Hitman, no te fíes de nadie

Aquel agente de policía no te quita el ojo mientras avanzas por la calle desierta... Tú tampoco le gustas. Quizá sea por tu mirada. No es la propia del ejecutivo de corbata de seda y maletín de 600$ que quieres aparentar... Es igual. Que piense lo que quiera. Hoy tu trabajo no tiene nada que ver con él, pero... mejor que no se vuelva a cruzar en tu camino una vez que la fiesta haya empezado...

Paseas por el parque pero tu mirada no se fija en las ardillas ni en las deportistas de ajustadas mallas fucsia. Ya has encontrado lo que buscas. Una alta azotea de fácil acceso y con una visión perfecta sobre el lugar. Ya casi es la hora. En el ascensor que te lleva a la azotea tienes tiempo de sobra para abrir el maletín y sacar lo que en los últimos años ha sido tu mejor amigo. El fusil de precisión con mira telescópica Blaser R93. Un arma eficaz y, sobre todo, muy limpia. Como habías comprobado desde el parque, la visión desde la azotea es perfecta. En ese momento dos grandes limosinas llegan a las inmediaciones del parque. De ellas bajan los negociadores de cada una de las dos grandes triadas chinas que tienen el control de esa parte de la ciudad. Llegas a tiempo, como siempre. Tu objetivo sale del coche. En la Agencia te han dado su descripción. 80 Kilos, 176 cm de estatura, pelo canoso... Haces las comprobaciones necesarias a través del visor de tu fusil. Confirmas el blanco y comienzas a sentir la agradable y más que conocida sensación que la adrenalina extra provoca en tu organismo. Cualquier otra persona en esa situación estaría al borde de un ataque nervioso, pero tú estás entrenado desde que tienes uso de razón para no fallar en momentos como esos... y nunca has fallado. La mira del fusil se convierte en la sombra de tu objetivo mientras los guardaespaldas de éste se despliegan por la zona. Una leve sonrisa se dibuja en tu cara mientras piensas en que vas a volver a demostrar la inútil inversión que estos estúpidos gorilas suponen. Pero ningún pensamiento te distrae de tu cometido. Relajas tu ritmo de respiración mientras que con la mira telescópica acompañas los movimientos de la víctima. Es un baile que conoces de sobra. Durante unas décimas de segundo dudas si apuntar directamente al pecho o buscar un disparo en la cabeza. Sabes que sólo tienes un disparo y también estás seguro de que será suficiente. "Un disparo, un muerto" resuena en tu cabeza la voz del instructor. Miles de pensamientos se agolpan en tu mente en décimas de segundo. Recuerdos confusos de un pasado incierto. La voz de la operadora de la Agencia diciéndote lo necesaria que es la eliminación de otro objetivo, otra víctima, otra... ¿persona?... No te gusta hablar de personas. Para ti las decenas de caras que han estado antes en el centro de tu mira, como está ahora la de ese chino, no son más que objetivos que ya están muertos desde el momento en el que alguien con el suficiente dinero lo decide así... Y en ese momento el estruendo del disparo te sorprende incluso a ti. La víctima se detuvo un segundo para mirar... a lo que fuera. Pero es seguro que era lo que último que vio ese pobre desgraciado. El segundo que tarda el cuerpo muerto en caer al suelo parece una eternidad. Algunos dicen que el tiempo se detiene cuando un alma abandona un cuerpo. Puede ser. Te importa una mierda. Misión cumplida.

Para cuando los guardaespaldas empiezan a reaccionar, habitualmente tú has tenido tiempo de abandonar el lugar... pero hoy te has quedado disfrutando de tu trabajo unos segundos más. A la zona, en la que yace un cuerpo en cuyo funeral el ataúd deberá permanecer cerrado, ha llegado el policía que antes tanto te había molestado. Introduces un nuevo proyectil 7,62 en la recámara del fusil y vuelves a sentir la calidez de su culata bajo la mejilla. En la mira telescópica aparece la cara aterrorizada del policía. "Ahora no eres tan gallito" piensas... Durante segundos que parecen horas sigues con el fusil los movimientos de aquel hombre. Segundos en los que piensas que una víctima de ese tipo no iba a hacer sino restarte dinero de tu jugoso sueldo... Pero ¿para qué quieres el dinero? Nunca te ha importado... quizá tu reputación se resienta un poco al matar a un poli... pero... Esa mirada no te ha gustado nada...

