Aventuras en el Oeste

En abril del año pasado, Spellbound Studios nos presentaba 'Desperados 2: Cooper's Revenge', una entrega que dejó un sabor agridulce y que era segunda parte del notable Desperados original. De hecho, una terrible versión con numerosos errores fue la que llegó a nuestros ordenadores y empañaba más que ligeramente la experiencia de juego que, por otro lado, tenía puntos muy prometedores.

Sabedores de esta circunstancia, la desarrolladora alemana ha querido ponerse las pilas y pulir el producto de tal forma que en esta ocasión el resultado final no solamente está más conseguido que ninguno de los anteriores capítulos, sino que demuestra que hicimos bien en penalizar el desbarajuste de Desperados 2 que no hizo más que reafirmar el viejo refrán de que segundas partes nunca fueron buenas. Afortunadamente, terceras partes fueron mejores.

Helldorado es el nombre que recibe la tercera incursión en el género de la estrategia en tiempo real y acción táctica de Spellbound, probablemente una de las desarrolladoras de más éxito en territorio germano, que bebe directamente del producto español quizás más internacional: Commandos. No son pocas las similitudes que unen a ambos videojuegos, aunque Helldorado muestra tanto una temática como unas posibilidades de enfoque mucho mayores, pero no necesariamente más divertidas.

Para empezar, el juego se ambienta en el salvaje oeste de finales del siglo XIX. Tras la venganza del protagonista Cooper por la muerte de su hermano a manos de Lloyd Goodman, la paz parece haber vuelto a las vidas de los amigos del pistolero. Sin embargo, la desaparición y secuestro de Doc McCoy pone en jaque de nuevo al grupo que se verá inmerso en una trama iniciada por la viuda de Goodman que va más allá de lo que parece.

A partir de entonces, disputaremos una serie de misiones que nos dejarán como un criminal a los ojos de todos para conseguir salvarle la vida al amigo íntimo de Cooper. Para ello, y tal y como hicimos en las dos entregas anteriores, deberemos gestionar las habilidades únicas de nuestros héroes en los distintos escenarios del juego que, aún en el nivel de dificultad medio y desde la primera fase, pondrán a prueba nuestro ingenio.

Helldorado es un juego abierto en cuanto a su planteamiento, de modo que es difícil encontrar a dos jugadores que terminen con las fases de igual forma; es ese tipo de productos que requieren cierto cálculo antes de empezar la acción y está destinado a aquellos que gusten de algo más que apretar los botones lo más rápidamente posible. Si uno es de los que disfruta planificando movimientos al dedillo y estudiando situaciones meticulosamente, aquí hay mucho que ofrecer. Empezamos.

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Lo cierto es que necesariamente el entorno está menos detallado que en otros productos porque el acceso que tenemos al mapa es total y suelen ser bastante extensos y estar bastante recargados de edificios con sus correspondientes transparencias, montones de enemigos con comportamiento autónomo, multitud de efectos de luz y de partículas y además podemos cambiar la vista en cuestión de instantes y pasar de la clásica isométrica a una de tercera persona con solo pulsar un botón.

Aunque la perspectiva superior es la que más vamos a utilizar, no estamos limitados simplemente a circular por el escenario con WASD. Podemos rotarla sobre su propio eje X y acercarla o alejarla a voluntad, aunque eso repercuta en el rendimiento del sistema. Eso es especialmente útil porque en ocasiones suceden eventos en distintas partes del mapa y conviene tenerlo todo controlado y es mejor que tenerlo todo dividido en mini-pantallas.

El diseño de personajes y enemigos está moderadamente conseguido, con énfasis como es lógico en los héroes y en especial de Kate, la protagonista femenina, que goza de cierto toque sensual característico de las mujeres del viejo oeste. También las animaciones están realizadas con buen gusto, y todos pueden caminar, correr, estar agazapados o tumbados panza abajo… sin contar con las acciones específicas de cada uno de ellos. El nivel de detalle es correcto, sin demasiados alardes.

Los escenarios rezuman un acabado notable, con nada que destaque negativamente en este aspecto. A los ya citados elementos clásicos como humanos, se le añaden animales, edificios de todo tipo de una o dos plantas (graneros, salón, establos, etc), una vegetación bastante convincente e incluso unos efectos meteorológicos que añaden algún que otro toque de realismo a un motor que a pesar de todo empieza a notar el paso de los años pero que, por lo menos de momento, aguanta el tipo.

