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Grand Kingdom

Grand Kingdom

  • PlataformaPS48PSV8
  • GéneroRPG
  • DesarrolladorSpike
  • Lanzamiento17/06/2016
  • TextoInglés
  • VocesInglés, Japonés

Análisis de Grand Kingdom

Juego de rol táctico con un sistema de combate interesante para los amantes del género. Una pequeña sorpresa para los poseedores de PS Vita y de Playstation 4 con muchas virtudes por explotar.

Grand Kingdom puede pasar algo desapercibido entre el gran público habiéndose publicado sin hacer demasiado ruido y seguramente con menos expectación que otros nombres de peso como puede ser el reciente Odin Sphere: Leithrasir. Pero no por ello pierde un ápice de interés lo que nos quiere proponer Monochrome y el director del estudio,  Tomohiko Deguchi, quien estuvo al frente de Grand Knights History, juego de PSP que solo salió en Japón y que en su momento se desarrolló en Vanillaware. Es difícil no ver ciertos paralelismos en la dirección artística del nuevo juego de PS4 y PS Vita con el estudio nipón creador de obras como el citado Odin Sphere, Dragon’s Crown o Muramasa, aunque el desarrollo y las mecánicas poco tienen que ver.

El título de Deguchi es otro de estos llamados SRPG que las compañías japonesas sacan cada vez con más frecuencia y que parecen haberse ganado un hueco ineludible dentro y fuera del país del sol naciente. Maravillas como Final Fantasy Tactics –nunca llegó a Europa la versión original de PSX- o los primeros Fire Emblem han visto como además de expandir dichas sagas (mención especial por Awakening y Fates de la serie de Nintendo, que atrapa cada vez a más usuarios y no solo amantes del género), han ido apareciendo muchos otros nombres. Disgaea, Suikoden Tactics, Tactics Ogre o el más reciente y de actualidad por su remaster, Valkyria Chronicles, han ido ampliando horizontes en un género muy versátil (todos estos nombres tienen inmensas diferencias jugables entre ellos) que nunca ha desaparecido pero que hoy en día está bien presente.

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Y llegamos a Grand Kingdom, juego que ofrece algo totalmente distinto a los títulos de estrategia contemporáneos con los que comparte momento y que a pesar de no ser perfecto y probablemente tener margen de mejora en varios aspectos, acaba siendo una propuesta original y notable a partes iguales.  Un título que luce más que bien en Playstation 4 y en PS Vita, con diferencias inapreciables ente ambas versiones teniendo en cuenta la diferencia de máquinas. ¿Dónde jugarlo? Dónde se prefiera disfrutar de un buen juego de estrategia y rol japonés. Con Vita en cualquier lugar –este estilo visual brilla con luz propia en la pantalla de la portátil de Sony- o en PS4 en todo su esplendor.

Los mercenarios

El juego nos ubica 100 años después de una gran guerra en el imperio Uldein, que acabó con cuatro naciones que están enfrentadas para intentar hacerse con el control del territorio. Pero los protagonistas de la aventura son los mercenarios,  personajes que se han erigido en todo lo alto por delante de los soldados y que a cambio de dinero hacen cualquier tipo de trabajo. Ya no hay caballeros defendiendo patrias, hay mercenarios que te harán lo que puedas pagar. Con esta premisa, que claramente quiere explicar como se rompe con el original Grand Knights History, empieza el juego controlando a los primeros de los mercenarios. Eso será solo el inicio.

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A lo largo de la aventura iremos reclutando y fichando mercenarios de todo tipo de clases para hacer varios grupos, equilibrándolos como nosotros consideremos, para que actúen en los contratos y misiones que se nos pide. Podremos jugar nosotros, podremos automatizarlo pero el objetivo siempre es el mismo, cumplir nuestro cometido para ganar más dinero y avanzar en un argumento que muchas veces se diluye y en el que en otras sentimos que no es tan importante como se espera de un conflicto a cuatro bandas.

Combate y gestión

Al principio conoceremos solo a cuatro clases disponibles: guerrero, apoyo, maga y arquero. Son los que nos permiten hacernos con los controles del título, pero es el inicio de una gran variedad de mercenarios de todo tipo. Magos oscuros, guerreros con otras características y armas, paladines, valquirias, nobles… Uno de los puntos más poderosos del título está en el reclutamiento de mercenarios –siempre pagando- para intentar construir grupos equilibrados o con una tarea concreta que realizar. Aquí no tenemos aventureros fijos, sino que somos nosotros quienes decidimos nuestros protagonistas (además del ‘héroe’ Flint).