... No sabes exactamente porqué, pero dejas de apuntar a aquel tipo... Quizá porque el pensar en que el muy idiota no sabe lo cerca que ha estado de la muerte también te produzca placer... "Hoy no, amigo... Hoy no..."

Mientras, entre el griterío de la gente, un patrullero siente cómo un escalofrío le recorre la espalda. Empieza a atar cabos... el hombre oscuro... el maletín... ¡aquella mirada! Y algo en su subconsciente le grita lo afortunado que es de seguir vivo. Son pensamientos irracionales a los que nadie, ni siquiera él, hace el menor caso... Nunca sabrá que ha sido y será el único objetivo que ha sobrevivido tras pasar por la mira del asesino, porque Hitman no perdona, Hitman no siente compasión... Esta vez sólo ha sido la curiosidad del asesino por experimentar algo nuevo. Decenas de veces ha experimentado qué se siente al tener la vida de una persona en las manos y acabar con ella... pero hasta hoy no había querido probar qué se siente al perdonarla... Bien, ahora que ya lo ha probado... sabe que nunca más volverá a repetir.

El texto anterior describe lo que Hitman quiere ofrecer. Ahora mismo... ¿te sientes interesado? ¿asustado? ¿asqueado? Si estás en esta última situación, deja este análisis. Hitman no es para ti.

Descripción general:
Realmente este juego es el más fuerte al que he jugado desde que yo recuerdo. Eh! Para! No corras todavía a comprarlo... en serio. Hitman no es un juego recomendable para todos los públicos, es un juego duro, por mucho que se pueda desactivar la sangre. Lejos de despropósitos como Postman o los exagerados Carmageddon, Hitman es el que más violencia, ya sea física o psicológica, me ha hecho percibir. No hablo de coger una motosierra y descuartizar zombies, hablo de encontrarte en una situación en la que debes elegir entre optar por la vía rápida y eliminar de un tiro en la nuca a aquel inocente aunque molesto mozo de equipaje que está a punto de echar perder tu misión, o complicarte la vida un poco más, pasar de él, y no convertir tu trabajo en una carnicería. En Hitman tomamos el personaje de un asesino a sueldo que cumple a la perfección con su trabajo, ya sea con armas de fuego, armas blancas o con explosivos bajo el asiento de un coche... Bueno, gracias a Dios que todas las asociaciones que luchan por la abolición de los juegos violentos no leen MeriStation sino que buscan su información en círculos más "correctos"...

El modo de juego es relativamente sencillo. Se te asigna una misión con unos objetivos más o menos claros, se te muestra un plano de la zona y se te permite adquirir las armas que creas más apropiadas. Después, todo depende de ti. Una vez que te introducen en la zona "caliente", serás tú el que decida si conviertes aquello en una masacre o bien cumples como un buen "limpiador" y entras, eliminas a tu objetivo y sales sin ser percibido. La forma más "bonita" de jugar es la segunda, pero la mayoría de las veces un pequeño error... y acaba convirtiéndose en la primera.

Audio/Vídeo:
Unos aspectos muy destacables en Hitman. Los gráficos están muy bien conseguidos. Aunque en ocasiones resultan un poco repetitivos, te introducen perfectamente en los escenarios que el juego quiere. Por poner un ejemplo, el hotel de lujo donde se desarrolla una misión tiene una distribución perfectamente lógica, con sus habitaciones, piscinas y saunas con sus vestuarios para cada sexo, la recepción, la cocina... Todos esos detalles te acaban metiendo en el juego y en el personaje, haciéndote pensar como él. ¿Cómo eliminamos a un objetivo que está en una sauna si no nos dejan acceder vestidos y en el bañador no podemos esconder un arma?...

