Guitar Hero: Warriors of Rock
- Plataforma3608PS38
- GéneroSimulación
- DesarrolladorNeversoft Entertainment
- Lanzamiento24/09/2010
- EditorActivision
Larga vida al Rock
El panorama musical se renueva en las dos franquicias más importantes del momento. La primera en llegar al mercado europeo es Guitar Hero con su peculiar Warriors of Rock, una entrega que pese a no indagar en el plano musical se preocupa por ofrecer la experiencia más completa y variada de cuantas hemos tenido el placer de disfrutar hasta la fecha. La lista de canciones, que supera las 50 composiciones, es el mejor aliciente para volver a disfrutar de esos momentos estelares sobre el escenario.
Un año más, un nuevo Guitar Hero. Disfrutar de una o varias entregas de las franquicias musicales más importantes del momento se ha convertido en un estandarte de la generación actual. Cinco años después de la explosión inicial de la que fuimos testigos en el mercado a nivel mundial (especialmente en Estados Unidos), la licencia de Activision se mantiene viva gracias a una férrea comunidad de usuarios que espera con ansias conocer las novedades que incorpora cada nueva entrega. Ahora que el denominado mainstream' de jugadores parece haberse visto reducido por lo que algunos consideran el ocaso del género, Neversoft trata de ir un paso más allá, mejorando la fórmula tradicional a base de incluir más composiciones que nunca, modos de juego renovados y una interfaz gráfica que por fin se toma en serio a sí misma.
Esta renovación de la que hablamos encuentra sus raíces en el hasta ahora último capítulo de la franquicia, el polémico Guitar Hero 6, que a su vez trataba de ofrecer un soplo de aire fresco al incluir a varios iconos de la industria del Rock como acompañantes sobre el escenario. El cambio vino motivado por la notable caída de ventas que sufrió World Tour, el primero de la licencia en permitir que varios jugadores aunasen fuerzas tocando varios instrumentos. Fue Rock Band el primero en proponer un concepto que se centraba más en la banda o en la posibilidad de probar distintos estilos musicales, pero curiosamente el que se ha llevado el gato al agua en este sentido ha sido Guitar Hero, quizás por aquello de haber llegado al mercado antes, en mejores condiciones comerciales (sin polémicas relacionadas con el precio de los instrumentos o de un pack excesivamente costoso a ojos de los jugadores con menos posibilidades económicas).
Se diría que este Warriors of Rock que hoy tenemos entre manos viene a ser una evolución de su antecesor espiritual, en tanto recorre exactamente el mismo sendero. Se deja atrás la sensación de estar disfrutando de un título arcade para proponer un estilo musicalmente más variado, que recorre prácticamente todos los géneros relacionados con el Rock. Durante el proceso se rejuvenece el aspecto de los menús, simplificados para facilitar la comprensión de los distintos modos de juego, manteniendo todas las novedades jugables de las que hacía gala la sexta entrega de la franquicia. El punto capital, el de mayor importancia en esta ocasión, es la presencia de un modo historia o Quest Mode con un peso específico dentro de la mecánica de juego, ofreciendo a ocho representantes que han de evolucionar para echar un cable al verdadero Dios del Rock. Con la constante del multijugador, un completo editor de canciones -GH Studio- y alguna que otra sorpresa por el camino, Neversoft busca dejar el listón de la licencia más alto que nunca antes de su disolución, anunciada hace algunos meses por Activision.
Esta descripción, como podrá ver el lector, mantiene a grandes rasgos la esencia del título más representativo de la franquicia hasta la fecha, Guitar Hero III: Legends of Rock. Esto se debe a la firme intención de Neversoft por devolver parte de la esencia metalera' que en consideración de muchos se había perdido en los últimos capítulos en pos de ofrecer composiciones asequibles para todos los públicos. Esta noción desaparece a los cinco minutos de comenzar a jugar a Warriors of Rock, presentación estelar mediante, cuando nos introducimos de lleno en el modo historia. Desde aquí se ofrece la posibilidad de tocar un mínimo de 10 canciones con dos personajes distintos, cada uno representante de un estilo de música concreto: punk y metal. Nada de introducciones que vayan de menos a más o de extraños mecanismos que nos permitan seguir avanzando. En realidad, el mayor cambio reside precisamente en el hecho de poder disfrutar de una trama coherente, apoyada por la mejora del motor gráfico.
