Grand Prix 4
- PlataformaPC8
- GéneroConducción
- DesarrolladorSimergy
- Lanzamiento15/06/2002
- TextoEspañol
- VocesEspañol
¿Se reencarnan los videojuegos?
El niño mimado de Geoff Crammond acaba de ser lanzado al mercado, la saga de este simulador de Formula 1 ya ha llegado a su cuarta entrega, de la que se espera que vuelva a atrapar a los usuarios como ya hicieron anteriores ediciones.
No hay muchos juegos que se nos presenten con el nombre del autor antes del título. GP4 o, mejor dicho: "GEOFF CRAMMOND'S GRAND PRIX 4" es uno de ellos. Y eso ya le indica a cualquiera por muy novato en la simulación de carreras que sea que este es el último producto de una larga saga. Saga que se remonta más allá del primer GP a cuando Crammond creó "REVS" para un ordenador hace tiempo olvidado llamado BBC.
En otros ámbitos culturales como la pintura o el cine ciertos nombres antes de un producto son una garantía de calidad. Pero aquí más parece una estrategia comercial destinada a no perder ni uno de los miles de clientes que esta serie ha ido cosechando en la última década. Por tanto es obvio que estamos ante un producto dirigido por una persona concreta con claras ideas al respecto y no por un comité o un departamento de marketing. Lo tomas o lo dejas pero este es el hijo mimado de Geoff y así va a seguir.
Y dicho esto no cabe añadir mucho más para presentarlo. Se trata de la cuarta (quinta si contamos una puesta al día que casi nadie vio aparecer por las tiendas españolas) aparición de Grand Prix. Nada que ver, por cierto, con la película homónima de triste actualidad por la muerte de su director John Frankenheimer.
Gp4 no presenta grandes novedades. Tan sólo se han actualizado los circuitos a partir de datos de GPS y se ha rehecho (nos aseguran) el motor gráfico. Quienes nos llevamos una desilusión con GP3 esperamos con mal disimulada reticencia este periodo de dos años que ha tardado en salir a la venta GP4. Ahora que lo tenemos entre manos y tiene que luchar con rivales tan brillantes como F12002 de EA nos disponemos a probarlo con más inquietud que esperanza.
Audio y Video
Se nos asegura que GP4 presenta una maquinaria gráfica nueva. No tenemos motivo para dudarlo puesto que el aspecto de coches y circuitos ciertamente ha cambiado pero nos quedamos con la sensación de que GP4 se queda corto respecto a lo que otros juegos equivalentes nos ofrecen. La visión del volante y la cabina no ha mejorado gran cosa y debo decir que la de GP3 ya era un poco decepcionante. Por otro lado el aspecto exterior de los coches sí ha sido actualizado e incluye modelos diferentes para cada equipo. Ya no tenemos que padecer el mismo coche con meros cambios de colores y decoración sino que podemos distinguir a simple vista las diferencias en las suspensiones o los alerones de los distintos coches. Es más, dentro de cada escudería el coche de cada piloto tiene su particular decoración como es palpable en el caso de los McLaren "Mikka" y "David"
Por su parte los circuitos han recibido un intenso lavado de cara. Al parecer se ha utilizado tecnología GPS para ajustar los trazados (al año 2001, claro) y se han añadido elementos alrededor de la calzada. No es un trabajo en vano ni meramente cosmético puesto que los nuevos circuitos hacen mucho más fácil la orientación curva a curva y la memorización de los puntos de frenada. No será necesario resaltar a estas alturas que para mostrar un buen rendimiento el conocimiento al dedillo del circuito es imprescindible. Junto a estas modificaciones se les ha dotado de cambios de rasante y peraltes más reales. Con todo ello los circuitos han salido ganando bastante en general y en algunos casos como Mónaco el aspecto de los alrededores es espectacular. Es una lástima que para cuando leas estas líneas varios de esos trazados hayan sido modificados en realidad y estén obsoletos.
No menos espectacular es el aspecto de la lluvia. Desde la neblina en la distancia hasta las gotas de agua en los objetivos de las cámaras una carrera en mojado es un deleite para la vista... y para el oído, porque se puede oír tanto las gotas de lluvia sobre el suelo como los truenos de las tormentas en la distancia.