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Hay dos partes a tener en cuenta cuando entramos en una misión. Por un lado el tablero. Este nos permite movernos libremente por los caminos marcados, buscando llegar lo más pronto posible a la meta y permitiéndonos desvíos para encontrar tesoros, enfrentarnos a enemigos concretos, etc. Durante nuestro avance encontraremos “peones enemigos” que están por la zona y si chocamos con ellos, entramos en batalla. Dependiendo de su nivel están diseñados de una manera o de otra. Las misiones no siempre serán las de llegar a un punto concreto, sino también rastrear algunos tesoros, acabar con ciertos peligros y demás. Todo queda aliñado con un sistema de movimientos limitados que nos obliga a pensar bien hacia donde queremos ir, ya que si nos quedamos a cero fracasaremos en la misión aunque no hayamos muerto en combate.

Una vez en combate, la disposición de los personajes y su interacción con el escenario y los enemigos es clave. En una vista 2D tendremos diversos carriles donde se ubican los personajes. Los podemos mover hacia delante o hacia atrás lo que nos dure la barra de movimiento (al estilo Valkyria Chronicles), y todos ellos tendrán equipados hasta seis habilidades diversas. Cuando nos colocamos donde queremos, empezamos a atacar de manera dinámica. Por ejemplo: el guerrero necesita estar cerca de los enemigos para golpear, machacando el botón de turno, con la espada al enemigo, pero eso no es lo mismo que el arquero que necesita estar a una distancia para que las flechas que lanza y su trayectoria caigan donde toca. Además, tenemos que pulsar en el momento justo para acertarles. 

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El ensayo-error

Los combates son muy dinámicos y nos exigen, además de ciertos cálculos y estar activos en las acciones, entender cada arma. No es lo mismo un cuerpo a cuerpo con espada que con una lanza, y la trayectoria de los ataques a distancia también varía según el arma que tengamos. A todo esto se añade el fuego amigo, que puede afectar a los compañeros: una ráfaga de fuego en línea recta se llevará por delante a los enemigos, pero también a un compañero si lo tenemos en la trayectoria. Es cierto que algunos casos podrán desesperarnos, pero la gestión de los movimientos para que no suceda esto es casi tan importante como los ataques en sí. Nuestras acciones se completan con varios ítems que podemos dejar en el escenario como pueden ser trampas y obstáculos para que no sea fácil acercarse al grupo, creando auténticas trincheras, o bolsas de vitalidad para que otro compañero la recoja y recupere PV, por ejemplo.

A todo esto, no falta la posibilidad de equiparnos con varios elementos que mejoran a nuestros personajes, los cuáles también pueden subir de nivel, y entrenarlos para que aprendan nuevas habilidades para usar en combate. La subida de niveles, la presencia de varias armas con sus características y ranuras para potenciarlas y la combinación de mercenarios para crear equipos sólidos son otros de los rasgos interesantes de un juego que no revoluciona, pero que lo que presenta lo hace de manera notable. Por desgracia hay algunos combates tremendamente injustos y sin margen de error, donde tendremos que probar varias veces hasta dar con la fórmula. Enemigos que aprovechan un primer turno del jugador para acabar con varios de nuestros personajes haciendo imposible ganar la partida y obligando a hacer unos movimientos concretos para no sufrir estos ataques. Un ensayo-error que probablemente es mejorable, pero que tiene que ver también con la disposición en el campo de batalla que por otro lado ofrece las mencionadas ventajas y virtudes jugables.

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Cuenta con un modo online donde estamos obligados a escoger una de las cuatro facciones en combate y podremos mandar nuestros batallones a luchar con otros de los usuarios. No hay combates entre jugadores, pero sí que lucharemos contra grupos controlados por la IA y pasará lo mismo con los que quieran enfrentarse a nuestros escuadrones de mercenarios. Un sistema que alarga de por sí la vida del juego (más de 40 horas la campaña) gracias a la aportación de recompensas extras, aunque es cierto que a la larga tampoco tiene el interés que tendría en batallas pvp.

A nivel audiovisual, Grand Kingdom es lo que se ve: un juego bonito, con un diseño artístico que recuerda a obras de Vanillaware, tal vez sin tanta personalidad en el diseño de personajes, y que funciona de manera notable tanto en PS4 como en PS Vita. Seguramente el sistema esquemático del mapa cuando avanzamos y la interfaz podrían ser mejores, pero cumple su cometido sin ninguna duda.  La banda sonora no tiene grandes piezas que acompañen a la acción, pero se mantienen en un nivel correcto la mayoría de veces. El título tiene voces en inglés o en japonés y por desgracia no llega traducido al castellano.

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8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.