Hagan juego señores

Zeta Games acaba de publicar el enésimo juego de escritorio basado en alguno de los famosos casinos de Las Vegas. Si tuviésemos que repasar todos los títulos que comparten género, empezando por el famoso Solitario de Windows, siguiendo por los antiguos programas en disquetes para MS-Dos y Windows 3.1 Bordeando los más eróticos como Strip Póker y llegando finalmente a los más avanzados a través de Internet, ya sea de pago o a través de algún canal gratuito de chat, seguramente nos daríamos cuenta de que, siendo un género menor dentro de los juegos de PC, cuenta con muchos y buenos títulos.

En el programa que nos ocupa, tenemos varios juegos diferentes: Bacarrá, Dados, Póker, Tragaperras, Black Jack, Keno, Ruleta y Vídeo Póker. Casi todos estos juegos los conocemos todos, tan sólo puede resultar desconocido el Keno, una especie de Lotto 6/49 donde se apuesta a un determinado número de cifras y después caen todas las bolas, ganando dinero si acertamos más de cinco. El Vídeo Póker es una mezcla de máquinas tragaperras y póker, uno apuesta dinero, puede cambiar cartas una vez, y se premia a partir de pareja de jotas, pero metiendo monedas en el slot de una máquina en vez de sobre el tapete de un croupier.

La novedad en este juego consiste en ir avanzando en la historia escuchando melodías mientras echamos una partida. Disponemos de una Jukebox donde podremos activar hasta 6 temas diferentes en cada época alcanzada. Para conseguir abrir estas décadas, que van desde los años cincuenta hasta nuestro siglo y "el futuro", hay que conseguir ganar una determinada cantidad de dinero, lo cual puede suponer un quebradero de cabeza si no se nos da muy bien este tipo de distracciones.

Todos los minijuegos pueden disfrutarse tanto en modo offline (sin conexión a Internet) como online. Nuestros rivales en este caso son todos aquellos que dispongan de una copia del producto y tengan ganas de "echar una manita". Podremos además charlar a través de chat, o bloquear un juego con una determinada contraseña... En definitiva, lo usual del juego online. Nuestro usuario queda registrado en el servidor, así que cada vez que nos conectemos tendremos disponible el dinero acumulado en anteriores partidas.

Gráficos y sonido

El juego está desarrollado bajo una plataforma muy de moda últimamente en tecnología web, el Macromedia Shockwave. La resolución es un pelín baja, 640x480 tan sólo, y los diseños bastante austeros. Las máquinas tragaperras cuentan con algunas animaciones como la palanca, la inserción de las monedas, y el rodar de los distintos aros. Otros como la ruleta o los dados utilizan pocas animaciones, y en casos como el póker ni siquiera se ha dotado a los personajes de voz o movimiento alguno que no sea el pestañear en sus caras. Puro bitmap sobre bitmap, con pocas opciones aparte del sonido.

En cuanto a la fidelidad con los elementos de cada época hay que decir que no es un buen ejemplo de cómo han evolucionado estos ingenios lúdicos, en realidad a medida que avanzamos de época (ganando más dinero se abren nuevas posibilidades) se abren las mismas salas con el color de fondo diferente, algo inconsistente con la propuesta de sus creadores de recorrer las distintas épocas según la música de entonces. Se echa de menos una mayor variedad en cada una de las franjas en las que permite interactuar cada una de las pantallas de minijuegos. No hay croupier, ni mano que coloque las monedas en la mesa o realice descartes, y los mensajes aparecen en una esquina, lejos de la atención del jugador.

El mayor reclamo publicitario es el hecho de que cada una de las épocas jugables tiene varias melodías reconocibles. Si te gusta el rock y el pop en general, quizá te parezca aceptable. No es un gran alarde de medios, pero sí es cierto que sobresale de entre todos los juegos de casino existentes. Por contra, los efectos de sonido son escasos, casi nulos, y no hay ni una sola voz en todo el juego. Siempre se agradece que los programadores hagan un esfuerzo extra, y en cualquier caso, queda el recurso de quitar la música que viene por defecto y poner algo de fondo de cosecha propia, en un juego así no la echarás de menos y cualquier estilo se adapta perfectamente.