Otros añadidos, no obstante, me parecen por completo superfluos. Tal es el caso de la presencia de mecánicos a la salida de los boxes. No bien hemos pulsado la tecla de abandonar boxes aparecen dos mecánicos armados de gatos que suben el cocho mientras otro retira los calzos y un cuarto vigila la salida para indicarnos cuando podemos salir. Muy bien, la primera vez que lo ves te hace gracia. Es el tipo de regalo visual que se agradece. Pero cuando ya les has visto repetir la misma rutina unas cuantas veces empiezas a preguntarte porqué no hay ninguna tecla que te permita prescindir de ellos. Y es que hasta que no acaban su coreografía no hay manera de salir a la pista. Un desperdicio de tiempo innecesario.
Pero no es esa la objeción más grave que debemos hacer. Lo peor es que todos estos bonitos gráficos hacen hincarse de rodillas al ordenador mejor dispuesto. Líbreme el díos de los pilotos de querer enseñarle a Geoff a hacer su trabajo pero si esto es lo mejor que nos puede ofrecer en términos de rendimiento en ordenadores medios... más le vale buscar un poco de asesoramiento externo. A nada que aumentemos las opciones gráficas y nos metamos en carrera con otros coches el rendimiento se deteriora hasta tal extremo que GP4 se convierte en una edición de " Los Vigilantes de la playa se van a las carreras". Tal es el aspecto de cámara lenta que podemos disfrutar en plena parrilla de salida de cualquier gran premio. El resultado final es que sólo los usuarios de ordenadores a partir del megahercio podrán disfrutar con cierta tranquilidad de la sensación de velocidad.
El sonido del motor ha cambiado. Y para bien. El nuevo ha sido elaborado a partir de grabaciones del motor de Arrows y se aprecia más ronco y con menos agudos. A mí me gusta. El anterior me parecía en exceso chirriante. Junto a ese motor podemos oír ocasionalmente la voz de nuestro ingeniero de carrera desde los boxes. Tampoco es que un consejo como "Intenta volver" cuando te has quedado sin alerón trasero sea una genialidad pero le añade un toque de realismo a la situación. Además está en un perfecto castellano. Se agradece.
Y aún se agradece más, mucho más, el que por fin podamos oír los motores de los demás coches. Uno de los inconvenientes perpetuos de GP ha sido la pobre visibilidad lateral desde la cabina, empeorada por la ausencia de ningún mando para girar la vista a izquierda o derecha. Pues bien, al menos ahora disponemos de una ayuda sonora en forma de rugido de los demás motores que nos indicará cuando tenemos a alguien "enseñándonos las ruedas". Y como postre podemos configurar el nivel sonoro de todos los efectos, desde los chirridos de frenos hasta el rugido del público a nuestro alrededor. Ésta es una posibilidad no por lógica menos bienvenida.
Una última novedad reseñable es la incorporación de una vista "televisiva" desde la pequeña cámara que llevan los monoplazas sobre la entrada de aire. Aunque no es lo que vería un piloto en carrera puede ser útil por su mejor visibilidad sobre la pista y, muy en especial, para ver a otros coches cuando se nos acercan. Puedes incluso activar una vista "dentro del casco" que muestra un campo de visión restringido por la visera. Un detalle de realismo que podrá agradar a algunos porque, sé de buena tinta, que hay gente que juega a GP con un casco puesto.
Guión
En el análisis de GP3 decíamos:
"Bien, cuando se publicó GP2 (1996) recogía los datos de la temporada del 95. Hoy (2000) GP3 usa los del 98. ¿Qué temporada usará GP4 a este paso?. Adivina, adivinanza."
Pues eso, ya lo hemos adivinado y se trata de la temporada del 2001. Crammond nos asegura que se hace así para poder reproducir "más fielmente" las circunstancias de una temporada concreta pero yo me pregunto si tendrá algo que ver el hecho de que haya que pagar por su uso a la FIA y esta estará más dispuesta a hacerte una rebaja en la licencia de una temporada finalizada que de una en curso.
Como única novedad a la estructura general se ha añadido una opción de competición de vueltas rápidas para disputar entre un máximo de 22 jugadores la mejor vuelta a un circuito determinado.
Todo lo mencionado es fundamentalmente similar a lo que ya teníamos en GP3. ¿Algún avance significativo, entonces?
No. Realmente ninguno. Y ese es el principal problema de GP4. ¿Justifican los cambios gráficos, sonoros y de IA la adquisición de un producto que ni siquiera está puesto al día? La respuesta no puede ser tajante por cuanto algunos jugadores estarán dispuestos a pagar por esas mejoras mientras que otros encontrarán injustificado el precio. A nosotros nos parecería más razonable que los usuarios que ya hubiesen adquirido ediciones anteriores pudieran hacerse con esta a un precio reducido. Otras compañías como la muy vituperada Microsoft ya han puesto en marcha iniciativas similares.