En cuanto al audio, la música pasa muy desapercibida durante el juego y sólo se hace notar en los momentos de mayor acción para conseguir un mayor efecto dramático (generalmente cuando estamos acribillando a alguien o es alguien quien nos acribilla a nosotros). El resto del tiempo una melodía muy bien elegida se limita a acompañar... Más importantes son los sonidos reales que ambientan cada escenario. A destacar una misión que se desarrolla en unos muelles, con las bocinas de los barcos, algún gato maullando a lo lejos, puertas que se abren y cierran... Hemos de pensar que el sigilo es fundamental en la acción y la música en ningún momento se echa en falta. La música más interesante en Hitman es la que interpretan las armas y esa está perfectamente conseguida.

Estrategia y trucos:
Usar la ropa de nuestras víctimas para pasar inadvertido entre ellas... pero esto no es un truco ¡es la base de medio juego!. Cuando eliminamos a cualquier elemento del juego (menos a las mujeres, por razones obvias) además de arrastrar y ocultar los cadáveres o registrarlos en busca de munición u otros objetos, podemos desnudarles y vestirnos con sus ropas. De este modo podremos infiltrarnos allá donde queramos sin despertar sospechas. Como estrategias dentro de la acción, si optamos por eliminar a todos los enemigos del escenario, tendremos que hacerlo poco a poco. Lo más práctico es eliminar a uno y esperar a que otros, que han escuchado los disparos, se acerquen a ver qué ocurre. Entonces sales tú vestido con las ropas del muerto y con cara de decir "¡Hombre! ¡cómo tú por aquí!" Y cuando se descuiden, ráfaga de ametralladora y a otra cosa...

En misiones con mucha gente rondando por ahí, son muy efectivos los fusiles de precisión. Desde un punto elevado puedes eliminar a gran cantidad de gente sin riesgo de ser descubierto. Si eres hábil, puedes esperar hasta que dos o más enemigos se alineen con tu línea de fuego. Si consigues acertar en una parte blanda y con el ángulo apropiado, puedes acabar con todos de un solo disparo. Esto no es un truco... pero resulta divertido ;-). El fusil de precisión no sirve para distancias cortas, así que tendrás que abandonarlo antes o después y coger el arma de alguna de tus víctimas. ¿Más estrategias? Dispara a la cabeza... Jugabilidad:
El juego se desarrolla en entornos 3d muy realistas en cuyo primer plano vemos la gran calva de nuestro personaje. Es una perspectiva un poco rara, pero no cuesta acostumbrarse a ella. Al final se trata de mover al personaje del mismo modo que moveríamos a un personaje de Quake o Unreal, con los clásicos pasos laterales y apuntando con el ratón. Existe otro modo de control con visión de tercera persona, pero jugar así es mucho menos efectivo (casi imposible). La ventaja de ver a nuestro personaje en pantalla es la de ver qué ropa lleva puesta y qué lleva en cada mano. En el centro de la pantalla se sitúa un cursor que cambia de forma dependiendo del arma que tengamos en cada momento. Además este cursor cambia también de forma cuando lo pasamos sobre un elemento sobre el que podemos actuar; una puerta que podemos abrir, algo que podemos recoger, una persona con la que podemos hablar...

Si hablamos de adicción, diversión... Hitman tendrá (de hecho tiene) muchos detractores. Personalmente me ha enganchado ¡y de qué forma! El juego me lo pasé completo en dos sesiones maratonianas de unas seis horas cada una (no intenten hacer lo mismo en sus casas) y eso nos lleva al principal defecto del Hitman. Es excesivamente corto... Para compensar, no se puede grabar la partida durante una misión y si te eliminan, en la mayoría de los casos habrá que volver a empezar. De no ser así, el juego se acaba en tres o cuatro horas.

Hitman consta de 13 misiones, si incluimos la primera que es poco más que una introducción. De entre esas 13 misiones, que se desarrollan en lugares como Hong Kong, Colombia, o Rotterdam, las hay sencillas y alguna realmente complicada. Por poner un ejemplo, mi preferida es la que se desarrolla en un hotel de lujo en el que se va a celebrar una cumbre política y que está hasta los topes de medidas de seguridad. Tienes que entrar desarmado, eliminar a un par de tipos, robar la bomba con la que iban a atentar y escapar sin que nadie se entere de nada... Y eso es realmente complejo.

