Heroes of Ruin

Dar forma a una nueva propiedad intelectual no es uno de los movimientos más recomendables para un estudio de desarrollo en esta época de secuelas e inseguridad económica. Mucho más arriesgado resulta este movimiento si hablamos de un Action RPG para una consola portátil como es Nintendo 3DS. Pero en n-Space, estudio histórico de las consolas de Nintendo (son los responsables de proyectos como Geist), llevan dando forma al mundo virtual de Heroes of Ruin desde antes de la presentación en sociedad de la portátil. Cuatro héroes se embarcan en una aventura donde la misión principal es recuperar a un desfallecido Ataraxis, criatura que gobierna el territorio de Nexus y que está inmersa en un profundo sueño por una maldición lanzada por una figura desconocida en un convulso momento donde no faltan las rencillas políticas.

En Heroes of Ruin, nuestra primera decisión se seleccionar entre una de las cuatro clases disponibles: Alquitecto, un híbrido que usa magia y golpes físicos y es la única clase femenina, Justiciero, soldado cuerpo a cuerpo con espadas, Pistolero, experto en ataques a distancia con armas de fuego, y Salvaje, maestro del cuerpo a cuerpo directo. La jugabilidad que brinda cada clase es lo suficientemente diferente como para que la experiencia de juego no sea repetitiva a la hora de combatir. Además de la clase, n-Space ha insertado ciertas opciones de personalización para el héroe como el tono de la piel, el peinado, el color del emblema (capa, broche, etc.) y el color del pelo.

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Nuestra selección principal se decanta por la Alquitecto, clase con la que hemos completado la trama principal -también hemos jugado con el resto de personajes-, tanto en partidas online como offline. Con esta clase de personaje disponemos de tres ramas de habilidades a desbloquear (Evocador, Brujo y Hechicero) incluyéndose tanto ataques mágicos ofensivos como habilidades defensivas que tenemos que ejecutar y ventajas pasivas aplicables sobre el héroe. Cada vez que subamos un nivel, ganaremos un punto de habilidad que podremos utilizar para adquirir una habilidad (siempre que cumplamos el nivel requerido). Hecho esto, en niveles superiores podremos mejorar esta misma habilidad hasta dos veces para aumentar su potencia. La evolución del personaje también pasa por mejorar parámetros como la fuerza y la potencia mágica.

El sistema de control de Heroes of Ruin es lo suficientemente capaz como para echar de menos ningún punto del género en compatibles.  Los hechizos y ataques especiales se asignan libremente a tres botones, quedan el que resta para los golpes físicos primarios, que se pueden cargar de potencia para restar más salud, la cobertura desde el gatillo "R" y el movimiento rápido de clase combinando este botón con el stick y el gatillo "L" para interactuar con los personajes y los elementos del escenario. Con la cruceta, usando izquierda y derecha, cargamos pociones de salud y de maná, que son numerosas durante las partidas, algo que resta dificultad. Heroes of Ruin no necesita un fuerte aprendizaje para hacernos con el control del personaje en los combates, por lo que se adapta a cualquier tipo de jugador.

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La estructura de la partida transcurre siguiendo el armazón tradicional de las misiones principales y las misiones secundarias. Las primeras son de tipo lineal, sin variantes más allá de alguna decisión anecdótica en los últimos compases del juego. El segundo bloque se obtiene de personajes diseminados tanto por los escenarios como por Nexus y se basan fundamentalmente en la recolección de objetos, la eliminación de enemigos especiales (existen misiones de tipo "Se Busca") y la investigación de zonas. El sistema de misiones no resulta extremadamente innovador, aunque sí es lo suficientemente funcional como para que el jugador se encuentre cómodo.