Estrategia y trucos
Quien haya competido con éxito en cualquiera de las versiones anteriores no tendrá problemas en habituarse a esta edición. La mecánica es la misma y no le hará falta ni consultar el manual para salir disparado a mejorar los tiempos de vuelta. Tan sólo podemos citar la aparición de una novedad en el garaje: la presencia de un ajuste del diferencial del coche. Para nuestra desgracia no hay mención alguna a este ajuste en el manual ni en la Gpedia (debido a un nefasto error en el orden de los capítulos de ajustes). El diferencial controla la medida en que el par motor se transmite a las dos ruedas del eje trasero por lo que su efecto es máximo en curvas bajo aceleración o frenada. Desgraciadamente no recibimos información sobre como ajustarlo así que se impone una temporada de pruebas privadas en, tal vez, Barcelona que tiene una gran curva a derechas tras la recta de meta.
Naturalmente para poder afinar los ajustes se hace obligatorio un buen análisis de la telemetría. Es prácticamente la misma de la versión anterior y vale cuanto dijimos entonces al respecto. Nos gustaría, si acaso, pedir a los programadores que además de mostrarnos los gráficos nos diesen los valores numéricos de cada parámetro. Ya es bastante tedioso identificar los trazos de cada sensor como para encima tener que andar arrastrando por la pantalla una regla para averiguar los valores reales en cada punto. Con todo se trata de la rutina habitual: dar unas vueltas, cambiar un ajuste, dar más vueltas, cambiar otro ajuste, etc, etc, etc.
Mi consejo es que empieces por unos ajustes con bastante carga aerodinámica y un chasis alto para ir habituándote al circuito. Más tarde puedes ir quitando carga para ganar velocidad y bajar el coche hasta donde notes que empiezas a lijar los bajos. Verás que el coche se comporta de manera bastante similar a como lo hacía en GP3. Pero ten en cuenta que los circuitos han cambiado en algunos sitios y tendrás que ajustar tu conducción.
Ahora bien, en cuanto te enfrentes al resto de los coches dirigidos por el ordenador te darás cuenta de que su comportamiento ha cambiado. En lo que, a mi juicio, es uno de los mejores aspectos de este juego, la IA del resto de los coches ha mejorado bastante. Hasta tal punto que a veces se encuentra uno observando las evoluciones de otros pilotos tratando curva a curva de cerrarse la puerta o de sobrepasar en frenada al rival. Atrás quedaron los estúpidos choques que te propinaban si no te hacías a un lado o los que les propinabas cuando frenaban con demasiada antelación. Hemos de reconocer que en este aspecto GP4 ha colmado nuestras expectativas.
Jugabilidad
Para una gran porción de usuarios de GP4 este es el punto clave. La saga GP siempre ha hecho énfasis en la experiencia de conducción dándole prioridad sobre la fidelidad de simulación. No se trata aquí de disponer de una herramienta que ayuda las escuderías a programar sus reglajes antes de cada gran premio. Lo que se busca, supongo, es que el jugador disfrute de la experiencia y sienta sensaciones equivalentes a las de los pilotos en plena competición. GP3 ya lo había conseguido en gran medida. Por tanto GP4 no ofrece ningún cambio radical en este apartado.
Los puristas se quejarán de la facilidad con que se conducen los bólidos, lo mucho que hay que martirizarlos para romperlos o lo improbable de pasar Eau Rouge a fondo sin alerón delantero y con piso mojado (por poner un ejemplo, vaya). Pero es probable que la mayoría del público encuentre la conducción de GP4 agradable. No cuesta mucho realizar vueltas magníficas con estupendos tiempos y si ajustamos los reglajes podemos mejorar considerablemente. Por ejemplo, es notoria la exagerada adherencia del coche al asfalto a baja velocidad o la extraordinaria efectividad de los frenos incluso en plena curva. De hecho si ves que en mitad de un curvón la trayectoria te lleva al exterior no tienes más que soltar el acelerador e, incluso, aplicar una generosa dosis de frenos. Mano de santo para recuperar la trazada pero totalmente irreal para lo que es la auténtica F1.
