veces excesiva- que muestran ante nuestros movimientos sigilosos o de camuflaje, los títulos se mantienen bien. Aunque con momentos frustrantes. Como antaño.
El principal contratiempo de Silent Assassin es que algunas de sus mecánicas también han envejecido mal y los controles en este juego no ayudan a mejorar la experiencia en sí, siendo demasiado toscos para los días que corren si nos centramos sobre todo en los momentos de tiroteos, por ejemplo. Es un título que nos ubica en un momento duro para el Agente 47, cuando ha dejado su vida de asesino y está retirado en un convento. Un problema con el Padre Vittorio, quien lo acoge y le perdona sus pecados, acaba con el calvo más elegante de los videojuegos volviendo al trabajo. A pesar de ser considerado un juego mucho más entendible que la primera parte, ciertos problemas como el funcionamiento de los disfraces (nos detectan cuando somos totalmente indetectables al ir vestidos con la cara tapada igual que otros compañeros) y un sistema de descubrimiento de los enemigos poco verosímil en muchos momentos. Que nadie se engañe, es un título interesante que nos hace viajar a distintos puntos y nos ofrece desafíos variados donde la imaginación vuela, y esto es parte de su encanto todavía a día de hoy.
Pero tiene su encanto por las grandes posibilidades y las bases que se construyen alrededor de este título.Pasa algo similar con Contracts, un título que llegaría dos años después de la entrega Silent Assassin y que ha recibido un mejor trato en esta revisión HD. Ambos juegos tienen problemas al ofrecer una interfaz más que mejorable y vieja, pero en el caso de Contracts ha mejorado en la gestión de nuestros objetos, teniendo más opciones para poder acabar con nuestros enemigos marcados en cada misión. El título se ve con algunas mecánicas por las que el tiempo sí ha pasado, al igual que su predecesor, pero en general es un juego que se deja jugar y en el que destaca la recreación de algunos niveles de la primera entrega que finalmente no se han incluido en el recopilatorio. Aunque en términos generales la escala no sea tan grande como otros de la serie.
En general ambos títulos son juegos exigentes, sin ayudas y sin guías como estamos acostumbrados en la presente generación de consolas. Dos juegos donde el sigilo no es una opción, sino la única vía de sobrevivir en mundos abiertos, llenos de posibilidades y alguna que otra incoherencia. No son títulos accesibles para el jugador de hoy en día pero si pequeñas joyas para los amantes de la franquicia y de los desafíos de antaño. Ambos, además de estar en HD, ofrecen una vista de pantalla panorámica que se agradece, siendo además Contracts algo más cuidado a nivel visual. El título concreto es más sucio y oscuro que Silent Assassin gracias al argumento y a la situación que el Agente 47 está pasando por ese momento.
El último en discordia es también el más controvertido de todos. Blood Money es seguramente la mejor iteración de Hitman hasta el momento. Al menos del Hitman clásico. Un videojuego que recogió las virtudes de las tres entregas anteriores y que además fue capaz de portar mejoras y una visión actualizada de la fórmula. Pero claro, estamos hablando de un título que apareció hace poco más de seis años y que salió a caballo de dos generaciones, una explotando bien la máquina como Playstation 2 y en la otra ya en HD como es en Xbox 360, donde estaba en exclusiva en esta generación hasta ahora.El principal problema es que la versión porteada no es la de la consola de Microsoft, perdiendo por el camino un acabado que podría haber sido todavía mejor (sin ser malo ni mucho menos).
Nos encontramos ante un título que ofrece la mayor y mejor variedad de maneras para asesinar y afrontar los objetivos, incluso hacer parecer que ha sido un accidente, y es un juego que se ve mucho mejor y mucho más pulido que los anteriores. Naturalmente es menos viejo y se nota. La amplitud de los entornos es un gran avance respecto a sus predecesores, nuevos movimientos del Agente 47 y un argumento que destaca por momentos muy interesantes. Un regalo para los usuarios de Playstation 3 y una exigencia para quienes no lo hayan jugado en Xbox 360. En general los tres ofrecen grandes virtudes y los mismos defectos que antaño (la IA tampoco se libra de algunas irregularidades en Blood Money), pero en general se portan como una experiencia de lo más recomendable para las consolas actuales por el simple hecho de ofrecer mecánicas que no se ven hoy en día en los juegos de acción y sigilo.
Tres videojuegos que son historia vida de la marca Hitman y que llegan además de con un buen lavado de cara HD, con una gran cantidad de logros y trofeos que nos obligarán más o menos a usar todo tipo de posibilidades. La trilogía llega con las bandas sonoras originales de cada uno de los juegos, además de que vienen con las voces y los textos que vemos en pantalla totalmente traducidos al castellano, pero con un matiz importante: solo en Playstation 3. Por extraño -y controvertido- que parezca, la versión Xbox 360 está íntegramente en inglés, tanto en voces como en texto.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.