La otra manera de entender el fútbol.

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Ampliar

Mezclar en un solo juego un título de fútbol y a la vez de plataformas puede parecer una tarea muy difícil, pero no es imposible. En este cartucho habrá que ir avanzando por las plataformas a golpe de balón, cosa un tanto irreal, pero sin duda muy divertida, sobre todo para los más pequeños.

La verdad es que ya hacía tiempo que no salía un juego infantil que tuviera una calidad tan elevada que lo pudieran disfrutar incluso los adultos. Así que ahora llega este juego que en principio tiene al famoso jugador británico como protagonista, aunque en realidad todo parecido con la realidad es pura fantasía.

El señor Beckham cede su nombre a un pequeño monigote que se mueve con mucha gracia por la pantalla. Este pequeño personaje puede saltar, acción necesaria en cualquier plataformas, y puede pegarle patadas a su inseparable balón. Cuando lo coge, lo sujeta firmemente a los pies, y con el correspondiente botón le dará patadas para mandarlo en cualquier dirección.

El objeto de cada fase es llevar el balón hasta la meta, que se encuentra al final en forma de un pequeño círculo flotando en el aire. Para terminar la fase hay que introducir el esférico en dicho círculo y se podrá pasar a la siguiente. El balón sirve además para otras cosas, como recoger las monedas (otro elemento imprescindible de un plataformas) o para acabar con los enemigos. Y es que aquí los jugadores rivales son los enemigos a abatir.

Para acabar con un rival es bastante sencillo. En principio solo hay que chutar el balón una vez y quedarán atontados. Después bastará con otro golpe más y serán eliminados. El balón es indestructible, así que no hay que preocuparse ni por si se rompe, ni por perderlo, ya que ambas cosas son imposibles. Eso sí, llevar el balón encima a veces es un lastre, pues por ejemplo no se puede saltar tan alto, con lo que habrá que dejarlo a la hora de llegar a algunas plataformas. Y esto es un impedimento para transportarlo hasta la meta.

Y la meta a veces también plantea un problema, pues no basta con llegar a ella; también hay que activarla. Para ello habrá que golpear las cerraduras que hay repartidas por toda la fase con el balón. Como puede verse, aquí el esférico se usa para todo, no solo para marcar los goles.

 g r á f i c o s

El apartado gráfico es a la vez muy sencillo, pero muy cuidado. El aspecto que presenta es de dibujo creado a mano, de una manera similar a la vista en Yoshi's Island, aunque con un poco menos de calidad. Y aunque no llegue a las cotas de esa obra maestra, hay que hablar de un trabajo muy bien hecho. El aspecto infantil que presenta está cuidado, y a fin de cuentas eso es lo que importa; que lo que se haga, se haga bien.

Beckham es una caricatura del futbolista que le da nombre, y resulta evidente pensar que no hay parecido alguno entre la versión real y la que aquí tiene lugar. Este mini Beckham es un pequeño dibujo de aspecto cabezón, pero con un aire muy simpático que corre y salta de un manera graciosa y agradable. No es un prodigio de la animación, pero ésta cumple muy bien con su cometido.

Los decorados representan unos dibujos muy cuidados, de manufactura simple, pero a la vez trabajada. No tienen muchos detalles, pero se nota el buen hacer de sus programadores a la hora de darles vida. Algunos son un poco repetitivos, pero resultan tan agradables de ver que se les perdona casi cualquier cosa.

Un último punto a favor del juego es el idioma, pues todos los textos están en perfecto castellano, para que los más pequeños no tengan problemas al aprender a jugar, ya que el tutorial del principio puede ayudarles a comprender la mecánica de manera muy sencilla.

 s o n i d o

Las músicas del juego amenizan de forma muy agradable cada una de las fases. Todas son muy alegres y simpáticas, con un aire muy clásico, al estilo típico de Nintendo (aunque el juego no lo sea). Hay bastantes por lo que la variedad está asegurada, pero a pesar de ello, todas son lo suficientemente originales como para que no se hagan pesadas por mucho que se repitan, cosa que ocurre, pero que no se nota.

Los efectos de sonido son pocos, pero son simpáticos y al igual que las músicas, están muy bien conseguidos. Aunque más que brillar por su calidad, lo hacen por lo bien que encajan en el juego, pues su principal baza es lo simpáticos que resultan, haciendo juego perfecto con el resto de los elementos que componen este cartucho.

 j u g a b i l i d a d

La jugabilidad de este título está realmente bien ajustada. Por un lado hay un plataformas a la vieja usanza, en 2 dimensiones y con la diversión por delante de cualquier otro elemento. Por otro lado está la novedad de llevar un balón como objeto secundario, pero a la vez fundamental. Puede que sea una combinación un poco rara, e incluso arriesgada, pero no cabe duda de que este juego divierte de una manera un tanto original.

El control se realiza principalmente con la cruceta para mover a Beckham, con A para saltar y con B para chutar. A medida que se va avanzando las habilidades de Beckham van aumentando y podrá saltar más alto y chutar más fuerte. A pesar de esto, hay cosas que siempre permanecen inalterables, como el hecho de que Beckham siempre podrá saltar más alto si no lleva el balón pegado a los pies.

El control del balón es muy sencillo, ya que una vez que Beckham lo toca, se le pega a las botas y ya no hay manera de que lo suelte hasta que se presiona el botón de chutar. Los chutes se pueden realizar hacia delante o hacia arriba, y por supuesto en diagonal. Esto es muy útil cuando hay que ponerlo en algún lugar de difícil (o incluso imposible) acceso. Por supuesto el balón es imprescindible para acabar con los enemigos.

El objetivo de las fases es llevar el balón hasta la meta, pero esto se complica con los obstáculos del camino. Muchas veces habrá que estrujarse la masa encefálica para encontrar la manera de avanzar sin dejar el balón atrás, y aquí es donde aparecen los puzzles y la parte de inteligencia.

El resto del juego es un plataformas como cualquier otro: ir saltando y llevando la pelotita. Pero esto es más divertido de lo que suena en principio; ya sea por la originalidad de la idea, o bien por lo ajustado que está el sistema de juego. El caso es que a pesar del carácter infantil que respira este título, se deja jugar de manera agradable por grandes y pequeños.

 c o n c l u s i ó n

Al final queda un juego muy recomendado para todos los públicos, aunque más especialmente para los niños. De todos modos, y aunque los puzzles son inicialmente sencillos, los mayores también pueden quedar enganchados gracias a su jugabilidad y a su mecánica. Que nadie se deje engañar por sus gráficos infantiles.

En general se puede decir que ya iba siendo hora de que los peques pudieran tener en sus consolas un juego a su altura, y con una calidad equitativa a su coste. Pues por fin hay un título que reúne esas condiciones, y por si fuera poco, incluso puede que algún hermano mayor lo aproveche cuando quede libre.

 l o   m e j o r

 l o   p e o r