Quema el asfalto.

Project Gotham Racing 2 es para muchos el mejor juego de coches de la generación actual de consolas, y por la amplia mayoría el mejor de Xbox. Pero Capcom ha decidido plantarle cara a la obra de Bizarre Creations con un simulador de conducción con muy buenas maneras...

PGR posee una sombra alargada en el catálogo de Xbox, poco simuladores de coches han conseguido equiparase a la saga de Microsoft ya que esta aúna tanto calidad técnica como jugabilidad. En el fondo un buen juego, los que marcan un antes y un después, no sólo impresionan gráficamente, sino que también cuidan mucho su apartado jugable, y este, es el gran problema de Group S Challenge.

Group S Challenge es un juego que no ha levantado mucho interés en la comunidad videojueguil, quizás eclipsado por PGR la obra de Capcom, distribuida en nuestro país por Electronic Arts, le ha faltado algo de trabajo por parte de sus desarrolladores en la concepción final del juego. Nos encontramos ante un simulador interesante, su aspecto gráfico convence, siendo en ocasiones impresionante, pero una vez hemos dejado de lado la primera impresión y nos metemos de lleno a correr, tras unas horas de juego nos preguntamos ¿Ya está? ¿No hay más? Veamos profundamente que nos trae este título...

GSC para que todos los lectores se hagan una idea clara, no llega al nivel de PGR2 pero no se queda muy atrás, y presenta un aspecto general de gran factura. Los modelados de los coches poseen un realismo increíble, contamos con 87 modelos a nuestra elección de entre los que podremos ver tanto fabricantes japoneses como americanos y europeos: Toyota, Ford, Wolkswagen, Lotus, Nissan... Lamentablemente hemos de comentar que volvemos a echar en falta a Seat, con alguno de sus famosos modelos como el León Cupra presente en PGR2.

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Salvando este impedimento común en este tipo de títulos, podremos disfrutar de todos los modelos presentes con un detalle increíble y unos efectos gráficos sobre sus carrocerías muy bien logrados, sobretodo los reflejos del escenario. Los escenarios poseen también un acabado muy realista, lo mejor: el asfalto. El bump mapping del que hace gala el asfalto por el que correremos, hará que en ocasiones nos embobemos preguntándonos: ¿Es real?

Pero todo no es perfecto y hemos advertido ciertos detalles que ensombrecen un poco aspecto final. Hay muchos objetos en los escenarios, como árboles, vallas publicitarias, semáforos... muchos de ellos parecen muy creíbles a altas velocidades, pero si alguna vez paramos a verlos detenidamente, sobretodo los árboles, veremos como el modelado y las texturas usadas son muy pobres. Como hemos dicho, esto apenas lo notaremos durante el transcurso normal de una partida... sino nos fijáramos en las sombras que proyectan sobre nuestro bólido, ya que dichas sombras en ocasiones se verán demasiado pixeladas, al ser generadas en base a modelados tan pobres.

El otro fallo que hemos visto es en la generación del escenario durante la carrera. Si corremos en escenarios que discurren entre calles estrechas con edificios cercanos a al asfalto no habrá ningún problema. El problema saltará a la vista cuando corramos en sitios mas abiertos y en el horizonte la CPU tenga que ir generando edificios, en este caso hemos podio observar el efecto popup, o lo que es lo mismo... ver aparecer rascacielos de golpe y porrazo.

Como hemos podido ver GSC presenta un aspecto realista a primera vista, y un acabado genial pero un análisis más profundo evidencia ciertos fallos que con un trabajo más desarrollado se podrían evitar.

Tampoco las opciones en este campo son muy halagüeñas, pues ni podemos importar temas del HD de la Xbox ni cambiar la salida de estéreo a Surround o similar, solo podemos cambiar el volumen de la música... alentador, no creéis? Los sonidos fx se salvan un poco de la quema ya que la variedad de sonidos de los motores entre distintos modelos y otros efectos como los derrapes están bien conseguidos.

Empecemos por un numero de automóviles nada espectacular donde faltan ciertas escuderías como Ferrari o Porche, y modelos más exclusivos o de ensueño como los que suelen traer PGR o Gran Turismo de Sony. Siguiendo en esta misma línea también hay que destacar un número de circuitos muy escaso, ya que si nos fijamos bien, muchos están basados en un mismo trazado con pequeñas variantes que hace que en el jugador se provoque un sentido de ‘Deja vié‘ en cada curva.

Entrando más en materia, GSC posee de entrada dos modos de juego: Challenge y Arcade. El Challenge como hemos comentado antes, es lo más parecido al modo principal de GT o PGR, donde empezamos con una pequeña cantidad de dinero y un coche escaso de posibilidades. A fuerza de ir mejorando sus prestaciones y e ir ganado mas premios podremos comprar mejores modelos hasta completar el garaje de 87 modelos disponibles. ¿Las pegas? Pocos circuitos y competiciones donde correr, así que nos hartaremos de repetir una y otra vez pruebas, aunque al menos podemos destacar las pruebas de duelo donde deberemos batirnos con distintos modelos y circuitos que elija un oponente manejado por la CPU.

El modo Arcade por su parte es el típico para realizar una carrera rápida de un o dos jugadores a pantalla partida con los distintos modelos que incluye el juego en cualquier circuito. El tercer modo juego, que no es tal realmente es el de ‘Replay Theather' donde cualquier repetición grabada podremos reproducirla y volver a disfrutar de esa espectacular ultima vuelta que hicimos hace un par de días.

Escaso de opciones y circuitos, un modo carrera simplón donde solo un jugador podrá guardar sus progresos... es todo tan malo? Claro que no, en su defensa GSC puede alegar que posee un control muy bien ajustado y desarrollado propio de un simulador de conducción, aunque sin llegar al realismo de la saga GT de Sony. Además la IA de los oponentes en las carreras esta bien conseguida, ya que no se dispondrán simplemente a ir en línea unos de otros, lucharán contra nosotros por cada curva y entre ellos se intentarán adelantar, se cerrarán y no siempre el que empiece primero acaba siéndolo, pues cometen fallos.

El juego posee un impactante nivel gráfico a primera vista, pero una vez nos adentramos a jugar, comprobamos que posee muchas carencias en jugabilidad, algunas de ellas bastante graves para este humilde redactor como la de solo poder guardar un solo modo carrera en el disco duro de la Xbox. Una pena, esperemos que si Capcom vuelve a la carga con GSC, aprenda de los errores y presente un digno candidato al podium de mejor simulador de conducción.

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