El hermano peludo de la familia.

Si alguien dudaba que la próxima película de Disney tuviera su versión digital, que vaya cambiando de idea porque como siempre, aquí está puntual a su cita. Tradición cumplida: Nueva película = Nuevo videojuego. Otro buen plataformas, sencillo, pero sin nada nuevo.

Disney lleva muchísimos años ofreciendo versiones jugables de todas sus películas. De hecho, es muy difícil recordar alguna que no tuviera su adaptación. Aunque eso sí, con el paso del tiempo, la originalidad ha sido una asignatura pendiente, que en esta ocasión, va a continuar tan pendiente como siempre.

Hermano Oso es la nueva producción cinematográfica de la compañía del ratón más famoso del mundo. Y según apuntan los rumores, puede que sea la última que realizan mediante dibujo tradicional, pues Disney tiene la intención de centrarse exclusivamente en el cine creado por ordenador, que en los últimos años, ha sido el mas rentable para la compañía.

El caso es que Hermano Oso está a punto de llegar a las pantallas, y el juego ya está en las tiendas para disfrute de los más pequeños. Y esto viene a cuento de que ellos serán los que más partido le saquen, principalmente por dos motivos.

El primero es la sencillez de este juego de plataformas. Tiene los típicos elementos como tal, desde plataformas, hasta objetos coleccionables (bayas), pasando por algún que otro elemento móvil. Pero fuera de eso no hay ningún aliciente que complique la aventura.

El otro elemento es que el juego es igual que tantos otros que han venido de Disney desde hace años. En cierto modo, y al controlar a una pareja de osos, el juego se parece muchísimo a El Rey León de Super Nintendo, siendo su estilo de juego muy similar. Los más pequeños, que evidentemente no jugaron a aquel entrañable título en su día, tienen ahora una oportunidad de disfrutar con un estilo de plataformas simple y entretenido, pero algo anticuado.

Y esta comparación da que pensar. Hermano Oso es un juego que se parece a El Rey León. Si este último era un juego excelente en su día, ¿por qué Hermano Oso no lo es hoy día? Pues la verdad es que la pregunta se responde sola. El tiempo pasa, y las cosas no son lo que eran. Los juegos de plataformas han evolucionado, pero los de Disney no. Y eso es algo que se nota.

Por otro lado, los osos protagonistas del juego, en la mayoría de los casos (que por supuesto hay excepciones) serán los personajes ideales para los más pequeños, que igualmente serán los que más disfruten de la película. Por eso la dificultad de este juego se ha rebajado mucho, para no ponerles las cosas difíciles.

 g r á f i c o s

Visualmente Hermano Oso no ofrece nada nuevo. Cumple bien con lo que pretende, que es ofrecer unos gráficos alegres, pero no pasa de ahí. Y en cierto modo, se puede afirmar que este juego ya lo hemos visto hace años en la 16 bits de Nintendo.

Claro que por otro lado, no tiene ningún defecto que se le pueda achacar, más allá de su simpleza. Unos personajes bien ajustados en cuanto a tamaño y forma. Unos decorados bonitos y completos, y un montón de fases para jugar.

La animación de Kenai y Koda, los dos osos que pueden ser controlados durante la partida, ya sea individualmente o en equipo, está a la altura del resto del apartado gráfico. Saltos, caídas, quedar colgado de un saliente, caminar, correr… acciones, las justitas, pero bien resueltas.

Los enemigos son un poco sosos, ya que el juego se centra sobre todo en las plataformas. Pero aún así también cuentan a la hora de molestar. Su aspecto es poco más que correcto, y su animación muy pobre, ya que en la mayoría de los casos tan sólo hay que esquivarlos.

Para cambiar de fase hay un mapa general, como en tantos otros juegos de plataformas. Y para amenizar la partida están las clásicas imágenes estáticas extraídas directamente de la película. Con textos en castellano para que nadie se pierda la historia. La intro, es un vídeo corto y de poca resolución, pero que en GBA ya es un logro. Por supuesto extraído directamente del film.

Las melodías, al igual que todo lo demás, ha sido extraido de la película. Por supuesto que las composiciones como tal gozan de una pobre calidad sonora, pues las capacidades de audio de GBA no han sido exprimidas esta vez. Las melodías en sí son alegres y desenfadadas, como el resto del juego.

 j u g a b i l i d a d

Lo cierto es que en términos jugables, poco hay que decir. Estamos ante un juego de plataformas puro y duro, como los de antes, con una dificultada muy asequible y que no ofrece nada nuevo, o que no se haya visto antes.

En el juego se controla, como ya se dijo antes, a dos osos: Kenai y Koda. A veces se controla a uno, a veces a otro, a veces a los dos por separado y a veces a los dos en grupo. Eso depende de cada fase.

Cada uno de los dos es diferente, y aunque el objetivo en las fases es siempre el mismo, habrá que aprovechar sus diferentes habilidades. Mientras que uno es grande, y puede mover piedras pesadas, el otro es pequeño y puede trepar a los árboles. Entre los dos el jugador tendrá que apañárselas para ir pasando los niveles. Aunque tampoco es necesario pensar mucho, pues las dificultades del juego no llegan ni a la categoría de puzzles.

Cuando los dos osos trabajan en equipo, el pequeño va montado sobre el mayor. Aunque el control del jugador es sobre este último, el osezno puede estirarse para llegar a zonas de otro modo inalcanzables, y coger así algunos objetos especiales.

Las fases se pueden pasar simplemente llegando al otro extremo de la pantalla. Por en medio hay varios tipos de objetos, desde las bayas, que sirven como objetos coleccionables para conseguir vidas extra; o tótems, que sirven para desbloquear secretos, como niveles extra a sumar a los 16 que componen el juego repartidos en 4 mundos.

Hablar del control no es muy complicado. A se utiliza para saltar y B para golpear, acción que sirve, por ejemplo, para encontrar objetos ocultos dentro de los troncos huecos (algunos actúan como puntos de guardado a mitad de fase). Por último L se utiliza para cambiar entre los osos cuando se controlan a los dos de manera separada en la fase. En estas fases, habrá que llevar a los dos hasta la salida.

La única nota de originalidad quizás habría que buscarla en que a veces, hay que cruzar un abismo pasando por un tronco. Aquí el objetivo, además de avanzar, es mantener el equilibrio para no caer al vacío, usando los botones arriba y abajo. Pero estas zonas son muy breves, y aparecen con poca frecuencia.

 c o n c l u s i ó n

Otro juego más de plataformas, que no contentará a los veteranos o a los exigentes. Es un juego bonito y fácil, con una historia, que como todas las de Disney, tiene magia. Pero quitando estos elogios, el juego se queda en poca cosa.

La mejor conclusión es que este juego lo aprovecharán mucho más los pequeños, especialmente si han disfrutado con la película. Eso no quiere decir que los demás no puedan disfrutarlo, pero quizás no lo encuentren tan atractivo.