Un factor a considerar en este aspecto es la presencia de Force-feedback. GP4 lo tiene pero... es un tanto peculiar. Desde luego se agradece la sensación de resistencia en el volante pero no proporciona mucha información sobre tu control del coche. Hay una resistencia permanente al giro y en los derrapes desaparece con lo que si te habitúas puedes predecir a veces si vas a perder adhesión al asfalto. Aparte de eso tan sólo encontramos golpes al colisionar con otros coches o salirnos a las trampas de grava.
La ausencia de vibración al pisar los pianos es un fallo imperdonable. Tan sólo notarás un golpe al subir y otro al bajar pero ninguna trepidación mientras los recorres. Hubiera estado bien que la intensidad de la vibración fuese proporcional a la cantidad de arcén que ocupas. Disponemos de mandos independientes para acelerador y freno pero configurarlos puede convertirse en una pesadilla en con algunos volantes. Por algún motivo que ignoramos GP4 utiliza sus propias rutinas de calibrado en vez de remitirse a los datos que le proporciona Windows. Sus razones tendrá.
Comparándolo con...
Aunque según los estudios de audiencia la Fórmula 1 es el deporte con más espectadores no hay demasiados programas centrados en el campeonato. Además la mayoría no entran en lo que podemos denominar simulación. A día de hoy el único título que puede acompañar a GP4 en ese sector es F1 2002 de Electronic Arts. No obstante convendría permanecer atentos a los lanzamientos de Ubi porque en algún momento podrían sorprendernos con la aparición de F1 Racing Championship 2002 (o algo parecido). Trabajo le costará a Ubi recuperar el favor del público después de su mala gestión con respecto al parche anunciado para F1RC que nunca ha visto la luz del día pese a ser repetidamente confirmado. Por tanto podemos centrarnos en F12002.
GP4 ofrece una experiencia más inmediata de conducción. Con una dosis razonable de preparación y no demasiada dedicación nos podemos ver a los mandos de una bestia de 800 caballos batallando por mantener la posición frente a una veintena de tipos con muy pocas ganas de cedernos paso. Si queremos ir más allá los ajustes y su estudio en la telemetría nos permitirán avanzar y mejorar nuestros resultados hasta cierto punto. Y con una amplia gama de añadidos y actualizaciones disponibles en la red podemos asegurar que vamos a tener diversión asegurada para rato. Eso sí, para disfrutar con plenitud requerirá una máquina bastante más potente de lo que es habitual para el jugador medio.
F1-2002 por su lado requerirá más esfuerzo incluso para ser capaz de dar unas vueltas sin salirse del asfalto. El premio para los esforzados que no flojeen será una mejor sensación de control y dominio del vehículo, más posibilidades de configuración y análisis y, en suma, una experiencia más dura pero más cercana a la mecánica real de la Fórmula 1. Amén de lo dicho sus requisitos de hardware son mucho más modestos que los de GP4 y, en consecuencia, las sensaciones de velocidad y control una vez alcanzadas serán mejores para la mayoría de los usuarios con ordenadores medios.
Debemos hacer constar que ambos juegos admiten abundantes cambios en los niveles de dificultad, ayudas y aspectos visuales por lo que una comparación cara a cara sólo tiene sentido para configuraciones equivalentes. En este sentido F1-2002 alcanza cotas de dificultad elevadas allí donde GP4 se muestra mucho más amistoso con el conductor. Sin embargo el comportamiento de los otros coches es manifiestamente mejor y más interesante en GP4. Los aspectos visuales, por cierto, con ser distintos pueden considerarse satisfactorios en ambos casos.
Lo que no está tan bien
Manual
Podemos, al menos, consolarnos con la presencia en la ayuda del juego de la Gpedia. Un híbrido de GP y enciclopedia que nos introduce en los misterios de la mecánica, la aerodinámica y la puesta a punto de la F1. Incluye videos protagonizados por un experto de Arrows (en inglés, of course) y textos en español.
No puedo dejar de lamentar las malas traducciones de los términos técnicos que salpican tanto el manual como la Gpedia. Por ejemplo. ¿Es que nadie en Microprose o Infogrames sabe distinguir entre barra antivuelco (un elemento protector del piloto en caso de vuelco) y barra de torsión (un dispositivo mecánico que transmite fuerzas mediante un eje sometido a torsión)? Es lo segundo lo que tienen los coches en la suspensión y no barras antivuelco como a menudo aparece en menús y manual.
De lo que sí se han dado cuenta es de un error (¿?) del manual y nos lo explican en una hoja de erratas. Aunque lo diga el manual no está disponible la opción de juego de dos jugadores por cable serie y módem. Nos queda la opción de usar redes bajo IPX o por TCP/IP.
Enlaces
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.