Guardianes de la Tierra Media

Defense of the Ancients, un escenario modificado de Warcraft III fue el que dio origen (con permiso del mapa modificado Aeon of Strige de Starcraft) a un estilo de juego que posteriormente se conoceria como videojuego “tipo DOTA”. Más tarde llegaría League of Legends (2009) un título que consiguió hacerse un hueco entre lo más jugado de compatibles y que ha generado una comunidad pro gamer y una expectación alrededor de sus torneos que pocos se imaginaban. Aunque era el objetivo principal de Riot Games. El género está en auge, y la propia Valve irá a por todas con Dota 2 como uno de sus próximos proyectos.

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Con este panorama se presenta Guardianes de la Tierra Media, que no es precisamente la primera iteración del género MOBA a las consolas. Hace no demasiado tiempo, casi medio año, ya hubo un título para Playstation 3 y Xbox 360 que quería acercar el género a las plataformas sobremesa además de PC. Se trataba de Awesomenauts, un MOBA en formato 2D y con plataformas como elemento diferencial. Guardianes de la Tierra Media tiene una presentación más “pecera” del género que la obra de Ronimo Games y llega con la ambientación de El Señor de los Anillos como un reclamo interesante para aquellos que desconozcan el género. Monolith Productions deja el camino de los shooters con toques survival (Condemned y Fear) para adentrarse en un mundo de fantasía del que sale, por cierto, muy bien parado.

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La idea es mezclar estos personajes en batallas de cinco jugadores contra cinco jugadores en escenarios delimitados con bases a un lado y otro. El objetivo principal es acabar con los rivales que tenemos ante nosotros y destruir su base o sumar el máximo de puntos posibles antes de que se termine el tiempo de las partidas (veinte minutos). Trabajar codo con codo para coger la base contraria mediante las diversas clases de las que se componen los equipos –cada personaje tiene un estilo de lucha distinto-. Así las cosas, podemos usar personajes con de estas clases: estratega, encantador, defensor, golpeador y guerrero.

La diferenciación es uno de los elementos más destacados del plantel de personajes que elgimos antes de empezar los combates. Poco tiene que ver llevar un personaje como Galadriel de la cual tres de sus cuatro ataques están más enfocados a técnicas defensivas o de vitalidad –como por ejemplo drenar un porcentaje de su vida a cambio que el resto del equipo sume esa vitalidad u otro que deja helados a los enemigos un espacio corto de tiempo para que los ataquen- con el Rey Brujo, que tiene ataques devastadores ya en el cuerpo a cuerpo o contra objetivos diversos. Lo mismo con Legolas, letal a larga distancia por ejemplo, comparado con Gandalf que tiene herramientas mágicas para atacar a grupos desde zonas más cercanas.

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Por eso es tan importante la cooperación. Cada personaje tiene sus cualidades y debe saber qué rol adoptar en el campo de batalla para ayudar al equipo y no ser un estorbo. Este título, como buen MOBA, no se entiende sin la ayuda entre compañeros y el equilibrio de los equipos que generamos. Estaremos unas cuántas partidas mirando y probando los distintos estilos hasta que encontremos el nuestro, vaya por delante. Además, otra de las virtudes que se exige a todo título tipo League of Legends es el equilibrio, el “balanceo” que el propio juego indica comprobar cuando carga las partidas. Y aquí Guardianes de la Tierra Media tiene pinta de estar al nivel previsto. No hemos encontrado durante nuestras sesiones grandes desequilibrios entre personajes y ataques, una buena noticia que eso sí, no se confirmará hasta que centenares de horas después la comunidad decida, descubra o lamente encontrar herramientas que con el paso del tiempo se muestran abusivas. O al revés.

Avanzar con los soldados como escuderos para hacer de primera línea contra otros guardianes o ser el punto de mira de las torres mientras nosotros las atacamos desde otro lado, sorprender a los guardianes enemigos flanqueándolos sin que nos detecten, escapar rápidamente detrás de una torre si un guardián nos está machacando, buscar puntos para recuperar vitalidad, mejorar las torres para que disparen con más cadencia, con más potencia o mejorar otras estructuras para que los soldados que salen de ahí sean mejores. Con unas bases sencillas como estas tenemos videojuego para horas y horas por un simple motivo: todos los elementos jugables funcionan de manera correcta.

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Cada guardián cuenta con una serie de ataques especiales que puede ir potenciando a medida que va subiendo de nivel. Normalmente en una primera partida superaremos seguramente el nivel 14 de personaje, por lo que tendremos la mayoría de ataques potenciados –son cuatro en total y el más poderoso está bloqueado hasta que subamos el nivel de los otros- con los puntos de habilidad antes de terminar nuestra primera refriega en Guardianes de la Tierra Media. Estos ataques tienen características propias de rango, daño y propiedades y se cargan cada X segundos. Cuando los usemos no podremos volver a hacerlo hasta pasado el tiempo. El formato de subida de habilidades es interesante, ya que no nos permite subir dos veces seguida un mismo ataque especial. Además tenemos el ataque normal de cada personaje disponible las veces que queramos. 

Al otro lado contamos con una gran cantidad de accesorios que podemos colocar en nuestro personaje y que sirven para potenciar las cualidades que deseemos de nuestros personajes. Así pues tenemos una gran cantidad de gemas, pociones, reliquias y órdenes que nos sirven para mejorar atributos de ataque, de defensa, añadir elementos como escudos, hacer ataques devastadores concretos, mostrar enemigos en todo el mapa durante un tiempo limitado, mejorar probabilidades de hacer ataques críticos… es abrumadora la gran cantidad de elementos que podemos desbloquear y equipar a medida que subimos de nivel. Y tenemos dinero –conseguido en las partidas- para comprar dichas mejoras y usarlas en combate. Saber combinar estos accesorios con el tipo de personaje con el que jugamos también es imprescindible. A todo esto se le añade una gran cantidad de desafíos y logros propios del título para ir desbloqueando según nuestras acciones en el campo de batalla.

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El juego cuenta con modalidades que ofrecen ligeras modificaciones respecto a la experiencia básica. Tenemos los combates cinco contra cinco a los que podemos añadir IA de la CPU si no somos suficientes jugando o incluso hacer refriegas de cinco contra un equipo formado íntegramente por la CPU. Esto permite parar el golpe de los posibles servidores vacíos, uno de los grandes miedos de los juegos online que salen en formato descargable. Nosotros durante estos días de salida del título hemos encontrado partidas, aunque es cierto que en algunos casos hemos tenido que esperar más de tres minutos dependiendo del horario. Conseguir crear una comunidad estable para jugar online es el gran reto del juego. 

Técnicamente es un juego que no exige demasiado, pero que cumple de manera correcta con lo que quiere mostrar. Los escenarios están hechos de camino de asfalto mezclado con elementos vegetales, mientras que lo más destacado son los personajes, que se muestran de manera definida y bien recreada encima del escenario. Todo se mueve con animaciones fluidas, aunque a veces el juego pega algunos tirones y la acción puede volverse algo caótico con tantos juegos de luces, círculos que marcan el radio de acción de los guardianes y efectos especiales. La banda sonora acompaña sin más con melodías de corte épico que eso sí quedan tapadas por la acción sin descanso de las refriegas. El juego llega totalmente traducido al castellano también en voces, algo que nos permitirá escuchar frases algo relacionadas con el universo El Señor de Los Anillos, aunque no tocamos nada más a nivel argumental que nos haga pensar que los protagonistas son los que son.

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