Rol en tres dimensiones

La técnica acompaña de manera notable a este Heroes of Ruin. Su motor gráfico tridimensional funciona en el hardware de la consola de Nintendo con soltura y demuestra que la plataforma puede ir más allá. A pesar de no ser uno de los títulos más punteros en cuanto a apartado técnico, la propuesta de n-Space adopta la perspectiva cenital del género con escenarios variados, de amplia extensión y con zonas entran por la vista del jugador a poco que se visitan. Parajes helados, cuevas, selvas y ruinas mitológicas componen el mundo de Heroes of Ruin, siempre conectados por el escenario principal, la ciudad Nexus, desde la que viajar por el mundo.

La variedad también se agradece en aspectos como los enemigos y los personajes en pantalla, que se irán adecuando a la temática de cada zona. La estructura de la trama principal, dividida en episodios, nos llevará por parajes como El Bosque Antiguo, La Extensión Helada, El Vacío de las Almas y Las Tumbas de Coral, cada escenario subdividido en bloques a los que corresponden tanto misiones principales como secundarias. Por norma general, el engine cumple, entusiasma y mantiene la estabilidad técnica, aunque en ocasiones sufre leves problemas de frame rate (especialmente cuando se juega online) que, si bien son perceptibles para el ojo entrenado, no perjudican la jugabilidad.

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El uso de las tres dimensiones en Heroes of Ruin es un atractivo más, pero no un elemento imprescindible para la aventura. Resulta llamativo ver cómo encaja la estereoscopia en la perspectiva área, que aprovecha especialmente bien las 3D en determinados momentos de la partida para mostrar los escenarios con mayor profundidad aprovechando la cercanía de los objetos del decorado con los ojos del jugador. No obstante, jugar en 3D es un añadido prescindible a gusto del consumidor en Heroes of Ruin.

En red, en tu mano 

Multijugador, con chat por voz, interacción a través de la web, sistema de comercio y hasta cuatro jugadores. Estos son los cinco conceptos que definen el sistema online de Heroes of Ruin y que lo transforman en uno de los proyectos más ambiciosos dentro del género por su naturaleza portátil. En primer lugar, el multijugador permite que cuatro jugadores se conecten directamente a la partida tanto en local como desde Internet, con la posibilidad de seleccionar partidas con amigos (agregados a la consola previamente), en red local, con jugadores de todo el mundo o en solitario. El sistema de juego permite que nos conectemos y desconectemos de la partida sin limitaciones, cuándo y cómo queramos y que definamos el tamaño del grupo. Las partidas online durante el análisis se han realizado con jugadores conectados por Internet (prensa, compradores anticipados, etc.) y han funcionado sin problemas. Este fin de semana será la primera gran prueba de fuego para el online de Heroes of Ruin al llegar a todas las tiendas de Europa.

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Cada partida transcurre, a su vez, con cierta independencia para cada jugador, que podrá recorrer el escenario con libertad hasta que se produzca un enfrentamiento con un jefe, momento cuando todos los jugadores conectados tendrán que estar en la misma zona para activar el combate. El jugador principal actuará como resorte para ofrecer su misión principal de zona como eje de la partida, por lo que podemos repetir episodios y bloques incorporándonos a partidas online desde el sistema de búsqueda. El chat por voz funciona de manera óptima y está abierto a cualquier usuario, sin necesidad de agregar amigos, simplemente con aceptar su utilización desde el menú de configuración, donde de serie viene desactivado.

Las funcionalidades sociales del título se integran en el sistema de comercio que permite compartir y vender objetos a otros jugadores, colocándolos en nuestra lista de venta, tanto desde las partidas como usando StreetPass. Además, la página web oficial de Heroes of Ruin permite conectar nuestro perfil del juego con el site para buscar otros jugadores, conocer los retos desbloqueados e interactuar con la comunidad. No podemos tampoco obviar el enorme esfuerzo realizado por n-Space para garantizar por SpotPass nuevas misiones diarias y semanales descargables gratuitas durante un año en el título de rol, que se descargarán directamente al conectar a Internet la consola, permitirán comprar equipamiento de alta calidad, y para lo que se ha tenido hasta que modificar la política de Nintendo en cuanto a contenidos descargables, limitados a uno por semana y por juego.

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