Dejamos atrás las abstracciones de la presentación para entrar en materia. Desde el menú principal encontramos las opciones básicas de juego: modo historia, quickplay+, multijugador, estudio de creación y ajustes gráficos y sonoros. Centramos nuestra atención en el que se ha vendido como modo principal de esta experiencia: el modo historia. Loquillo, la voz española que se ha elegido para sustituir al narrador de la versión inglesa (Genne Simmons, uno de los miembros más emblemáticos de KISS), es el encargado para narrar los acontecimientos que desencadenan una auténtica guerra de dioses de la música. El Dios del Rock ha sido destronado, y sólo un selecto grupo de músicos será capaz de liberarle de las cadenas que le atan. Para ello primero deben abrazar sus poderes, entender cuál es el verdadero potencial que esconden tras el instrumento en cuestión que hayan decidido tocar.
Son dos los personajes que se desbloquean automáticamente: Johnny Napalm, el punketa característico que aparece desde la primera entrega de la franquicia, llamado para tocar ritmos potentes y extremadamente veloces; y Warrior Echo, una chica eminentemente metalera que se destapa como una potenciadora de la Energía Estrella. Esta diferenciación musical que presenta respectivamente cada personaje se torna crucial a la hora de entender esta modalidad. Pongamos como ejemplo el caso de Johnny Napalm, que como punto de partida comienza con un multiplicador 2x con el que fácilmente alcanzamos las seis estrellas a las que podemos acceder inicialmente en cada canción. A él le corresponde tocar las melodías de los grupos que se han elegido como representantes del punk (Sum 41, The Offspring ). Mientras, Warrior Echo emplea tonos más duros, secos (Nine Inch Nails, Muse, Band of Skulls, The Hives ).
Con cada personaje debemos conseguir un número determinado de estrellas que les permita transformarse, no sin antes tocar una prueba de fuego que generalmente suele ser el éxito de turno de cada estilo musical. Muchos usuarios pusieron el grito en el cielo por esta mezcla de estilos de la que venimos hablando a lo largo del análisis: lo cierto es que a través de los ocho personajes se establece una base para que cada jugador pueda seleccionar (o aprender) con un género en concreto. Además, si hay alguna canción que se nos resiste no nos veremos obligados a repetirla una y otra vez (a excepción del grand finale de cada músico). En este sentido es habitual pasar una selección de seis canciones sin el menor apuro para acabar en una séptima inexplicablemente compleja que eleva desmesuradamente el nivel de dificultad. Puede que se trate de un efecto colateral de la variedad que ofrece la lista de canciones, pero en ocasiones es difícil justificar la elección de una tema concreto (Seven Nation Army, de The White Stripes) en vez de elegir alguno que se ajuste mejor a las condiciones del juego.
Es, en cualquier caso, una cuestión de gustos. Seven Nation Army propone un estilo musical poco común en la franquicia, algo que disfrutará el jugador que busca vivir una experiencia musical rica y variada, pero no el desee un reto de habilidad. Para encontrarlo debemos mirar a las canciones eminentemente metaleras, un campo en el Megadeth destaca como el grupo que nos hará sudar la gota gorda junto a Rush. Puede que haya algún que otro jugador que se haya visto sorprendido al ver en la lista de canciones un total de siete temas de este grupo, en el cual se basa la última parte del modo historia. No cabe la menor duda que Neversoft ha realizado un trabajo muy exigente a la hora de establecer una historia interesante, divertida, que cuenta con su representación virtual sobre el escenario. También se abre la puerta a los jugadores que deseen dedicarse exclusivamente a la música ignorando el argumento, por lo que aquellos que prefieran el estilo de toda la vida' pueden centrarse en perfeccionar su estilo sin mirar al relato que termina en boca de los propios miembros de Rush.
Este homenaje a los anales de la historia del metal es un aspecto que desde aquí aplaudimos, algo así como una nueva vuelta de tuerca al concepto que Guitar Hero ha seguido desde hace varios años. Se deja de lado la aparición de las estrellas de la quinta entrega (motivado por la enorme polémica que este hecho suscitó en su día) para centrarse en esta mecánica que permite bastante variedad durante las canciones. Ya no basta con tocar, sino que debemos tener un ojo puesto sobre la energía estrella para multiplicar las estrellas que obtenemos. A veces no consiste en mejorar nuestra puntuación, sino en permitirnos sobrevivir sobre el escenario, como en el caso de los ataúdes que reúne uno de los personajes para devolvernos a la vida en caso de fallar durante una sección concreta.
Esto en lo que respecta al denominado Quest Mode o modo Historia, que puede presumir de una vida útil tan extensa como el jugador desee. Podemos utilizar nuestro tiempo en exprimir al máximo sus posibilidades obteniendo todas las estrellas o simplemente tocar las canciones, otro aspecto que se debe agradecer, ya que de esta forma no se discrimina a ningún jugador en función de sus intereses. Con todo, pese a la complejidad de este modo y a las novedades que en él se incluyen, lo cierto es que el verdadero potencial del juego se esconde tras el bautizado QuickPlay+, un modo que nos permite jugar con gran parte de la lista de canciones sin necesidad de haber terminado previamente el modo historia, además de incluir una larga lista de añadidos que harán las delicias de los que buscan cientos de elementos para desbloquear.