A lo largo de todos esos niveles podremos ir usando distintas herramientas de trabajo. Desde fusiles de precisión a bombas lapa, seremos nosotros los que compremos las armas con el dinero que vayamos cobrando por cumplir objetivos. Lo del dinero es puramente ornamental, ya que a no ser que eliminemos a todo bicho viviente y nos "multen" por ello, nos sobrará dinero para comprar lo que queramos. Las armas podríamos dividirlas en dos grupos, las cortas y las largas. Entre las cortas hay pistolas de distintos modelos, UZIs y otros subfusiles ametralladores. Entre las largas hay fusiles con mira telescópica, escopetas, fusiles automáticos... Incluso podremos elegir entre el M16 americano o el Kalashnikov ruso. Luego tenemos armas ocasionales que encontraremos por los escenarios ¿en qué cocina no se puede conseguir un buen cuchillo?. La diferencia principal entre ambos tipos de arma es que cortas podemos llevar todas las que queramos escondidas bajo la ropa, y largas sólo podemos llevar una y en las manos, no podemos ocultarla.

Los efectos de las armas son moderadamente realistas. Es muy realista el impacto de la bala sobre el cuerpo de la víctima dependiendo de dónde sea alcanzada, del calibre del arma con la que disparamos y teniendo distinto efecto si le alcanzamos en una extremidad, el tronco o la cabeza. Sin embargo el realismo acaba ahí, ya que para dar mayor jugabilidad al producto, los efectos de las armas han quedado un poco "descafeinados". Es curioso ver como nuestro personaje recibe varios disparos en plena cara y sigue corriendo como tal cosa hasta que se acaba su barra de energía... o ver la cantidad de disparos que soportan algunas víctimas... Todo sea por hacer el juego más divertido...

Comparándolo con...:
Project IGI y Hidden & Dangerous: El desarrollo y la acción son parecidos, aunque el argumento y la ambientación dan un aire totalmente distinto a cada juego.

SWAT y Rainbow Six:
Los entornos son muy parecidos en cuanto a realismo. Los objetivos son también "lógicos". Sin embargo en Hitman vamos solos contra el peligro. No hay que organizar ni andar pendiente de otros elementos de tu equipo.

Delta force:
Hitman no tiene nada que ver. En Hitman hay que pensar cada movimiento y en ocasiones podremos resolver un escenario sin pegar un solo tiro.

En resumen, podríamos decir que es una mezcla entre Project IGI y SWAT 3 con un argumento distinto a todo lo demás.

El argumento, dejando a un lado si es bueno o malo, apropiado o inapropiado, es diferente, y eso me gusta. El planteamiento del juego también me gusta. Te dan objetivos y medios y luego tú te buscas la vida para cumplir y salvar el pellejo. La ambientación, el cuidado gráfico del detalle, el sonido de los disparos y del impacto de los proyectiles en las distintas superficies. Y sobre todo, la mala uva que el juego tiene en algunos momentos... No puedo dejar de valorar el perfecto castellano (y otros cinco idiomas) que ofrece el juego tanto en los subtítulos como en menús, instalación, manuales y ayuda on-line, aunque las voces sean en inglés. Y tampoco puedo dejar a un lado el hecho de que el juego no necesite ningún parche desde el momento de su lanzamiento y que permita ser ejecutado por cualquier hardware gráfico ya sea bajo Direct3D, OpenGL o Glide, permitiendo gran número de personalizaciones respecto a la compresión de texturas, uso del AntiAliasing, etc.

Manual:
Muy correcto y bien presentado. Nada que decir sobre él, lo cual ya es bueno. A destacar el buen trabajo que han hecho con la localización al castellano del producto. Como único defecto, el enfoque argumental que dan al juego desde el manual. Mejor prescindir de él y empezar a jugar directamente...

Equipo necesario:
PII 266, Windows 95/98, 64MB de RAM, 400mb de disco duro, aceleradora con 12Mb de memoria, TECLADO Y RATÓN, admite Direct3D, OpenGL y Glide. Por supuesto, son los requerimientos mínimos y habrá que tener bastante más potencia para jugar con comodidad.