Los efectos de sonido siguen la estela de las dos entregas anteriores, si bien la música a nuestro juicio está mejor implementada que en la primera y segunda parte con buenas melodías de efecto western que además entran en momentos propicios. Las voces de los protagonistas, por lo menos en nuestra versión (2.00 build 1.982), están en inglés con subtítulos al castellano aunque hay que admitir que los actores originales hacen un buen trabajo al respecto.

El planteamiento es en realidad bastante simple: disponemos de un elenco de personajes, que puede llegar a un máximo de seis, con el que deberemos sortear una serie de situaciones a modo de puzle. Hay múltiples enemigos en pantalla que quieren hacernos la vida imposible y deberemos evitar que cualquiera de nuestros héroes muera utilizando el enorme abanico de habilidades a nuestro alcance, muchas veces mediante el viejo sistema de ensayo-error.

Por ejemplo, podemos usar el enfrentamiento con armas de fuego clásicas como con el colt de Cooper, el Winchester de Sánchez o el disparo de Doc. En ocasiones será mejor utilizar técnicas de sigilo como el lanzamiento de cuchillo, el tiro con arco o una pedrada en la cabeza. O podemos optar por dormir a nuestros enemigos con sedantes, distraerlos con un reloj musical o con la seducción de Kate, interpretar un secuestro o una captura de un indio, etc. Las posibilidades son muchas y, en ocasiones, depende enteramente de nuestro buen juicio.

Por supuesto los enemigos también van armados y en caso de avistarnos no dudarán en hacer uso del plomo para abatirnos; por eso en muchos casos todo depende de no ser descubiertos y existen varias formas de evitarlo. Por un lado podemos saber exactamente el campo de visión de nuestros contrincantes para descubrir algún punto ciego por el que atacar y deberemos ser rápidos retirando los cuerpos para que ninguno de sus compinches lo detecte.

En algunos momentos podemos optar por un enfoque mucho más agresivo, utilizando incluso explosivos para eliminar adversarios de cuatro en cuatro. En otros, la imaginación al poder: hay 15 nuevas combinaciones entre nuestros héroes para confundir al enemigo, como por ejemplo juntar un cartucho de dinamita de Sánchez con una flecha de Hawkeye para disparar un dardo explosivo a un lugar determinado.

Cada enemigo muestra al pasar el ratón sobre su cabeza su 'debilidad' específica: sabemos si cae rendido ante la seducción de Kate, si peleará por beberse el tequila de nuestro protagonista mexicano, si es capaz de distraerse por un reloj que emite ruidos extraños (parecido al señuelo acústico de Commandos) o si es vulnerable a cualquier otro efecto similar. Además, nos muestra también su estado de salud o su grado de consciencia, que viene a ser el tiempo que tardará en despertar.

Podemos asignar secuencias de acciones a nuestros personajes, y que incluso se ejecuten bajo determinadas condiciones como si fueran una macro. Es algo difícil enlazar algunas de ellas complicadas sin haber fallado unas pocas veces (el mejor amigo del jugador siempre es la tecla de guardado rápido) pero realmente es satisfactorio comprobar cómo los planes salen bien. Spellbound nos recompensa pudiendo escoger un modo 'cinematográfico' de forma que en ese momento la acción pasa a contemplarse como si estuviéramos viendo una película.

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La interfaz también goza de buena salud y es relativamente fácil acceder a todos los comandos mediante el ratón, aunque todos los jugadores acaban por aprenderse los accesos rápidos desde el teclado ya que es la única forma de ser eficientes. El minimapa en la parte superior derecha ayuda aunque la información que da es bastante escueta y más vale establecer contacto visual si no queremos llevarnos alguna sorpresa con enemigos que no esperábamos.

Algo de lo que se enorgullecen los desarrolladores y que sin embargo a nuestro parecer está poco conseguido es la curva de dificultad de Helldorado. Sí, es cierto que existe un tutorial para aprender los mecanismos básicos del juego, pero la realidad es que no hay un incremento paulatino de la exigencia en las misiones sino que todas ellas, de la primera a la última, plantean un reto a cualquier jugador sea novato o no lo sea. Esto puede parecer insignificante para algunos, pero si alguien recuerda la primera fase de Commandos 2 sabrá de lo que estamos hablando.

Otra de las grandes ausencias de la tercera entrega de Desperados es su capítulo multijugador, algo que sin duda hubiese dado mucho jugo de haber permitido algún tipo de campaña cooperativa, por ejemplo. Sin embargo, la experiencia para un solo jugador es bastante completa y con los tres niveles de dificultad y sus múltiples acercamientos a una misión puede llegar a ser incluso generosamente extensa, si bien algo repetitiva.

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