QuickPlay+ es a grandes rasgos una versión simplificada de la mecánica de juego de Guitar Hero 5. Puede que hablar de simpleza no sea la mejor forma de ayudar al lector a entender la variedad de opciones que ofrece esta modalidad de juego, en la que es posible obtener un total de 40 estrellas por canción en función del rockero que hayamos elegido. Desde aquí participamos en Retos o Challenges que nos invitan a realizar distintas pruebas de habilidad durante determinadas canciones. Cada composición cuenta con un total de 13 retos distribuidos según el instrumento, con una recompensa para los jugadores que toquen en grupo. En la práctica, esto se traduce en la necesidad de tocar una misma canción al menos cuatro veces para demostrar nuestro dominio sobre ella. Bien sea fusilar el whammy, encadenar una racha de 30 notas sin fallar o activar un número determinado de veces la energía estrella, lo importante es subrayar la variedad que ofrece esta modalidad.
Es conveniente matizar que una vez terminado el modo Historia sólo habremos desbloqueado un 50% de las posibilidades reales de esta variante. Después el juego nos invita a volver a tocar todas las canciones con distintos personajes para obtener las 40 estrellas de las que hablábamos anteriormente. Es la mejor forma de obligar' de una forma u otra a que los jugadores vuelvan a recorrer todo el tracklist, al tiempo que una buena vía para paliar la ausencia de novedades en cuanto a la mecánica de juego se refiere. Todo lo que estaba presente en Guitar Hero 5 vuelve a aparecer en Warriors of Rock, del mismo modo que muchas de las características más destacables de Band Hero (los retos, entre otros aspectos de la jugabilidad) también se dejan ver para ofrecer más variedad al paquete final.
Como decimos, en este sentido se conservan los logros de la última versión de la franquicia, tanto a nivel del multijugador como en lo relacionado al estudio de grabación, con GH Tunes, GH Jams, y GHMix 2.0 como representantes de esta variedad. Hay algunos cambios que vale la pena destacar en lo que se refiere a pequeñas novedades en la interfaz que simplifican la búsqueda de canciones, con opción a determinar un estilo, duración e incluso año de grabación para que sea más fácil realizar una lista de canciones como mejor nos venga en gana y con todas las herramientas para ello a nuestra disposición.
Dicho esto, resulta sorprendente que RedOctane haya sido capaz de reinventar el diseño de la guitarra, ahora con un look mucho más metalero que en años anteriores. Hay varios elementos a destacar, como el hecho de haber cambiado el posicionamiento de la batería para evitar el uso de un destornillador para colocar las pilas (dos AA), una nueva reducción de peso o el detalle que presenta el clavijero, con las solapas metálicas. Es más ligera, fácil de manejar, con la púa saliente para facilitar el rasgueo en las zonas que así lo exigen. La primera impresión deja bastante que desear por los colores elegidos, por más que Activision insista por activa y por pasiva en la posibilidad de cambiar de carcasa con el paso del tiempo. ¿Qué representa esta novedad? Básicamente se establece como base esta guitarra: en el futuro se garantiza la aparición de nuevas carcasas a precio reducido que no justifiquen u gasto desproporcional de dinero. La capacidad de reacción es perfecta. Con todo, probablemente sea el mejor periférico del que hayamos podido disfrutar en este sentido.
Respecto a la batería, la otra gran protagonista, no hay cambios a destacar más allá de la presencia del segundo pedal que nos permite jugar en Experto+. La experiencia poco o nada tiene que envidiar a lo visto y vivido con GH: Metallica, aunque desde la red es frecuente descubrir a usuarios que han puesto el grito en el cielo por diversos problemas surgidos con el segundo pedal. El cuento del pedal se ha convertido en las baterías en la murga que nunca cesa, con problemas de resistencia, reconocimiento Sin embargo, en nuestra experiencia no hemos detectado ninguno de estos problemas pese a reventar literalmente el periférico en las composiciones más exigentes. Al menos ninguna que tenga relación con el instrumento en sí y no con la pericia de la persona que aporrea la batería en Experto+, un reto ligeramente menos difícil de superar de lo que implicaba en el título de la banda liderado por James Hedfield y Lars Ulrich.
Nótese, como anotación a pie de página, que Warriors of Rock incluye una opción específica para importar las canciones de todas las entregas de la franquicia desde World Tour (GH5, Metallica, Band Hero, Van Halen ), así como también de todo el material descargable que ha aparecido desde entonces.
Lista de canciones
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.