Hitman GO

Desde Square Enix Montreal lo han tenido claro; si el control táctil no resulta idóneo para llevar a smartphones y tablets una experiencia en tercera persona como Hitman, qué mejor que pasarse a un género que encaje perfectamente con dicho interfaz y proponer una nueva visión de tan popular saga. Así llega a iOS ‒a Android lo hará próximamente‒ Hitman GO, un título de estrategia por turnos que nos propone participar en desafiantes misiones sobre diferentes tableros mediante figuritas a modo de personajes, todo bajo una estética extremadamente minimalista y una jugabilidad simple pero eficaz. El Agente 47 convertido en maqueta sigue siendo igual de silencioso y letal; veamos en nuestro análisis si mantiene la esencia de la saga y resulta recomendable para los fans de Hitman.

Los que vengan de los títulos clásicos de Hitman se sorprenderán por el nuevo enfoque de Hitman GO. En lugar de infiltrarnos por niveles tridimensionales y en tercera persona, se nos presentará un interfaz totalmente innovador en la saga. Así, lo nuevo de Square Enix Montreal se desarrolla a lo largo de diferentes tableros, como si de juegos de sobremesa se tratara, en vista isométrica y con diferentes figuritas que harán la función de personajes que se moverán como si fueran piezas de ajedrez. Pero en lugar de hacerlo por una cuadrícula, deberemos movernos por unos raíles fijos con diferentes puntos de movimiento, con lo que tendremos total libertad para desplazar a nuestro implacable protagonista hacia delante o hacia atrás, una vez por turno. Y como no podía ser de otra manera, nuestro objetivo será completar cada tablero sin ser detectados, pasando inadvertidos a los ojos de nuestros enemigos.

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Y es que la mayoría de niveles pueden completarse de diferentes maneras, lo que incitará a la rejugabilidad para completar todas las misiones. Ya en plena acción deberemos movernos con soltura pero midiendo muy bien nuestros pasos, puesto que al mínimo error fallaremos obligándonos a reiniciar la misión en curso. Deberemos estar pendientes de multitud de elementos, algo que se complicará con cada nuevo juego de mesa; desde guardias de seguridad estáticos hasta vigilantes que se moverán con decisión a lo largo de los diferentes raíles, pasando por elementos con los que interactuar como piedras, disfraces, pasos subterráneos o incluso armas como un rifle de francotirador o las míticas pistolas Silverballers. Y su desarrollo en bien sencillo; debemos pasar inadvertidos, con lo que con cada turno debemos esquivar a nuestros enemigos evitando que nuestros caminos se crucen.

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Así, podremos mover al Agente 47 por turnos; movemos nosotros y la IA moverá sus figuras, siempre siguiendo un patrón. Si tras mover a nuestro protagonista nos alcanza un enemigo, moriremos; por el contrario, si somos nosotros quienes alcanzamos un enemigos por la espalda, lo eliminaremos, sacando la figura del tablero y dejando libre el paso para nuestro siguiente objetivo. Y para complicar todavía más su desarrollo, con el paso de las fases ‒como apuntábamos anteriormente‒ tendremos acceso a elementos de distracción e incluso armas. Así, si lanzamos una piedra o una pelota de tenis hacia un sector del tablero lograremos distraer a los enemigos que se encuentren a su alcance, desviando su mirada o incluso desplazándolos al origen del ruido, con lo que abriremos una vía de paso para no ser detectados.

Realmente, las opciones son mucho más amplias, aunque nos da una ligera idea de la propuesta de juego de Hitman GO; y funciona bastante bien a decir verdad. Gracias a una curva de dificultad bien equilibrada, iremos descubriendo nuevas posibilidades a medida que superemos los niveles, haciendo de cada nueva fase un nuevo reto más difícil de superar; tanto que en ocasiones resulta incluso frustrante. Por suerte, contamos con un sistema de pistas que nos permitirá ver la solución a un desafío determinado, aunque son limitadas; los que quieran adquirir más pistas, deberán pasar por caja mediante micro-pagos, aunque eso sí, nunca serán obligatorios. Asimismo, podremos hacer uso de atajos o pasos entre raíles que serán de gran utilidad en los momentos más comprometidos, además de armas de fuego, todo para llegar al verdadero objetivo de cada tablero, nuestra víctima.

Resulta sorprendente como una fórmula de juego resulta tan adictiva y desafiante; tanto es así que deberemos medir muy bien nuestros movimientos, especialmente en aquellos niveles en los que numerosos guardias cambian de posición con cada nuevo turno. Nosotros elegimos el ritmo de juego; o bien realizamos movimientos rápidos sin apenas planificación o estudiamos atentamente el tablero para dar el siguiente paso con total seguridad. Por otro lado, los diferentes juegos de mesa ‒los grupos de niveles‒ se desbloquearán a medida que completemos misiones, en un sistema parecido al de las tres estrellas de tantos juegos táctiles; eso o pagar 0,89 euros por cada uno de ellos, algo nada recomendable si no queremos arruinar el sistema de progreso del propio título. Una experiencia single player sin modo multijugador ni tablas de clasificación, eso sí, con una buena colección de logros en Game Center.

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