Guión

Compite a través de seis décadas marcadas por la música, jugando al póker, dados, ruleta, tragaperras y otros pasatiempos. Tu objetivo es llegar a una determinada cantidad de dinero para que se abra una nueva fase, hasta llegar a nuestro futuro.

Jugabilidad

Si eres un jugador empedernido tienes ante ti una gran oportunidad para no dejarte el dinero en los bares o casinos. Cada máquina es una fiel representación de su réplica real. Lo único que se echa en falta es un mayor dinamismo en las partidas, ya que a veces la lentitud de apostar, de esperar los movimientos del resto de jugadores o la falta de emoción terminan en un juego aburrido, sólo apto para los más apegados a un género que cuenta por igual defensores y detractores.

Algunos de los juegos son más divertidos que otros, pero por su propia naturaleza. En mi caso, disfruté mucho más en los de cartas, donde dependió mucho más de mis buenas o malas acciones que yo ganara dinero, que no del simple azar de las tragaperras o los dados. Sin embargo, a aquellos que les guste jugar a estos otros no se van a sentir defraudados, están todas las reglas tal cual se rigen los casinos profesionales.

Una cosa que desespera bastante es no poder saltar las secuencias entre los jugadores, o al menos aligerarlas. Cuando te retiras de una mano, debes tragarte todo el ritual de igualar o subir la apuesta hasta saber quién es el ganador. Al menos, se debería haber implementado la activación de una tecla para pasar esas secuencias.

No tiene ningún aliciente salvo el mero hecho de jugar por jugar. Descubrir nuevas músicas o tener derecho a poder apostar más no son argumentos suficientes para engancharte más de lo que puede atarte a la silla una recreativa o cualquier otro evento.

Estrategia y trucos

Jugando a este juego me descubrí a mí mismo como un gran jugador de póker. En realidad es un bug o una curiosa interpretación de los típicos faroles que se marcan los jugadores: cuando no tienes dinero, ve a la mesa de póker, allí están esperando los jugadores más ilusos del mundo, y cuando tengas una buena mano apuesta al máximo, ellos te seguirán aunque no lleven una triste pareja de dos. En todas mis partidas jugadas, nunca vi a un jugador retirarse.

Con respecto a las tragaperras, funciona bastante bien hacer una apuesta media, y marcar dos líneas. Son del tipo de hasta cinco barras de premio, tres iconos por barra, siendo de todas las barras tres horizontales y dos en diagonal. Si no juegas mucho dinero, tarde o temprano acabas recuperando, no jugando nunca la misma combinación de líneas.

Cuando tengas un margen más grande de apuesta (a partir de los años setenta), hay una máxima de gran jugador que dice que siempre que pierdas apuesta el doble de lo que lleves perdido. Esto se puede aplicar a los dados y a la ruleta, donde por ejemplo apuestas a rojo o negro, a par o impar, o combinando ambos (y otras opciones en el caso de dados). Mantén tu apuesta a un criterio fijo, y juega hasta recuperar o ganar lo suficiente como para avanzar. Recuerda que aquí no gana quien más dinero tiene, sino quien logra abrir todos las épocas hasta el futuro.

Comparado con...

El gran referente sin duda es Caesar's Palace 2000. Por supuesto este segundo es el más completo y veterano en el mercado, al menos de entre los que cuentan con cierto renombre. Pero hay una diferencia de precio bastante importante, y además ya no se encuentra tan fácilmente en las tiendas. Incluso si tienes Windows XP, dispones de los mismos juegos (o similares) "gratis" y también online, con lo cual parte del valor añadido de estos productos se desvanece.

Se lo recomiendo a aquellos que estén dispuestos a pagar un poco (tan solamente 20 euros) por un producto algo más trabajado que el simple solitario de Windows (versión moderna), que está totalmente en español, que explica bastante bien en qué consiste cada juego, y que sin duda llenará tardes y tardes de aburrimiento con partidas rápidas a un precio casi de risa para lo que habitualmente nos tienen acostumbrados.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien