.hack//Quarantine Vol.4

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Poco se puede decir de la saga .hack que no se haya dicho ya en incontables ocasiones. Todo el mundo conoce ya los diversos campos en los que se han desarrollado pequeños fragmentos de un todo que componen la historia que esconde el universo .hack. La base principal de toda la historia gira en torno a la leyenda de los .hackers, que es la historia que se narra a través de los juegos. Juegos, porque son cuatro, a pesar de que en realidad se trata de un mismo juego cortado en cuatro partes, sin mayores novedades técnicas entre sí.

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Con .hack//Quarantine, nadie se va a llevar una gran sorpresa, ya que es, como ya se dijo en las anteriores entregas, el mismo juego con ligeras mejoras, cuya única novedad es el hecho de que se continúa la complicada trama alrededor del juego virtual 'The World'. Así, esta cuarta entrega es todo lo que se podría esperar de ella, pero que a pesar de todo, cumple con su papel a la perfección y satisfará a los seguidores. Por fin se pueden hacer un cuadro completo de la historia, poder atar todos los cabos sueltos y disfrutar con el final de una saga que, pese a su sencillez, ha robado el corazón de muchos aficionados.

A pesar de todo, es sólo el principio de toda la historia de .hack, ya que esta continúa en .hack//Dusk, donde unos novatos jugadores reciben como premio los skins de Kite y los demás miembros de los .hackers... pero esa es otra historia que se puede disfrutar en manga y anime.

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Así, a lo largo del juego, se irán atando todos los cabos sueltos que dejaban sus predecesores, como la expansión del virus, el comportamiento de Mia o el porqué del coma de Orca, entre otras muchas sorprendentes revelaciones. Y es que los giros argumentales y sorpresas inesperadas están a la orden del día en este final de la saga, como no podía ser menos al buscar un colofón memorable a un mínimo de 80 horas de juego. Para bien o para mal, es un argumento, como ya se dijo, no apto para todos los jugadores. Está diseñado y pensado para aquellos que han pasado unas cuantas horas frente a las entregas anteriores, y para estos, se trata de una historia que les mantendrá pegados a la consola sentados al borde de la silla esperando cada nueva sorpresa en el momento menos esperado.

Sin embargo, aquellos que pretendan adentrarse en el universo .hack con este juego (que pocos habrá, dado que casi todo el mundo sabe bien por dónde van los tiros) se encontrarán con un montón de desconocidos y una historia en la que se ha adentrado tanto ya, que no se enterarán de prácticamente nada.

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Gráficamente, tampoco innova lo más mínimo, presentándose el mismo aspecto gráfico que en las entregas anteriores. De hecho, es que muchos escenarios siguen siendo los de las anteriores entregas. Destaca alguna nueva ciudad del nuevo servidor, que brillan por su detalle y la vida que se puede disfrutar en sus calles.

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El apartado sonoro sigue siendo mayoritariamente el mismo, con alguna melodía nueva pero que se mantiene en el estilo de las anteriores, dentro de un buen nivel que cumple su papel pero sin llegar a destacar especialmente. Así como Outbreak ofrecía bastantes mejoras en la Inteligencia Artificial de los personajes, tanto de los compañeros como de los enemigos, Quarantine no añade nada más en ese sentido. Lo que sí presenta es un incremento de la dificultad del juego, ya que el nivel de los enemigos se ve aumentado de una forma exagerada.

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Los rivales a enfrentarse tienen unas habilidades desmedidas para lo que están acostumbrados los jugadores tras lo visto en el resto de la saga. Esto se debe, sobre todo, a los numerosos enemigos infectados que pueblan las zonas de batalla, que anteriormente serían sólo los enemigos finales. A esto se le añade el hecho de que además del incremento en el número de enemigos el juego es más exigente en lo tocante a los códigos de virus, lo que provoca que la infección se expanda más rápidamente, con los consiguientes efectos secundarios.

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Dentro de un tono más ligero, algunas novedades son del tipo de nuevo enemigos o nuevas armas y equipos más poderosos. Destaca el acierto de BanDai al incluir personajes jugables ocultos con los que volver a entrar en 'The World' una vez acabado el juego, aunque verse metido de nuevo en más combates no debe ser el sueño de casi ningún jugador una vez acabados cuatro juegos iguales.

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Como ya se ha dicho, los cuatro juegos son el mismo juego dividido en cuatro trozos para, con ello, tener BanDai una excusa para crear una franquicia o sobreexplotar la bomba mediática que tenía entre manos (junto con los animes, mangas y demás obras que componen el universo .hack). Por lo tanto, técnicamente no ofrecen novedades entre sí.

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Sin embargo, el motor gráfico creado ha soportado con soltura el paso de los años, a pesar de irse quedando poco a poco ligeramente desfasado, todavía hoy mantiene un mínimo de calidad que ya les gustaría a muchos juegos. De igual, su curioso sistema de juego, tras las primeras horas de Infection, se vuelve intuitivo y habitual, por lo que el resto de horas de juego a través de las cuatro entregas ese sistema no supone un problema.

Pero lo principal es que la saga .hack ofrece un argumento sublime, con giros argumentales, momentos alegres y momentos duros, conocer amigos y enemigos... Es la representación de un mundo virtual, algo que logra con acierto, pero lejos de quedarse en ser una representación de un juego, se adentra en una trama complicada y sorprendente, que envuelve al usuario en su magia y le ayuda a sentirse como uno más de los .hackers.

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No se pueden comparar los títulos entre sí, ni decir que uno es mejor que otro, ya que entre los cuatro forman un todo, que podría decirse indivisible aunque BanDai opine lo contrario. Alguna entrega tiene mejores puntos que otra, pero no por ello son peores ni mejores, en su totalidad son todas indispensables.

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Al llegar al final de .hack//Quarantine, uno no puede evitar sentir cierta nostalgia, ya que fueron muchas las horas y las aventuras vividas con Kite y sus amigos. Cuatro juegos de unas 20-30 horas de duración cada uno, cada uno mejor que el anterior. Algo que se dice pronto, pero que sin duda influye en los sentimientos del usuario hacia un título (o una saga) que todavía tiene mucho que ofrecerle a través de los demás formatos, pero que a pesar de ello, la experiencia no es la misma. Hay que jugarlo para entenderlo.

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Por enésima vez, repetir que es un título sólo para aquellos que hayan disfrutado de las tres primeras entregas. Los que piensen en adentrarse en 'The World' en esta entrega por primera vez, cometerán un grave error y, seguramente, se sentirán defraudados por el juego.

l  o    m  e  j  o  r

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